@pati_marins64
Zaluzhnyi dejó muy poco
En junio de 2022, el comandante de logística ucraniano, Volodymyr Karpenko, anunció, a tan solo unos meses de iniciada la guerra, la pérdida del 50% de los tanques ucranianos, más del 60% de sus sistemas de artillería y casi el 50% de sus vehículos blindados en servicio.
La situación no mejoró significativamente durante el resto del mandato de Valerii Zaluzhnyi, a pesar de recibir equipo de los aliados.
Al final de su mandato, cuando se verificaron las entregas y se confirmó visualmente la pérdida, no quedaba más del 30% de los tanques, la artillería y los vehículos blindados disponibles en 2022.
De hecho, Syrskyi combate básicamente con MRAP y drones.
En cuanto a tanques, excluyendo los obsoletos Leopard 1, de los más de 1600 tanques que poseía Ucrania y que recibió de sus aliados, quedaban menos de 200 cuando Zaluzhnyi dimitió en 2024.
Aunque se le consideraba un comandante hábil en posiciones defensivas, Zaluzhnyi agotó el arsenal ucraniano durante su mandato, dejando a su sucesor, Oleksandr Syrskyi, con muy pocas armas para combatir. Comparar el mando de Zaluzhnyi con el de Syrskyi es injusto, dada la gran diferencia de recursos que ambos tenían a su disposición.
Otro punto de crítica es que Syrskyi tiene un sesgo de estilo soviético. Sin embargo, Zaluzhnyi enfrentó acusaciones similares por parte de asesores occidentales, particularmente durante la Batalla de Bajmut. En esa ocasión, varios generales ucranianos defendieron sus tácticas y el "estilo ucraniano", lo que provocó conflictos que persistieron y resurgieron durante la contraofensiva del verano de 2023.
Cabe destacar que Zaluzhnyi carecía del equipo necesario para intentar esa terrible y ambiciosa contraofensiva, que estuvo marcada por acusaciones mutuas entre el mando ucraniano y la OTAN.
No se puede establecer una comparación honesta entre los mandatos de Zaluzhnyi y Syrskyi. El problema no es el cocinero, sino la expectativa de que preparen tortillas sin huevo.