La Historia en general, es la ciencia que se encarga de estudiar el pasado de la humanidad, para introducirnos en ella, primero debemos interpretar al hombre como un ser social por naturaleza, que alcanza la felicidad interactuando con otros de su especie, se relaciona para procrear, formar una familia, conformar clanes, tribus, ciudades y finalmente naciones. Indefectiblemente en dichas relaciones humanas surge la colaboración y la competencia.

De la competencia surge el conflicto, que es una disputa entre hombres cuya magnitud está dada por la dimensión de las sociedades en pugna, la guerra es el máximo nivel de violencia que se puede dar en un conflicto.

El hombre compite permanentemente por el poder, con los de su tribu, con los de su nación y con los de otras naciones, quiere ser el artífice, el Creador de su propio destino, esto colisiona  y nos muestra la intrínseca soberbia del ser humano, que se manifiesta desde su creación, si entendemos el conflicto generado entre Adán y Eva con Dios, disputa esencial del hombre con el Creador, el Hacedor, en definitiva el Poder, Dios es Poder, este relato bíblico, no es más que una descripción etimológica y sociológica de la naturaleza humana.

Con esta breve introducción sobre el hombre y su relación fundamental con el poder y el conflicto, podemos empezar a comprender en que consiste la Historia de la Guerra y como focaliza su estudio en las relaciones humanas desde el punto de vista del conflicto; asimismo dicho estudio no se reduce al análisis del hecho bélico “La Batalla”, sino que abarca el todo y las partes al mismo tiempo, razón por la cual la Historia Militar puede analizarse en diferentes planos: uno político y estratégico, otro operacional y finalmente un plano táctico.

En el plano político y/o estratégico trata las motivaciones y la diplomacia del conflicto, en este nivel adquiere importancia la correspondencia de época, libros de órdenes, memorias y biografías como elementos de consulta primario.

El segundo plano de estudio es el operacional relacionado con los grandes movimientos de tropas y los planes de campaña, se apoya en mapas generales, que ubican a la confrontación en su relación con el mundo, busca precisar el contexto internacional, regional y la zona de conflicto específica, actualmente definida como teatro de operaciones.

Por último, se encuentra el plano táctico que abarca los enfrentamientos, sin embargo, también es motivo de estudio, los detalles del conflicto, que van desde el racionamiento, uniformes, armamentos, pero también la humanidad de cada soldado en el campo de batalla, en la actualidad la psicología y la sociología contribuyen con la Historia Militar de forma significativa, al igual que otras disciplinas como la heráldica y la topografía.

El nivel táctico, normalmente es el que más apasiona a los historiadores y al público en general, el estudio del micro-terreno y los factores morales adquieren preponderancia.

La Historia Militar requiere un estudio sistematizado y para ello es necesario comprender la dialéctica del conflicto y descifrar sus jeroglíficos, la escritura y símbolos militares, no es necesario ser soldado de carrera, pero si es necesario conocer sobre la milicia, no solo los factores psicológicos y sociológicos, sino particularmente las tácticas, técnicas y entender sobre organizaciones militares, su evolución y funcionamiento a través del tiempo, esto es en esencia lo que estudia la Historia Militar.

 Cada país ha desarrollado sus propios organismos relacionados a esta disciplina, en algunos casos dependiente de las fuerzas armadas como archivos históricos y museos, en otros casos institutos dedicados a la investigación histórica militar, como así también cátedras o especializaciones a cargo de universidades.

En la República Argentina, existe el Museo de Armas de la Nación, ubicado en el Círculo Militar al frente de la plaza San Martin, asimismo cada Fuerza tiene un servicio o departamento histórico con su correspondiente archivo donde se pueden consultar legajos, libros históricos de las unidades, diario de guerra de los elementos que estuvieron en combate, etc. También existen museos históricos de cada fuerza y salas históricas en los principales cuarteles.

Museo de Armas de la Nación – Circulo Militar

Además de los archivos señalados, existen organismos particulares, como el Instituto Argentino de Historia Militar, dedicado al estudio y difusión de esta disciplina, el cual organiza y participa regularmente de congresos específicos, que reúne investigadores y aficionados a la Historia Militar.

La Escuela Superior de Guerra del Ejercito dicta la Maestría en Historia de la Guerra

En el ámbito académico se han desarrollo cátedras y carreras de posgrados que han logrado mantenerse y evolucionar en el tiempo como la Maestría en Historia de la Guerra dictada por la Escuela Superior de Guerra dependiente de la Universidad de la Defensa, la cual lleva décadas formando investigadores, incluso de otros países.

El interés y la producción literaria por estos temas es inagotable, en tanto se analiza al hombre en su relación social de competencia, de lucha por el poder a través del conflicto.

Este breve análisis no pretende abarcar la dimensión total de la Historia Militar, sino introducirnos en una disciplina apasionante, de alcance inagotable e interés general.

Así mismo, es una herramienta formidable para capacitar a los hombres de armas, ya que la experiencia personal es difícil de trasmitir y se relaciona con la personalidad y carácter de los actores y las circunstancias particulares en que se dieron los hechos. En tal sentido la Historia Militar, estudiada en forma crítica, permite analizar desde diferentes planos el conflicto y contribuye a evolucionar favorablemente en tal sentido.

Nota editorial: Las opiniones expresadas en el presente artículo no representan necesariamente el punto de vista editorial o de alguna institución.

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Patricio Trejo
Magister en Historia Militar, autor de libros y de numerosos artículos sobre temas militares. Docente, escritor e historiador. Miembro del Instituto Argentino de Historia Militar.

1 COMENTARIO

  1. Como asiduo lector de la historia militar de todos los tiempos, en mi carácter de aficionado, he podido comprender el conflicto fratricida de la guerra del Chaco, donde mi abuelo materno luchó contra los hermanos bolivianos. Pude entender las vicisitudes que le tocaron vivir a mi ancestro, más allá del contexto histórico, político, etc. La historia militar debe ser, como es natural, lectura de cabecera de todo militar, aunque a veces parece que algunos se dedicaran a leer otras cosas. Un ejemplo lo dieron algunos generales en Malvinas, donde no aprendieron de conflictos anteriores de la historia, cometiendo errores incomprensibles que quitaron a nuestras FFAA la oportunidad de hacer aún un mejor papel en esa guerra.

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