El último soldado estadounidense muerto en combate en la guerra de Irak, el número 4.474 entre los militares fallecidos, tenía 23 años, era oriundo de Greensboro, Carolina del Norte y murió el mes pasado en una explosión.
Según los reportes del Pentágono, David Hickman murió el 14 de noviembre pasado en Bagdad tras activarse un artefacto explosivo de fabricación casera, un arma muy común de esta guerra, según un comunicado del Pentágono difundido varios días después de su muerte.
"Esa es la última persona identificada", dijo un portavoz del Pentágono.
El diario The Washington Post informó que Hickman, quien se encontraba en una pequeña base de operaciones en Bagdad, conocida como una estación relativamente segura, llamó a su casa el día anterior a su muerte para decir a su familia que estaba feliz de volver a casa antes de Navidad.
"Gracias a Dios, David es el último en morir, porque esto significa que nadie más tendrá que vivir esto", dijo Logan Trainum, una allegada del difunto.
Los últimos soldados estadounidenses abandonaron Irak el domingo al amanecer con destino a Kuwait, poniendo fin al retiro total de las tropas que invadieron ese país.
El 20 de marzo de 2003, las fuerzas estadounidenses penetraron masivamente en Irak para derrocar al antiguo dictador Sadam Husein, que sería ejecutado posteriormente.
"David Emanuel Hickman. ¿Acaso ese nombre no te provoca una sonrisa?``, preguntó Logan Trainum, uno de los mejores amigos de Hickman, en el funeral después de una ce- remonia en una iglesia de Greensboro.
Trainum dice que no se tortura pensando por qué murió su amigo: "No tengo datos suficientes como para formarme una opinión definida. Sencillamente estoy triste y rezo para que mi mejor amigo no haya dado su vida en vano``.
Jonathan Lee Gifford fue la primera baja estadounidense: murió apenas dos días después de la invasión. Más de ocho años después su madre Vicky vive en su hogar de Decatur, Illinois, rodeada de fotos de su hijo y un par de pinturas del joven en uniforme que le enviaron desconocidos.
Dice que no se obsesiona pensando en el sentido de la muerte de su hijo y de los demás muertos. "Solamente el pueblo iraquí lo puede responder``, sentenció.
Una granada bajo la cama del oficial
"No seas el último soldado muerto", decían los efectivos estadounidenses apostados en Vietnam, en los últimos tiempos de la impopular guerra, que se extendió entre 1964 y 1975 en el sudeste asiático y que recurrió al enrolamiento obligatorio. Para evitar morir en un conflicto que ya terminaba, los soldados llegaban a matar a los oficiales particularmente belicosos, incompetentes o que ordenaban misiones peligrosas y sin sentido. El método más extendido fue el llamado fragging: tirarle una granada en combate o incluso bajo la litera, cuando dormían. El uso de granadas de fragmentación no dejaba huellas que pudieran involucrar al atacante. Se afirma que hubo más de mil casos de fragging en Vietnam, aunque menos del diez por ciento llegaron a ser sancionados.
El País Digital
--- merged: Dec 20, 2011 3:50 PM ---
El último soldado yankee muerto en Irak quería ir a casa en Navidad
A sus 23 años, el soldado David Hickman, no volverá a casa, a pesar de haber concluído la guerra que los norteamericanos llevaron adelante en Irak
Es el último soldado estadounidense muerto en dicha guerra: el número 4.474. Oriundo de Carolina del Norte, murió en la explosión de un artefacto de fabricación casera, en Bagdad.
The Washington Post informa que Hickman había llamado el día antes de su muerte a casa, para anunciar a su familia que estaba feliz de que la guerra terminara y de volver a casa para Navidad.
Estados Unidos, lleva para su historia, además de a Hickman y los 4.474 muertos, unos 10.000 inválidos de distinta índole, producto de 11 años de conflagración
la republica
Según los reportes del Pentágono, David Hickman murió el 14 de noviembre pasado en Bagdad tras activarse un artefacto explosivo de fabricación casera, un arma muy común de esta guerra, según un comunicado del Pentágono difundido varios días después de su muerte.
"Esa es la última persona identificada", dijo un portavoz del Pentágono.
El diario The Washington Post informó que Hickman, quien se encontraba en una pequeña base de operaciones en Bagdad, conocida como una estación relativamente segura, llamó a su casa el día anterior a su muerte para decir a su familia que estaba feliz de volver a casa antes de Navidad.
"Gracias a Dios, David es el último en morir, porque esto significa que nadie más tendrá que vivir esto", dijo Logan Trainum, una allegada del difunto.
Los últimos soldados estadounidenses abandonaron Irak el domingo al amanecer con destino a Kuwait, poniendo fin al retiro total de las tropas que invadieron ese país.
El 20 de marzo de 2003, las fuerzas estadounidenses penetraron masivamente en Irak para derrocar al antiguo dictador Sadam Husein, que sería ejecutado posteriormente.
"David Emanuel Hickman. ¿Acaso ese nombre no te provoca una sonrisa?``, preguntó Logan Trainum, uno de los mejores amigos de Hickman, en el funeral después de una ce- remonia en una iglesia de Greensboro.
Trainum dice que no se tortura pensando por qué murió su amigo: "No tengo datos suficientes como para formarme una opinión definida. Sencillamente estoy triste y rezo para que mi mejor amigo no haya dado su vida en vano``.
Jonathan Lee Gifford fue la primera baja estadounidense: murió apenas dos días después de la invasión. Más de ocho años después su madre Vicky vive en su hogar de Decatur, Illinois, rodeada de fotos de su hijo y un par de pinturas del joven en uniforme que le enviaron desconocidos.
Dice que no se obsesiona pensando en el sentido de la muerte de su hijo y de los demás muertos. "Solamente el pueblo iraquí lo puede responder``, sentenció.
Una granada bajo la cama del oficial
"No seas el último soldado muerto", decían los efectivos estadounidenses apostados en Vietnam, en los últimos tiempos de la impopular guerra, que se extendió entre 1964 y 1975 en el sudeste asiático y que recurrió al enrolamiento obligatorio. Para evitar morir en un conflicto que ya terminaba, los soldados llegaban a matar a los oficiales particularmente belicosos, incompetentes o que ordenaban misiones peligrosas y sin sentido. El método más extendido fue el llamado fragging: tirarle una granada en combate o incluso bajo la litera, cuando dormían. El uso de granadas de fragmentación no dejaba huellas que pudieran involucrar al atacante. Se afirma que hubo más de mil casos de fragging en Vietnam, aunque menos del diez por ciento llegaron a ser sancionados.
El País Digital
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El último soldado yankee muerto en Irak quería ir a casa en Navidad
A sus 23 años, el soldado David Hickman, no volverá a casa, a pesar de haber concluído la guerra que los norteamericanos llevaron adelante en Irak
Es el último soldado estadounidense muerto en dicha guerra: el número 4.474. Oriundo de Carolina del Norte, murió en la explosión de un artefacto de fabricación casera, en Bagdad.
The Washington Post informa que Hickman había llamado el día antes de su muerte a casa, para anunciar a su familia que estaba feliz de que la guerra terminara y de volver a casa para Navidad.
Estados Unidos, lleva para su historia, además de a Hickman y los 4.474 muertos, unos 10.000 inválidos de distinta índole, producto de 11 años de conflagración
la republica