A casi 15 años del caso Carrasco, muchos quieren ingresar al Servicio Militar Voluntario para ser parte de la Fuerzas Armadas. Hasta el momento están anotadas 9.743 personas, de los cuales 2.240 son mujeres.
El pasado 3 de marzo se cumplió un nuevo aniversario de la aparición del cuerpo sin vida del joven Omar Carrasco en un caso que sirvió como puntapié para terminar con el Servicio Militar Obligatorio. A casi 15 años del hecho trágico, todavía son muchos los que quieren ingresar a las Fuerzas Armadas para comenzar su carrera como militar dentro de la institución.
Desde el llamado al ingreso en la Fuerza durante el corriente año, se anotaron 9.743 personas divididos en 7.503 hombres y 2.240 mujeres de entre 18 y 28 años. Del total de jóvenes que se anoten en las próximas semanas, la inscripción cierra el 18 de abril, sólo ingresarán 6.350 voluntarios.
El jefe de prensa del Ejercito, coronel José María Colombo, afirmó a Infobae.com que, por estadísticas, en la etapa de admisión, de un grupo de 200 aspirantes sólo ingresa el 49 por ciento. "Esto ocurre por diferentes cuestiones: porque no pasa el examen psicológico o físico o médico, o porque al momento de ser llamado contrajo otro compromiso, o porque simplemente se arrepintió".
De acuerdo a lo anterior y teniendo en cuenta que las vacantes a cubrir son de 6.350 puestos, se necesitarían unos 12.700 postulantes.
Dentro de los beneficios de formar parte de las filas del Ejército como soldado voluntario se destacan la obtención de una obra social, la realización de aportes jubilatorios, un sueldo mínimo promedio de $2 mil y la posibilidad de continuar la carrera militar como oficial o suboficial.
Colombo destaca que el mayor beneficio para la institución como para el individuo es el profesionalismo que se adquiere durante el voluntariado.
"A diferencia del servicio militar obligatorio, el voluntario que accede a formar parte de las filas, tiene más ganas de capacitarse, adquiere continuidad en esa capacitación formando especialistas en los distintos roles y hasta puede seguir una carrera militar, eso implica tener verdaderos profesionales dentro de la Fuerza. Este profesionalismo le permite ocupar roles a los soldados que antes eran impensados para esa jerarquía e integrar incluso misiones de az en el exterior, como ocurre con Haití y Chipre".
Las opciones dentro de la institución son variadas, desde la capacitación en tareas administrativas (cocineros, talabarteros, mecánicos, albañiles, pintores, etc) simultáneamente con las operativas correspondientes a la preparación para enfrentar un conflicto.
En comparación con el entrenamiento específico que se realizaba en el servicio militar obligatorio, el Coronel afirmó que el avance tecnológico obligó a una adaptación de la capacitación y el entrenamiento de las distintas fracciones pero las exigencias para afrontar una situación extrema como puede ser una guerra, siguen siendo básicamente las mismas.
La incorporación de la mujer en la Fuerza no modificó los programas de instrucción por lo que las mujeres deben pasar por los mismos entrenamientos que los hombres. "Estamos buscando realizar un proceso de integración profundo de género", afirmó Colombo quien detalló que las militares tienen puestos de mando, conducen tanques o vehículos pesados, manipulan explosivos, son paracaidistas o buzos a la par que el sexto opuesto.
Se debe señalar que la Ley de Servicio Militar Obligatorio no ha sido abolida, y puede ser puesta en práctica en tiempos de guerra, crisis o emergencia nacional
El pasado 3 de marzo se cumplió un nuevo aniversario de la aparición del cuerpo sin vida del joven Omar Carrasco en un caso que sirvió como puntapié para terminar con el Servicio Militar Obligatorio. A casi 15 años del hecho trágico, todavía son muchos los que quieren ingresar a las Fuerzas Armadas para comenzar su carrera como militar dentro de la institución.
Desde el llamado al ingreso en la Fuerza durante el corriente año, se anotaron 9.743 personas divididos en 7.503 hombres y 2.240 mujeres de entre 18 y 28 años. Del total de jóvenes que se anoten en las próximas semanas, la inscripción cierra el 18 de abril, sólo ingresarán 6.350 voluntarios.
El jefe de prensa del Ejercito, coronel José María Colombo, afirmó a Infobae.com que, por estadísticas, en la etapa de admisión, de un grupo de 200 aspirantes sólo ingresa el 49 por ciento. "Esto ocurre por diferentes cuestiones: porque no pasa el examen psicológico o físico o médico, o porque al momento de ser llamado contrajo otro compromiso, o porque simplemente se arrepintió".
De acuerdo a lo anterior y teniendo en cuenta que las vacantes a cubrir son de 6.350 puestos, se necesitarían unos 12.700 postulantes.
Dentro de los beneficios de formar parte de las filas del Ejército como soldado voluntario se destacan la obtención de una obra social, la realización de aportes jubilatorios, un sueldo mínimo promedio de $2 mil y la posibilidad de continuar la carrera militar como oficial o suboficial.
Colombo destaca que el mayor beneficio para la institución como para el individuo es el profesionalismo que se adquiere durante el voluntariado.
"A diferencia del servicio militar obligatorio, el voluntario que accede a formar parte de las filas, tiene más ganas de capacitarse, adquiere continuidad en esa capacitación formando especialistas en los distintos roles y hasta puede seguir una carrera militar, eso implica tener verdaderos profesionales dentro de la Fuerza. Este profesionalismo le permite ocupar roles a los soldados que antes eran impensados para esa jerarquía e integrar incluso misiones de az en el exterior, como ocurre con Haití y Chipre".
Las opciones dentro de la institución son variadas, desde la capacitación en tareas administrativas (cocineros, talabarteros, mecánicos, albañiles, pintores, etc) simultáneamente con las operativas correspondientes a la preparación para enfrentar un conflicto.
En comparación con el entrenamiento específico que se realizaba en el servicio militar obligatorio, el Coronel afirmó que el avance tecnológico obligó a una adaptación de la capacitación y el entrenamiento de las distintas fracciones pero las exigencias para afrontar una situación extrema como puede ser una guerra, siguen siendo básicamente las mismas.
La incorporación de la mujer en la Fuerza no modificó los programas de instrucción por lo que las mujeres deben pasar por los mismos entrenamientos que los hombres. "Estamos buscando realizar un proceso de integración profundo de género", afirmó Colombo quien detalló que las militares tienen puestos de mando, conducen tanques o vehículos pesados, manipulan explosivos, son paracaidistas o buzos a la par que el sexto opuesto.
Se debe señalar que la Ley de Servicio Militar Obligatorio no ha sido abolida, y puede ser puesta en práctica en tiempos de guerra, crisis o emergencia nacional