Brunner
Forista Sancionado o Expulsado
El crucero del corsario SMS Wölf
Un dia de otoño, alla por la decada de 1950,aburrido subi a la buhardilla de la casa de mis padres -y me tope con n una coleccción de revistas "Selecciones del Reader's Digest" de los años 40..En la sección denominada "Libros condensados leo estas intrigantes palabras....
" El vapor carguero Wairuna se acercaba a las Islas Kermadec, en el Pacifico Sur. Era el dia 2 de Junio de 1917, y la guerra duraba ya tres años. Pero la guerra y todo lo demas nos parecia muy lejana al grupo de oficiales que cenaban en el congestionado salón del Wairuna. El almuerzo no fue auspicioso, el clima era de tiesura decidida, una atmósfera filtrada. Nuestro capitan se habia hecho cargo de la lane luego de largos servicios como oficial principal de elegantes navios correillos. y evidentemente no soprtaba el sistema prevalente en los buques de cargas, de servir una comida caliente a mediodia. Ademas, la expresión del capitan demonstraba que se habia percatado que la chaqueta del camarero estaba manchada, y que este habia derramado la sopa. Otros asuntos contribuialn a los sentimientos nada congeniales-pocos abordo se conocian bien; el buque recien se habia hecho a la mar dos dias antes, y no habia habido tiempo para hacer amigos y conocer las costumbres de los demas.
Otro detalle irritante se sumaba a todo esto. Por la mañana, el vapor habia pasado por la Isla Macaulay, y algunas islas perifiericas de ese grupo, para luego divisar los acantilados de la Isla Sunday. La Isla Sunday es la mayor y la mas occidental de la sislas Kermadec, archipielago totalmente deshabitado. Al mediodia, los acantilados mas elevados al Norte d ela isla se divisaban mas claramente, y los mastiles de un vapor se divisaban sobre las rocas del punto mas septentrional de la isla. Por el tamaño y posicion de esos mastiles, parecia ser que un buque d e gran tamaño estaba fondeado del otro lado de este punto.
Rees, el segundo oficial del Wairuna era Galés, fogoso e inclinado a ser dogmático. Luego de contemplar detalladamente a los mastiles de esa nave a la nave a través de sus prismaticos, le insinuó anl capitán "Un corsario señor!" Seguramente un corsario! viramos de rumbo señor?.
Ahora bien, los capitanes son seres aparte mientras estan a bordo de sus buques, y no debense hacerle recomendaciones directas , al dirigirse a maestro marino en su propio puente. El capitán Saunders se erizo levemente al oir el comentario de Reese, y luego rparecio algo divertido. " Un corsario? Ridiculo Mister Reed! probablemente debe ser un vapor dela Burns Philip cargando copra. !"
Asi, mientras que el Wairuna mantenia su rumbo, que eventualmente lo llevaria cerca del anclado buque desconocido. Grandes acontecimientos, conscuencia esta pequeñaa irirtiación al comienzo de la guardia de la tarde. Si quizas, la costumbre de la Union Line hubiera sido la de servir un almuerzo
frio y con ensaladas, refrescante y conveniente, si Rees hubiese sido un joven discreto quy no hubiesee avanzado opiniones propias, es muy probable que se hibesen evitado la perdida de muchas vidas britanicas y japonesas y varios millones de libras esterlinas.
Si el capitan Saunders no hubiese considerado su deber desdeñar al impetuoso Rees manteniendo al Wairuna en su rumbo, y si el juicio dle capitan se huibiera nublado por ese incidente, es muy probable que se huibiera percatado, inmediatamente que la presencia de un vapor de gran porte en tiemopos de guerra , en las costas de una isla deshabitada era dedidamente sospechosa.
Un crucero o dos hubieran apresado al navio desconocido si el Wairuna hubiese cambiado de rumbo y reportado el incidente por radio a Nueva Zelandia. En este caso, no hibieran ocurrido k tragedia maritima de la perdida del vapor intercolonial Wimmera. Ni tampoco la del vapor de correos japones Hitachi Maru, cañoneado y hundido, ni las costas de Australia y nueva Zelandia hubieses sido minadas, ni el vapor Mattunca capturado
El esplendido crucero del vapuleado Wölf por el Atlantico Norte, burlando a la spatrullas del Mar del Norte no huibiera ocurrido, ni tampoco la triunfal bienvenida otorgada al corsario en aquel dia 1917, en Kiel.
Un dia de otoño, alla por la decada de 1950,aburrido subi a la buhardilla de la casa de mis padres -y me tope con n una coleccción de revistas "Selecciones del Reader's Digest" de los años 40..En la sección denominada "Libros condensados leo estas intrigantes palabras....
" El vapor carguero Wairuna se acercaba a las Islas Kermadec, en el Pacifico Sur. Era el dia 2 de Junio de 1917, y la guerra duraba ya tres años. Pero la guerra y todo lo demas nos parecia muy lejana al grupo de oficiales que cenaban en el congestionado salón del Wairuna. El almuerzo no fue auspicioso, el clima era de tiesura decidida, una atmósfera filtrada. Nuestro capitan se habia hecho cargo de la lane luego de largos servicios como oficial principal de elegantes navios correillos. y evidentemente no soprtaba el sistema prevalente en los buques de cargas, de servir una comida caliente a mediodia. Ademas, la expresión del capitan demonstraba que se habia percatado que la chaqueta del camarero estaba manchada, y que este habia derramado la sopa. Otros asuntos contribuialn a los sentimientos nada congeniales-pocos abordo se conocian bien; el buque recien se habia hecho a la mar dos dias antes, y no habia habido tiempo para hacer amigos y conocer las costumbres de los demas.
Otro detalle irritante se sumaba a todo esto. Por la mañana, el vapor habia pasado por la Isla Macaulay, y algunas islas perifiericas de ese grupo, para luego divisar los acantilados de la Isla Sunday. La Isla Sunday es la mayor y la mas occidental de la sislas Kermadec, archipielago totalmente deshabitado. Al mediodia, los acantilados mas elevados al Norte d ela isla se divisaban mas claramente, y los mastiles de un vapor se divisaban sobre las rocas del punto mas septentrional de la isla. Por el tamaño y posicion de esos mastiles, parecia ser que un buque d e gran tamaño estaba fondeado del otro lado de este punto.
Rees, el segundo oficial del Wairuna era Galés, fogoso e inclinado a ser dogmático. Luego de contemplar detalladamente a los mastiles de esa nave a la nave a través de sus prismaticos, le insinuó anl capitán "Un corsario señor!" Seguramente un corsario! viramos de rumbo señor?.
Ahora bien, los capitanes son seres aparte mientras estan a bordo de sus buques, y no debense hacerle recomendaciones directas , al dirigirse a maestro marino en su propio puente. El capitán Saunders se erizo levemente al oir el comentario de Reese, y luego rparecio algo divertido. " Un corsario? Ridiculo Mister Reed! probablemente debe ser un vapor dela Burns Philip cargando copra. !"
Asi, mientras que el Wairuna mantenia su rumbo, que eventualmente lo llevaria cerca del anclado buque desconocido. Grandes acontecimientos, conscuencia esta pequeñaa irirtiación al comienzo de la guardia de la tarde. Si quizas, la costumbre de la Union Line hubiera sido la de servir un almuerzo
frio y con ensaladas, refrescante y conveniente, si Rees hubiese sido un joven discreto quy no hubiesee avanzado opiniones propias, es muy probable que se hibesen evitado la perdida de muchas vidas britanicas y japonesas y varios millones de libras esterlinas.
Si el capitan Saunders no hubiese considerado su deber desdeñar al impetuoso Rees manteniendo al Wairuna en su rumbo, y si el juicio dle capitan se huibiera nublado por ese incidente, es muy probable que se huibiera percatado, inmediatamente que la presencia de un vapor de gran porte en tiemopos de guerra , en las costas de una isla deshabitada era dedidamente sospechosa.
Un crucero o dos hubieran apresado al navio desconocido si el Wairuna hubiese cambiado de rumbo y reportado el incidente por radio a Nueva Zelandia. En este caso, no hibieran ocurrido k tragedia maritima de la perdida del vapor intercolonial Wimmera. Ni tampoco la del vapor de correos japones Hitachi Maru, cañoneado y hundido, ni las costas de Australia y nueva Zelandia hubieses sido minadas, ni el vapor Mattunca capturado
El esplendido crucero del vapuleado Wölf por el Atlantico Norte, burlando a la spatrullas del Mar del Norte no huibiera ocurrido, ni tampoco la triunfal bienvenida otorgada al corsario en aquel dia 1917, en Kiel.