M
MIGUEL
El lanzallamas, que llenaba de terror a los soldados franceses y británicos cuando era utilizado por el ejército alemán durante las fases tempranas de la Primera Guerra Mundial en 1914 y 1915 (y que rápidamente fue utilizado por ambos) no era un arma especialmente innovadora.
El lanzallamas fue inevitablemente rediseñado y perfeccionado durante los siglos siguientes, aunque los modelos vistos durante los días tempranos de la Primera Guerra Mundial fueron desarrollados durante el cambio de siglo del XIX al XX. Los alemanes probaron dos modelos de lanzallamas (o Flammenwerfer en alemán) al comienzo del siglo XX, uno grande y uno pequeño, ambos desarrollados por Richard Fielder.
El más pequeño y ligero Flammenwerfer (el Kleinflammenwerfer) fue diseñado para ser portátil y de un solo operario. Usando aire presurizado y dioxido de carbono o nitrogeno propelia un torrente de combustible en llamas hasta una distancia de 18 metros.
El modelo pesado de mayor tamaño (el Grossflammenwerfer) funcionaba sobre el mismo diseño del anterior pero no lo podía transportar una sola persona. Su máximo alcance era el doble del modelo reducido y podía ser operativo de manera constante durante unos, por aquel entonces, impresionantes cuarenta segundos, aunque se consideraba extremadamente caro debido a su alta consumición.
Tras las pruebas en 1900, el ejército alemán empezó a producirlo en serie para tres batallones de especialistas desde 1911 en adelante.
El primer uso notable del lanzallamas fue en un ataque sorpresa contra los ingleses en un pueblo de Holanda, Hooge. A las tres y cuarto de la madrugada el día 30 de julio de 1915 los alemanes hicieron uso efectivo de sus lanzallamas portátiles.
El efecto del ataque sorpresa con lanzallamas fue brutal para la oposición británica, aunque su frente, que retrocedió inicialmente, se estabilizó más tarde durante aquella misma noche. En dos días de combate intenso los británicos perdieron 31 oficiales y 751 oficiales de rango menor durante el ataque.
Gracias al éxito del ataque sobre Hooge el ejército alemán adoptó el uso de los lanzallamas en todos sus frentes. Los lanzallamas se utilizaban mayoritariamente para limpiar líneas enemigas de defensores antes de los ataques alemanes, precediendo a sus compañeros de infantería.
Eran innegablemente útiles cuando se usaban en distancias cortas, pero su uso no pasaba de allí, especialmente después de que los franceses y los británicos habían superado el miedo inicial que tuvieron ante su uso.
Los británicos, intrigados por las posibilidades que les ofrecían los lanzallamas, experimentaron con sus propios modelos. Antes de la ofensiva de Somme construyeron cuatro modelos (de dos toneladas de peso cada uno) montados sobre una trinchera construida en tierra de nadie a sesenta yardas de las líneas enemigas alemanas.
Cada uno fue construido pieza por pieza, y a pesar de que dos de ellos fueran destruidos antes del 1 de julio de 1916 (el comienzo de la batalla de Somme) los dos restantes, cada uno con un alcance de 90 yardas, se utilizaron durante el 1 de julio. De nuevo descubrieron que eran tremendamente útiles despejando trincheras, pero que no tenían ningún uso secundario. Su fabricación fue, por lo tanto, abandonada.
Durante la Guerra los alemanes lanzaron un total de 650 ataque con lanzallamas. No existe un número oficial de ataques británicos y franceses.
UN ARMA ESPECIAL: EL LANZALLAMAS.
Definición.
Podemos definirlo como el aparato de guerra para lanzar a distancia un chorro de líquido inflamado.
El lanzallamas como arma militar empezó a utilizarse durante la 1ª Guerra Mundial. Concretamente por el ejército alemán en la batalla de Verdún en 1.916, demostrando su gran eficacia en los ataques contra las trincheras.
A su finalización fueron numerosos los ejércitos europeos que los declararon reglamentarios, diseñando y desarrollando diversos modelos. España estuvo entre ellos.
Durante la 2ª Guerra Mundial tendría un gran auge en todos los bandos. Hay que destacar el empleo por parte de los norteamericanos en sus combates contra los japoneses en las islas del Pacífico. Ello fue debido a que se refugiaban y defendían desde cavernas y galerías excavadas en roca siendo muy difícil su ataque y desalojo mediante otros procedimientos.
Posteriormente y durante la Guerra de Vietnam, los norteamericanos harían un gran uso del lanzallamas como medio eficaz de lucha contra los túneles del Vietcong y destrucción de los poblados que apoyaban a los guerrilleros.
Tipos.
Existen los siguientes tipos de lanzallamas:
- Portátil. Se trata de un depósito compuesto por una o varias bombonas que conectadas a través de una manguera a una lanza proyecta un chorro de líquido inflamable por una boquilla.
A su vez puede ser transportados a la espalda del combatiente o sobre ruedas. Cada bombona suele contener de 10 a 15 litros de carga incendiaria. Su alcance eficaz varía según los modelos entre 25 y 70 metros pudiendo realizar de 15 a 20 chorros o llamaradas. Para su propulsión se utiliza el nitrógeno comprimido.
- Instalados en vehículos. Normalmente lo están sobre vehículos blindados. Cada bombona suele contener de 20 a 30 litros y su alcance varía entre los 35 y 150 metros aunque algunos modelos de los que tiene el ejército norteamericano alcanzan los 165 metros. Durante la 2ª Guerra Mundial se utilizaron algunos vehículos que tenían depósitos de hasta 645 litros para los lanzallamas. Posteriormente se han desarrollado otros cuya única forma de combate es ésta y que cuentan con depósitos de 1.300 litros de capacidad.
- Fijos. Se mencionan sólo como anécdota o curiosidad ya que actualmente no existen. Los alemanes los usaron durante la 2ª Guerra Mundial en algunos puntos de Italia. Se trataban de depósitos de gran capacidad enterrados en los cruces de caminos y vías de penetración, dejando fuera sólo el extremo de la lanza y accionándolo a distancia al paso del enemigo. Durante la 1ª Guerra Mundial se usaron mucho más debido a la ya tan reiterada guerra de trincheras.
En todos los casos se trata de un arma de gran efecto psicológico sobre el enemigo.
Carga incendiaria.
Los lanzallamas usan básicamente los siguientes tipos de carga incendiaria:
- Una mezcla al 50 % de gas-oil y gasolina.
- Napalm, que es una mezcla de jabón metálico de aluminio con gasolina en proporción de 3 a 8 %. El napalm es el más utilizado ya que los combustibles pesados dan más alcance, pues no arden totalmente durante la trayectoria, adhiriendo y ardiendo en el blanco durante algunos minutos.
Tanto el tipo de arma como especialmente el tipo de carga incendiaria que utiliza los hacen singularmente aptos para la lucha contra los vehículos blindados, fortificaciones, cavernas, túneles, destrucciones selectivas de edificios, etc.
TIPOS DE AGENTES INCENDIARIOS.
En primer lugar diremos que por agente debemos entender el elemento que produce directamente el efecto deseado.
El Napalm.
El Napalm no tiene una composición exacta y fija siempre sino que es una denominación genérica del tipo de producto, existiendo otros agentes o cargas incendiarias.
No obstante y para terminar sobre el Napalm, producto muy utilizado en las últimas décadas por algunos países para su bombas de aviación, diremos que existen otras composiciones, sobre todo cuando no son utilizadas por los lanzallamas y necesitan por lo tanto menos proporción de gasolina.
Así para las bombas de aviación suele utilizarse más una gasolina gelatinizada con palmitato de sodio o de aluminio.
En cambio los proyectiles y granadas de Napalm emplean materias muy variadas consistentes en mezclas de azufre, pez, polvo de aluminio y óxido de hierro, fósforo blanco, etc., que logran temperaturas superiores a los 3.000º C.
La bencina que también es muy utilizada en la composición del Napalm se trata de un líquido incoloro, volátil e inflamable, que se obtiene del petróleo y se emplea como disolvente.
Cuando se producía Napalm en los años 60 se trataba de una mezcla compleja de jabones alumínicos de aceite de coco y de oliva. Tenía un aspecto sólido untuoso y un color ligeramente amarillo. Su densidad aparente era de 0'32 kg por decímetro cúbico y su temperatura de gelatinización rápida con gasolina era de 30 a 35ª C.
Atte.-
Miguel
El lanzallamas fue inevitablemente rediseñado y perfeccionado durante los siglos siguientes, aunque los modelos vistos durante los días tempranos de la Primera Guerra Mundial fueron desarrollados durante el cambio de siglo del XIX al XX. Los alemanes probaron dos modelos de lanzallamas (o Flammenwerfer en alemán) al comienzo del siglo XX, uno grande y uno pequeño, ambos desarrollados por Richard Fielder.
El más pequeño y ligero Flammenwerfer (el Kleinflammenwerfer) fue diseñado para ser portátil y de un solo operario. Usando aire presurizado y dioxido de carbono o nitrogeno propelia un torrente de combustible en llamas hasta una distancia de 18 metros.
El modelo pesado de mayor tamaño (el Grossflammenwerfer) funcionaba sobre el mismo diseño del anterior pero no lo podía transportar una sola persona. Su máximo alcance era el doble del modelo reducido y podía ser operativo de manera constante durante unos, por aquel entonces, impresionantes cuarenta segundos, aunque se consideraba extremadamente caro debido a su alta consumición.
Tras las pruebas en 1900, el ejército alemán empezó a producirlo en serie para tres batallones de especialistas desde 1911 en adelante.
El primer uso notable del lanzallamas fue en un ataque sorpresa contra los ingleses en un pueblo de Holanda, Hooge. A las tres y cuarto de la madrugada el día 30 de julio de 1915 los alemanes hicieron uso efectivo de sus lanzallamas portátiles.
El efecto del ataque sorpresa con lanzallamas fue brutal para la oposición británica, aunque su frente, que retrocedió inicialmente, se estabilizó más tarde durante aquella misma noche. En dos días de combate intenso los británicos perdieron 31 oficiales y 751 oficiales de rango menor durante el ataque.
Gracias al éxito del ataque sobre Hooge el ejército alemán adoptó el uso de los lanzallamas en todos sus frentes. Los lanzallamas se utilizaban mayoritariamente para limpiar líneas enemigas de defensores antes de los ataques alemanes, precediendo a sus compañeros de infantería.
Eran innegablemente útiles cuando se usaban en distancias cortas, pero su uso no pasaba de allí, especialmente después de que los franceses y los británicos habían superado el miedo inicial que tuvieron ante su uso.
Los británicos, intrigados por las posibilidades que les ofrecían los lanzallamas, experimentaron con sus propios modelos. Antes de la ofensiva de Somme construyeron cuatro modelos (de dos toneladas de peso cada uno) montados sobre una trinchera construida en tierra de nadie a sesenta yardas de las líneas enemigas alemanas.
Cada uno fue construido pieza por pieza, y a pesar de que dos de ellos fueran destruidos antes del 1 de julio de 1916 (el comienzo de la batalla de Somme) los dos restantes, cada uno con un alcance de 90 yardas, se utilizaron durante el 1 de julio. De nuevo descubrieron que eran tremendamente útiles despejando trincheras, pero que no tenían ningún uso secundario. Su fabricación fue, por lo tanto, abandonada.
Durante la Guerra los alemanes lanzaron un total de 650 ataque con lanzallamas. No existe un número oficial de ataques británicos y franceses.
UN ARMA ESPECIAL: EL LANZALLAMAS.
Definición.
Podemos definirlo como el aparato de guerra para lanzar a distancia un chorro de líquido inflamado.
El lanzallamas como arma militar empezó a utilizarse durante la 1ª Guerra Mundial. Concretamente por el ejército alemán en la batalla de Verdún en 1.916, demostrando su gran eficacia en los ataques contra las trincheras.
A su finalización fueron numerosos los ejércitos europeos que los declararon reglamentarios, diseñando y desarrollando diversos modelos. España estuvo entre ellos.
Durante la 2ª Guerra Mundial tendría un gran auge en todos los bandos. Hay que destacar el empleo por parte de los norteamericanos en sus combates contra los japoneses en las islas del Pacífico. Ello fue debido a que se refugiaban y defendían desde cavernas y galerías excavadas en roca siendo muy difícil su ataque y desalojo mediante otros procedimientos.
Posteriormente y durante la Guerra de Vietnam, los norteamericanos harían un gran uso del lanzallamas como medio eficaz de lucha contra los túneles del Vietcong y destrucción de los poblados que apoyaban a los guerrilleros.
Tipos.
Existen los siguientes tipos de lanzallamas:
- Portátil. Se trata de un depósito compuesto por una o varias bombonas que conectadas a través de una manguera a una lanza proyecta un chorro de líquido inflamable por una boquilla.
A su vez puede ser transportados a la espalda del combatiente o sobre ruedas. Cada bombona suele contener de 10 a 15 litros de carga incendiaria. Su alcance eficaz varía según los modelos entre 25 y 70 metros pudiendo realizar de 15 a 20 chorros o llamaradas. Para su propulsión se utiliza el nitrógeno comprimido.
- Instalados en vehículos. Normalmente lo están sobre vehículos blindados. Cada bombona suele contener de 20 a 30 litros y su alcance varía entre los 35 y 150 metros aunque algunos modelos de los que tiene el ejército norteamericano alcanzan los 165 metros. Durante la 2ª Guerra Mundial se utilizaron algunos vehículos que tenían depósitos de hasta 645 litros para los lanzallamas. Posteriormente se han desarrollado otros cuya única forma de combate es ésta y que cuentan con depósitos de 1.300 litros de capacidad.
- Fijos. Se mencionan sólo como anécdota o curiosidad ya que actualmente no existen. Los alemanes los usaron durante la 2ª Guerra Mundial en algunos puntos de Italia. Se trataban de depósitos de gran capacidad enterrados en los cruces de caminos y vías de penetración, dejando fuera sólo el extremo de la lanza y accionándolo a distancia al paso del enemigo. Durante la 1ª Guerra Mundial se usaron mucho más debido a la ya tan reiterada guerra de trincheras.
En todos los casos se trata de un arma de gran efecto psicológico sobre el enemigo.
Carga incendiaria.
Los lanzallamas usan básicamente los siguientes tipos de carga incendiaria:
- Una mezcla al 50 % de gas-oil y gasolina.
- Napalm, que es una mezcla de jabón metálico de aluminio con gasolina en proporción de 3 a 8 %. El napalm es el más utilizado ya que los combustibles pesados dan más alcance, pues no arden totalmente durante la trayectoria, adhiriendo y ardiendo en el blanco durante algunos minutos.
Tanto el tipo de arma como especialmente el tipo de carga incendiaria que utiliza los hacen singularmente aptos para la lucha contra los vehículos blindados, fortificaciones, cavernas, túneles, destrucciones selectivas de edificios, etc.
TIPOS DE AGENTES INCENDIARIOS.
En primer lugar diremos que por agente debemos entender el elemento que produce directamente el efecto deseado.
El Napalm.
El Napalm no tiene una composición exacta y fija siempre sino que es una denominación genérica del tipo de producto, existiendo otros agentes o cargas incendiarias.
No obstante y para terminar sobre el Napalm, producto muy utilizado en las últimas décadas por algunos países para su bombas de aviación, diremos que existen otras composiciones, sobre todo cuando no son utilizadas por los lanzallamas y necesitan por lo tanto menos proporción de gasolina.
Así para las bombas de aviación suele utilizarse más una gasolina gelatinizada con palmitato de sodio o de aluminio.
En cambio los proyectiles y granadas de Napalm emplean materias muy variadas consistentes en mezclas de azufre, pez, polvo de aluminio y óxido de hierro, fósforo blanco, etc., que logran temperaturas superiores a los 3.000º C.
La bencina que también es muy utilizada en la composición del Napalm se trata de un líquido incoloro, volátil e inflamable, que se obtiene del petróleo y se emplea como disolvente.
Cuando se producía Napalm en los años 60 se trataba de una mezcla compleja de jabones alumínicos de aceite de coco y de oliva. Tenía un aspecto sólido untuoso y un color ligeramente amarillo. Su densidad aparente era de 0'32 kg por decímetro cúbico y su temperatura de gelatinización rápida con gasolina era de 30 a 35ª C.
Atte.-
Miguel