Los comandos fueron creados en la Segunda Guerra Mundial como pequeños grupos de hombres escogidos, de diferentes especialidades, entrenados para operaciones detrás de las líneas enemigas.
Los comandos pueden ser considerados como soldados de élite, ya que siempre actúan en condiciones de combate, en tiempos de guerra, constituyendo un elemento táctico de primer orden, realizando acciones directas contra el enemigo, tales como sabotaje, reconocimiento, bloqueos de terreno, emboscadas, golpes de mano, asesinato de líderes enemigos, etc.
Los comandos destacan por su dureza y entrenamiento, más que por sus equipos o armas, y están integrados de manera casi exclusiva por oficiales y sub oficiales, a los cuales se les adiestra en supervivencia, combate cuerpo a cuerpo, manejo de armas, y por sobre todo: valor, honor y lealtad entre ellos.
Por esta razón, en Inglaterra, por ejemplo, los batallones de infantería de élite son denominados, Batallones de Comandos. Esto ha llevado a confundir los términos comando con infantería de élite, ya que si bien están emparentados directamente, no son lo mismo.
Ejemplos de comandos son los utilizados por ingleses y norteamericanos en las II GM, y también por los alemanes, quienes los utilizaron en el famoso rescate de Mussollini, en el Gran Sasso.
En Argentina nos encontramos con las Compañias de Comandos 601 y 602, las Agrupaciones de Comandos Anfibios y de Buzos Tácticos, etc.
Ejemplso de infantería de élite son los batallones de comandos ingleses, los Rangers norteamericanos, y todas las unidades consideradas como las mejores dentro de sus ejércitos, como por ejemplo el Regimiento de Asalto Aéreo 601, o el BIM 5.
En cambio, cuando se habla de Fuerzas Especiales, se hace referencia a tropas entrenadas para operar tanto en tiempos de guerra como de paz, dedicadas a tareas de rescate, antiterrorismo o inteligencia. Por el contrario, los llamados comandos no realizan tareas de inteligencia, sino de recocimiento, que no es lo mismo. Además las Fuerzas Especiales son utilizadas en general desde la Secretaría de Inteligencia de su país o incluso directamente por su poder ejecutivo, especialmente cuando se trata de infiltrar hombres clandestinamente. En general, fuerzas de este tipo son ampliamente usadas por países con grandes intereses en el extranjero, involucrados en problemas de terrorismo, guerrilla, y conflictos de baja intensidad, a los que es necesario enviar fuerzas reducidas para combatir contra pequeños grupos insurgentes.
Ejemplos de estas fuerzas son los Seals y la Fuerza Delta norteamericanas, los SAS y SBS ingleses, quienes realizan las clásicas misiones comandos, pero en general se emplean de un modo menos convencional, en misiones de contraterrorismo e inteligencia. También podemos mencionar a los Boinas Verdes, quienes fueron enviados a Vietnam para combatir la guerrilla del Viet Cong.
En resumen, puede decirse que los comandos son los ancestros de las actuales fuerzas especiales, que ambos se siguen utilizando de acuerdo a las necesidades tácticas de los diferentes países, y que básicamente las fuerzas especiales difieren de los comandos por su concepción como elementos de intervención política en la paz. En cambio los comandos son instrumentos de guerra puros.