@Tatarigami_UA 1hs
En cuanto a los resultados de los ataques ucranianos en el interior de Rusia, una de las preguntas más frecuentes es por qué los ataques con drones ucranianos causan daños que a menudo parecen insuficientes.
La respuesta reside principalmente en las disyuntivas de ingeniería: el equilibrio entre alcance y carga útil.
Los drones que vuelan lejos deben destinar gran parte de su peso y espacio al combustible y las baterías, lo que deja menos espacio para explosivos.
El largo alcance también genera problemas aerodinámicos: para transportar más combustible, los drones deben ser más grandes, lo que los hace más pesados, lentos y fáciles de interceptar.
Los materiales y la ingeniería avanzados podrían ayudar a mitigar estas limitaciones, pero estas soluciones suelen incrementar drásticamente los costos y reducir la escalabilidad, factores críticos en una guerra de desgaste. Incluso los drones de alta gama siguen siendo vulnerables a una defensa aérea simple y económica.
Rusia, en cambio, cuenta con cierta ventaja geográfica en este ámbito. Objetivos como Kiev o Járkov están cerca de la frontera y se encuentran dentro del alcance de drones con cargas útiles más pesadas y distancias de vuelo más cortas. Como resultado, los drones rusos pueden priorizar el impacto sobre la resistencia.
En el caso de Ucrania, lograr efectos suficientemente destructivos requeriría misiles balísticos o de crucero de mediano alcance. Sin embargo, desarrollar y producir tales sistemas es mucho más complejo y costoso que ensamblar drones.
Irán, por ejemplo, dedicó más de una década a desarrollar su propio programa de misiles balísticos de largo alcance (MRBM).
Para Ucrania, desarrollar y aumentar la producción de misiles en tiempos de guerra, cuando Rusia puede atacar cualquier instalación del país, supone una importante limitación industrial y logística.
Desde una perspectiva más optimista, Ucrania ha logrado avances significativos.
En comparación con 2023 y 2024, ha dado un gran salto, no solo en el diseño de drones de largo alcance, sino también en la ampliación de la producción, hasta el punto de que los ataques dentro de Rusia son ahora casi cotidianos.
Los ucranianos también han avanzado en la propulsión híbrida, con mezclas explosivas mejoradas que potencian el impacto incluso con ojivas más pequeñas. Continúan los trabajos para optimizar la trayectoria de vuelo y otros refinamientos, pero estos avances requieren tiempo, un recurso cada vez más escaso para Ucrania.