Los "psicólogos" que pagó la CIA para aprender a Torturar

Grulla

Colaborador
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Los "psicólogos" que pagó la CIA para aprender a Torturar...y le metieron el perro

Los psicólogos que pagó la CIA

El New York Times demostró cómo dos jubilados sin créditos académicos ni méritos equivalentes vendieron caro el mayor programa antiterrorista

Sus tesis de doctorado fueron sobre presión arterial y terapia familiar. No sabían árabe, y carecían de cualquier destreza o entrenamiento lingüístico. Nunca habían participado en ningún interrogatorio. Sin embargo, los jubilados Jim Mitchell y Bruce Jessen encontraron en la CIA el mejor de los clientes para venderle el más importante programa de interrogación (un plan de “torturas psicológicas”) en la historia del antiterrorismo norteamericano. Así lo reveló una investigación del diario New York Times.

“Doc Mitchell” y “Doc Jesen”, como eran conocidos en la Fuerza Aérea de la que se habían jubilado, tenían credenciales en psicología. Y también sabían de un método usado décadas atrás por los chinos comunistas.

El doctor Mitchell, de origen sureño, había trabajado como experto en explosivos de la Fuerza Aérea. El doctor Jessen, que se había criado en una plantación de papas en Idaho, se unió a su colega para ganar millones de dólares vendiendo sus métodos de interrogación (y cursos acerca de cómo interrogar) a la agencia de inteligencia norteamericana.

Siete meses después de que el presidente Obama ordenara que que se diera por concluido el programa de interrogatorios de la CIA. interrogation program closed, está por verse si el Ministro de Justicia, Eric H. Holder Jr., decidirá si lanza una gran investigación penal sobre la tortura en la CIA, en la cual los psicólogos serán sometidos a un escrutinio.

La oficina de ética del Departamento de Justicia completará un informe sobre los abogados que dijeron que estos métodos eran legales. Y la misma CIA hará público un informe propio, pero muy crítico, que en 2004 redactó el inspector general de la Agencia sobre el entero programa de interrogatorios.

Para muchas de las fuentes consultadas por el New York Times, la lealtad por el país, después de los atentados del 11 de septiembre de 201, hizo que se admitiera lo inadmisible. Para muchos de ellos, también, esta admisión fue una tragedia para ese país que querían proteger y defender.

El pasaje de la administración republicana a la administración demócrata resultó un golpe duro para hombres como estos dos psicólogos e improvisados especialistas, que ganaron millones de dólares con la CIA. En los ocho años de George W. Bush, siempre fueron declarados legales y elogiados por evitar atentados con la información obtenida. Barack Obama, en cambio, dijo que la brutalidad del programa de interrogación sólo conseguía, en realidad, ganar nuevos adeptos y reclutas para Al Qaeda.

El presidente negro también declaró que uno de los métodos de interrogación, el llamado “submarino”, era una auténtica tortura. Y, en su primera visita a la CIA, sugirió que el programa de interrogatorios se contaba entre los “errores” de la agencia. Los lucrativos contratos que hicieron la fortuna de Mithchell Jessen y Asociados fueron interrumpidos en la última primavera. Si son llevados a juicio penal, pueden acabar en la cárcel.

Fuente: http://www.criticadigital.com.ar
 
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