El jefe del Ejército, Roberto Bendini, está cada día más preocupado por las derivaciones del caso de la megaestafa en el manejo de las licitaciones dentro de las unidades del Ejército, investigación que ya involucra a más de 31 militares. Ahora, la Justicia pone la lupa sobre un mail que podría devorar la carrera del teniente general, embarrar al ministro de Justicia, Aníbal Fernández, y salpicar la ya manchada recolección de fondos de la campaña presidencial de Cristina Fernández de Kirchner. Lo extraño es que el correo electrónico fue aportado a la investigación judicial por el Ministerio de Defensa, es decir por la ministra Nilda Garré.
Durante la tarde del jueves, el fiscal federal Eduardo Taiano terminó de poner el moño en un extenso requerimiento de instrucción de 122 páginas. Entre otras medidas de prueba, la fiscalía abre el camino para más de media docena de testimoniales, la indagatoria a 101 imputados, entre militares y civiles, y pide que se investigue el origen de un misterioso correo electrónico que, entre otras cosas, dice que “en relación a los fondos destinados a las elecciones del año anterior”, el coronel Néstor Korbs “habría hecho lo imposible para que fueran manejados por el coronel Alul, con asiento en el Estado Mayor Conjunto (EMCO), y que habría tenido lugar un desfalco del orden de los 400 mil dólares, entregados por Alul a Korbs. Los oficiales que manejaban los distritos electorales habrían tenido que aportar para llegar a la suma dicha anteriormente”.
Un mail para el general K. La columna vertebral del escrito del fiscal intenta demostrar que dentro de las filas del Ejército había una asociación ilícita dedicada a armar y digitar licitaciones. Pero una de las costillas del requerimiento hace luces sobre Bendini.
El jefe del Ejército podría quedar atrapado en su propio laberinto y la ministra de Defensa estaría dispuesta a cerrarle la única puerta de salida. Este dato no sólo se respira en los últimos pisos del Edificio Libertador, sino que queda demostrado con la información que aportó en las últimas semanas el Ministerio de Defensa a la Justicia, y que se puede leer en el pedido de instrucción del fiscal Taiano.
El fiscal hace foco en las irregularidades cometidas en el Comando de Operaciones Terrestres, el Batallón de Intendencia 601 y en la Dirección de Asuntos Históricos del Ejército, en el marco de 25 contrataciones de bienes y servicios que se realizaron a lo largo del año 2007, en las que integrantes del Ejército favorecieron a determinadas empresas. Pero también pone el ojo sobre la copia de un mail que aportó a la Justicia la cartera que conduce Garré.
Se trata de un correo electrónico anónimo que da cuenta de lo que podría ser el mayor hecho de corrupción cometido dentro del Ejército desde el retorno a la democracia. La copia del mensaje gira en torno al coronel de intendencia Korbs, una de las manos derechas de Bendini (ver recuadro).
Según el requerimiento del fiscal, en el explosivo mail se indica que Korbs “fijaría una tarifa de 10 mil dólares para el ascenso a coronel” y que tendría montada “una operatoria que reside en vender los destinos por valor de 2 mil a 20 mil dólares, siendo los más onerosos aquellos que tienen un Servicio de Administración Financiera (SAF) importantes, cuyo costo variaría según las partidas asignadas a cada repartición. Estos puestos serían ocupados por tenientes coroneles como jefes del SAF y/o auxiliar, que se encuentran en la segunda fracción (elegidos por Korbs), es decir, a dos años del ascenso a coroneles”.
Con ello, Korbs “se aseguraría una renta mensual y al cabo de dos años se haría de cifras millonarias”, se lee en el requerimiento. El mail que pide a Taiano que se investigue, también señala que “en ese sistema de corrupción estarían involucrados los jefes de SAF y también comandantes de Brigada, comandantes de Cuerpo, directores, jefes. Y aquel que no cumple es amenazado y “verdugueado” por Korbs hasta que le paguen el canon, para luego compartir las ganancias con el JEMGE (Bendini)”.
Otro de los puntos del polémico mail que aportó Garré a la Justicia habla sobre una presunta recolección de fondos destinados a la campaña electoral de 2007. “En relación a los fondos destinados a las elecciones del año anterior (Korbs) habría hecho lo imposible para que fueran manejados por el coronel Alul, con asiento en el EMCO, y que habría tenido lugar un desfalco del orden de los 400 mil dólares, entregados por Alul a Korbs. Los oficiales que manejaban los distritos electorales habrían tenido que aportar para llegar a la suma dicha anteriormente.
Esta situación, según el mail, “habría provocado planteos por parte de la oficialidad, que no se querían prestar a esa operatoria, destacándose en este sentido dos casos, el del teniente coronel León y el del teniente coronel Quimera”. Hasta ayer el juez Canicoba Corral no había recibido el requerimiento de la fiscalía. Mientras tanto, Taiano pidió investigar los correos electrónicos de todos los involucrados y, por las dudas, “todo otro dato de interés que los expertos en informática puedan aportar al respecto”.
El Ministerio de Defensa envuelto en una guerra de intrigas políticas y espionaje
Algunas fuentes del Edificio Libertador sostienen que la denuncia que realizó la ministra de Defensa, Nilda Garré, forma parte de una interna que inexorablemente llegará a las puertas del despacho del jefe del Ejército. Y, a estas alturas, se preguntan cuál será el costo.
El contenido del correo electrónico “anónimo” que envió la cartera de Defensa para que sea anexada como prueba en la causa por la megaestafa en licitaciones del Ejército, también habla de “operaciones de inteligencia” tendientes a desbancar a Garré.
Según el escrito de requerimiento del fiscal Eduardo Taiano, en el mail “también se menciona que civiles y militares, entre ellos el coronel Barrionuevo, Rodolfo y el coronel Fonseca Juan, responderían a directivas de Korbs dirigidas a demorar los plazos ordenados por la señora ministra de Defensa en una serie de informes solicitados al Ejército por parte de esa cartera, a cambio de dádivas. Los nombrados habrían participado de una operación de inteligencia para “desbancar” a la señora ministra en el mes de noviembre y habrían sido los encargados de anoticiar sus movimientos personales y de su función, reportándole sus acciones a Korbs, y éste a Bendini y al J II del Ejército”.
Esta no es la primera vez que en la gestión de Garré hay una sopa de espionaje, intrigas políticas, internas y escuchas telefónicas. A fines del año pasado, la ministra echó al jefe de Inteligencia del Ejército, el general de brigada Osvaldo Montero. Con la ayuda de la Secretaría de Inteligencia (ex SIDE), la jefa de la cartera de Defensa descubrió un supuesto “boicot” en su contra.
En ese momento, fuentes oficiales dijeron que Garré tomó la decisión de eyectar a Montero después de acceder a las escuchas telefónicas que le hizo llegar la SIDE, a través de Fernando Pocino.
“La ministra al hacer llegar ahora ese correo a la Justicia lo toca al ministro Fernández por el tema de los distritos electorales que estaban a su cargo. Me hace acordar a lo que pasó con el general Montero”, relacionó uno de los militares.
Informe: Natalia Aguiar.
Durante la tarde del jueves, el fiscal federal Eduardo Taiano terminó de poner el moño en un extenso requerimiento de instrucción de 122 páginas. Entre otras medidas de prueba, la fiscalía abre el camino para más de media docena de testimoniales, la indagatoria a 101 imputados, entre militares y civiles, y pide que se investigue el origen de un misterioso correo electrónico que, entre otras cosas, dice que “en relación a los fondos destinados a las elecciones del año anterior”, el coronel Néstor Korbs “habría hecho lo imposible para que fueran manejados por el coronel Alul, con asiento en el Estado Mayor Conjunto (EMCO), y que habría tenido lugar un desfalco del orden de los 400 mil dólares, entregados por Alul a Korbs. Los oficiales que manejaban los distritos electorales habrían tenido que aportar para llegar a la suma dicha anteriormente”.
Un mail para el general K. La columna vertebral del escrito del fiscal intenta demostrar que dentro de las filas del Ejército había una asociación ilícita dedicada a armar y digitar licitaciones. Pero una de las costillas del requerimiento hace luces sobre Bendini.
El jefe del Ejército podría quedar atrapado en su propio laberinto y la ministra de Defensa estaría dispuesta a cerrarle la única puerta de salida. Este dato no sólo se respira en los últimos pisos del Edificio Libertador, sino que queda demostrado con la información que aportó en las últimas semanas el Ministerio de Defensa a la Justicia, y que se puede leer en el pedido de instrucción del fiscal Taiano.
El fiscal hace foco en las irregularidades cometidas en el Comando de Operaciones Terrestres, el Batallón de Intendencia 601 y en la Dirección de Asuntos Históricos del Ejército, en el marco de 25 contrataciones de bienes y servicios que se realizaron a lo largo del año 2007, en las que integrantes del Ejército favorecieron a determinadas empresas. Pero también pone el ojo sobre la copia de un mail que aportó a la Justicia la cartera que conduce Garré.
Se trata de un correo electrónico anónimo que da cuenta de lo que podría ser el mayor hecho de corrupción cometido dentro del Ejército desde el retorno a la democracia. La copia del mensaje gira en torno al coronel de intendencia Korbs, una de las manos derechas de Bendini (ver recuadro).
Según el requerimiento del fiscal, en el explosivo mail se indica que Korbs “fijaría una tarifa de 10 mil dólares para el ascenso a coronel” y que tendría montada “una operatoria que reside en vender los destinos por valor de 2 mil a 20 mil dólares, siendo los más onerosos aquellos que tienen un Servicio de Administración Financiera (SAF) importantes, cuyo costo variaría según las partidas asignadas a cada repartición. Estos puestos serían ocupados por tenientes coroneles como jefes del SAF y/o auxiliar, que se encuentran en la segunda fracción (elegidos por Korbs), es decir, a dos años del ascenso a coroneles”.
Con ello, Korbs “se aseguraría una renta mensual y al cabo de dos años se haría de cifras millonarias”, se lee en el requerimiento. El mail que pide a Taiano que se investigue, también señala que “en ese sistema de corrupción estarían involucrados los jefes de SAF y también comandantes de Brigada, comandantes de Cuerpo, directores, jefes. Y aquel que no cumple es amenazado y “verdugueado” por Korbs hasta que le paguen el canon, para luego compartir las ganancias con el JEMGE (Bendini)”.
Otro de los puntos del polémico mail que aportó Garré a la Justicia habla sobre una presunta recolección de fondos destinados a la campaña electoral de 2007. “En relación a los fondos destinados a las elecciones del año anterior (Korbs) habría hecho lo imposible para que fueran manejados por el coronel Alul, con asiento en el EMCO, y que habría tenido lugar un desfalco del orden de los 400 mil dólares, entregados por Alul a Korbs. Los oficiales que manejaban los distritos electorales habrían tenido que aportar para llegar a la suma dicha anteriormente.
Esta situación, según el mail, “habría provocado planteos por parte de la oficialidad, que no se querían prestar a esa operatoria, destacándose en este sentido dos casos, el del teniente coronel León y el del teniente coronel Quimera”. Hasta ayer el juez Canicoba Corral no había recibido el requerimiento de la fiscalía. Mientras tanto, Taiano pidió investigar los correos electrónicos de todos los involucrados y, por las dudas, “todo otro dato de interés que los expertos en informática puedan aportar al respecto”.
El Ministerio de Defensa envuelto en una guerra de intrigas políticas y espionaje
Algunas fuentes del Edificio Libertador sostienen que la denuncia que realizó la ministra de Defensa, Nilda Garré, forma parte de una interna que inexorablemente llegará a las puertas del despacho del jefe del Ejército. Y, a estas alturas, se preguntan cuál será el costo.
El contenido del correo electrónico “anónimo” que envió la cartera de Defensa para que sea anexada como prueba en la causa por la megaestafa en licitaciones del Ejército, también habla de “operaciones de inteligencia” tendientes a desbancar a Garré.
Según el escrito de requerimiento del fiscal Eduardo Taiano, en el mail “también se menciona que civiles y militares, entre ellos el coronel Barrionuevo, Rodolfo y el coronel Fonseca Juan, responderían a directivas de Korbs dirigidas a demorar los plazos ordenados por la señora ministra de Defensa en una serie de informes solicitados al Ejército por parte de esa cartera, a cambio de dádivas. Los nombrados habrían participado de una operación de inteligencia para “desbancar” a la señora ministra en el mes de noviembre y habrían sido los encargados de anoticiar sus movimientos personales y de su función, reportándole sus acciones a Korbs, y éste a Bendini y al J II del Ejército”.
Esta no es la primera vez que en la gestión de Garré hay una sopa de espionaje, intrigas políticas, internas y escuchas telefónicas. A fines del año pasado, la ministra echó al jefe de Inteligencia del Ejército, el general de brigada Osvaldo Montero. Con la ayuda de la Secretaría de Inteligencia (ex SIDE), la jefa de la cartera de Defensa descubrió un supuesto “boicot” en su contra.
En ese momento, fuentes oficiales dijeron que Garré tomó la decisión de eyectar a Montero después de acceder a las escuchas telefónicas que le hizo llegar la SIDE, a través de Fernando Pocino.
“La ministra al hacer llegar ahora ese correo a la Justicia lo toca al ministro Fernández por el tema de los distritos electorales que estaban a su cargo. Me hace acordar a lo que pasó con el general Montero”, relacionó uno de los militares.
Informe: Natalia Aguiar.
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