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Forista Sancionado o Expulsado
Sarkozy acuerda con Lula fabricar en Brasil submarinos y aviones caza
El líder francés apoyó el pedido brasileño por un asiento permanente en Naciones Unidas. Por: María Laura Avignolo
Fuente: PARIS. CORRESPONSAL
JUNTOS. EL PRESIDENTE FRANCES, NICOLAS SARKOZY, RECIBE A SU PAR DE BRASIL, LULA DA SILVA, AYER, EN EL PUEBLO DE SAINT GEORGES DE L'OYAPOCK, EN LA GUAYANA FRANCESA.
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La piroga que navegaba por el río Maroni le recordaba su fracasada reconciliación con su ex esposa Cecilia, cuando posaron allí para los fotógrafos. Los indios le recomendaban lo mismo que los militantes de su partido, la UMP: "Hacer como el cacique de la tribu. Reflexionar, calmarse y preocuparse de su gente". Su celular no tenía señal en la remota Guayana francesa para poder recibir los mensajes de texto de Carla Bruni, su nueva mujer. Sólo el presidente brasileño, Lula da Silva, pudo sacar al presidente Nicolás Sarkozy de su mal humor y su imbroglio político durante su corta visita ayer al remoto y tropical Saint George de Oyapock, un pueblo perdido en la frontera con Brasil. Allí discutieron la suerte de los rehenes en manos de la guerrilla colombiana de las FARC y la transferencia de tecnología con Brasil de submarinos Scorpene y aviones de combate como el Rafale, que serían construidos en Brasil.
"Yo le he dicho al presidente Lula que nosotros estamos listos a que nuestros submarinos convencionales Scorpene sean fabricados en Brasil", dijo Sarkozy en su conferencia de prensa junto a Lula. "Estamos listos para organizar una transferencia de tecnología para helicópteros y aviones de combate a Brasil. Yo pienso claramente en el Rafale (un avión de combate)", aseguró.
Cuando Sarkozy discutía una "sociedad global con Brasil" que superara lo militar y apoyaba la ampliación con los países del sur en el Consejo de Seguridad de la ONU, Lula informó que el presidente francés ha sido invitado a Brasilia para fin de año. Al mismo tiempo, Brasil se comprometió -en un "cuadro humanitario"- a proseguir sus esfuerzos para lograr la liberación de los rehenes en manos de las FARC. Un alivio para Sarkozy en medio de un mar de malas noticias.
Con encuestas como la de CSA que establecen que el 52 por ciento de los franceses no tiene confianza en él a 9 meses de su asunción, el presidente de Francia está atravesando los peores días de su gestión: una crisis política en el país como producto de su comportamiento personal y hasta con su feudo de Neuilly sur Seine, dividido y en manos de un disidente conservador después de que abandonara a David Martinon, su vocero y candidato a dedo para la alcaldía. Su primer ministro, Francois Fillon, es más popular que él y se rumorea que sería reemplazado por Xavier Bertrand, en una reoxigenación del gabinete. Fillon es visto como una figura seria, discreta, segura, que públicamente salió a reafirmar "la legitimidad" del presidente, en medio de una ola de críticas de sus propias filas.
A cuatro semanas de las elecciones municipales, las encuestas aseguran que el mal humor francés se ha "nacionalizado" y los electores castigarán a la UMP "para darle una lección" a Sarkozy. Los futuros elegidos están furiosos con su presidente y nadie le está pidiendo que los ayude en la campaña. Cuando más lejos de Sarkozy, más posibilidades de posicionarse mejor.
"Todos los gobiernos, todas las mayorías, todos los presidentes conocen momentos más o menos fáciles y parece que hay dificultades", dijo el presidente Sarkozy desde Guyana. "A las dificultades hay que afrontarlas con sangre fría, con humildad y continuar trabajando", anunció cuando las noticias de una alta incomodidad en la UMP corren en París a alta velocidad.
El affaire David Martinon, su portavoz y candidato a ser alcalde de Neuilly, se convirtió en un patético psicodrama. Martinon se enteró por el diario Le Figaro que lo habían removido como candidato porque perdía la elección y no podía permitirse Sarkozy una derrota. Pero el método del desalojo fue abominable y patético: Jean Sarkozy, su hijo de 21 años, se encargó de hacerlo anunciando otra lista de unidad con otros candidatos de la UMP por mensajes de texto a la prensa, una verdadera debilidad familiar. No hacía sino cumplir una orden de su padre, que sólo el domingo recibió al renunciante Martinon y le imputó: "Te mandé a mi hijo, te di mi ciudad y me metiste en la mierd@. Al menos disculpate". Y no lo llevó a Guyana.
Para Segolene Royal, el affaire Martinon "no es sólo una mala concepción de la política. Esta peripecia ridícula ofrece un espectáculo entristecedor de la moral política". Su ex compañero sentimental y líder socialista, Francois Hollande, fue aún más cruel: "La farsa de Neuilly sur Seine desconsidera la función presidencial, donde uno no sabe si pertenece a la comedia ligera, al teatro de Boulevard o a la tragicomedia".
Clarin hoy, 13/02/2008
El líder francés apoyó el pedido brasileño por un asiento permanente en Naciones Unidas. Por: María Laura Avignolo
Fuente: PARIS. CORRESPONSAL
JUNTOS. EL PRESIDENTE FRANCES, NICOLAS SARKOZY, RECIBE A SU PAR DE BRASIL, LULA DA SILVA, AYER, EN EL PUEBLO DE SAINT GEORGES DE L'OYAPOCK, EN LA GUAYANA FRANCESA.
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La piroga que navegaba por el río Maroni le recordaba su fracasada reconciliación con su ex esposa Cecilia, cuando posaron allí para los fotógrafos. Los indios le recomendaban lo mismo que los militantes de su partido, la UMP: "Hacer como el cacique de la tribu. Reflexionar, calmarse y preocuparse de su gente". Su celular no tenía señal en la remota Guayana francesa para poder recibir los mensajes de texto de Carla Bruni, su nueva mujer. Sólo el presidente brasileño, Lula da Silva, pudo sacar al presidente Nicolás Sarkozy de su mal humor y su imbroglio político durante su corta visita ayer al remoto y tropical Saint George de Oyapock, un pueblo perdido en la frontera con Brasil. Allí discutieron la suerte de los rehenes en manos de la guerrilla colombiana de las FARC y la transferencia de tecnología con Brasil de submarinos Scorpene y aviones de combate como el Rafale, que serían construidos en Brasil.
"Yo le he dicho al presidente Lula que nosotros estamos listos a que nuestros submarinos convencionales Scorpene sean fabricados en Brasil", dijo Sarkozy en su conferencia de prensa junto a Lula. "Estamos listos para organizar una transferencia de tecnología para helicópteros y aviones de combate a Brasil. Yo pienso claramente en el Rafale (un avión de combate)", aseguró.
Cuando Sarkozy discutía una "sociedad global con Brasil" que superara lo militar y apoyaba la ampliación con los países del sur en el Consejo de Seguridad de la ONU, Lula informó que el presidente francés ha sido invitado a Brasilia para fin de año. Al mismo tiempo, Brasil se comprometió -en un "cuadro humanitario"- a proseguir sus esfuerzos para lograr la liberación de los rehenes en manos de las FARC. Un alivio para Sarkozy en medio de un mar de malas noticias.
Con encuestas como la de CSA que establecen que el 52 por ciento de los franceses no tiene confianza en él a 9 meses de su asunción, el presidente de Francia está atravesando los peores días de su gestión: una crisis política en el país como producto de su comportamiento personal y hasta con su feudo de Neuilly sur Seine, dividido y en manos de un disidente conservador después de que abandonara a David Martinon, su vocero y candidato a dedo para la alcaldía. Su primer ministro, Francois Fillon, es más popular que él y se rumorea que sería reemplazado por Xavier Bertrand, en una reoxigenación del gabinete. Fillon es visto como una figura seria, discreta, segura, que públicamente salió a reafirmar "la legitimidad" del presidente, en medio de una ola de críticas de sus propias filas.
A cuatro semanas de las elecciones municipales, las encuestas aseguran que el mal humor francés se ha "nacionalizado" y los electores castigarán a la UMP "para darle una lección" a Sarkozy. Los futuros elegidos están furiosos con su presidente y nadie le está pidiendo que los ayude en la campaña. Cuando más lejos de Sarkozy, más posibilidades de posicionarse mejor.
"Todos los gobiernos, todas las mayorías, todos los presidentes conocen momentos más o menos fáciles y parece que hay dificultades", dijo el presidente Sarkozy desde Guyana. "A las dificultades hay que afrontarlas con sangre fría, con humildad y continuar trabajando", anunció cuando las noticias de una alta incomodidad en la UMP corren en París a alta velocidad.
El affaire David Martinon, su portavoz y candidato a ser alcalde de Neuilly, se convirtió en un patético psicodrama. Martinon se enteró por el diario Le Figaro que lo habían removido como candidato porque perdía la elección y no podía permitirse Sarkozy una derrota. Pero el método del desalojo fue abominable y patético: Jean Sarkozy, su hijo de 21 años, se encargó de hacerlo anunciando otra lista de unidad con otros candidatos de la UMP por mensajes de texto a la prensa, una verdadera debilidad familiar. No hacía sino cumplir una orden de su padre, que sólo el domingo recibió al renunciante Martinon y le imputó: "Te mandé a mi hijo, te di mi ciudad y me metiste en la mierd@. Al menos disculpate". Y no lo llevó a Guyana.
Para Segolene Royal, el affaire Martinon "no es sólo una mala concepción de la política. Esta peripecia ridícula ofrece un espectáculo entristecedor de la moral política". Su ex compañero sentimental y líder socialista, Francois Hollande, fue aún más cruel: "La farsa de Neuilly sur Seine desconsidera la función presidencial, donde uno no sabe si pertenece a la comedia ligera, al teatro de Boulevard o a la tragicomedia".
Clarin hoy, 13/02/2008