En uno de los espacios aéreos mejor controlados, con personal civil altamente capacitado y sin ningún supervisor de uniforme, estuvo a punto de suceder una colisión aérea de singular proporciones. El hecho sucedió el pasado 10 de Octubre y recién hoy tomó estado público.
Un Boeing 777 de British Airways con 189 ocupantes que había despegado de Tampa (Florida) rumbo a Inglaterra debió realizar un brusco descenso para evitar una colisión con otra aeronave. El 777 estaba realizando su ascenso inicial de 16.000 a 20.000 pies cuando el sistema de alerta de colisión comenzó a indicarle a los pilotos que realizaran un rápido descenso.
Como consecuencia de la maniobra, cuatro asistentes de cabina y dos pasajeros resultaron con heridas de diversa consideración, cuando impactaron contra el techo de la cabina de pasajeros. La evaluación realizada por algunos médicos que se encontraban en el pasaje, establecieron que ninguna revestía gravedad y el vuelo continuó sin problemas hacia Londres.
Tal como vengo diciendo desde que apareció Piñeyro, nuestro sistema de control de tránsito aéreo será un desastre pero por suerte en varias décadas no ha existido un solo pasajero lesionado por una maniobra como la sucedida en 777 de la British y mucho menos una colisión aérea. En la aviación, jamás se puede lograr el 100% de seguridad. Este hecho y lo sucedido en Brasil así lo demuestran.
Un Boeing 777 de British Airways con 189 ocupantes que había despegado de Tampa (Florida) rumbo a Inglaterra debió realizar un brusco descenso para evitar una colisión con otra aeronave. El 777 estaba realizando su ascenso inicial de 16.000 a 20.000 pies cuando el sistema de alerta de colisión comenzó a indicarle a los pilotos que realizaran un rápido descenso.
Como consecuencia de la maniobra, cuatro asistentes de cabina y dos pasajeros resultaron con heridas de diversa consideración, cuando impactaron contra el techo de la cabina de pasajeros. La evaluación realizada por algunos médicos que se encontraban en el pasaje, establecieron que ninguna revestía gravedad y el vuelo continuó sin problemas hacia Londres.
Tal como vengo diciendo desde que apareció Piñeyro, nuestro sistema de control de tránsito aéreo será un desastre pero por suerte en varias décadas no ha existido un solo pasajero lesionado por una maniobra como la sucedida en 777 de la British y mucho menos una colisión aérea. En la aviación, jamás se puede lograr el 100% de seguridad. Este hecho y lo sucedido en Brasil así lo demuestran.