Evidentemente, este proyecto era parte de la respuesta soviética al proyecto Star Wars estadounidense de ese mismo período.
La URSS sostenía que el proyecto de defensa anti-misiles lanzado por Reagan rompia todos los acuerdos alcanzados desde la distensión post Crisis de los Misiles. Esta convivencia entre las superpotencia se reflejo en el teléfono rojo, la prohibición de pruebas nucleares al aire libre, la prohibición de bases militares en la Luna y armamento militar en el espacio, etc. También inicio el proceso de negociaciones que desembocaría en el START.
Menos conocido es que ambas partes renunciaban a todo desarrollo destinado a destruir misiles balisticos intercontinentales y su cargamento en pleno vuelo o antes de alcanzar sus objetivos, es decir, se prohibió el desarrollo de cualquier sistema que inutilizara el equilibrio proporcionado por la destrucción mutua asegurada.
Cuando la Administración Reagan lanza el sistema de defensa popularmente conocidos como Star Wars la URSS denunció la ruptura de los acuerdos alcanzado y se vio obligada a reactivar y poner en prácticas respuestas al desarrollo estadounidense. Esto implicaba desarrollar su propio sistema de defensa anti-misiles y, paralelamente, tecnologías destinadas a neutralizar el escudo defensivo estadounidense.
Recordemos que la Administración Reagan en realidad no esperaba que Star Wars alcanzará el éxito, sino que sirviera para que la URSS tirará la toalla primero.
En fin, todo es historia ahora.