Operativo Independencia

El Kirchnerismo dejó sin indemnización a los parientes de los soldados muertos por Montoneros
Por Ceferino Reato | Las madres y hermanos de los diez soldados aniquilados en 1975 seguirán esperando porque el kirchnerismo durmió el proyecto en Diputados.


Mala noticia para las madres y los hermanos de los diez soldados de 21 años muertos en Formosa en 1975, en pleno gobierno constitucional del peronismo, durante un ataque de Montoneros al regimiento donde cumplían con el servicio militar obligatorio.
Por decisión del kirchnerismo, la Cámara de Diputados no tratará el proyecto de ley que les otorgaba una indemnización igual a la que ya cobraron los parientes de los doce guerrilleros fallecidos en esa acción de Montoneros.
Este proyecto de ley tenía media sanción del Senado, pero como no fue tratado en el tiempo previsto por Diputados, perdió estado parlamentario y será archivado. “Es una pena; habría sido un acto de estricta justicia. Los parientes de esos chicos son personas muy pobres”, dijo a Perfil.com el diputado radical por Formosa Ricardo Buryaille, autor del proyecto.
Buryaille sostuvo que su iniciativa contó con el respaldo del diputado kirchnerista Carlos Kunkel, ex“oficial” de la guerrilla peronista Montoneros, pero fue vetado por la mayoría del bloque oficialista, con el diputado Remo Carlotto, hijo de la titular de las Abuelas de Plaza de Mayo, Estela Carlotto, a la cabeza.
El ataque ocurrió el domingo 5 de octubre de 1975 por la tarde, durante el gobierno de Isabel Martínez de Perón, es decir seis meses antes del golpe del 24 de marzo de 1976.
De ese ataque pasaron ya 39 años; todos los padres de los soldados han muerto en la pobreza; sobreviven algunas madres y los hermanos de todos ellos, que son considerados como héroes en Formosa.
Varios pelotones de Montoneros secuestraron un avión de Aerolíneas Argentinas, coparon el aeropuerto internacional de Formosa y atacaron el Regimiento de Infantería de Monte número 29, en las afueras de esa capital provincial.
Pero, los soldados que estaban de guardia rechazaron el ataque luego de un combate que duró treinta minutos y provocó 24 muertos, doce defensores del cuartel (entre ellos diez conscriptos) y doce guerrilleros.
Pasó el tiempo y los parientes de los doce guerrilleros fueron indemnizados al ser considerados “Víctimas del Terrorismo de Estado”, a pesar de que fueron los atacantes de un cuartel durante un gobierno constitucional.
Todo este ataque es el tema de mi libro “Operación Primicia”, donde también revelé que en marzo de 2010 esa indemnización ascendía a 629.919 pesos (100 veces el sueldo más alto de la administración pública nacional).
En aquel momento, los padres de los soldados formoseños, que fueron ascendidos post mortem a cabos, cobraban una pensión mensual de apenas 842 pesos.
Otro aspecto paradojal es que el proyecto de ley que hoy fue archivado iba acompañado, en su origen, de otro proyecto que sí fue aprobado, el año pasado: el que estableció una pensión de por vida para todas las personas que estuvieron detenidas antes o durante la dictadura, los “presos políticos”, que en julio ascendía a 10 mil pesos mensuales.
(*) Editor ejecutivo de revista Fortuna y autor del libro “Operación Primicia”.

http://www.perfil.com/politica/No-i...-asesinados-por-Montoneros-20141210-0041.html

Doble estándar (para todos y todas...)
 
El realizador argentino D. Sandro Rojas Filartiga, anuncia el proximo estreno de su trabajo documental sobre el Combate de Manchalá, accion de armas que ocurrio el 28 de mayo de 1975, en la cual miembros del ERP bajo órdenes del alias "Capitán Santiago" (Hugo Irurzun), son derrotados por fracciones sustancialemente menores del Ejército Argentino, mientras se dirigían a atacar el Puesto Comando de la Vta Br I en la ciudad de Famaillá.

1.Detalle de las Acciones (extracto del Diario de Operaciones del Grl Br D. Acdel Vilas):

"...La subversión había planeado para el 29 de mayo de 1975, un ataque al Puesto de Comando Táctico (PCT) de Famaillá, que era el comando de las operaciones contra-subversivas en el frente rural. Se había hecho una maqueta exacta, donde figuraba el Puesto de Comunicaciones, las habitaciones y baños de los jefes, el Lugar de Reunión de Detenidos, es decir todo lo importante. Los subversivos contaban, según declaraciones posteriores del alias "Capitán Armando", 117 hombres uniformados y 50 hombres de civil para las operaciones de apoyo.Estos habrían de encontrar a unos 30 o 35 hombres para la defensa del Comando, puesto que las 2 secciones de comunicaciones estaban a lo largo de la ruta 301 y la Sección de Ingenieros 5, en tareas de acción cívica. Se había fijado el ataque para el día 28 de mayo casi al obscurecer, de manera tal que coincidiese con la fecha en que se celebra el día del Ejército. Sin embargo, ese día, dos grupos de la Sección Ingenieros 5 habían aparcado material en la Escuela de Manchalá para completar el plan de acción cívica. Esta casualidad y el coraje individual de todos obraron una victoria increíble sobre la Compañía "Ramón Rosa Giménez", que estaba apoyada por contingentes del ERP que concurrían desde Córdoba. Los 117 subversivos se habían atrincherado en Finca Sorteis, a 18 Kms. de Famaillá, apresando a los dueños y a los peones. Comieron,descansaron y hasta filmaron una película que luego de su triunfo distribuirían por el mundo.De todos modos, las fuerzas legales contaban con información secreta sobre un plan del ERP, aunque no sabíamos dónde ni cómo se desarrollaría. Por eso, el Escuadrón de Gendarmería "Jesús María"llegó a la zona del Río Colorado y Santa Rosa de Leales donde esperábamos el ataque. El Escuadrón cumplió su labor y llegó a Río Colorado, donde un Oficial Jefe del Ejército, My él, asumió el mando y tuvo como tarea rastrear la zona en vista de que algunos pobladores habían visto movimientos sospechosos. La información dada por un policía de la provincia el día 27, coincidió con el hecho de que en la plaza de Famaillá fueron apresados varios jóvenes con cuadernos donde tenían dibujos de Famaillá. Ante tamañas "casualidades" ordené que el Escuadrón de Gendarmería batiera la zona de Río Colorado, Simoca,Santa Rosa de Leales y todavía más al norte, si bien el 28 a la mañana,
una de las patrullas de ese Escuadrón pasó cerca de Finca Sorteis, no advirtió que la finca estaba ocupada. Eso dio pie a que el ERP levantara campamento y se pusiera en marcha para evitar un enfrentamiento prematuro que podría hacerle fracasar todo el plan. La toma de Famaillá tenía varias fases: se fusilaría a todos los Oficiales;se tomaría al Comandante de la Brigada para canjearlo; se licenciaría a los Soldados previa toma del armamento; se liberaría a los detenidos, y se anunciaría al mundo la victoria.Los subversivos avanzaron por la ruta de tierra 99, una ruta aledaña y casi abandonada. Allí hubo de toparse con 12 soldados y dos Suboficiales que pintaban la Escuela de Manchalá. La columna de transporte y logística del oponente estaba compuesta por un vehículo Ford F-100 que iba como vehículo punta, y distanciado del mismo, marchaban tres vehículos con las siguientes características:Camión Mercedes Benz 608, color verde claro de 4 toneladas, chapa B487697, Camioneta Rastrojero Diésel, color verde claro con chapa T023450; Camión Mercedes Benz 1114, color bordó de 4 toneladas,chapa B1120144.En los vehículos había distribuido aproximadamente 117 delincuentes subversivos.Cuando el vehículo punta pasa frente a la Escuela de MANCHALA y ve al personal militar armado, y, creyendo que eran sorprendidos por un control militar, abren el fuego sobre los mismos, reaccionando inmediatamente la propia tropa con fuego de FAL que llena de impactos a la camioneta punta.
Dicho tiroteo hace que se detenga la columna que marchaba detrás, procediendo una parte de los delincuentes subversivos a rodear la Escuela. Al mismo tiempo, un camión de la brigada, que de la Ruta nacional 38 se dirigía a la Escuela, transportando elementos logísticos, es atacado por el ERP desde el costado del camino. Ante esta aparición, el oponente que viajaba en los vehículos de transporte de la columna, abandona los mismos introduciéndose en los cañaverales, dejando variado material compuesto por armamentos, munición, equipos varios, documentación conteniendo un plan de ataque al Puesto de Comando Táctico y una maqueta del referido PCT. La sorpresa fue grande, y el grupo guía, creyendo que el Ejército los había descubierto, contestó el fuego hiriendo a un Soldado. Como la munición se consumía y los 14 hombres estaban cercados en la Escuela; un Suboficial rompió el cerco y corrió 17 kms. hasta Famaillá donde encontró al Oficial Jefe de la Sección de Ingenieros. Inmediatamente me relató a mí lo sucedido con una pequeña dotación de tres camionetas de mi custodia y tres Jefes del Comando nos lanzamos hacia la Escuela cuando empezaba a caer la noche. Las luces de estos vehículos provocaron el desbande de los que cercaban a la Escuela.Media hora más tarde, un contingente de la Fuerza de Tarea "Fronterita" llegaba a Manchalá donde se le dio la orden de perseguir junto al Escuadrón de Gendarmería, a los guerrilleros. Debido a la oscuridad de la noche no se pudo atrapar a nadie, pero el mito de la guerrilla se había desvanecido. Abandonaron los camiones con todo el material disponible fugándose de la manera más vergonzosa. De la documentación secuestrada que nos permitió conocer toda la estructura de la organización de la Compañía de Monte, obtuvimos los nombres de 400 personas y direcciones que eran combatientes que figuraban en la estructura celular de apoyo y que no habían sido tocadas.


2. Después de Manchalá

El costo en hombres y equipos que sufrió el ERP en el combate de Manchalá fue de tal dimensión, que toda su capacidad quedó minada. Pero sobre todo, fue el revés psicológico sufrido por los marxistas, el que puede considerarse dentro del hecho mismo, el de mayor trascendencia para el Ejército. El ERP había enviado a la compañía de monte completa, reforzada, además, por contingentes llegados desde Córdoba, para tomar mi comando. Pero sucedió que ni bien encontraron resistencia, fueron dejando desperdigados armamentos, vehículos, alimentos, planes, radios, hombres y, lo que es más, su mentada propaganda de invencibilidad.
Creo por tanto que es de suma utilidad copiar, textualmente, el informe que confeccionáramos en la Vta. Brigada sobre el estado del ERP luego del revés sufrido en Manchalá....."


Trailer del Documental




Honor y Gloria a los Soldados Defensores de mi Patria!!!...


 
Última edición:
Anexo al item anterior, el "detras" de la filmacion del documental sobre el Combate de Manchala.
Y nada sobra ni esta demas, cuando lo unico que se difunde oficial y oficiosamente a los cuatro vientos y de lo que maman las nuevas camadas hace 33 años , es el "maldito" relato. ...que quede bien clarito...


 
MEMORIA RECIENTE
El combate de Manchalá será una película documental
En mayo de 1975, una columna del ERP se enfrentó con el Ejército.

Terminaba el convulso mayo de 1975, con las acciones del Operativo Independencia en pleno desarrollo, cuando en Manchalá se produjo el violento enfrentamiento armado entre miembros del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) y conscriptos y militares que estaban realizando una tarea social en la escuela de esa localidad.

El combate de Manchalá, el más importante realizado en forma abierta entre los grupos contendientes en la provincia, será recordado en un documental que está siendo preproducido, con la dirección de Sandro Rojas Filártiga.

Los protagonistas de entonces serán las voces de ahora. José Romero integraba la escuadrilla de conscriptos que estaba en el lugar y repelió los disparos guerrilleros. “Queremos que se conozca este hecho por las implicancias que tuvo. Nosotros estábamos allí de casualidad, pero nos tocó cuidar con orgullo el arma que nos dieron para defender la democracia, en un momento trágico”, resalta, en una visita a LA GACETA.

Su compañero, Luis Peñaranda, se detiene en esta última idea: “nosotros éramos conscriptos que cumplíamos con la ley nacional en un Gobierno constitucional, y ahora somos ciudadanos comunes, de perfil bajo”. “No guardamos odio ni rencor con quienes nos tiroteamos. Me gustaría mucho encontrarme con quienes estaban del otro lado y sentarnos a charlar”, aseguró Rodolfo Demayo, a lo que Romero agregó: “con los de entonces, no con los que ahora viven en Puerto Madero”.

“Yo volví a Manchalá en 2004 y fue un sentimiento indescriptible. Toda la gente de la zona sabe lo que pasó y me relataron exactamente las cosas como ocurrieron”, recordó Osvaldo Alcalá, uno de los 13 soldados que participó del enfrentamiento, que duró ocho horas y dejó sólo un guerrillero muerto.

En busca de fondos

Rojas Filártiga tiene experiencia: ya dirigió dos documentales sobre la guerra de Malvinas y “Los valientes de Formosa”, acerca del ataque montonero a un cuartel. “Es muy emocionante conocer a estos combatientes, con su calidez, humildad y amor por lo que hicieron. Están heridos, porque algunos los acusan de asesinos y genocidas, cuando su actuación fue otra”, explica.

El cineasta se reivindica “socialista de Alfredo Bravo”, y denuncia “la manipulación de la historia por el Gobierno de turno”. Por ello, el filme se financiará de forma independiente. El dirigente de Pacificación Nacional Definitiva, Roberto José Rosales, se encargará de reunir fondos con donaciones en el blog de la agrupación en Internet. “Queremos superar 204 años de antinomia nacional”, señala.

El primer impulso surgió en Salta, cuando Andrés Suriani descubrió, en abril de 2013, que se destruyó el monumento a “los bravos de Manchalá”. “Derribaban la memoria, y no lo podía permitir”, dice.
 
Documental defiende el rol de los soldados en Manchalá
Se presenta en Salta el film "La Escuelita de Manchalá". Su director habló con LA GACETA y declaró: “esta película no es contra nadie, es a favor de la verdad”.

La destrucción del monumento a Manchalá, en 2014, aún genera repercusiones: se estrenará el 28 de mayo un documental que defiende el rol de los soldados, a quienes el entonces concejal Ávila, autor del proyecto de remoción, había tildado de genocidas.

El estreno nacional será en la Fundación Salta, a las 20. Y además de los veteranos que participaron del operativo, estará Juan Bautista Yofre como presentador del documental. La obra contó con el auspicio del Centro de estudio Salta conformado para reivindiar el rol de los soldados en Mancha por Mario Cabanillas, Mauricio Ortín, Alejandro Caro Figueroa, Rodolfo de Mayo y David de San Román.

El director del film, Sandro Rojas Filártiga, dialogó con LA GACETA sobre esta obra que generará gran polémica en la provincia.

¿Cómo surgió la idea de hacer este documental?

-Esto surge cuando se demuele el monumento, hay un grupo de salteños que tuvo la inquietud de contar la historia, de contar en una película lo que sucedió en Manchalá. Y me convocaron a mí porque para esa fecha yo había presentado otra película, que se llama “Los valientes de Formosa” y que hablaba del ataque a infantería del monte 29 por parte de Montoneros. El año pasado, en febrero, fui a Salta, empecé a trabajar con la gente de esa provincia, con los soldados de Manchalá y ahora el 28 de mayo está el estreno nacional. Hicimos una presentación de extractos de la película en la feria del libro y la idea es contar la verdadera historia.

-¿Qué fue lo que pasó, según los soldados?

- Lo que pasaron los muchachos de Manchalá fue una afrenta, los han ofendido: eran soldados conscriptos que defendían una institución democrática y una columna del ERP intentó pasar por ahí y entraron en combate. No lo digo yo, está documentado, esa columna del ERP se dirigía a otro lugar y el 29 de mayo tenían planeado secuestrar a un comandante y además fusilar a todos los oficiales y suboficiales. Esa es la historia y lo que me motiva: reivindicar a estos muchachos que sin pedir nada a cambio defendieron la bandera y honraron juramentos, algo que hoy no está tan de moda.

- ¿Cómo está estructurada la película?

-Esta película se formó con un contexto sobre lo que pasaba en el país y en Tucumán en ese momento. Y luego voy a la previa sobre cómo llegaron los soldados de Salta a Tucumán. El documental es testimonial: hablan los soldados que participaron del combate y al final se menciona la destrucción del monumento y lo que eso genera. El ex concejal Martín Ávila en los considerandos de ese decreto tilda de genocidas a estos soldados y eso es lo que más les duele. Yo tuve la fortuna de conocer en persona a estos soldados y son todos trabajadores, fleteros, empleados, incluso hay desocupados, que los tilden de genocidas es lo que más les duele a ellos. No entienden, defendían lo que la presidenta Perón había penado.

-¿Qué repercusión tuvo o espera?

-Yo te hablo desde mi experiencia. Yo hice dos documentales sobre Malvinas y tuvieron repercusión nacional e internacional. Y después otro sobre un hecho similar en Formosa, que se conocía solamente en esa provincia, donde fusilaron a 13 soldados, y después la pidieron de otras provincias. Con esta espero que pase lo mismo: ya la tengo pedida de Córdoba, de Mendoza, de Santa Fe, recién estaba hablando con gente de Entre Ríos, del sur. Y estoy arreglando las proyecciones y charlas.

- Está consciente de que este documental va a generar polémica en Salta…

- Esta película no es contra nadie, es a favor de la verdad. Un hecho tan tangible como lo fue Manchalá no se puede ocultar demoliendo un monumento. Es un tema que genera críticas, hay gente que está de un lado y gente que está del otro. Lo que pasa es que una de las cosas que yo hablo es de la guerra que había en esa época. Muchos decías que no había una guerra, pero no es que yo lo diga… tomando los partes del ERP, por ejemplo, hablan de guerra todo el tiempo… era el Ejército Revolucionario del Pueblo… creo que es hora de sacarnos la careta, y lo que me dicen en privado, muchísima gente, pero no en público porque son políticamente correctos, mencionan lo que pasaban en esa época, los actos terroristas que hoy no tienen prensa cuando se cuenta la historia.
 
El combate de Manchalá

En pleno gobierno constitucional de Isabel Martínez, viuda de Juan Domingo Perón, el ERP planeó una acción a gran escala contra el Ejército Argentino. Raúl Manuel Negrín alias teniente Roberto, Julio Abad, alias Armando y Wilfredo Siles alias sargento Lin planificaron atacar junto a unos 143 terroristas el Puesto de Comando de la V Brigada de Infantería, ubicada en la localidad de Famaillá. La operación implicaba el uso del total de efectivos que disponía la compañía en esos momentos reforzados por guerrilleros provenientes de Córdoba. El objetivo principal era asesinar o capturar al general de brigada Acdel E. Vilas, a los oficiales y suboficiales y tomar el pueblo.[3] Se arengaría a la población y se tomaría también la comisaría local para apoderarse de armas y pertrechos. En la documentación secuestrada posteriormente se descubrió una maqueta del la localidad, el plan de combate y hasta la ubicación de los árboles en los cuales los guerrilleros planeaban colgar los cuerpos de los oficiales y suboficiales y hacer una formación especial para celebrarlo. Pero sus planes se truncaron por la decidida acción del Ejército.

Los atacantes se organizaron en 6 grupos:

. Grupo comando: 11 guerrilleros dirigidos por alias Jorge Carlos Molina, alias capitán Pablo y elsargento Julio.

. Grupo de asalto 1: 12 subversivos al mando de alias Roberto. Su misión era tomar el puesto táctico de comando de la V Brigada.

. Grupo de asalto 2: 12 guerrilleros, debían bloquear la llegada de refuerzos.

. Grupo plaza: 40 combatientes, tomarían la plaza principal de Famaillá, apoyarían al grupo 1 y cubrirían el repliegue. Dirigidos por Hugo Irurzún, alias capitán Santiago, uno de los guerrilleros más experimentados. Posteriormente participó en el ataque al Batallón Depósito de Arsenales 601 Domingo Viejobueno de Monte Chingolo el 23 de diciembre de 1975 dirigiendo los grupos de contención destinados a detener la llegada de refuerzos. El 17 de septiembre de 1980 participó en el asesinato del ex dictador nicaragüense Anastasio Somoza (h) en el Paraguay junto a Claudia Lareu y Enrique Gorriarán Merlo. H. Irurzún fue abatido por las fuerzas de seguridad paraguayas. C. Lareu participaría y moriría en el ataque a los cuarteles de La Tablada el 23 de enero de 1989, operación dirigida por E. G. Merlo.[4]

. Grupo de seguridad: 12 guerrilleros al mando de Roberto Coppo, alias sargento Bartolo tenían como misión tomar el puente sobre el río Famaillá y bloquear la llegada de refuerzos del Ejército.

. Grupo de apoyo, posta sanitaria: como siempre lo hacían los grupos guerrilleros, un número no precisado de ellos daría apoyo sanitario a los heridos y en lo posible retiraría los muertos. Esto último se hacía para ocultar al enemigo las bajas propias. Contaban con 2 camiones y dos camionetas. Emplearon material que después se descubrió había sido robado durante el ataque al Batallón de Comunicaciones 141.

Tras ser arengados por Asdrúbal Santucho alias capitán Aníbal, hermano de Mario Roberto y comandante de la operación y por Hugo Irurzún, el 27 de mayo de 1975 los atacantes tomaron la finca Sorteis elegida como punto de concentración. La presencia de los desconocidos llamó la atención de un poblador que logró evadirse y advirtió a las fuerzas de seguridad, pero al ser discapacitado se dudó de la veracidad de sus dichos. De todas formas el comisario local informó al comandante de la brigada. La policía comenzó a sospechar que algo estaba por pasar dado que el día 27 detuvieron a varias personas que portaban un croquis de la plaza y el detalle de la ubicación de las instalaciones militares en la zona. Los guerrilleros se percataron de la fuga del peón por lo que decidieron adelantar el ataque. El 28 de mayo, a las 16.00, los terroristas iniciaron la marcha hacia Famaillá en 6 vehículos

Ese día dos grupos de la Compañía de Ingenieros de Montaña 5 de Salta trabajaban en tareas de reparación en las escuelas de Manchalá y Balderrama. La primera estaba ubicada en las cercanías de la ruta provincial Nº 99. Al pasar accidentalmente a las 17.30 por la primera de las escuelas donde había 2 suboficiales y 9 soldados, los subversivos se encontraron con un camión Unimog del EA. Los terroristas habían elegido un camino secundario para no tener contacto con civiles o efectivos militares o de seguridad y delatar prematuramente su posición. Sorprendidos, abrieron fuego precipitadamente e hirieron a un soldado que estaba de guardia, Adrián Segura, al que le destrozaron el fémur. El conscripto se encontraba a unos metros de la escuela donde los efectivos militares se atrincheraron. En reiteradas oportunidades intentaron rescatarlo pero el fuego desatado por los subversivos lo impedía. Finalmente desde la escuela se le arrojó una soga y pudieron arrastrarlo al interior de la misma para ponerlo a cubierto. A pesar de sus heridas el conscripto solicitó seguir combatiendo. Los militares contestaron el fuego abatiendo a tres extremistas. Rápidamente los subversivos bajaron de los vehículos y se desplegaron sobre el terreno. Los efectivos del Ejército se parapetaron en la escuela y resistieron el asalto de los 143 delincuentes. Estos insistían a los soldados que la cosa no era con ellos, que se rindieran y entregaran a los suboficiales, pero los conscriptos peleaban como leones:

“(…) Los subversivos intentaron copar el edificio, pero la defensa de los 11 combatientes del Ejército Argentino no se doblegaba y preferían morir antes que entregarse. Eran salteños, coprovincianos del general Martín Miguel de Güemes. No era fácil vencerlos”.[5]

Durante el combate uno de los soldados abatió a Domingo Villalobos Campos alias sargento Dago(integrante del MIR, Movimiento de Izquierda Revolucionaria de Chile), veterano guerrillero entrenado en Cuba y Libia. La presencia de integrantes del MIR en el ERP era común. Los ingenieros que trabajaban en la escuela de Balderrama, un cabo y cuatro soldados, a unos cuatro kilómetros, rápidamente llegaron para reforzar a los defensores:

“El ruido el combate se alcanzó a escuchar desde otra escuela que estará a unos cuatro kilómetros en línea recta, donde se hallaban un cabo y tres o cuatro soldados. En eso pasó un camión que distribuía mate cocido por las tardes. Subieron todos al vehículo y aquí intervino el factor suerte; el suboficial principal que manejaba era tucumano y conocía un vado de río muy cerca de allí. Si hubiera tenido que ir por el camino no llegaba nunca. Entonces, se largó por el medio de los cañaverales y pudieron llegar en cinco minutos. Cuando apareció el camión por entre las cañas, fue recibido por el fuego cruzado y quedó semivolcado en una zanja. Hubo dos heridos: el conductor, porque una bala perforó la puerta y una esquirla le rompió el codo; un soldadito que iba atrás se tomó de la baranda para tirarse y una bala le voló una parte del hueso del brazo. Los del ERP se encontraban entre dos fuegos porque los recién llegados, a pesar de sus heridas, se metieron en el combate”.[6]

Los guerrilleros empezaron a dudar e intentaron replegarse ya que no tenía sentido seguir la operación, el factor sorpresa se había perdido. Sin embargo, la retirada no era fácil. El vehículo que encabezaba la columna había quedado atascado en el estrecho camino y esto impedía el movimiento de los demás por lo que no podían simplemente subirse a los móviles y retirarse.

“La munición escaseaba. Un suboficial eludió el cerco, recorrió 18 km entre los cañaverales y logró alertar al Comandante de la Brigada; éste contaba sólo con tres camionetas, tres jefes, dos oficiales de policía y 10 soldados; a pesar de esta escasa dotación se apresuró a auxiliar a sus hombres cercados; se acercaba la noche y conducían apresuradamente sus vehículos para reforzar a sus camaradas. Las luces de éstas hizo presumir a los rebeldes que el grupo que llegaba era mucho más numeroso”.[7]

La imaginativa versión del ERP fue diferente:

“El enemigo envió dos camiones y un jeep con soldados al lugar del encuentro, que fueron aniquilados sucesivamente por nuestras fuerzas con más de 20 muertos (28 según gente de la zona) que pudo ver los cadáveres y un número no determinado de heridos. Después de este segundo choque el enemigo se retiró totalmente de la zona hasta el día siguiente cuando volvió con blindados”.[8]

Ni el Ejército tuvo muertos en la acción, ni disponía de blindados en la zona, ni se retiró. Pero la explicación de la confusión de los erpianos puede deberse a dos razones. Puede ocurrir por un intento deliberado de ocultar la verdad, como era común en este tipo de situaciones en las que se trataba de disimular la derrota, o puede deberse a un factor mencionado por uno de los militares que recibió de los protagonistas directos el relato del combate:

“Cuando la cosa se estaba poniendo desesperada, se oyó un ruido muy fuerte. Era como si se acercara una columna. Estos tipos estaban prácticamente inmovilizados porque habían dejado a un costado del camino dos camiones y las dos camionetas en las que habían llegado. Creyeron que se acercaban los blindados. ¿Qué era en realidad? El camión que venía a recoger los pelotones. En una de ésas, al pasar por una alcantarilla, ésta se rompió y le arrancó de cuajo el caño de escape completo. Hace un ruido parecido al de un tanque de guerra. Dispararon como ratas. Dejaron los vehículos, uno de los camiones con el motor en marcha. La desbandada fue tal que abandonaron al muerto y a un herido”.[9]

Mientras sucedía el enfrentamiento, un suboficial recorrió 18 kilómetros y llegó hasta el Puesto de la Brigada donde se encontraban escasos efectivos. El propio general Acdel Vilas se puso al frente de tres jefes, dos oficiales de policía y 10 soldados y marchó hacia la escuela, sumándose al camión repartidor mencionado. Al percibir la llegada de los vehículos los terroristas huyeron abandonando gran cantidad de armas (5 fusiles, 2 pistolas ametralladoras, 10 escopetas, 2 revólveres, 6 pistolas 54 granadas antipersonal y antitanque, ochenta bombas Molotov) pertrechos (3.100 proyectiles, 11 radios, vestimenta, equipo de primeros auxilios), los vehículos (3 camionetas y 2 camiones), a los heridos, una bandera y documentación que reveló al Ejército la mayor parte de la estructura del ERP en Tucumán, lo que posibilitó propinar severos golpes y capturar a más de 400 delincuentes. Durante el combate el ERP tuvo seis muertos y una cantidad no precisada de heridos. La retirada en realidad se convirtió en una huída sin orden:

“Estos bichos, cuando les daban la orden de desbandarse, abandonaban todo, el armamento, incluso se infiltraban. Desaparecían. Se subían a un colectivo, hacían dedo y seguían como cualquier ciudadano común. Iba cayendo la noche, los suboficiales que seguían fuera de la escuela empezaron a tantear a los que estaban adentro. Pasaron unos buenos minutos hasta que pudieron tomar contacto, porque no sabían su había gente todavía esperándolos. El jefe de la sección, cuando se dio cuenta de la falta del camión, salió a buscarlos. Evacuó a los seis heridos y organizó las patrullas de cerco”.[10]

En su informe sobre el combate, el ERP finalizaba la explicación de la siguiente manera:

“Ninguna mentira ni la más bárbara represión podrán ya ahogar la lucha iniciada. El pabellón de la rebelión armada popular contra la explotación y opresión está izado y flameará victorioso en el campo y en la ciudad con el crecimiento y acumulación de experiencias de guerrilla del Pueblo”. ¡Frente a las mentiras reaccionarias la verdad revolucionaria se impondrá! ¡La compañía de monte vencerá![11]

El PRT-ERP parecía olvidar que actuaba bajo un gobierno constitucional que había sido elegido por el pueblo al que se auto adjudicaba representar y que eran los mismo pobladores los que denunciaban a los guerrilleros.

Uno de los máximos dirigentes del PRT-ERP, Arnol Kremer, alias Luis Mattini escribió:

“(…) En el aspecto de lo específicamente militar, la dirección del PRT continuaba haciendo una aritmética (cuatro bajas de la guerrilla contra una veintena –no confirmada- del Ejército) y ni siquiera una aritmética correcta, pues 20 bajas [que en realidad fueron 6 heridos] para unas tropas de 5.000 hombres, como contaba el Operativo Independencia, representaban el 0,4 por ciento, mientras que 4 hombres [en realidad fueron al menos 7, 6 muertos y 1 herido encontrado] para un grupo guerrillero de 100 combatientes [más de 140] son el 4 por ciento, es decir exactamente diez veces más (…). Pero lo que de modo alguno es justificable es el tipo de actitudes que sumadas contribuyó posteriormente enormemente a la posterior derrota del PRT, es engañarse a sí mismo, esto de sostener dentro del Partido y del ERP que el combate de Manchalá fue de un resultado militar ampliamente favorable. Y no lo fue desde el vamos, pues al primer choque probablemente casual con una patrulla del Ejército, [más de diez veces inferior en número a los efectivos terroristas] se abortó la operación destinada a revertir la situación política en la región. En ese sentido, ya haciendo un balance frío y descarnado, fue para el ERP una derrota política en lo táctico-inmediato”.[12]

Esta declaración, realizada por uno de los máximos dirigentes del PRT-ERP, sintetiza la trascendencia del enfrentamiento y su relevancia para el Operativo Independencia y para el futuro de la Argentina. El epílogo del combate de Manchalá supo escribirlo el oficial la Compañía de Ingenieros de Montaña 5 de Salta que ha dado su testimonio y que a su vez lo recibió directamente de sus subordinados de tan destacado compartimiento durante los enfrentamientos contra los terroristas del ERP:

“En Tucumán se había decidido silenciar el hecho, por diversas razones [fundamentalmente por la documentación secuestrada que permitiría la captura de una gran cantidad de integrantes del PRT-ERP]. En Salta, el 29, hubo una formación para celebrar el Día del Ejército en el Destacamento de Exploración. El jefe de la guarnición era un coronel Durante la ceremonia me llamó desde la radio. Era alguien que me quería dar la novedad de contrabando. Me dijo que la noche anterior había tenido un combate y que quedaron seis heridos de gravedad. Atiné a preguntar: ¿Cómo quedó el prestigio?

Fue casi un grito ¡Como la gran ****, señor!”[13]
 
Tras el combate, los heridos el Ejército se recuperaron y la Compañía de Ingenieros de Montaña 5 fue designada custodia del puesto de comando de Famaillá como reconocimiento al extraordinario valor de sus integrantes. La bandera capturada al ERP fue llevada a la sede de la Compañía de Ingenieros y posteriormente volada.

mentira esta bien guardada
 
Tras el combate, los heridos el Ejército se recuperaron y la Compañía de Ingenieros de Montaña 5 fue designada custodia del puesto de comando de Famaillá como reconocimiento al extraordinario valor de sus integrantes. La bandera capturada al ERP fue llevada a la sede de la Compañía de Ingenieros y posteriormente volada.

mentira esta bien guardada

mentira esta bien guardada...al igual que los cuadros originales..no las copias que descolgo, en su momento, el grl bankito
....;). Bien ahi por la iniciativa, Cigarra!!!. Gracias!!!banderaargentina
 
Manchalá.... ¿por qué ningunear a los “colimbas”?

"...La ilusión, la ingenuidad o simplemente la cobarde resignación- defectos de carácter que acompañan a los argentinos desde hace años- es lo que nos hace aceptar cosas que merecerían estar en una antología del realismo mágico. Creer o tratar de hacer creer que una guerra de cuarta generación puede ser llevada adelante bajo las normas de una convención escrita por primera vez en 1864 y que tiene el dudoso honor de ser el acuerdo diplomático más violado por sus propios firmantes, raya en la ignorancia o en una mala leche fenomenal.

Quienes hoy niegan la realidad de una guerra civil en los setenta y escriben libelos políticamente correctos olvidan que la subversión latinoamericana obraba en conjunto supervisada por Cuba, que había organizado la Junta Coordinadora Revolucionaria integrada por el ERP, el MIR (Chile), Tupamaros (Uruguay) y el ELN (Bolivia) y era la parte caliente de una guerra fría entre dos potencias que preferían las matanzas periféricas a la alteración de un status quo que había costado más de sesenta millones de muertos. Y, aunque peones de algo que no traía para nosotros ninguna ventaja, el juego se dio de manera tal que, de lograr la subversión un triunfo, ponía al país en la disyuntiva perversa de ser sin solución de continuidad un estado lacayuno al estilo Cuba, para que, una vez sucedido esto, el juego de las “matanzas periféricas” nos condenaría a ser invadidos, más temprano que tarde, por un país que había solucionado sus problemas subversivos y que tenía- tiene- necesidad de litio, petróleo, uranio, trigo, rápida salida al Pacífico, ríos navegables y presencia en el Atlántico Sur y en la Antártida.

Una vez dicho esto, podríamos fijar nuestra vista en algunos de esos impresos o reportajes que, luego del visto bueno de la “intelectualidad” de izquierda sirven para conseguir alguna canonjía universitaria o algún tipo de beca paisajística. En este caso cabe referirse a las declaraciones hechas a El Tribuno por Santiago Garaño, donde el fin último de las mismas es denostar- a partir de medias verdades, ligeras suposiciones y severos desconocimientos- primero al combate de Manchalá, luego a la campaña emprendida por un grupo de salteños para reivindicar este enfrentamiento y terminar, fin ideológicamente obligado, menguando la actitud de los que combatieron ese día.

En el reportaje, Garaño se pregunta por qué los militares pusieron “tanta energía y recursos allá [Tucumán]” y sigue inquiriendo: “¿Por qué ese espacio periférico se construyó como un espacio central en lucha contra la guerrilla.?”. Definir periférico al monte tucumano como teatro de operaciones de la guerrilla rural- el sueño del “Che”- roza la ignorancia sobre el concepto de foquismo, sobre la necesidad de crear una “zona liberada” que sería reconocida por gobiernos afines y que, si tenía éxito la guerrilla rural, se podía extender a Chaco y Formosa.

Cabría preguntarle entonces a Garaño si la decisión tomada por el ERP en 1971 de concentrar elementos en la zona de Famaillá y Monteros era una estupidez manifiesta o era parte del programa de guerra popular revolucionaria diseñado por el PRT en su 5° congreso en 1970.
Sería conducente que Garaño nos explicara por qué, si era un teatro de operaciones periférico, tres cuartas partes de la compañía “Combate de San Lorenzo” (Regional Rosario) y dos pelotones de la compañía “José Luis Castrogiovanni” fueron trasladados a Tucumán a mediados de 1974, sin considerar los combatientes enviados para reforzar la compañía de monte en 1975.
También sería interesante que nos contara por qué causa, el 65% de las armas y municiones obtenidas en el copamiento del Batallón de Comunicaciones 141 de Córdoba en 1973 (lanzagranadas, una Mag pesada, 120 FAL, pistolas, pistolas ametralladoras y municiones, botín que totalizaba dos toneladas) fueron enviadas a la zona de Tucumán.

El desconocimiento de Garaño sobre la importancia que tenía para el ERP el monte tucumano como zona de operaciones queda demostrado cuando dice: “Construyen a un enemigo peligroso cuando en realidad no había más de 100 guerrilleros, pero que se consideró como que habían miles.”. Antes que nada, cabe aclarar que en el monte, a principios de 1975 había no menos de 300 guerrilleros entrenados y armados y no cien como él dice, es decir que la compañía ya era un batallón (tres compañías), o si le gusta porque queda mejor, una compañía reforzada. Que a esa altura de los acontecimientos los efectivos subversivos no eran 100 queda demostrado en una publicación editada en París donde el ERP se jacta de haber “aferrado” a una brigada del Ejército de más de 4.000 hombres con solo trescientos combatientes (1).

Por otra parte, si Garaño tuviera un conocimiento menos superficial de la guerra de guerrillas o hubiera leído con cierta profundidad a Mao o a Giap, sabría que una guerrilla, para ser eficiente, debe tener entre 6 y 8 individuos dedicados a hacer inteligencia, logística, sanidad y al traslado y/o rotación de efectivos por cada combatiente. Teniendo en cuenta las dificultades que un monte como el tucumano creaba, sobre todo, en el abastecimiento de comida y municiones, la relación de 6 a 1 sería la correcta, por lo que en Tucumán había en 1975 no menos de 1.800 individuos del ERP (2). Por supuesto que Garaño olvida además en su sumatoria de combatientes a la unidad básica de combate y logística (UBCL) que Montoneros había puesto a disposición del ERP como apoyo y que sería la base de la Unidad de Monte que tenía previsto su teatro de operaciones en Burruyacu y en la sierra de Medina (3); unidad de efímera vida debido a que patrullas del Ejército mataron a uno de sus líderes, Juan Carlos Alzogaray.

En su entusiasmo militante, Garaño asegura que los jefes militares, “… movilizaban a miles de soldados de todo el país.”, esto simplemente ni como falacia tiene entidad, la unidad “aferrada” según el ERP por trescientos guerrilleros (1) fue solamente la Va Brigada, que nunca entró al monte como unidad de batalla sino que las unidades integrantes de la Brigada enviaban en patrulla al monte Equipos de Combate. Dos o más equipos de combate podían constituir una Fuerza de tareas, pero nunca, la Va. Brigada entró al monte como unidad de combate en la Operación Independencia.(3)

Llegado a este punto, Garaño ratifica, a pesar de su ignorancia demostrada en este tema: “…Sí hubo enfrentamientos o escaramuzas pequeñas, pero que no significan una guerra...”. Nuevamente, el desconocimiento absoluto de la guerra de guerrillas apuntala la inconsistencia de su demostración, porque, ¿cuantos años de pequeñas escaramuzas tuvo el vietminh antes de llegar a Dien Bien Phu?, ¿Cuántos años de pequeños enfrentamientos tuvo el vietcong antes de llegar a la ofensiva del Thet?.

Finalmente, para demostrar que su objetivo ni siquiera era condenar la Operación Independencia sino el combate de Manchalá en sí, pontifica: “…y ahora explico la utilización de Manchalá. Y es que utilizaron a los caídos como figuras paradigmáticas que exhibían constantemente.”. Como en Manchalá no cayó nadie, al menos del Ejército Argentino, aunque sí hubo heridos en la unidad que estaba trabajando en Manchalá, esta explicación no explica nada, y solo tiene como objetivo empequeñecer el coraje y la entrega de quienes combatieron en Manchalá.

Esta actitud- menguar la importancia de Manchalá- tiene como inicial interpretación que, en realidad, Manchalá no fue, por sus consecuencias, un simple enfrentamiento, mal que les pese a los “constructores de historia”, ya que la importancia de una acción no está dada por el número de combatientes ni el peso de las armas sino por las consecuencias que esta acción tiene o hubiera tenido. Si el combate de Manchalá no hubiera ocurrido, si los Soldados salteños y sus Suboficiales no hubieran estado allí, es probable que la columna reforzada de la compañía de monte hubiera atacado el comando de la Va. Brigada. Más allá de la cantidad de oficiales, suboficiales y funcionarios provinciales o municipales que podrían haber sido ejecutados en Famaillá, el mero hecho de atacar el corazón de las tropas nacionales hubiera sido el Cao Bang de Tucumán, un éxito con una gran repercusión internacional.

Desde que el odio y el resentimiento le bajaron el pulgar al monumento a los “bravos de Manchalá” será para ellos- hijos del pueblo que cometieron el pecado de, por cumplir con las leyes de la Nación, combatir a la subversión- la descalificación sistemática de “intelectuales” resentidos, que cada vez que se preguntan: ¿Quiénes son los combatientes de Manchalá?, reciben una respuesta dolorosa ya que su cerrazón mental no les permite entender por qué ellos, por su origen y por la edad que tenían en el momento del combate, estaban combatiendo a la “juventud maravillosa”.


Fdo: JOSE LUIS MILIA
 
OPERACION INDEPENDENCIA - LA GUERRA AEREA
Desautorizando la falsa creencia del casi exclusivo involucramiento del Ejercito Argentino en la Operaciones para eliminar al oponente terrorista en los montes tucumanos, aportamos un analisis de la actividad de apoyo de fuego y de Inteligencia de la Fuerza Aerea Argentina y de la Aviacion Naval en los combates. Cordial Saludo!!!




Un cazabombardero Skyhawk A4B de la V Brigada Aérea con asiento en Villa Reynolds se prepara para decolar


"...Desde 1974 operaban en el área de combate un sistema de navegación inercial Omega adquirido en los EE.UU. y otro de sensores infrarrojos para ser montado en unidades aéreas con el objeto de detectar posiciones enemigas.
Para la misión fue seleccionado un avión Beechcraft B-80 King Air de la Armada Argentina, matrícula 4-F-21, perteneciente al Grupo Aerofotográfico del Comando de Aviación de Punta Indio que arribó al aeropuerto “Benjamín Matienzo” de la ciudad de Tucumán, el 12 de febrero de 1975 y comenzó a operar de manera inmediata luciendo las siglas del Instituto Geodésico Nacional con personal a bordo vestido de civil.
Otras unidades aéreas se fueron sumando al operativo en los meses posteriores, entre ellas, cuatro helicópteros UH-1H de la Sección de Asalto de la Aviación de Ejército y dos aviones Piper L-21B del Batallón Aeromóvil 601 de la misma arma, con el correspondiente equipo de mantenimiento. Estas unidades serían reforzadas sobre el final de la contienda por otros cinco UH-1H, un helicóptero SA 315 B Lama y un Hiller FH 1100, los dos últimos de Gendarmería Nacional. Por su parte, la Armada Argentina desplegó además del Beechcraft B-80, un Grumman 1H 16 B Albatros para búsqueda y salvamento, un helicóptero Alouette III y numerosos lanzacohetes de fabricación nacional para ser montados en los aparatos.
Cuando en octubre del 75 las acciones se intensificaron, la Fuerza Aérea, que ya había tenido su bautismo de fuego el 16 de junio de 1955, despachó hacia la región prototipos preserie de aviones Pucará, que entrarían en combate por primera vez durante este conflicto junto a cazabombarderos Skyhawks A4B y A4C, con base en Villa Reynolds y biplazas Mentor T-34 y B45 de entrenamiento, que se utilizaron en misiones de reconocimiento y bombardeo.
Pero el arma de mayor envergadura empleada por la Fuerza Aérea en Tucumán fue el Hércules C-130, unidad de carga en la que se transportaron tropas, equipos y armamento, elementos de fundamental importancia a lo largo del conflicto.
El hecho más desconcertante fue que la guerrilla también contó con unidades aéreas, una al menos, el mítico “Jilguero”, un pequeño Hiller secuestrado por el ERP a la empresa de Aguas y Energía, que fue visto en más de una oportunidad por efectivos del ejército en tierra.
Según refiere Ricardo Burzaco, la presencia de esta unidad obligó al Comando de la V Brigada de Infantería a instalar un radar de vigilancia en el área de combate, que funcionó las 24 horas del día. (Nota: Comparar con los radares que supuestamente controlan el trafico aerea ilegal actualmente y que tienen pocas horas prefijadas de utilizacion...conocidas ademas por el oponente narco....)
El “Jilguero” estuvo a punto de provocar un derribo durante un vuelo nocturno, cuando un UH-1H de la Aviación de Ejército que llegaba a su base después de una misión de reconocimiento, detectó las luces de su tablero de control. Al escuchar la información radial emitida por el piloto, un segundo helicóptero, que también regresaba del monte, viró en busca del aparato “fantasma”, previa comunicación a la base y recibió gran cantidad de impactos de bala que obligaron a su piloto a abortar la misión. Una vez de regreso, tripulantes y técnicos pudieron apreciar las perforaciones en el fuselaje, producto del fuego de su compañero, que pudieron haber causado una verdadera tragedia.
Nunca se pudo dar con el “Jilguero” ya que es posible que al haber sido detectado, el alto mando subversivo haya decidido retirarlo del área.

Un C-130 de la Fuerza Aérea Argentina derribado (Operacion "Gardel"):

En el mes de agosto el Ejército Revolucionario del Pueblo recibió un inesperado refuerzo, cuando la organización Montoneros hizo su aparición en el teatro de operaciones.
A poco de puesto en marcha el Operativo Independencia, la Fuerza Aérea había desplegado unidades de combate para la custodia del Aeropuerto "Benjamín Matienzo", misión que complementaría con vuelos de soporte logístico y relevos de efectivos cada 30 días. El traslado de las tropas le fue encomendado a los C-130 y los Friendship / Troopship F.27 de la I Brigada Aérea que debían relevar un total de 100 efectivos cada 30 días con el objeto de comprometer al mayor número de personal posible y evitar el desgaste de los cuadros que combatían en la zona.



El 28 de agosto de 1975, cerca del medio día, el Lockheed "Hércules" C-130 matrícula TC-62 de la Fuerza Aérea Argentina se disponía a decolar desde San Miguel de Tucumán con destino a San Juan, transportando a bordo a 114 efectivos de Gendarmería que acababan de cumplir un período de 45 días a las órdenes de la V Brigada de Infantería.
Lo que nadie imaginaba era que desde bastante tiempo antes, efectivos de la banda de delincuentes terroristas "montoneros" habían estado trabajando en el montaje de un poderoso artefacto explosivo en un canal de desagüe subterráneo que cruzaba la pista de lado a lado.
Los ingenieros del grupo de demolición subversivo había iniciado su tarea en marzo y trabajando día y noche, finalizaron en agosto, pocos días antes del atentado.
Después de explorar el túnel y determinar por donde pasaba la pista, los montoneros colocaron 5 kilogramos de TNT, 60 de Dietamon y 95 de Amonita, todo ello sobre un dispositivo eléctrico que debía operar a distancia.
En la mañana del 28 de agosto, todo estaba listo para detonar la carga. Advertidos de antemano por su compañía de Inteligencia, los montoneros sabían que, pasado el mediodía, un Hércules de la Fuerza Aérea partiría del aeropuerto con destino a San Juan, llevando de regreso a efectivos de la X Agrupación.
A las 13.00 en punto el avión dio máxima potencia a sus turbinas y comenzó a carretear desde la cabecera sur, con su tripulación ignorante de lo que estaba a punto de suceder. Muy cerca, el grupo terrorista observaba la maniobra listo para hacer detonar el dispositivo.
Eran las 13.05, cuando se produjo la explosión. La aeronave, que en esos momentos remontaba vuelo, perdió sustento y se precipitó a tierra, estallando violentamente.
De nada valieron los desesperados intentos del piloto por mantener la estabilidad. La aeronave se estrelló y se incendió rápidamente, en medio de fuertes detonaciones, muy cerca del barrio obrero que se extendía más allá del perímetro del aeropuerto.
Los relojes marcaban las 13.09 cuando la tripulación abrió las compuertas y las patrullas de rescate se hicieron presentes para evacuar al personal.
Los restos del Hércules quedaron esparcidos en un radio de aproximadamente 300 metros, mientras su estructura se incendiaba junto a la pista desprendiendo una densa columna de humo visible a gran distancia.
La explosión de los tanques de combustible y el armamento a bordo, tornaron difícil y riesgosa las tareas de rescate.
De todas formas, personal militar y del aeropuerto, bomberos, gendarmes e incluso, gente del Barrio San Cayetano, trabajaron heroicamente en el rescate de los heridos, evitando que la tragedia fuera mayor.
Fallecieron seis efectivos de Gendarmería, otros nueve resultaron con heridas de gravedad y 28 con lesiones de diversa consideración.
Los héroes caídos ese días fueron los sargentos Pedro Yánez y Juan Riveros y los soldados Marcelo Godoy, Juan Luna, Evaristo Gómez y Raúl Ramberto Cuello. Este último (gendarme de 19 años...) inicialmente salio ileso del atentado, pero volvio a entrar tres veces al aparato para rescatar a sus camaradas. Por desgracia la ultima vez que entro al aparato en llamas ya no salio...
Ricardo Burzaco sostiene que el acontecimiento marcó un hito en la historia de la Fuerza Aérea Argentina porque, por primera vez, uno de sus aviones fue derribado en una acción de combate.
Siete años antes de Malvinas, las FF. AA. argentinas daban pruebas de heroísmo y abnegación en una guerra mucho más cruel, que tenía en vilo a gran parte de la opinión internacional...."

Tripulacion del TC-62:​

Vicecomodoro Héctor A.Cocito
Mayor Carlos J.Beltramone
Capitán Francisco F.Mensi
Suboficiales Mayores Fortunato Barrios,José Perisinotto y Clyde Pardini
Cabo Principal Eduardo Fattore​

Relato del Sr. Br (R) Cocito: “Hicimos los controles previos al despegue, iniciamos la carrera de despegue alcanzamos la velocidad de decisión, rotamos el avión y con el avión en el aire vemos delante nuestro como se elevaban las lajas de la pista. Teniendo en cuenta lo critico del momento, sólo pudimos inclinar hacia la izquierda la aeronave de casi 70 toneladas, con la carga completa de combustible. Sentimos, entonces un fuerte golpe al costado derecho del avión, se les desprendieron los motores 3 y 4, y caímos a un costado de la pista. Se trabaron las puertas de Salida y se inicio el incendio. En la cabina de pilotos se abrió una escotilla de emergencia, en el compartimiento de carga lograron abrir un boquete por donde pudieron salir algunos entre la confusión, el humo y el fuego”.

La "Operación Gardel" (denominada así por la similitud con el accidente que le costo la vida al célebre cantor de tangos en Medellín), es descripta con detalles en la revista “Evita Montonera” de septiembre de 1975. Con el titulo de “Golpe a las fuerzas de ocupación” se relata que la operación se preparo durante seis meses y detalla también la composición de la carga explosiva: 5Kg de TNT, 60Kg de Dietamon y 95Kg de Amonita. Se tendió un cable de 250 metros desde la pista hasta una boca de tormenta frente a un barrio desde donde se detono...."



Honor y Gloria a TODOS nuestros Combatientes de las FFAA y FFSS!!!
Juicio y Castigo a TODOS los delincuentes terroristas aún impunes....!!!





Fuente: Sr. Alberto N. Manfredi (h)

 
Mañana 5 de octubre se cumplirán 40 años del ataque terrorista a un cuartel del ejército en Formosa que daría paso a los decretos del Operativo Independencia; con la historia tergiversada y difuminada hay que volver a machacar que en ese octubre de 1975 estábamos en un estado de derecho, en un gobierno constitucional que estaba cruzado por la violencia.
Los violentos y asesinos de ayer, que nos gobiernan hoy y cobran pensiones como víctimas del terrorismo de Estado cuando en realidad tendrían que estar presos y devolver los dineros y los "honores" que les han rendido para poner la historia en su lugar y reconocer, ya tarde, a los soldados que cumpliendo su deber repelieron el ataque terrorista pagando con su vida.
Es llamativo que el EA no haga una conmemoración de esta iniquidad cometida por Montoneros en plena etapa democrática, algún día la justicia tendrá que poner las cosas en su lugar, ya va a ser tarde, pero el país se merece saber bien quienes cumplieron con la patria en el interior profundo del país y quienes asesinaron en nombre de ideales que a la luz de los hechos sabemos que más abyectos no podían ser.
Los soldados formoseños y sus familiares jamás fueron reconocidos, ni administrativamente ni económicamente.
Los terroristas de Montoneros y sus familiares, y sus mascotas, fueron "reconocidos" de todas las formas posibles, incluso en murales como víctimas del terrorismo de Estado, transformaron a victimarios en víctimas sin vergüenza ajena y los beneficiaron con dineros y cargos públicos.

¡Gloria a los defensores del Regimiento de Infantería de Monte Nº 29!




"Pensaban que los soldados que estaban de guardia en la tórrida siesta formoseña no ofrecerían resistencia; al final, eran todos jóvenes pobres de 21 años, tan peronistas como sus padres, y ellos, Montoneros, defendían los verdaderos intereses del pueblo. Pero, ocurrió que los "colimbas" no se rindieron y rechazaron a los atacantes luego de un combate que duró treinta minutos..." - Ceferino Reato
 

gabotdf

Miembro notable
Los soldados formoseños y sus familiares jamás fueron reconocidos, ni administrativamente ni económicamente.
Los terroristas de Montoneros y sus familiares, y sus mascotas, fueron "reconocidos" de todas las formas posibles, incluso en murales como víctimas del terrorismo de Estado, transformaron a victimarios en víctimas sin vergüenza ajena y los beneficiaron con dineros y cargos públicos.
Sin dudas debieron ser reconocidos, pero no de la misma manera. Unos fueron víctimas del terrorismo de Estado, los otros no. No los hace menos víctimas en modo alguno, ni menos doloroso para los familiares, pero la responsabilidad del Estado es diferente.
También es justo recononocer que no todos los desaparecidos fueron criminales violentos, y es menester respetarlos también. El dolor no sabe de ideologías y lo único que lo aplaca es la justicia. Tristemente no es tan frecuente el interés en la justicia como en la retaliación.
 
Sin dudas debieron ser reconocidos, pero no de la misma manera. Unos fueron víctimas del terrorismo de Estado, los otros no. No los hace menos víctimas en modo alguno, ni menos doloroso para los familiares, pero la responsabilidad del Estado es diferente.
También es justo recononocer que no todos los desaparecidos fueron criminales violentos, y es menester respetarlos también. El dolor no sabe de ideologías y lo único que lo aplaca es la justicia. Tristemente no es tan frecuente el interés en la justicia como en la retaliación.

A ver si te entendí mal ¿decís que los que atacaron el regimiento de Formosa son víctimas del terrorismo de Estado?
Los que atacaron el cuartel eran delincuentes, o terroristas, o asesinos, ponele el nombre que quieras, así con cualquiera de esos términos debían ser reconocidos, pero se los agregó al "Nunca Mas", se los pùso en el engendro de monumento que hay en la costanera sur y se les pago fortuna a sus familiares.
Hablamos del mismo año 1975, de la misma situación y de los mismos hombres o estoy loco?
 
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A ver si te entendí mal ¿decís que los que atacaron el regimiento de Formosa son víctimas del terrorismo de Estado?
Los que atacaron el cuartel eran delincuentes, o terroristas, o asesinos, ponele el nombre que quieras, así con cualquiera de esos términos debían ser reconocidos, pero se los agregó al "Nunca Mas", se los pùso en el engendro de monumento que hay en la costanera sur y se les pago fortuna a sus familiares.
Hablamos del mismo año 1975, de la misma situación y de los mismos hombres o estoy loco?
El fue más allá de eso. En la contraposición subversión vs terrorismo de estado. No justamente en este caso en particular que es claramente un acto de resistencia y defensa.

Enviado desde mi SM-G900H mediante Tapatalk
 
El fue más allá de eso. En la contraposición subversión vs terrorismo de estado. No justamente en este caso en particular que es claramente un acto de resistencia y defensa.

Enviado desde mi SM-G900H mediante Tapatalk

Precisamente, yo hablé de este caso puntual, que él proyecte sobre cosas que no escribí por lo menos es mendaz.
 
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