Notas en los medios sobre Nazismo

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El acta de creación de la Gestapo revela el desprecio de los nazis por las leyes
Hitler firmó por error el documento original de la norma que establecía la fundación de la policía secreta en 1933, pero no se redactó de nuevo

GStA PK/Vinia Rutkowski
La firma tachada de Adolf Hitler en el documento original de creación de la Gestapo
A Adolf Hitler no le correspondía firmar como canciller la ley por la que se fundaba la Gestapo el 26 de abril de 1933, pero fue el primero en hacerlo. Así se muestra en el documento original que ahora ha sido hallado en los Archivos del Estado de Berlín y recoge el diario alemán Die Welt.
El texto, de apenas cuatro párrafos, es una muestra más del desprecio de los nazis por las leyes ya que fue mal escrito al incluir la firma de Hitler. Solo después se dieron cuenta de que era el primer ministro Hermann Göring quien debía formalmente debía aparecer en la parte inferior de la segunda hoja al ser una ley de la Secretaría de Estado de Prusia, pero en lugar de repetir el documento, simplemente se tachó la firma del «Führer».
«Se debería haber hecho una nueva ley», asegura al diario alemán el jefe del departamento de los archivos secretos del Estado prusiano, Paul Marcus. «El hecho de que la firma firma de Hitler fuera entonces tachada y en el mismo documento se sustituyera por la de Göring es una muestra de la falta de escrúpulos de los nazis en el manejo de la razón y la ley», añade.
Hacía tres meses que Hitler había sido nombrado canciller por el presidente de Alemania, el general Paul von Hindenburg, y el incendio del Reichstag el 27 de febrero le había permitido lograr que éste firmara el estado de excepción. La Gestapo era un paso más en su camino hacia el control total del poder, pero en el momento de su creación aún debían seguir formalmente los procedimientos establecidos.

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Hitler con Göring
La ley que fundaba el «Departamento 1A de la Policía Estatal Prusiana» (la abreviatura de Gestapo se utilizaría a partir de 1934), era tan conscientemente vaga que abría la posibilidad de todas las acciones arbitrarias que llevaría a cabo la policía nazi. El primer párrafo señala su creación «para el cumplimiento de las tareas de la policía política, además de o en lugar de la policía regular» de modo que pudiera convertirse en todo lo que quisiera Göring, como primer ministro y ministro del Interior.
El segundo párrafo determinaba que todas las autoridades policiales debían estar asistidas por la Gestapo y el tercero y último punto daba al ministro del Interior la facultad para emplearla como deseara.
Otro documento del 20 de noviembre de 1933 estipula que la policía secreta tenía «un poder independiente del Estado» y dependía directamente del primer ministro. Esta segunda ley podría responder, según Die Welt, a las tensiones surgidas entre Göring y Heinrich Himmler, jefe de las SS, a raíz de la creación de la Gestapo. Sin embargo, en abril de 1934, ambos dejaron a un lado sus diferencias y las SS se hicieron cargo de la gestión de la Gestapo.
ABC.es
 

Sebastian

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Propuesta en la ONU para prevenir la glorificación del nazismo

15 de noviembre de 2013 Marina Obrazkova, Rusia Hoy
El pasado martes 12 de octubre, Rusia presentó en la Asamblea General de la ONU un proyecto de resolución sobre la inadmisibilidad de la glorificación del nazismo. Los coautores del documento son cerca de 40 países, entre ellos Bielorrusia, Kazajistán, Kirguistán, Uzbekistán, Tayikistán y Siria. Se espera que el documento se someterá a votación antes de que finalice el año.

La decisión de retirar la estatua del Soldado de Bronce en Tallin indignó a la comunidad rusa de Estonia. Fuente: ITAR-TASS
Al presentar el texto Gregori Lukyantsev, adjunto del representante permanente de Rusia ante la ONU, subrayó que no se puede permitir una revaloración de los acontecimientos de la Segunda Guerra Mundial. "Por desgracia, hoy en día seguimos presenciando intentos de falsificación de la historia, revaloraciones del triunfo de la justicia en 1945”, señaló el diplomático.

"En nuestra opinión, es totalmente inaceptable cualquier forma de glorificación de aquellos que están y/o estuvieron involucrados en los crímenes del nazismo, así como el encubrimiento de exmiembros de las SS, entre ellos los miembros de la Waffen SS, que participaron en el exterminio de la población civil", reiteró Lukyantsev.

Resulta difícil calcular el número exacto de las víctimas de la URSS en la Segunda Guerra Mundial. Las cifras que se manejan son entre 17 y 25 millones de muertos. Como resultado de la guerra emprendida por Adolf Hitler y los nazis murieron alrededor de 70 millones de personas. La gran mayoría de ellas civiles.

Según sus palabras, los autores del proyecto de resolución se refieren a "formas modernas y muy peligrosas", que deben ser neutralizadas tanto a nivel nacional como internacional.

En este contexto, Lukyantsev recordó tales eventos como "las grandes inauguraciones de monumentos al nazismo, el anuncio del día de la liberación del nazismo como día de luto, el arresto de quienes se oponen a la memoria de los luchadores contra los nazis durante la Segunda Guerra Mundial, así como la publicación de los nombres de quienes lucharon al lado del fascismo contra los países aliados, con los miembros de los movimientos de liberación nacional ".

"Habría que mencionar que tales formas de glorificación no sólo son blasfemas contra los veteranos del movimiento antifascista, sino que las realizan aquellos que llaman a la pureza racial a través de la discriminación basada en el origen étnico, por no hablar del tipo de ejemplo que proporcionan a las nuevas generaciones”, destacó el representante ruso.

El año pasado, 120 de los 193 estados miembros de la ONU votaron a favor de una resolución similar. En su contra se posicionaron tres delegaciones: Estados Unidos, Canadá y las Islas Marshall; mientras que otros 57 países, entre ellos Ucrania, se abstuvieron. Gregori Lukyantsev insta a estos gobiernos a reconsiderar su posición y apoyar la iniciativa.

Tal y como explicó el representante de la Federación de Rusia, en comparación con el documento del año pasado, en esta versión modificada llama a los Estados-miembro a tener en cuenta las disposiciones de la presente resolución, a la hora de informar sobre la situación de los derechos humanos en sus respectivos países.

Los medios de comunicación rusos señalan como probable que el proyecto de resolución sea aprobado pronto, ya que se presenta a la Asamblea General de la ONU por novena vez desde 2005, y en todos los intentos anteriores pasó con aproximadamente el mismo número de votos a favor y en contra.

Sin embargo, los observadores recuerdan que, a nivel práctico, las resoluciones de la Asamblea General de la ONU no son vinculantes y no implican sanción alguna.

Así que la intriga principal entorno a la votación es qué países se abstendrán o votarán en contra del proyecto de resolución y bajo qué pretexto. Se espera que las naciones que con mayor frecuencia son acusadas de glorificación del nazismo (especialmente los países bálticos) se abstengan. Entre los opositores estarán EE UU, por ejemplo, justificando que "la resolución es contraria a los principios de la libertad de expresión".

Noticia a partir de materiales de ITAR-TASS y Vesti.ru.
http://rusiahoy.com/internacional/2...venir_la_glorificacion_del_nazismo_34341.html
 

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Matar y morir en Auschwitz, ante la lente de un criminal de las SS
El oficial nazi Karl Höcker alternó sus servicios en ese campo de exterminio con el ejercicio de la fotografía. En 2006 , aparecieron 112 imágenes que tomó allí. Un documento estremecedor. Y el final inesperado de una historia.



Nota de Tiempo Argentino
El ciudadano alemán Karl Höcker tuvo una larga vida y un funeral discreto. Había fallecido el 30 de enero de 2000 en la pequeña ciudad de Preussisch Oldendorf, en Renania del Norte-Westfalia, a escasa distancia del sitio de su nacimiento, 89 años antes, cuando dicha urbe aún se llamaba Engershausen. Esposo diligente, con dos hijos ya sesentones y seis nietos que, a su vez, lo hicieron bisabuelo, aquel hombre ya frágil y quebradizo, luego de jubilarse como cajero del banco regional de Lübbecke, supo mitigar las horas muertas de la vejez repartido entre su colección de estampillas y la jardinería. Cuando fue enterrado en el cementerio local, su vida durante la última gran guerra era todavía un misterio, pero un misterio vencido, del cual apenas quedaban rastros y muy poca intención de esclarecerlo. Hasta 2006.
A fines de ese año, el Museo Conmemorativo del Holocausto de los Estados Unidos recibió un álbum de fotografías, donado por un antiguo oficial del ejército norteamericano, quien lo encontró después de la caída del Tercer Reich en un departamento abandonado de Frankfurt. Se trataba de un documento histórico particularmente valioso: 122 imágenes de Auschwitz, el principal campo de exterminio de la era nazi, tomadas entre el verano y el otoño de 1944. Esas imágenes no sólo exhiben a los jerarcas del lugar y sus ceremonias oficiales sino también a los verdugos con sus familias en las horas de descanso, con almuerzos al aire libre, excursiones compartidas y festejos de todo tipo para aliviar el rigor que les exigía la Madre Patria. La colección –junto con otra, a la que se denominó El Álbum de Jacob, hallada por una sobreviviente de ese apellido también al concluir la guerra– constituye uno de los pocos vestigios visuales de Auschwitz. El autor fue un Obersturmführer (teniente primero) de las SS con cargo de "adjunto" en la comandancia de ese sitio. Su nombre: Karl Höcker.
LA FÁBRICA DEL MAL ABSOLUTO. A mediados de 1944, llegó con puntualidad un tren cargado de judíos húngaros a la siniestra rampa de Birkenau, en donde se realizaba la selección de quienes vivirían y quiénes no. La atmósfera era surrealista. Sonaba un vals. La banda musical del campo se encontraba en medio de un ensayo. La melodía era suave y bella. Los recién llegados no podían imaginar que estaban en las puertas mismas del infierno. Entre ellos, estaba la joven Lili Jacob. Un oficial –cuyo rostro ella jamás olvidaría– elegía a dedo a los candidatos inmediatos a la cámara de gas.
El complejo de Auschwitz, situado a 50 kilómetros de la ciudad polaca de Cracovia, parecía una enorme planta industrial, impresión robustecida por las chimeneas siempre humeantes de los hornos crematorios. Constaba de tres campos principales: Auschwitz I, Birkenau y Buna-Monowitz. Este último era usado como unidad de trabajo esclavo por la empresa química IG Farben, que, además, producía el gas letal Zyklon B, con el cual fueron asesinados millones de hombres mujeres y niños. En resumidas cuentas, se trataba de una verdadera fábrica de exterminio; una fábrica cuya cadena de producción –gestionada en todas sus fases por unos 7000 efectivos de la SS– no dejaba detalle librado al azar.
El día en que llegó la adolescente Jacob, aquel oficial de las SS eligió a sus abuelos para las cámaras de gas, mientras ella y sus dos hermanos menores eran arreados hacia unas sombrías barracas. El uniformado lucía tenso.
En Auschwitz y en otros campos alemanes de exterminio, para atenuar el enorme peso psicológico de las tareas asignadas, los SS cultivaban una camaradería inquebrantable. Y una vida social no menos intensa, a pesar de que vivían en un barrio periférico a las instalaciones del exterminio.
Eso bien lo supo Höcker, quien fue la mano derecha del comandante del campo, Richard Baer. Criado en Engershausen, empezó a trabajar de empleado en una sucursal bancaria de Lübbecke. No tardó en presentar la renuncia para ingresar a las SS, donde recibió entrenamiento militar. En 1943 fue destinado al campo de exterminio más importante de la Alemania nazi. Allí dio rienda suelta a otra de sus pasiones: la fotografía. Pero no se trataba de un artista escabroso. Por el contrario, Höcker documentó con su cámara la buena predisposición de los criminales hacia sus hijos, esposas y amigos durante las horas de descanso.
Es al respecto notable una serie de imágenes de su autoría, captadas en Solahütte, una base de las SS ubicada a unos 30 kilómetros de Auschwitz. Allí, el régimen nazi recompensaba con una semana de vacaciones a los guardias de Auschwitz que se destacaban en sus quehaceres. Hay muchas fotos tomadas por Höcker en ese lugar; una de ellas documenta un encuentro social para la jerarquía de las SS. Entre los presentes estaban algunos de los oficiales más conocidos de los campos, como Rudolf Höss y el doctor Josef Ménguele, célebre por utilizar seres humanos para sus experimentos.
Otras fotos, tomadas el 22 de julio de 1944, muestran un grupo de las SS Helferinnen (mujeres que trabajaban para las SS como auxiliares y operadoras en comunicaciones) durante una excursión, al bajar corriendo por una rampa acompañadas por la música de un acordeonista. Otras seis fotos tituladas "Hier gibt es Blaubeeren" (Acá están las moras azules) exhiben a Höcker distribuyendo platos de moras a esas mismas mujeres, sentadas sobre una cerca. Al terminar de comer las moras con fingido dramatismo para la cámara, una chica posa con lágrimas falsas y un platito invertido. En ese mismo instante, a poca distancia de allí, unos 300 prisioneros ingresaban en las cámaras de gas.
En 1945, poco antes de que el Ejército Rojo liberara a los prisioneros de Auschwitz, Baer y Höcker ya habían puesto los pies en polvorosa. Se sabe que un oficial norteamericano –cuyo nombre nunca trascendió– hallaría su tesoro fotográfico en Frankfurt.
A su vez, Lili Jacob daría con el otro álbum en una oficina del campo Dora-Mittelbau, en donde había sido trasladada por los captores en vísperas de la caída de Auschwitz. Asombra como ambos conjuntos de fotografías se entrelazarían en una misma historia.
LA CAÍDA DE LOS DIOSES. En 1945, Höcker permanecía prófugo. Pero los británicos lo capturaron cerca de Hamburgo con una falsa identidad. Y fue liberado a fines de 1946, tras sólo 18 meses de confinamiento en un campo de prisioneros de guerra. Entonces, regresó con su familia a Engerhausen, en donde fue readmitido como empleado en el banco de Lübbecke. Perdería su empleo al ser sentado en el banquillo de los acusados del juicio a los verdugos de Auschwitz celebrado en Frankfurt a partir de 1963.
Allí, junto a él estaba el comandante segundo del campo, Robert Mulka, un antiguo despachante de aduana que en Auschwitz se ocupaba de garantizar el suministro de Zyklon B; el delegado de la Gestapo, Wilhelm Borger, un antiguo empleado contable que en Auschwitz investigaba a los prisioneros por hurtos y fugas; el jefe de enfermería Josef Klher, un antiguo carpintero que en Auschwitz mató con inyecciones venenosas a miles de prisioneros enfermos. Y el farmacéutico Víctor Capesius, un antiguo visitador médico de la IG Farben que en Auschwitz tenía bajo su mando el manejo de las cámaras de gas. Borger fue condenado a perpetua y Mulka, a 14 años, en tanto que el resto obtuvo entre nueve años y la absolución, dado que fueron juzgados con un código del siglo XIX que no preveía el delito de genocidio.
En el juicio, Höcker se mostró como un individuo tímido, afable, como la mayoría de los hombres que había fotografiado en su paso por Auschwitz. Pese a los testimonios en su contra, el tribunal no pudo probar su rol de "seleccionador" en la rampa de Birkenau. En consecuencia, fue sentenciado solamente a siete años de prisión. Ya libre en 1970, recuperó su trabajo como jefe cajero del banco regional de Lubbecke, en donde ya había estado antes de ingresar a las SS.
Sus fotos y las del Álbum de Jacob, fueron recientemente analizadas por expertos para determinar si en alguna se podía ver al oficial-retratista en la rampa de selección. En una se observa un hombre con su mismo aspecto. La imagen fue adaptada a un software especial. Ese desconocido no era otro que Höcker.
El hallazgo: 122 fotografías
Un ex oficial del ejército de los Estados Unidos halló el álbum de Höcker en un departamento de Frankfurt, tras la caída de Hitler. En 2006, lo donó al Museo del Holocausto.
La muerte y la impunidad
Al fallecer en 2000, el paso de Höcker por la guerra era un episodio vencido, del cual apenas quedaban rastros. Seis años más tarde, su condición de criminal saldría finalmente a la luz. Ya era tarde.
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Lograron identificar en Alemania a otros cuatro criminales nazis
Entre los nazis localizados por CSW figura una mujer que fue carcelera en Auschwitz. No se dieron a conocer las identidades pero se supo que todos tienen entre 85 y 90 años. Nunca habían sido imputados por esos delitos.


Munich. Ansa y Efe
El Centro Simon Wiesenthal (CSW) reveló ayer en Munich que logró comprobar que aún viven y permanecen impunes cuatro criminales nazis, a los que identificó, y que residen en distintas regiones de la antigua República Federal de Alemania (la Alemania occidental). Efraim Zuroff, director del Área Israelí de la organización dedicada a la búsqueda de los criminales, explicó que entre los asesinos localizados por el CSW gracias a su campaña "La última chance", se encuentra una mujer que trabajó como carcelera en el campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau, en el territorio polaco ocupado, en el que murieron millones de judíos y gitanos.
El caso de esta celadora y un segundo identificado están ya en manos de los responsables de la Oficina Central Investigadora de los Crímenes del Nacionalsocialismo de Ludwigsburg (sur de Alemania), mientras que los dos restantes fueron trasladados a las fiscalías de Berlín y Renania del Norte-Westfalia (oeste). Estos dos últimos casos corresponden a un hombre destinado al campo de exterminio de Dachau (Alemania) y otro que participó en la Masacre de Oradour (Francia), en la cual el 10 de junio de 1944 el regimiento de tanques El Führer arrasó este pequeño poblado del sur galo, matando a 642 personas (ver aparte).
Por razones de seguridad, y para evitar la posible fuga de los acusados, Zuroff no dio a conocer ni los nombres, ni las edades exactas ni ninguna otra referencia que pudiera servir para identificar a los criminales. Todo lo que dijo es que se trata de personas que tienen entre 85 y 90 años. Los indicios sobre los cuatro fueron obtenidos tras la puesta en marcha de la iniciativa “La última chance – Tarde, pero no demasiado” del CSW, lanzada en julio pasado en el intento final de localizar y llevar ante los tribunales a los escasos criminales nazis que, a casi siete décadas de la caída del régimen de Adolf Hitler, aún pudieran estar vivos.
Para ello, en una primera etapa, el Centro desplegó carteles en calles y vidrieras de comercios de Berlín, Hamburgo y Colonia, pidiendo la colaboración de los ciudadanos alemanes. Además, ofreció 25 mil euros de recompensa a quien facilitase información comprobable. Hasta ayer, el CSW había recibido 285 pistas que involucran a un total de 110 sospechosos en 17 países de todo el mundo, aunque la mayoría, más de 80, se encuentran en Alemania. Sin embargo, según explicó Zuroff, algunos de estos ya fallecieron, mientras que otras investigaciones aún no se han cerrado definitivamente. Tras el éxito de la iniciativa, esta se ampliará ahora a Leipzig, Munich, Magdeburgo, Rostock, Stuttgart, Dresde, Núremberg y Francfort.
Mientras en estos casos se logró sensibilizar a la sociedad hasta comprometerla en la búsqueda de la verdad y la obtención de justicia, en otros países de la vieja Europa que en su momento fueron escenario de la Segunda Guerra Mundial y de las matanzas, el nazismo parece resurgir. El crecimiento electoral de la ultraderecha tuvo su última manifestación el domingo, cuando el declarado nazi eslovaco Marian Kotleba ganó las elecciones de la región de Banska Bystrica con el 55,5% de los votos. «
masacre en el sur de Francia
En la madrugada del 10 de junio de 1944, mientras en el noroeste francés se desarrollaba la Batalla de Normandía, uno de los episodios determinantes de los finales del nazismo, efectivos de la 3ª Compañía del 1er Batallón del Regimiento del Führer, de la División SS del Reich entraban a pura metralla en la comuna francesa de Oradour-sur-Glane, ubicada en el departamento de Alto Vienne de la región de Lemosín. Era por entonces poco más de una villa en la que asesinó sin el menor rasgo de piedad a 642 personas –entre ellas 207 niños, 245 mujeres y 190 hombres–, incendió sus dos iglesias y arrasó con casi la totalidad de sus construcciones.
Nada quedó escrito sobre las motivaciones de los nazis para desarrollar esa otra jornada de barbarie en la Francia ocupada, lo que alimentó diversas teorías. La más creíble es el homicidio de un Capitán SS, con una granada. Lo incontrastable es que Oradour, un blanco irrelevante desde el punto de vista militar, fue escenario en el flanco occidental de las prácticas de exterminio y violencia aplicadas por el nazismo para sumir en el terror a las poblaciones civiles y lograr, así, que los partisanos de la Resistencia no pudieran enriquecer sus filas.
Con el fin de las hostilidades, las ruinas de la ciudad –como las de Lídice, en la actual República Checa, o Marzabotto, en Italia– fueron mantenidas a modo de símbolo de los sufrimientos provocados por las atrocidades de la Segunda Guerra Mundial
TIEMPO ARGENTINO
 

Sebastian

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70 años después

Sobreviviente del Holocausto se reencuentra con su salvador

Un hombre judío, sobreviviente del Holocausto, se reunió con uno de sus salvadores luego de 70 años sin verse. El hombre y su familia alojaron durante más de dos años a la familia judía en el ático de su casa en Polonia.


Leon y Czeskaw se reencontraron para celebrar el Día de Acción de Gracias y Hanukkah. Foto: AFP

Nueva YorkANSAjue nov 28 2013 14:19
Siempre hay tiempo para dar gracias: un psicólogo de Nueva York se reencontró, después de 70 años, con el hombre cuya familia lo mantuvo escondido durante más de dos años en la Polonia ocupada por el régimen nazi en tiempos de la Segunda Guerra Mundial.

Leon Gersten, de 79 años, se reunió por primera vez con Czeslaw Polziec, un obrero polaco ya retirado, en el Aeropuerto Internacional John F. Kennedy, informó el New York Post.

Es una historia que, muchos imaginan, pronto la tomará algún productor para llevarla al cine: Gersten tenía 8 años cuando se escondió con su madre y otros tres familiares en la casa de una familia católica en el sudeste de Polonia.

En esa casa vivía la familia Polziec, y los refugiados permanecieron allí escondidos, en el ático, durante por lo menos dos años, y se alimentaban con lo que les entregaba Czeslaw, que tenía 10 años. "La última vez que lo vi fue cuando tenía alrededor de 10 años y medio", recordó Gersten al New York Post.

"Tras todos estos años, es maravilloso poder restablecer una relación personal, y ver a alguien con quien pasamos por tantas experiencias juntos".

Gerstein destacó la actitud de la familia de Czeslaw en tiempos difíciles: "lo mantuvieron en secreto. Sólo mencionar que había judíos escondidos en su casa habría sido catastrófico".

De acuerdo al informe del Post, la familia Polziec construyó un búnker subterráneo, al cual podían cubrir con un recipiente de almacenamiento de grano en caso de una redada de soldados nazi.

Un día se produjo un allanamento nazi y llegaron a golpear al padre de Polziec, ya que las tropas sospechaban que la familia escondía a judíos.

"Nos dijeron que nadie debía decir nada", recordó Polziec.

Luego de casi 70 años sin verse, esta noche Polziec y Gersten celebraban juntos el Día de Acción de Gracias, que coincide con la primera noche de la celebración judía de Hanukkah.

El encuentro está patrocinado por la Fundación Judía para los Derechos, con sede en Nueva York. De la cena participaban además parientes de ambas familias.

Marcos Gersten dijo al Post que, al coincidir la fiesta de Acción de Gracias y el inicio de Hanukkah, "no podría haber sido el tiempo mejor".

"Estamos dando gracias de poder estar aquí y poder practicar nuestra religión, y estar a salvo", agregó Marcos.
http://www.elpais.com.uy/mundo/sobreviviente-holocausto-se-reencuentra-salvador.html
 

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La tribuna de Hitler se cae a pedazos
Nuremberg fue elegida por Hitler sede de los Congresos del Partido Nazi, por su significado y tradición histórica como ciudad imperial. Su arquitecto, Albert Speer, eligió un terreno en el que se probaban las máquinas voladoras diseñadas por Zeppelin (de ahí su nombre) y construyó allí una réplica del Coliseo de Roma, que serviría de escenario a los impresionantes desfiles en los que participaba medio millón de personas y de decorado monumental para las grabaciones cinematográficas de Leni Riefenstal, brillante elemento de la propaganda nazi. Los faraónicos bloques de granito utilizados para su construcción fueron trabajados y transportados por los prisioneros del campo de concentración de Flossenbürg y son muchos los turistas que sienten a diario un escalofrío cuando se sitúan en la monumental tribuna desde la que el Fühhrer declamaba sus discursos.

El caso es que estos visitantes corren peligro de sufrir un desagradable accidente porque la tribuna, a causa de los bombardeos de la II Guerra Mundial y después de casi 70 años de abandono, presenta problemas de impermeabilización y estructura, lo que ocasiona una inquietante inestabilidad. "Enter at your own risk", advierte un cartel en inglés, avisando que quienes pisan la tribuna lo hacen bajo su propia responsabilidad y riesgo. Aún así, son pocos los que se resisten a la tentación de poner los pies sobre el mismo bloque de granito desde el que Hitler se dirigía a las masas.

Restaurar la popularmente conocida como 'Tribuna Zeppelin' requiere una inversión de 70 millones de euros, pero el problema no es el dinero, sino la compleja relación de Alemania con sus ruinas nazis. "No se trata de una cifra descabellada de dinero. Hoy alberga un centro de documentación y el presupuesto de rehabilitación está muy dentro de lo razonable, estaría justificado. La pregunta es si queremos utilizar el dinero público en el mantenimiento de la herencia nazi", se plantea el profesor de Arquitectura Josef Reindl, al que la ciudad de Nuremberg ha consultado. Reindl pertenece a la asociación Baulust (Pasión por construir), que reúne a artistas, intelectuales e ingenieros y que a través del diario 'Süddeutsche Zeitung' trata de generar un debate público al respecto.

Lugar de aprendizaje histórico
El alcalde de la ciudad, el socialdemócrata Ulrich Maly, defiende el proyecto y cuenta con el apoyo del partido conservador CSU, junto con el que considera que la Tribuna Zeppelin debe permanecer "como un lugar de aprendizaje histórico" y alega que, para mantenerse en pie, la piedra arenisca porosa debe ser sustituida cuanto antes. A nadie escapa, además, que las 200.000 visitas anuales de turistas a la ciudad están muy relacionadas con la conservación de este monumento. Pero los argumentos en contra de la obra sugieren que su caducidad, e incluso una posible "ruina controlada" podrían suponer el perfecto símbolo de lo mucho que el régimen nazi arruinó moralmente a Alemania, como elemento también efectivo de aprendizaje histórico.

El mismo espacio en el que Hitler proclamó el 'Reich de los mil años' sirve actualmente durante un par de ocasiones al año como sede de conciertos de rock y como pista para carreras de coches, actos en los que participa la juventud de Nuremberg, bastante más ajena a este debate que las generaciones anteriores y que no siente la necesidad de posicionarse al respecto.

La decisión, sin embargo, es de trascendencia federal. Muchas otras ruinas nazis, por toda Alemania, se enfrentan a la duda sobre si derribarlas y construir encima modernos bloques de apartamentos, como si nada hubiera pasado, o conservarlas para la historia, a riesgo de monumentalizar la herencia de Hitler.

http://www.elmundo.es/internacional/2013/12/02/529c554b684341fc5e8b4576.html
 

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Alemania inicia un segundo proceso para prohibir el partido neonazi

16 estados federados presentan una querella ante el Tribunal Constitucional. La formación tiene 13 diputados regionales

Juan Gómez Berlín 3 DIC 2013 - 19:18 CET

El Partido Nacionaldemocrático de Alemania (NPD), de tendencia neonazi, afronta un nuevo proceso judicial que podría terminar en su prohibición. La Cámara alta federal (Bundesrat) presentó este martes una querella ante el Tribunal Constitucional en representación de los 16 Estados federadosbundes. Sus 250 páginas buscan demostrar las coincidencias entre la ideología del NPD y aquella del Partido Nacionalsocialista de los Trabajadores Alemanes (NSDAP) de Adolf Hitler. Tanto en su lenguaje político como en muchos de sus símbolos, empezando por el nombre, el NDP se acerca tanto al NSDAP como puede, muchas veces al filo de las leyes que prohíben el partido de Hitler desde la fundación de la República Federal en 1949.

Desde que comenzó su actividad en 1964, el NPD ha obtenido representación parlamentaria en 7 länder. Hoy tiene 13 diputados regionales; 8 en Sajonia y 5 en Mecklemburgo-Pomerania Occidental. Ambos son territorios de la extinta República Democrática Alemana (RDA), donde encuentra más apoyos que en los länder occidentales.

Aunque la canciller Angela Merkel, democristiana y del Este, dijo el lunes que espera que tenga éxito, su Ejecutivo rechazó sumarse a la querella. Merkel no se arriesga a participar en una iniciativa que podría terminar en humillación para los querellantes, como ya sucedió en 2003. Hace diez años, una querella de inconstitucionalidad contra el NPD presentada conjuntamente por los tres principales órganos del Estado fracasó tras probarse que parte del material incriminatorio venía de informantes pagados por los servicios secretos internos (BFV).

En una decisión bochornosa para los partidos democráticos alemanes, los jueces de Karlsruhe pararon el proceso tras reconocerse incapaces de dictaminar cuántos de los actos delictivos que pesaban sobre el NPD habían sido inducidos por agentes pagados por el Gobierno. Tras aquél sonado fiasco, ni Merkel ni la Cámara baja (Bundestag) quieren apoyar ahora directamente el proceso contra el NPD.

Los ministros de Interior de los 16 länder alemanes han intentado asegurarse de que todas las pruebas incriminatorias estén libres de declaraciones de agentes estatales en el NPD. Los 16 Gobiernos regionales están conformados por sendas coaliciones entre los partidos democráticos alemanes. Cuando se decidieron a tomar la iniciativa hace ahora un año, los ministros ordenaron que se detuvieran los pagos a todos los informantes en los despachos directivos de la formación ultra. Así quieren asegurar la limpieza de la obtención de las pruebas, pero las dudas permanecen. En 2003 también se dijo erróneamente que no quedaban espías pagados en la directiva del NPD. Ahora, la abstención del Gobierno y el Bundestag no es un buen augurio para el proceso.

El impulso para prohibir al NPD partió del descubrimiento, hace ahora dos años, de la existencia de un grupo terrorista nazi autodenominado Resistencia Nacionalsocialista (NSU), cuyas andanzas criminales terminaron con el presunto suicidio de dos de sus integrantes y la entrega voluntaria de una tercera a la policía.

La pasada primavera comenzó el juicio contra ella, que se ha negado a declarar, y contra cuatro de sus supuestos cómplices. La NSU asesinó a 9 inmigrantes al azar y perpetró, durante 10 años, atentados terroristas con bomba y atracos por toda Alemania sin que nadie, ni policía ni servicios secretos, repararan al parecer en su existencia. Hay indicios de la relación entre el trío asesino NSU, su entorno inmediato y el partido NPD de la región oriental de Turingia. En 2009, los neonazis cosecharon allí el 4,3% de los votos.

El NPD se mueve entre el neonazismo militante de buena parte de sus estructuras y la aspiración de conquistar apoyos con una imagen de partido burgués y respetable. Para esto organizan ferias locales, guarderías gratuitas o actos deportivos.

Según uno de los informes presentados ante el TC, una cuarta parte de los directivos del NPD han sido condenados al menos una vez por algún delito violento o de propaganda nazi. La mitad de ellos reincidieron.

Una de las dudas principales que pesan sobre el proceso es la posibilidad de un recurso de los neonazis ante el Tribunal Europeo de los Derechos Humanos. La prohibición de un partido requiere que éste suponga "una amenaza aguda" al Estado de derecho. Con el 1,3% de los votos que cosechó en las generales del 22 de septiembre, cabe debatir si la amenaza del antisemita, racista y nacionalista NPD es "aguda".
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/12/03/actualidad/1386094681_357312.html
 

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Israel levanta el primer monumento a los gays que murieron en el Holocausto
Su forma recuerda a los triángulos de tela rosa que los homosexuales debían llevar en los campos de concentración nazis
Israel está repleto de monumentos y placas que conmemoran a los judíos que murieron durante el Holocausto, pero muchos sentían que faltaba otro grupo, los homosexuales, quetambién sufrió la persecución yeliminación sistemática de los nazis. En Israel, el tema es más o menos tabú entre los estudiosos del Holocausto, ya que fuera de Tel Aviv, la ciudad más liberal del país, la homosexualidad no suele estar bien vista entre la población más conservadora de Israel.
Este martes, para recordar a los más de 10.000 hombres gays que fueron enviados a los campos de concentración, la comunidad homosexual de Tel Aviv, con el apoyo explícito del alcalde de la ciudad, Ron Huldai, ha levantado un triángulo de cemento rodeado de una banda de color rosa en pleno centro de la urbe. El lugar elegido ha sido el parque Meir, el lugar por antonomasia de la comunidad gay en la ciudad, ya que cada año la cabalgata del orgullo gay comienza ahí.
La forma del monumento recuerda a los triángulos de tela rosa que los prisioneros homosexuales debían llevar en los campos de concentración. «Éste es el primer monumento que conmemora a las víctimas del nazismo que murieron por otra razón que ser judíos», comentó al diario «Haaretz» el promotor del proyecto y concejal del ayuntamiento de Tel Aviv, Eran Lev. «Es importante que los israelíes sepan que los nazis también persiguieron a otras personas también, no sólo por ser judíos, sino por ser homosexuales», explicó Lev.
Destino gay
En los últimos años, Tel Aviv ha hecho un gran esfuerzo por atraer a la comunidad homosexual, así como el turismo de este sector y se ha posicionado como una de las principales urbes mundiales gays, siendo coronada en 2011 como la mejor «ciudad gay», superando a Nueva York, Toronto o Madrid.
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Baviera lucha contra ‘Mi lucha’
El estado federado anuncia que mantendrá la prohibición de editar el libro de Hitler, a pesar de que sus derechos quedarán libres en diciembre de 2015


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Portada y fotografía de Hitler en una primera edición de 'Mein Kampf', con autógrafo del dictador nazi incluido.
Alemania y el ministerio de Finanzas del estado de Baviera tienen un problema. Un problema que se originó cuando un pintor frustrado decidió convertirse en dictador. En dictador y en autor de un libro maldito que sigue causando dolores de cabeza a los funcionarios de ese ministerio de Finanzas bávaro. El motivo: una sentencia que se dictó en Múnich en 1948 para castigar la memoria del funesto Führer. El 15 de octubre de ese año, el juez señaló que no era necesario mencionar las razones para declarar culpable al ex dictador y sentenció que todos sus bienes en Baviera, incluidos los derechos de autor de su libro, debían ser confiscados y pasar a manos de la administración bávara.
La sentencia convirtió al ministerio en propietario de los derechos de autor de Mein Kampf (Mi lucha), que pertenecían a la editorial del Partido Nazi, Franz Eher, y obligó a los funcionarios ministeriales a llevar a cabo una cruzada para impedir que la obra de Hitler volviera a ser editada en el planeta tierra. Una tarea que volvió a cobrar actualidad el martes pasado a causa de una decisión por sorpresa del gobierno bávaro, que aplastó un largo y exhaustivo trabajo de investigación que está llevando a cabo el prestigioso Instituto de Historia Contemporánea de Múnich.
Los derechos de autor de Mi lucha caducan el 31 de diciembre de 2015, una fecha que hará posible que el libro entre en el dominio público y pueda volver a ser imprimido. Para evitar nuevas ediciones financiadas por partidos de extrema derecha en Alemania, el Instituto muniqués logró obtener, en 2012, un permiso del gobierno bávaro para publicar una ambiciosa edición comentada del libro maldito.
Odioso legado
Adolf Hitler escribió su libro Mein Kampf en 1924, como una combinación de ingredientes autobiográficos y exposición de las ideas propias de la ideología nacionalsocialista.
Cuando Hitler llegó al poder en 1933, las cifras de difusión del libro se dispararon hasta alcanzar el millón de copias.
Al término de la II Guerra Mundial, la difusión del libro en Alemania superaba los 10 millones de copias.
En1948, una sentencia judicial decidió que los derechos de autor del libro pasaban a manos del estado de Baviera.
“Tenemos que confrontarnos a ese libro, que tiene que ser desmitificado”, dijo el ministro de Finanzas de Baviera, Markus Söder, cuando anunció que el gobierno había destinado 500.000 euros a las arcas del Instituto. Pero el rigor de las decisiones políticas, en especial en el gobierno bávaro, es impredecible. Y el martes, la jefa del gabinete bávaro, Christine Haderthauer, anunció que el gobierno seguirá impidiendo la publicación del famoso libro, aun después de que expiren los derechos de autor.
La medida también afecta al ambicioso proyecto del Instituto de Historia Contemporánea, que no podrá editar el trabajo que lleva realizando desde hace varios años y en el que trabajan cinco historiadores. “Nuestra posición es que hay que detener también el proyecto del Instituto, porque no es tarea del estado difundir propaganda nazi”, añadió la jefa del gabinete bávaro.
“No hemos recibido ninguna información del gobierno bávaro y el anuncio nos sorprendió a todos”, dijo Simone Paulmichl, portavoz del Instituto, a EL PAÍS. “Aún sigue pendiente lo que pasará con los derechos de autor después del 31 de diciembre de 2015 y tampoco nadie sabe qué mecanismos legales utilizará el gobierno bávaro para impedir la venta del libro en Alemania”, añadió.
La cruzada bávara para impedir la difusión del libro escrito por Hitler en 1924 ha tenido éxito en la mayoría de los países europeos, pero los sabuesos no pueden actuar en Estados Unidos ni en Reino Unido a causa de una medida legal. Cuando el libro se convirtió en un éxito en Alemania después de la llegada al poder de Hitler, la editorial Eher vendió los derechos a sendas editoriales en los dos países. Random House, por ejemplo, que ahora es una filial del gigante alemán Bertelsmann, sigue vendiendo unos 3.000 ejemplares de Mi lucha cada año en Reino Unido.Tampoco en Israel está prohibida la difusión de Mi lucha. En Alemania, en cambio, el trabajo de los sabuesos bávaros está reforzado por el párrafo 130 del Código Penal que castiga con penas de cárcel la incitación al odio racial y prohíbe escritos que, como Mein Kampf, puedan ser utilizados como propaganda para difundir los ideales del nacionalsocialismo.
Una sentencia de la Corte Suprema germana en 1979 permitió la venta del libro en las tiendas de anticuarios. Los sabuesos bávaros tampoco saben cómo impedir la difusión del libro en Internet, donde los nostálgicos de Hitler siguen ofreciendo descargas gratuitas y en varios idiomas del volumen. En 1933, año en que Hitler llegó al poder, la difusión de Mi lucha se disparó hasta alcanzar un millón de copias. Al final de la guerra la difusión del libro en Alemania había alcanzado los 10 millones de copias.
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Cómo sería el mundo de haber ganado Hitler

Hace 72 años, en diciembre de 1941, el Ejército Rojo empezó a contraatacar a las tropas nazis cerca de Moscú. El Plan Barbarroja, una invasión relámpago de la URSS, fracasó. Pero, ¿cómo sería el mundo si Hitler hubiera ganado la II Guerra Mundial?
Según historiadores rusos, la batalla de Moscú cambió el rumbo de la guerra: mostró al pueblo soviético que era posible resistir al hasta entonces invencible Ejército nazi. Insisten en que este episodio fue clave para la victoria sobre el Tercer Reich tres años y medio después.
Especialistas en ‘historia ficción’, por su parte, coinciden en que si los nazis hubieran logrado llevar el Plan Barbarroja a cabo, el mapamundi hoy en día habría sido completamente diferente. El diario alemán ‘Der Spiegiel’ hizo un breve resumen de estas hipótesis.
La mayoría coincide en que Hitler fue “un globalista insaciable” con ambiciones conquistadoras ilimitadas. “Conociendo su personalidad, parece claro que no se habría quedado satisfecho con el triunfo sobre la Unión Soviética, habría seguido con más y más invasiones hasta que se enfrentara en una batalla decisiva con EE.UU. por el dominio mundial”, decía en su momento el famoso historiador alemán Andreas Hillgruber.
El historiador británico Michael Burleigh, por su parte, detalla que Hitler, probablemente habría instalado ‘la capital del mundo’ en Alemania, desde donde habría dirigido las guerras alrededor del globo y habría invadido el país con sus famosas fantasías arquitectónicas.
Para los años 1970 una amplia red de autopistas ‘infinitas’ habría conectado una Europa alemana con los territorios ocupados de la península soleada de Crimea en el mar Negro y Siberia. La primera se utilizaría como un balneario, el segundo, como un gran asentamiento de esclavos.
La explicación es muy simple: todos los emigrantes de origen alemán habrían retornado a Europa. Para liberar espacio para que todos estos alemanes vuelvan a su patria, Hitler habría deportado a 31 millones de habitantes de Europa Oriental a Siberia. Mientras la autoproclamada élite disfrutaba de la vida en la ‘Riviera’ alemana, en Siberia morirían millones de esclavos que trabajarían allí para garantizar su bienestar.
Burleigh llegó a semejante conclusión, al restaurar el famoso Generalplan Ost, un plan secreto nazi de genocidio y limpieza étnica elaborado entre los años 1940 y 1942.
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Francia censura al humorista Dieudonné por antisemitismo

Varias ciudades cancelan la actuación del cómico por orden del ministro de Interior, Manuel Valls

Miguel Mora París 7 ENE 2014 - 18:48 CET70


El cómico francés Dieudonné en 2012, durante unos de sus espectáculos en Paris. / AFP

Las ciudades de Nantes, Tours y Burdeos declararon ayer persona no grata al humorista francés Dieudonné M’Bala M’Bala, un conocido agitador cercano al Frente Nacional y al islamismo radical, famoso por sus chistes, gestos y parodias antisemitas y negacionistas. El prefecto de Nantes decidió suspender además, siguiendo las instrucciones enviadas este lunes en una circular por el Ministerio del Interior, el espectáculo inicial de la gira nacional del cómico, que debe celebrarse en esa ciudad elpróximo jueves y para el que se han vendido ya 5.000 entradas.

La censura preventiva de Dieudonné, que ha sido condenado una docena de veces por incitación al odio racial, ha generado enorme controversia. La Liga por los Derechos Humanos, la izquierda radical y el director del digital Mediapart, Edwy Plenel, entre otros, han acusado al ministro socialista, Manuel Valls, de atentar contra las libertades fundamentales al prohibir por la vía administrativa los shows del cómico, nacido hace 47 años en la periferia de París. El propio presidente de la República, François Hollande, ha defendido la posición de Valls, y este martes pidió a los prefectos que “estén vigilantes” para impedir nuevas actuaciones de Dieudonné.

Según escribió el pasado martes Edwy Plenel, el ministro Valls ha tendido “una trampa a los demócratas” usando a Dieudonné como “pretexto para atacar las libertades fundamentales a través de la política del miedo, propia de los poderes neoconservadores”. Para el director de Mediapart, el Gobierno de Hollande ha roto con la tradición republicana de respeto a la libertad de expresión “por primera vez desde la Guerra de Argelia”, e “introduce el estado de excepción en nombre de la lucha, evidentemente legítima, contra el racismo y el antisemitismo”.

“Cuando una democracia es atacada desde sus cimientos, se muestra fuerte si no abdica de sus principios. Y es débil si abdica de ellos ante los extremismos”, ha afirmado la Liga por los Derechos Humanos. La ONG añade que “la prohibición preventiva se basa en fundamentos jurídicos precarios y tendrá un resultado político incierto o contraproducente”.

El caso ha ido creciendo poco a poco durante las vacaciones. Como sucedió en verano con los romaníes, Manuel Valls se ha erigido en el protagonista mediático del receso al situar al militante antisemita en el centro de su agenda política. Su advertencia de que era urgente frenar el racismo de Dieudonné, apoyada por Hollande durante un viaje a Arabia Saudí, ha sido criticada por algunos dirigentes socialistas sosteniendo que, tras ser acusado de derechista y xenófobo por atacar a los romaníes, Valls intenta fabricarse una imagen de antirracista a costa de hacer publicidad a un tipo al que sería mejor ignorar. El ministro barcelonés ha replicado que las funciones de Dieudonné no son espectáculos sino meras “reuniones políticas de un pequeño empresario del odio”.

De madre bretona y padre camerunés, progenitor de siete hijos, Dieudonné es un provocador especialmente apreciado por los jóvenes musulmanes de las banlieues. La quenelle, un movimiento de brazo nazi a la inversa que él califica como contestatario y antisistema, hace furor, y el futbolista Anelka lo reprodujo tras marcar un gol hace unos días como homenaje al cómico.

Dieudonné M’Bala M’Bala comenzó su carrera en los años noventa actuando con el artista judío Élie Semoun, pero en 1997 este le acusó de estafa y la pareja se separó. M’Bala continuó en solitario y se presentó dos veces a las elecciones legislativas como aliado de los ecologistas contra el Frente Nacional. Tras denunciar el pasado colonial y esclavista francés, y coorganizar la Marcha de los Pueblos Negros de Francia en 2000, su discurso giró hacia el islamismo radical, la negación del Holocausto y la denuncia del sionismo, y acabó tomando partido público por el Frente Nacional y por el régimen iraní.

El fundador del FN, Jean-Marie Le Pen, es padrino del tercer hijo de M’Bala. Este martes, su hija y sucesora, Marine Le Pen, ha evitado criticar al compadre de su padre y dijo que la prohibición abre un “debate estéril” y refleja “la histeria de Manuel Valls”.

Siempre cómodo en el escándalo y la confrontación, Dieudonné es desde 2003 el gerente del teatro Main D’Or de París, donde produce y vende su parafernalia antisemita. En los últimos años, diversas ciudades francesas, suizas y belgas han anulado o prohibido sus funciones, y la policía ha irrumpido en las salas alegando enaltecimiento de la xenofobia o desórdenes públicos. Este año, el alcalde de Perpiñán prohibió un show suyo, pero el Tribunal Administrativo retiró la interdicción. Dieudonné escribió al alcalde deseándole “un cáncer generalizado”.

Denunciado por su última productora por estafa y antisemitismo, parece probable que el provocador deba responder ante la justicia por otros delitos. Este martes, la fiscalía de Chartres ha hecho saber que M’Bala M’Bala es sospechoso de blanqueo de dinero porque ha enviado más de 400.000 euros a Camerún desde 2009 con el supuesto fin de declararse insolvente.
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/01/07/actualidad/1389107506_267270.html
 

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Restauran documental de Alfred Hitchcock sobre el Holocausto nazi
Cinco de seis rollos de las imágenes compiladas por el genial director "maestro del suspenso" habían estado archivadas; el film será proyectado por primera vez a finales de este año




Documental sobre el holocausto nazi, de Alfred Hitchcock,será proyectado por primera vez este año. Foto: Archivo
Un documental de Alfred Hitchcock sobre los campos de concentración nazis ha sido restaurado en su totalidad por el Imperial War Museum (Museo de Guerra Imperial) de Londres, y será proyectado por primera vez en su integridad este año.
Según el diario británico The Independent, el aclamado cineasta se involucró en el proyecto en 1945 tras conocer las escalofriantes escenas que su amigo Sidney Bernstein le suministró acerca de las atrocidades cometidas por los alemanes durante la II Guerra Mundial (1939-1945).
Las imágenes, que fueron filmadas por operadores de cámara de la Unidad de Cine del Ejército Británico mientras las tropas aliadas liberaban a los judíos de los campos de concentración, tuvieron un fuerte impacto en el director "maestro del suspenso", lo que lo llevó a alejarse de los estudios Pinewood durante una semana para trabajar en el proyecto.
Un comisario del Departamento de Investigación del Imperial War Museum Toby Haggith, afirmó que el documental "quedó suprimido por la cambiante situación política, particularmente para los británicos".
"Cuando descubrieron los campos (de concentración), estadounidenses y británicos tuvieron prisa por divulgar una grabación que mostrara los campos e hiciera que los alemanes aceptaran su responsabilidad por las atrocidades que había en ellos", dijo al Independent.
Sin embargo, cinco de seis rollos de material fílmico terminaron archivados, y no fue sino hasta la década de los 80 que las imágenes fueron descubiertas por un investigador norteamericano. Con el tiempo, una versión incompleta de la cinta se proyectó en el Festival de Cine de Berlín en 1984 para luego ser emitida en EE.UU., un año después, bajo el título "Memoria de los Campos", pero con mala calidad y sin incluir el sexto rollo.
El diario británico consigna que a finales de este año el documental podrá ser proyectado en una versión restaurada por el museo londinense , gracias a tecnología digital, tal y como Hitchcock, Bernstein y otros colaboradores pretendían.
Sin embargo, advierten del contenido de impactantes imágenes de los campos de concentración, sobre todo de Belsen-Berger, lo que seguramente provocará una fuerte polémica.
Según Haggith, el filme, que describe como "brillante" y "sofisticado", es "mucho más cándido" que otros documentales rodados sobre el Holocausto.
El comisario apuntó además que el documental "no sólo trata de la muerte", sino que muestra también imágenes de reconstrucción y reconciliación, al tiempo que elogió la "brillantez" y "originalidad" de los cámaras que tomaron las imágenes
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Juzgado por el asesinato de un combatiente de la resistencia holandesa
El ex miembro de las SS apodado 'la bestia' seguirá en libertad

Siert Bruins, de 92 años, ex miembro de las SS, abandona los tribunales de Hagen (Alemania)EFE

El ex miembro de las SS, Siert Bruins, abandonó ayer por su propio pie y exonerado de cualquier cargo el tribunal de Hagen en el que debía ser juzgado por el asesinato de un combatiente de la resistencia holandesa contra los nazis, Aldert Klaas Dijkema. Se había alistado como voluntario en las SS y, tras ser herido en el frente ruso, fue destinado a la ciudad holandesa de Delfzijil, donde el 21 de septiembre de 1944 disparó dos tiros a bocajarro a la víctima.
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Era conocido por su falta de piedad y nunca se ha arrepentido de aquel asesinato, alegando reiteradamente que cumplía órdenes. El ex SS Siert B. había sido anteriormente exonerado alegando que cumplía órdenes. El fiscal Andreas Brendel defiende ahora que las "órdenes pudieron y debieron ser desobedecidas" y si la sentencia es de condena, sentará un precedente muy importante. Las asociaciones de víctimas de crímenes nazis tenían grandes esperanzas en este juicio, pero la decisión del tribunal sorprendió incluso a la defensa.
El caso ha sido definitivamente archivado por falta de pruebas debido a que la Audiencia Provincial de Hagen, en el este de Alemania, ha argumentado que durante los 70 años transcurridos desde el asesinato, se ha perdido material probatorio relevante y ha sido imposible entrevistar de forma conveniente a los testigos clave. Un indignado murmullo invadió la sala del tribunal cuando la juez Heike Hartmann Garschagen leyó el veredicto y Bruins afrontó con indiferencia los abiertos abucheos que se encontró en la calle, tras abandonar la sala. "Voy a esforzarme por hacer transparente esta decisión", comenzó diciendo la presidenta del tribunal, antes de dar paso a la lectura de la sentencia que se prolongó durante 56 minutos.
Bruins, de 92 años y al que los medios de comunicación holandeses continúan refiriéndose con el antiguo apodo de "la bestia", se enfrentaba a una posible condena de cadena perpetua. Durante 22 jornadas de juicio, a través del testimonio de 14 testigos y 4 peritos (un historiador, un militar, un cardiólogo y un psiquiatra), había quedado establecido que Bruins detuvo a Delfzijl en una granja cerca de Groningen, que lo identificó como un evadido y que, tras recibir de su superior la orden de matarlo, la ejecutó de inmediato, trasladándole en coche hasta una fábrica abandonada y ordenándole caminar hacia adelante con las palabras: "Ve a mear". Apenas pronunció estas instrucciones, le disparó a medio metro de distancia y por la espalda.
Su abogado Hans-Peter Kniffka ha reconocido que no esperaba una exoneración y se ha declarado "muy satisfecho". Según su relato, el acusado no entendió la sentencia debido a que ya no oye bien y él mismo se encargó, una vez finalizada la vista, de explicarle el fabuloso resultado, explicación tras la cual y a paso ligero, decidió volver a su casa a pie. "Sabemos que el acusado estuvo esa noche en el lugar de los hechos y sabemos que disparó, pero no podemos sentenciarle como culpable", ha dicho la juez antes de dejarle marchar.
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ALEMANIADeclaraciones de un ex SS al diario alemán 'Bild'
'Estuve allí, pero no disparé'
  • El ex SS Werner C. se declara inocente de la matanza de Oradour
  • En esta localidad francesa fueron asesinadas 642 personas, entre ellas 207 niños
  • Al menos 21 de las víctimas eran de nacionalidad española, refugiados civiles

El ex SS Werner C., de 88 años, camino del supermercado en la ciudad donde reside, Colonia.BILD ZEITUNG

Tiene 88 años y camina con ayuda de un andador que sujeta con las mismas manos que el 10 de junio de 1944 empuñaban un fusil de asalto Sturmgewehr 44, mientras participaba en una matanza en la localidad francesa de Oradour-Sur-Glane en junio de 1944, durante la Segunda Guerra Mundial. "Estuve allí, pero yo no disparé", se exculpa ahora Werner C. en una entrevista concedida a 'Bild Zeitung'.
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"Es necesario que una desgracia como esa no vuelva nunca a producirse", diría solo un año después Charles de Gaulle sobre la masacre que marcó el recuerdo colectivo de los franceses sobre la Segunda Guerra Mundial. Los asesinatos tuvieron lugar tras ataque de la Tercera Compañía del 1º Batallón del Regimiento Der Führer, de la Waffen-SS, contra civiles indefensos en el emplazamiento original de la comuna francesa de Oradour-sur-Glane, en el departamento de Alto Vienne de la región de Lemosín, mientras tenía lugar la Batalla de Normandía. Aquel día fueron asesinadas 642 personas, entre ellas 207 niños ametrallados y quemados. Al menos 21 de las víctimas eran de nacionalidad española.
Los pocos supervivientes, que escaparon gracias a la ayuda de los monjes de la Abadía de Munch, relataron que había sido una represalia por la muerte de un capitán SS a manos de los partisanos. "Yo soy inocente. No estaba en el granero. Montaba guardia cerca de los vehículos", dice ahora Werner C, que entonces tenía 19 años y que está acusado, según aquellos testimonios, de haber ametrallado a 25 hombres en uno de los graneros de la comuna junto a otro Waffen-SS. Afirma incluso haber salvado la vida a dos mujeres. "Cuando reuníamos a los habitantes del pueblo en la plaza, dos mujeres salieron de un bosque. Les dije que regresen al bosque y es lo que hicieron", cuenta.
Werner C. reconoce haber formado parte del regimiento Der Führer de la división blindada Das Reich SS, pero siempre ha negado haber participado en los hechos. La Fiscalía de Dortmund presenta ahora nuevos cargos a la estela de la reciente sentencia del caso John Demjanjuk, que ha sentado jurisprudencia en el sentido de que el mero hecho de pertenecer a organizaciones que llevaron a cabo los crímenes es suficientemente inculpatoria de complicidad, aunque el acusado no haya cometido el crimen con sus propias manos.
Víctimas españolas
Las víctimas españolas de aquella matanza eran refugiados civiles con sus hijos, algunos nacidos ya en Francia. La mayoría eran desplazados en edad militar, sujetos a las autoridades de ocupación y que prestaban sus servicios como trabajadores agrícolas o locales en las granjas de la comarca. En la calle principal de Oradour existía una cocina de campaña que servía a los trabajadores españoles, como la familia Gil Espinosa, de Alcañiz, compuesta por el matrimonio y dos gemelas de 14 años, Francisca y Pilar. La familia Lorente Pardo, madre y dos hijos, procedían de Barcelona y llevaban en Francia desde el éxodo de enero de 1939. La madre, Antonia Pardo, era de Murcia. Nuria y Francisco tenían 9 y 11 años.
Cuando los nazis rodearon el pueblo, las mujeres y los niños se refugiaron en la iglesia, mientras los hombres afrontaron en la plaza su destino. Ellos fueron divididos y enviados a cuatro graneros para proceder a los fusilamientos. Las mujeres y los niños fueron asesinados con granadas y ametralladoras. Después la iglesia fue quemada con todos ellos dentro.
Las hermanas Emilia y Angelina Masachs, de 11 y 8 años, eran originarias de Sabadell y habían perdido a sus padres; se encontraban recogidas por las otras familias españolas. También perecieron en la iglesia.
En el Memorial de Oradour que recuerda a las víctimas aparecen también los nombres de la familia Serrano Pardo, formada por el maestro de escuela José Serrano Robles, de 29 años, su mujer María y sus tres hijas: Armonia de 3 años y las gemelas Esther y Paquita que acababan de cumplir un año. Había también españoles casados con franceses, como Carmen Silva, de 39 años, y otros se habían integrado ya plenamente en la sociedad francesa, como la familia Téllez Domínguez, que procedía de Barcelona. El más pequeño de sus tres hijos, Liberto, de 2 años, había nacido allí.
Werner C. no recuerda ninguno de estos nombres. Ni sus rostros. No se considera culpable porque participó "solamente en tareas de vigilancia y transporte de combustible" y ha continuado hasta hoy su vida, tranquilamente, en la ciudad de Colonia, donde, como cada semana, acude al supermercado con la lista de la compra mientras responde a las preguntas de 'Bild' lo mismo que declararon sistemáticamente todos los SS que participaron en la matanza: "Yo no disparé".
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Hallan la guillotina con que los nazis ejecutaron a los hermanos Scholl
La guillotina con que fueron ejecutados los hermanos Hans y Sophie Scholl, héroes estudiantiles de la resistencia contra Adolf Hitler, ha sido hallada en el almacén del Museo Nacional de Baviera, indicaron hoy fuentes de esa institución.

La pieza, que se daba por perdida, probablemente estaba en ese depósito "desde hace décadas", indicó en declaraciones a la radio pública Sybe Wartena, responsable de la sección histórica del museo, después de que un medio bávaro informara hoy del hallazgo.

La fuente del museo no precisó si la guillotina será restaurada y expuesta, ante los previsibles recelos éticos que podría generar la exhibición del artefacto con que fueron ejecutados ambos hermanos, miembros del grupo Die Weisse Rose, La Rosa Blanca.

Esta organización de la resistencia operó desde la Universidad Ludwig-Maximilians de Múnich y fue la responsable de la edición clandestina en 1943 de un panfleto contra el régimen nazi en el que alertaban del genocidio.

Los hermanos Scholl -Hans, de 25 años y Sophie, de 21- fueron descubiertos y detenidos en febrero de 1943 y tras un proceso sumarísimo fueron condenados a muerte y ejecutados con la guillotina.

Otros compañeros del grupo lograron hacer llegar a Londres la última partida de los panfletos, que fueron lanzados sobre Alemania por la aviación británica.

La acción quedó inscrita en la historia de la resistencia y considerada exponente de la lucha de pequeños grupos estudiantiles, en muchos casos vinculados a la Iglesia, contra el aparato nazi.

La Fundación Weisse Rose, dedicada a la memoria de los hermanos Scholl, afirmó hoy no tener conocimiento del paradero de la guillotina, que se creía que se había arrojado a las aguas del Danubio en 1945.

EFE
 

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Una deuda con Oradour-sur-Glane
Alemania lanza el proceso contra los últimos responsables vivos de la matanza de 642 civiles en 1944. El pueblo es un símbolo de la crueldad nazi


Un viejo Peugeot 202 junto a los edificios destruidos en Oradour-sur-Glane en una imagen de junio de 2006. / two wings
En junio se cumplirán 70 años desde que la división blindada Das Reich de la Waffen-SS perpetró, en la localidad francesa de Oradour-sur-Glane, uno de los peores crímenes en la sangrienta hoja de servicios del brazo militar de la SS nazi. Werner C. tenía entonces 19 años y hoy es un carpintero jubilado que ha vivido tranquilamente hasta que, esta misma semana, la Fiscalía de Dortmund presentó cargos penales contra él por su presunta participación en aquella masacre de 642 civiles franceses. El octogenario veterano ha admitido que estuvo en el pueblo, pero dice que aquel día le tocó montar guardia junto a los vehículos de los verdugos. Los fiscales creen, en cambio, que participó directamente en el ametrallamiento de 25 hombres y que colaboró en la matanza de cientos de mujeres y niños. Las autoridades judiciales alemanas investigan, además, a otros cinco camaradas suyos alemanes y a un sexto que vive en Austria. Todos rondan los 90 años de edad.
eligieron ese pueblo para la masacre ejemplarizante. La urbe se conserva hoy tal y como quedó tras la destrucción, como símbolo de la barbarie nazi.
El comandante Adolf Diekmann organizó los siguientes pasos: todos los habitantes tuvieron que concentrarse en la plaza del mercado, donde los alemanes segregarían a los hombres de las mujeres y los niños. A los primeros se los llevaron a cuatro graneros locales, donde los ametrallaron en grupo y los fueron rematando a punta de pistola. A las mujeres y a los niños los llevaron a la iglesia del pueblo, donde los encerraron para poner en práctica el método de exterminio con el que los alemanes asesinaron a millones de personas, sobre todo judíos, en los territorios ocupados de Europa. Cuando vieron que no bastaba con la bomba de humo tóxico que detonaron ante el altar para gasear a bebés, niños y mujeres, los nazis abrieron fuego de fusil y arrojaron granadas de mano por las ventanas antes de incendiar el edificio. La campesina Marguerite Rouffanche, única superviviente de las 240 mujeres y 213 niños encerrados en la iglesia de Oradour, saltó por una ventana. Contó cómo una vecina apellidada Joyeux trató de pasarle a su bebé de siete meses. No pudo llevárselo en su huida a una huerta próxima, donde cayó ametrallada por un alemán que la dio por muerta. Sobrevivió con los cinco balazos.
El diario Bild fotografió el jueves a un anciano con mostacho, gafas y gorro que iba a hacer la compra apoyado en un andador de cuatro ruedas. Los reporteros dieron con Werner C. cuando salía del súper en un barrio del oeste de Colonia y le preguntaron por sus recuerdos de guerra: “Sí, estuve allí, pero no disparé un solo tiro”.
El fiscal de Dortmund Andreas Brendel está convencido de que Werner C. apretó el gatillo de su subfusil junto a otros 14 soldados en una bodega donde murieron 25 hombres indefensos. Sobre los desmentidos del anciano, el fiscal Brendel recuerda que ningún veterano de la II Guerra Mundial “ha reconocido nunca” que cometiera crímenes, “todos dicen que no dispararon un solo tiro”. El premio Nobel Günter Grass, por ejemplo, usó esa misma frase cuando admitió, en 2006, que él también había militado en la Waffen-SS al final de la guerra.
En el caso de Werner C. se sabe al menos contra quién dice no haber disparado ese tiro: los civiles de Oradour, entre los que asegura haber “salvado la vida de dos mujeres” que regresaban del bosque justo antes de que sus camaradas masacraran al pueblo entero y se dieran al pillaje de las casas vacías. Cuenta Werner C. a Bild: “Cuando se acercaban les grité que escaparan de nuevo al bosque, cosa que hicieron”.
Además de los 25 asesinatos directos, los fiscales acusan al anciano de haber colaborado en el gaseamiento y matanza de los civiles en la iglesia, bien como vigilante apostado en las inmediaciones para ejecutar a los posibles fugitivos, bien transportando material inflamable para quemar el edificio.
Esta ofensiva judicial será el último intento de que los participantes en la masacre de Oradour respondan por el crimen. En 1953, un tribunal de Burdeos condenó a 21 hombres por la masacre, entre ellos a 14 franceses de la Alsacia anexionada por Hitler. También se dictaron 44 condenas en rebeldía. Dos fueron sentenciados a muerte, pero solo pasaron por la cárcel. Uno de ellos, el oficial Heinz Barth, volvería a ser condenado en la república Democrática Alemana en 1983. Salió de la cárcel en 1997, por “mala salud”. Murió una década más tarde a los 87 años.
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Halladas cientos de cartas de Himmler en Israel

Las misivas, enviadas por el exjefe de las SS a su esposa, han sido encontradas en una vivienda, según publica el diario alemán «Die Welt».


Varios cientos de cartas de quien fuera jefe de las SS hitlerianas, Heinrich Himmler, han sido recuperadas en una vivienda de Israel, informa en su edición de mañana el diario alemán «Die Welt».
Se trata de misivas enviadas por Himmler principalmente a su esposa, Marga, desde 1927 hasta unas pocas semanas antes de suicidarse, en 1945, como preso de guerra de los aliados.
Junto a las cartas se habrían recuperado también fotografías y documentos privados, cuya autenticidad ha certificado a ese medio el jefe de los Archivos Federales Alemanes, Michael Hollmann.
Las cartas aparecen firmadas con la frase «Tu Heini» o «Vuestro padre» y su contenido es básicamente amoroso, en los primeros tiempos, y luego familiar, aunque también se aprecian buenos ejemplos del furibundo antisemitismo de Himmler.
El exjefe de las SS está considerado una de las figuras más relevantes del aparato durante el Tercer Reich, que ingresó en el partido nacionalsocialista en 1925 y escaló rápidamente posiciones entre sus estructuras. Se suicidó con una píldora mortal en 1945, traer caer prisionero de los aliados británicos.
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“Viajo a Auschwitz. Besos: Tu Heini”

Las cartas de Heinrich Himmler a su esposa muestran la banalidad con que el genocida vivía la guerra y el holocausto de los judíos que él mismo diseñó

Juan Gómez Berlín 26 ENE 2014 - 22:41 CET233


Himmler y su esposa Margarete con sus dos hijos y una amiga en 1935. / efe

Sobre la presunta “banalidad del mal” han corrido ríos de tinta desde que Hannah Arendt formuló la expresión en 1961. Banal era, sin duda, la preocupación de Heinrich Himmler el 7 de julio de 1941: “He lamentado tanto haberme olvidado de nuestro aniversario por primera vez”, le escribió a su esposa Margarete. Uno de los principales responsables de las monumentales carnicerías de la II Guerra Mundial, el jefe de las policías nazis, el Reichsführer-SS y arquitecto del Holocausto se excusaba ante su señora comentando que “los combates son duros estos días, también para la SS”.

El contraste entre la rutina del asesino de masas Heinrich Himmler y el contenido de las cartas íntimas que el domingo comenzó a publicar el diario alemán Die Welt se resume en una despedida de 1942 que hiela la sangre. “Viajo a Auschwitz. Besos: tu Heini”.

Comentó el filósofo Michael Foucault que el matrimonio entre Heini y Marga —Heinrich y Margarete Himmler— fue una suerte de síntesis sacramental de la ideología nazi: un granjero casado con una enfermera. La maquinaria de matar personas puesta en marcha a las órdenes de Adolf Hitler se entiende algo mejor si se equipara a éstas con gallinas.

Para los nazis, la humanidad se dividía en categorías “raciales”, de las cuales la peor era la de los judíos. La contraponían al grupo “ario”, que se tenía por lo más selecto. Ser judío no era, para ellos, una cuestión religiosa ni nacional, sino “racial”. Un judío no podía ser alemán, así que los nazis fueron robándoles sus derechos, poco a poco, hasta que se pusieron a asesinarlos a todos con método e higiene.

La enfermera Marga se quejaba en una carta de 1938 a su “buen lansquenete [literalmente servidor del país, término que designaba a mercenarios alemanes en el XV y el XVI] salvaje” Heinrich Himmler: “¿Cuándo nos dejará esta banda de judíos para que podamos disfrutar de la vida?”. Cuesta tachar de banal una ocurrencia en cuya realización él se aplicaría en cuerpo y alma. Los nazis asesinaron a seis millones de judíos europeos hasta 1945. A muchos, en cámaras de gas.

Evitaba detallar en sus misivas en qué consistía su trabajo pero se quejaba del “aburrido Berlín”​

Die Welt tiene unas 700 cartas manuscritas de los Himmler fechadas entre 1927 y 1933 y entre 1939 y 1945. Además, el rotativo berlinés dice tener fotos inéditas del genocida, así como los diarios de Marga Himmler, su libreta del partido nazi NSDAP y un cuaderno de recetas escrito a mano. Según cuenta el director Jan-Eric Peters en un editorial, llegaron a sus manos a través de la cineasta israelí Vanessa Lapa.

La descendiente de supervivientes del Holocausto las obtuvo de su padre, quien a su vez se las había comprado en 2007 a un judío de Tel Aviv llamado Chaim Rosenthal “por una suma más bien simbólica”. Las había escondido en una caja debajo de su propia cama. Dicen que Rosenthal estuvo “obsesionado” durante cuatro décadas con los manuscritos hasta que por fin se los dio a su hijo al cumplir 90 años.

No se sabe cómo llegaron a sus manos después de que unos soldados estadounidenses las encontraran en la localidad bávara de Gmund, residencia de los Himmler. Lapa ha rodado un documental sobre las cartas que se estrenará en febrero en la Berlinale.

“La ‘decencia’ era lo más importante, para él por eso buscó maneras ‘decentes’ de matar”, dice la cineasta israelí Vanessa Lapa​

El filme se titula El decente, en referencia a un discurso que dio Himmler a puerta cerrada para otros nazis en octubre de 1943. Defiende en él “el exterminio del pueblo judío” y se vanagloria de que la SS estaba manteniendo la “decencia” en la consumación del crimen. La “decencia”, dice Lapa en Die Welt, “era lo más importante para Himmler, que buscó por eso maneras decentes” de asesinar.

Su letra es afilada y resuelta. No le contaba a su esposa Marga en qué consistían sus labores. Le enviaba fotos y comentarios sobre sus viajes, pero no mencionaba los pogromos ni las ejecuciones. En otros asuntos sí se sinceraba. Por ejemplo, se queja a su “dulce, querida y pequeña mujer” sobre el “viejo y asqueroso Berlín” y las “aburridísimas” sesiones parlamentarias en el Reichstag de 1931.

Hitler no sería canciller hasta 1933, pero las SS de Himmler ya eran entonces uno de los principales engranajes del terror callejero nazi. No hay nada de eso en la carta a Marga, a la que pide que le dé “un beso extra de papá” a sus hijos antes de enviarle a ella “saludos y besos”, con un “te quiero”.

Himmler tuvo una amante fija a partir de 1938. Las cartas reflejan un cambio a partir de entonces, porque el jefe de la SS rebaja un tanto sus efusiones cariñosas. Justificaba la “decencia” de su relación extramatrimonial con la “obligación” de los “arios” de reproducirse cuanto fuera posible. Con Marga tuvo solo una hija, Gudrun, y luego adoptaron a Gerhard von Ahe, hijo de un oficial fallecido antes de la guerra.

En 1942, Himmler viajó a la Polonia ocupada para visitar Auschwitz, que se ha convertido en el símbolo del Holocausto. Envía, como era su costumbre, besos a los niños y a su esposa. Comenta su “curiosidad” sobre el funcionamiento de las líneas telefónicas entre el nuevo cuartel alemán en Polonia y Gmund, donde estaba la familia. A fin de cuentas, razona, “serán unos 2.000 kilómetros de distancia”.

Aquella visita le serviría a Himmler para satisfacer otras curiosidades relativas a su trabajo: asistió por una mirilla al envenenamiento y asfixia de varios cientos de judíos en cámaras de gas. Quedó contento y siguió considerándose “una persona decente”.
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/01/26/actualidad/1390766887_520990.html
 

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Mi lucha” de Hitler volverá a publicarse en Alemania

Una edición comentada y crítica del Mein Kampf, la obra que condensa la ideología de Adolf Hitler, volverá a publicarse en Alemania después de que Baviera haya renunciado a actuar contra el proyecto universitario antes de que pierda los derechos sobre la publicación a finales de 2015.
Baviera había sugerido en diciembre que impediría su publicación, en medio de supuestas presiones de Israel. Sin embargo, finalmente desechó actuar. El Ministerio de Finanzas de Baviera, que posee los derechos del Mein Kampf (“Mi lucha”) hasta finales del 2015, ha anunciado que la edición comentada del libro podrá editarse con libertad poco antes de que los derechos entren en el dominio público.
El libro, que resume la ideología violentamente antisemita del régimen nazi, no está prohibido en Alemania, pero Baviera, a la que los Aliados confirieron los derechos del libro a finales de la guerra, se ha opuesto a cualquier reedición desde 1945.
Las autoridades regionales habían concedido su beneplácito a un instituto de investigación en historia de Munich para preparar una edición crítica del libro escrito por Hitler en 1924. Pero en diciembre cambió de opinión y anunció su intención de oponerse a cualquier publicación del Mein Kampf, citando la incitación al odio racial.
Se llegó a esa vuelta de tuerca tras una visita a Israel del líder del länder, Horst Seehofer, en diciembre de 2012. Baviera se encontró en el dilema de prohibir una edición crítica que había financiado ella misma.
En todo caso, el Consejo Central de los Judíos de Alemania, la principal organización representante de esta comunidad en el país, se ha declarado a favor del proyecto crítico. Y el consejero de Educación y Ciencias, Ludwig Spaenle, invocó a la libertad científica para tratar de justificar este nuevo cambio.
Aunque aún no se ha publicado en Alemania, el Mein Kampf es muy fácil de encontrar, especialmente en Internet, donde se ofrecen ediciones en lengua alemana o extranjera para la venta
LA REPUBLICA.UY
 

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Los que enfrentaron al nazismo
En medio de un genocidio planificado y brutal, hubo quienes arriesgaron sus vidas para proteger a miles de personas que tenían la muerte como único destino posible.


El Holocausto, como plan sistemático de exterminio que cayó especialmente sobre la población judía, terminó cuando el nazismo fue derrotado por las fuerzas aliadas: terminaba también la Segunda Guerra Mundial, y Estados Unidos y la entonces Unión Soviética se repartirían los territorios obtenidos. Empezaba entonces la Guerra Fría, pero esa es otra historia. Ese genocidio, liderado de forma personalísima por Adolf Hitler, asesinó a unos seis millones de judíos -además de gitanos, homosexuales y discapacitados, entre otras víctimas fatales- y sacudió para siempre al siglo XX por su brutalidad y por su llamativa capacidad para convertirse en un fenómeno al que adhirieron las masas. Por eso, cada vez que ocurre algo que “revuelve” ese pasado, la noticia da la vuelta al mundo.
La semana pasada, se supo que el estado alemán de Baviera reeditará en Alemania “Mi lucha”, el libro que Hitler escribió en prisión, mezclando autobiografía con un ensayo sobre su defensa de la raza “aria”, que años más tarde pondría descarnadamente en práctica, desde su rol de Canciller. Será una edición comentada, y ya hay polémica sobre si corresponde o no que el libro, un manifiesto del nacionalsocialismo, circule en ese país. El fin de semana, el diario alemán Die Welt empezó a publicar cartas inéditas de Heinrich Himmler, jefe de las SS, fuerzas que se cobraron miles de vidas. En esas misivas, Himmler se comunica con su esposa y evita referirse en detalle a sus tareas, pero ninguno ahorra comentarios lapidarios sobre la población judía.
Aunque estas novedades suelen traer controversias y repudio, hay otras historias que ocurrieron durante los años del nazismo que trajeron esperanza, más o menos larga, a sus víctimas más directas y que lograron salvar algunas de esas vidas en peligro.
Tal vez la más conocida de esas historias sea la de Oskar Schindler, que nació en lo que en ese entonces era el Imperio Austrohúngaro y que a través de la contratación de empleados para su fábrica de utensilios que sirvieron a las fuerzas armadas alemanas, salvó a unos 1.200 judíos de la “solución final” -aunque por conveniencia se había afiliado al partido nazi-. Su cortesía para los negocios lo convirtió en un contacto de las altas esferas nazis, incluso las SS lo contactaron como informante, y al no conseguir mano de obra alemana, incluyó entre sus empleados a varias dotaciones de condenados a muerte que llegaron en trenes de campos de exterminio como Auschwitz y Treblinka, entre otros.
En un principio, ese arreglo con las cúpulas nazis era sólo un negocio para Schindler y quienes llegaban a trabajar durante el día, volvían a los campos a pasar la noche, pero los relatos sobre la vida en esas terminales fatales terminaron por conmoverlo y decidió negociar, empleado por empleado, su vínculo exclusivo con la fábrica. Incluso amplió su producción -cuando ya el estado nazi no le demandaba tantos productos- para poder acoger mayor cantidad de mano de obra. En la famosa “lista de Schindler” se registraban los nombres de los empleados que torcían su destino gracias a la ayuda recibida.
Menos conocida fue la historia de Ángel Sanz Briz, un español que llegó a la embajada de su país en Budapest en 1942, en plena Segunda Guerra. Aunque en ese momento Hungría era aliado de Alemania, en 1944 el territorio fue ocupado por los nazis: en esa situación, Sanz Briz, habitualmente a cargo de los negocios bilaterales, había quedado a cargo de la dependencia ibérica. Ante el envío masivo de judíos a campos de concentración y exterminio, el diplomático “resucitó” una ley de 1924 –y que ya no estaba vigente, lo que implicó un gran riesgo- que establecía que los judíos sefaradíes, expulsados en la época de los Reyes Católicos, podían acceder al pasaporte español.
Aunque con miramientos de parte incluso del mismísimo Adolf Eichmann, una de las cabezas de las SS, emitió unos 200 pasaportes y cartas de protección, a la vez que alquiló casas que hizo “pasar” como dependencias de la embajada española, que sirvieron de refugios. Pese al impedimento de seguir imprimiendo pasaportes, Sanz Briz fraguó las numeraciones para poder seguir documentando a la población judía, y así logró que unas 2.000 familias –unas 5.300 personas en total- obtuvieran protección sobre el final de la Segunda Guerra.

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