El 26 de marzo de 1982 se alteró la rutina del Guarnición Militar Sarmiento en el centro de Chubut. El teniente coronel Seineldín impartió la orden operaciones para la recuperación de las Islas Malvinas a los oficiales del Regimiento de Infantería 25, a continuación el mayor Miniorini Lima lo haría con sus oficiales de la Compañía de Ingenieros 9.

La característica de la operación en la que iban a participar, entre otras pautas, imponía que luego del repliegue de los elementos de las fuerzas de asalto anfibio únicamente estas Unidades del Ejército se mantendrían en las Islas, materializando así una recuperación pacífica que facilitara la negociación diplomática y que por ello no se debían producir bajas entre las tropas británicas y los habitantes de las islas.

El teniente Martín Jaureguiberry, de la Compañía de Ingenerios, recibió la orden de partir al día siguiente hacia Puerto Deseado, a cargo del primer escalón del Ejército que se movilizó, para embarcar en el buque de transporte ARA “Islas de los Estados”.

Llevaba una larga columna de aproximadamente 55 vehículos, acompañado por dos subtenientes del RI 25 y con la mínima cantidad de suboficiales y soldados necesarios para conducirlos. Transportaba los medios pesados y los suministros logísticos para la operación.

Entre las ordenes impartidas estuvo que los oficiales debían llevar sus sables,  evidencia de la intención de una operación no violenta.

Una vez lograda la reconquista de las islas, la Ca Ing 9 continuó la navegación hasta Bahía Fox al Sur de la isla Gran Malvinas desde donde debía cumplir su misión de recuperación y control, enarbolando el 5 de abril por primera vez en la Isla Gran malvina la enseña patria.

En Bahía Fox Este había un establecimiento rural privado, dedicado a la cría de 150.000 ovejas, que contaba con una población de unas 30 personas entre hombres, mujeres y niños.

Allí funcionaba la administración, viviendas e instalaciones de la estancia, una escuela primaria, un registro civil y una oficina postal. Además, tenía una corta pista de aterrizaje y el único muelle de la zona.

Su administrador era John Richard Cockwell, un ciudadano británico de cuarenta y tres años, que vivía allí desde 1964.

La relación entre los pobladores y los militares argentinos fue tensa. A los pocos días la mayoría de los isleños optó por abandonar el establecimiento dirigiéndose a otros lugares de la Isla, quedando en el lugar por su voluntad Richard con su familia y un ovejero de mayor edad. Esto contribuyó a que mejorará el trato, pero guardando siempre la debida distancia.

Con la llegada del Regimiento 8 de Infanteria a Fox, se conformó la Fuerza de Tareas Reconquista.

La necesaria convivencia de esta fuerza  hacía necesaria  alguna forma de auxilio en el bienestar mutuo. Como por ejemplo: facilitar el lugar para atención de los heridos y por el lado de las fuerza sargentinas velar por la su seguridad de los isleños tratando de evitarles riesgos y facilitarle la atención médica.

Un ejemplo de esta ayuda la vivió en primera personal el teniente Jaurrebiderry: “Hacia fines de abril, en una situación de emergencia durante una navegación junto a algunos suboficiales por un temporal y de noche, Richard no dudó en acudir a nuestro rescate en su embarcación.”

Entrega del sable en 1977

El 26 de abril en Bahía Fox se realizó el trascendente juramento de fidelidad a la bandera nacional por parte de los soldados conscriptos de la clase 1963. Fue una ceremonia sencilla pero cargada de sentimientos.

Recuerda el teniente Jaurrebiderry: “En ese momento tan significativo para la vida del soldado fue la última vez que lucí mi preciado sable. Fui yo el único en utilizarlo porque el resto de los oficiales había recibido la contraorden de dejarlos en los cuarteles de Sarmiento antes de partir.”     

A medida que pasaban los días y semanas con el agravamiento del conflicto se fueron produciendo distintas situaciones en Bahía Fox, no ajenas a lo que se vivía en el resto del archipiélago. 

Durante los meses de mayo y junio las posiciones argentinas en Fox eran cada vez más hostigada por el fuego inglés.

El cañoneo naval no dejaba de poner en riesgo también a la población civil alojada en el establecimiento que estaba en el centro de la posición.

Con pocas noticias sobre la evolución de la batalla en la posición de Puerto Argentino, el 14 de junio con las últimas luces se recibe la orden de suspensión de las operaciones y durante la noche es avistada en la bahía a la fragata HMS Avenger con su arboladura iluminada.

Al amanecer los jefes del RI 8, teniente coronel Repossi y de la Ca Ing 9, mayor Minorini Lima, fueron trasladados en helicóptero a bordo del buque para acordar las condiciones en las que sería realizado el repliegue

En los días siguientes el personal se abocó a levantar los campos minados y a la entrega del armamento. Al tercer día fueron trasladados, ya como prisioneros de guerra, al buque de desembarco HMS Intrepid y comenzó el triste regreso al continente.

El sable del teniente había quedado en uno de los depósitos de Fox con el resto del material, puesto que no era posible subirlo abordo. Sin embargo siempre guardó la esperanza de recuperarlo. Esperanza que se acrecentó cuando fueron apareciendo pertenecías de Veteranos de Guerra de ambos bandos que eran mutuamente restituidas.

Esas devoluciones a sus dueños nada tienen que ver con el valor material de los objetos, sino con su valor afectivo y simbólico que trasciende al conflicto, demostrando que es posible que quienes fueron enemigos pueden con caballerosidad y como personas de bien volver a reunirse, ahora en paz, para rescatar lo poco positivo que puede tener una guerra.

El Capitán White recibió el sable a bordo de la HMS Avenger y de inmediato se lo envió a su comandante el Almirante John “Sandy” Woodward quien se lo devolvió expresándole: “Mi gratitud hacia las Fighting Fourth por estas seis duras semanas no tiene límite, su perseverante espíritu de sacrificio no ha pasado desapercibido. Solo estoy triste por el alto costo en hombres y buques, estoy muy orgulloso de todos ustedes”.

Capitán White

Así fue como el Capitán lo llevó en su viaje de regreso a Londres y lo conservó en el escritorio de su casa familiar. El Almirante Sir Hugo White falleció en junio de 2014 a los 74 años.

A fines de 2018 su esposa Lady Josephine Mary Lorimer se puso en contacto con Richard Cockwell para manifestarle que tenía el sable que su esposo había conservado por tantos años y que pertenecía a un oficial argentino. Le expresó, además, que el Almirante hubiera deseado que volviera a su legítimo dueño.  

Richard al conocer que la hoja del sable tenía grabado: “Al Subteniente D Ricardo Martín Jaureguiberry” recordó que ese oficial había estado en Fox Bay East durante la guerra y que había tenido un comportamiento correcto y humano hacia él y su familia.

Una tarde a mediados de diciembre del año 2018 el ahora Coronel Jaurebiderry recibió la llamada del general de brigada “VGM” Sergio Fernández, presidente de la Asociación de Veteranos de Guerra de Malvinas, en la que le comunicó que tenía noticias de donde estaba si sable y que quien lo poseía tenía intención de devolverlo.

“Me resulta difícil describir las emociones que me embargaron en ese momento: sorpresa, alegría, felicidad y ansiedad.” Rememora el coronel Jaurebiderry.

Cuatro días después se reunió con Nicholas Tozer, periodista, británico de nacimiento y residente permanente en Argentina desde 1961, quién estaba vinculado con Richard Cockwell, a quien conocía de sus viajes a Malvinas. En esa reunión el coronel Jaurebiderry se entera que Cockwell estaba en contacto con quien tenía su sable y que era su deseo restituírselo, pero no podían ubicarlo. 

Esta reunión generó un primer contacto vía email con Richard Cockwell, que devino en una corriente de mensajes en ambas direcciones. Desde el primer momento manifestó su firme voluntad de que el sable volviera a su dueño, ofreciéndose para realizar las gestiones que fueran necesarias, sobre la base del recuerdo que tenía de la relación difícil pero caballeresca y humana durante las hostilidades.

El destino quiso que el 13 mayo de 2019 en un sencillo e íntimo acto en la Embajada Británica en Buenos Aires se produjera el milagro para que el sable regresara a manos del coronel a 42 años de que lo recibiera por primera vez y luego de 37 años en manos británicas.

“Nos exiten palabras para describir el sentimiento y emoción de tener el sable nuevamente en mis manos como aquella primera vez en 1977.

Por sobre todas las cosas prevaleció la buena voluntad y el deseo de colaborar de quienes desinteresadamente intervinieron para que fuera posible. Voluntad de personas bien intencionadas y con valores que pueden romper barreras y lograr lo que hace un tiempo parecía imposible. Nada es casual cuando en las acciones personales hay respeto, honor, caballerosidad y profesionalismo”, recuerda el coronel Jaurebiderry.

La historia se completaría cuando el coronel Jurebiderry pudo reunirse con Lady White el 01 el diciembre de 2019, en la embajada británica, durante una escala que ella hizo de un viaje reastreando en Chile antecedentes del un buque británico que fue hundido en el Pácifico en la Ira GM que comandaba el abuelo del Alm White.  En esa oportunidad el coronel pudo agradecer en personal el gesto que tuvo al devolver el sable.

El sable no es un simple aditamento de sus galas e insignias, ni es por formulismo que jura sobre su empuñadura. Tiene un alto significado como el atributo del mando con que se enviste a quien lo porta.

La traducción simbólica de los elementos que conforman el sable, sólo compete a aquel que, único depositario de su legado, deberá un día empuñarlo en cumplimiento de su deber, y es:

“Siempre que desenvaines tu sable, empuñando la Verdad y teniendo al Escudo Nacional como divisa, en defensa de nuestra Libertad, aunque te empeñes en la Guerra, las más caras y gloriosas tradiciones nacionales te protegerán la mano.

Tuya será la victoria y eternos serán los laureles pero piensa que atado a tu muñeca llevas un juramento prendido que te recuerda:

¡Más vale morir ahorcado, que traicionar a la Patria!”

  • Imágen de portada Patricio Vidal

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6 COMENTARIOS

  1. Muy lindo acto por parte de La Señora Lorimer al devolver el Sable a Nuestro Teniente Juarrebiderry. Lastima que la Caballerosidad por ese acto Inglés no concuerde con actos Piratas demostrado por esos llamados Caballeros Ingleses a través de la Historia. Es como decir: te Robo lo que puedo y mas adelante ( porque soy de casta de caballeros) te devuelvo el Sable que tenías en el estante ?

  2. La guerra tiene diferentes facetas que, a veces, parecen contradecirse: Miseria, honor, mezquindad, heroísmo, cobardía, odio, amistad, entrega, valor; todo depende de que lado de la mesa te encuentres y cuáles sean tus intereses. Lo que es seguro es que los muertos que quedan en el camino demuestran los errores que cometimos como humanidad.

  3. Perdón, no me gusta para nada la nota, tiene un tufillo desmalvinizador, y en mi opinion, el veterano argentino cometió un error, yo jamás hubiera ido a recibir un sable a la embajada británica, es una verguenza, a la embajada de los usupradores de Malvinas ? de ninguna manera, aclaremos algo : si los británicos nos devuelven las islas malvinas, georgias, sandwitch, etc , perfecto, que los militares argentinos se reunan ,se abrazen y se deseen paz y amor con los británicos, pero mientras eso no suceda NO, los brtiánicos y su diplomacia quieren crear el relato de que el conflicto terminó y ahora todo es paz y amor pero claro, el tema devolucion de malvinas eso no se habla, eso esta clausurado, no,no podemos caer en ese jueguito y menos un militar, grave error. Es mi opinion ( le guste a quien le guste ).

  4. Por suerte es frecuente que entre viejos enemigos, y sus familiares, existan este tipo de gestos de caballerosidad y humanidad. La guerra de Malvinas fue, salvo excepciones de toda contienda, una lucha de caballeros.

  5. Seguiran siendo Piratas Usurpadores…El hecho de no sentarse a conversar sobre Soberania,,es señal que las quieren para ellos…Si tuvieran la RAZON..mostrarian sus PRUEBAS FEHACIENTES… NO LAS TIENEN …POR ESO SE NIEGAN..-

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