La (in)Defensa actual y su rol en la Argentina del siglo XXI

El último gran debate sobre cómo y en qué debía basarse nuestra Defensa Nacional tuvo lugar en la década de 1980, tras un largo período de interrupciones al orden constitucional a partir de sucesivos golpes de Estado cívico-militares.

El mundo de aquella época, cuando nuestros legisladores debatieron y acordaron -en forma casi unánime- las bases de lo que serían las Leyes de Defensa y de Seguridad Interior vigentes al presente, es muy distinto al actual y al previsible a futuro.

Repasemos algunos de los principales cambios en los últimos 40 años: finalizó la hegemonía bipolar que regía la geopolítica global hasta la caída del Muro de Berlín en 1989; se desintegró la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS); surgieron nuevos actores no estatales (empresas, carteles de drogas, etc.); se incrementó el poder bélico de las organizaciones terroristas; aparecieron Internet, las redes sociales y la telefonía celular; se desarrolló la Industria 2.0 y el comercio electrónico; la globalización aumentó la interdependencia de las naciones, incluso entre potencias; creció la frecuencia de las crisis económicas y humanitarias (limpiezas étnicas, migraciones forzadas, pandemia del COVID-19, etc.); el efecto del cambio climático comenzó a visibilizarse; aumentó la población mundial y la pobreza exponencialmente; crecieron las tensiones interestatales por la seguridad energética y alimentaria; etc.

La enumeración anterior demuestra que, dada la magnitud y naturaleza de los cambios que tuvo lugar, resulta perentorio encarar un nuevo debate -serio, amplio y desideologizado- que actualice el plexo normativo de la Defensa y la Seguridad Interior en la Argentina, en consonancia con los desafíos actuales y futuros del siglo XXI.

Está claro que la misión principal de las Fuerzas Armadas (FFAA) de cualquier Estado es asegurar su integridad territorial, independencia y la protección de sus recursos y ciudadanos. Es justamente en lo que hace a cómo y en qué circunstancias las FFAA deben proteger a sus conciudadanos donde mayores prejuicios y temores mantienen ciertos sectores de la sociedad argentina y -por extensión- de sus representantes de los distintos partidos políticos, quienes mantienen visiones antagónicas respecto a cómo separar la Defensa de la Seguridad Interior, aspectos que actualmente en la mayoría de los países del mundo son concebidos con un abordaje integrador y complementario generalmente bajo la denominación de “Seguridad Nacional”.

Lamentablemente, los hechos que tuvieron lugar durante la última dictadura militar generaron un “trauma socio-político” aún no superado respecto al rol de las Fuerzas Armadas como Instituciones fundamentales de la Nación Argentina y su distinción de los comportamientos individuales de algunos de sus integrantes que, con nombre y apellido, cometieron u ordenaron crímenes por los cuales ya han sido juzgados y condenados como no se hizo en ningún otro país.

Desde el retorno de la democracia, en el año 1983, la Argentina sufrió un sinnúmero de crisis económicas, políticas e institucionales. Sin embargo, ni siquiera en las extremas circunstancias de conmoción interna del año 2001, cuando el Poder Ejecutivo Nacional quedó acéfalo y ciertos referentes de la dirigencia política daban su guiño a los militares para que asumieran el gobierno, ninguna de las Fuerzas Armadas intentó o insinuó pretensión de querer volver a interrumpir el Estado de Derecho.

La realidad actual nos muestra una América del Sur donde, salvo la Argentina, los demás países -en los cuales también hubo Dictaduras que cometieron delitos de lesa humanidad- dieron vuelta de página a esa triste etapa de su historia para pensar y construir un futuro de desarrollo y bienestar que incluye a sus FFAA.

Si miramos a Brasil, Chile, Perú, etc., sus líderes -fueran de izquierda, centro o derecha- han logrado consensos de largo plazo para establecer Políticas de Estado en materia de Defensa, razón por la cual sus Fuerzas Armadas están correctamente equipadas, adiestradas e integradas al resto de sus sociedades.

Resulta paradigmático analizar lo sucedido en Brasil y Chile durante las presidencias de Luiz Inácio Lula da Silva y Michelle Bachelet, ambos mandatarios de izquierda que sufrieron -en carne propia o de sus familiares directos- el rigor de las atrocidades que cometieron las dictaduras que gobernaron en sus países.

Pese al comprensible resentimiento que se podría esperar de estos líderes respecto a su relación con las Fuerzas Armadas, tanto Lula como Bachelet no sólo impulsaron el reequipamiento de las instituciones castrenses sino que además mantuvieron un trato respetuoso con los uniformados, ya que supieron gobernar como estadistas -dejando al margen sus experiencias personales- y comprendieron el rol estratégico de las FFAA para la defensa y proyección internacional de sus respectivas naciones.

Lamentablemente, la realidad de la Defensa argentina es demasiado distinta a la brasileña o chilena. Nuestras Fuerzas Armadas cuentan con medios escasos y obsoletos para controlar los espacios jurisdiccionales del octavo país más extenso del mundo. Nuestros aviones, buques y tanques tienen -en su mayor parte- más de 40 años en servicio, lo cual los torna obsoletos tecnológicamente para el potencial empleo bélico actual; algunos medios incluso representan un peligro latente para sus tripulantes, la prueba más reciente de ello es la tragedia del Submarino ARA “San Juan” a fines del año 2017, que causó la muerte de los 44 marinos abordo.

Los enormes recursos naturales en el territorio continental y en nuestro mar deberían ser fundamento más que suficiente para que el Poder Ejecutivo y Legislativo aborden a la Defensa Nacional con pragmatismo y visión de largo plazo, comprendiendo que las Fuerzas Armadas no sólo sirven para proteger los intereses vitales de la Nación sino que también constituyen el mejor recurso que tendrá el Estado para cuidar y asistir a la población en situaciones extremas como la actual pandemia del COVID. La dirigencia política argentina debería dejar de utilizar los decretos como forma de establecer las bases de la Defensa Nacional y entender que es preciso dar lugar a un nuevo debate en el Congreso de la Nación, en el cual se logren los consensos básicos de largo plazo para actualizar las Leyes de Defensa y de Seguridad Interior, teniendo en cuenta aspectos pragmáticos y técnicos por sobre los prejuicios e ideologías.

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7 COMENTARIOS

  1. Para qué van a tratar los políticos sobre el rol de las fzas. armadas si no tenemos fzas. armadas? Es perder el tiempo para que algunos funcionarios justifiquen los sueldos que cobran.

  2. Está muy bien lo que dice, los responsables fueron juzgados y algunos están siendo juzgados todavía, creo que ya es momento de pasar la página. Me parece que esta pandemia de algún modo le abrió los ojos al gobierno sobre la importancia de las FFAA, espero que no sea algo cirscunstancial. Mínimamente se tienen que recuperar las capacidadas perdidas, no pido que compren el SU-57, solo que se recuperen las capacidad mejorar la operatividad.

  3. El tema es que hay much{isimos que NO fueron juzgados, que forman parte de las unidades o de los institutos de formacion, y siguen enseñando la doctrina que llevó al asesinato de miles de compatriotas.
    Es cierto que el equipo es obsoleto, pero rearmar las FFAA sin cambiar realmente las doctrinas es un peligro para la sociedad. Mas si con un territorio ocupado se piensa en hipotesis de actores no estatales, siendo eso trabajo policial

  4. Hay muchos que no habrán sido juzgados Martín, pero en el país tenemos una colección infinita de delincuentes que todavía no fueron juzgados o, peor aún, fueron liberados. Cuando hablamos de las FFAA hablamos de una institución que forma parte del Estado Nacional, la institución no puede pagar los delitos de las personas, si no habría que meter en cana a la Casas Rosada, al Palacio de Justicia y al Congreso también.

  5. Brillante explicacion Csar. Las FFAA están renovadas, lo demuestran a diario desde hace años con los líos que hubo en el país desde la vuelta a la democracia. Hay que equiparlas,cuidar su salud y la de su flia y mejorar sus sueldos…que se sientan egosintónicas, para la Defensa hay que estar fuerte en todos los sentidos. Como al tratar un paciente, darle confianza que sienta que no esta aislado, desamparado o en situación de vulnerabilidad.
    Hay que dar vuelta la página ya!…como dicen los pibes, ya fue !

  6. Es menester terminar de una vez con los errores cometidos por nuestras fuerzas armadas, porque imaginense un Tribunal Supremo de FFAA que juzgue los errores civiles en todos los gobiernos democraticos, el problema, es que los peronistas o radicales o algun idiota descolgado hijo de papa jugando al presidente, no invierten en nuestras fuerzas, porque simplemente tienen miedo, este miedo del cual la culpa tambien es de las FFAA, se trasluce en desarmar operativamente a nuestras fuerzas, coincido plenamente en que la actualizacion y el reequipamiento es lo que prima, pero como lo urgente siempre supera a lo importante, estamos en problemas, va a ser muy complicado para un `pais en eterna crisis economica invertir en defensa, cuando los malos gobiernos generan millones de pobres y dependientes de planes “NO LABURAR”…en fin…espero algun dia ver algun probo que ponga las cosas en orden, pero mientras tengamos “esta” clase de politicos…no va a pasar.-

  7. El articulo ve a la Argentina como si fuese el pais de la decada del 80 , la realidad , es que nuestro pis dejo de existir , entonces no necedita medios para la defensa , ya que no tiene mas nada q defender
    Los hidrocarburos son de empresas multinacionales americanas o inglesas , el campo esta dirijido por capitales americanos(Dreifus , CarGil , etc, etc)casi no tenemos empresas de importancia , y las que tenemos tienen sus cedes en otros paises ( Techint , en luxemburgo ) , no tenemos automotrices( volkswagen brasil 43000 empleados. La VW Argentina 3000 ) , la pesca es de las empresas chinas o españolas…..
    Que es lo q hay q defender……las villas con el 40% de pobres……….Argentina es un territorio de las grandes potencias y las multinacionales , y sus habitantes son ocupas , algunos de ellos necesarios para que el circo extranjero funcione
    Por eso no se gasta en defenda , tristemente , LA ARGENTINA DESAPARECIO

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