Se cumple hoy un nuevo aniversario del Combate de la Vuelta de Obligado,
declarado Día de la Soberanía Nacional por sugerencia del historiador José
María Rosa.
El 20 de noviembre del año 1845, fuerzas de la Confederacion Argentina al
mando del general Lucio Norberto Mansilla se batieron en el río Paraná con
la escuadra anglo-francesa, quienes pretendían la libre navegación de los
ríos (como su ellos lo permitieran en el Támesis o el Ródano).
La fuerza extranjera tenía la absoluta superioridad militar, contando con
artillería Paixhans de largo alcance y con proyectiles explosivos con
espoleta, algo totalmente desconocido en el Rio de la Plata, donde Mansilla
apenas pudo oponerles sus baterías de costa con 21 cañones de mediano
calibre y de modelo antiguo. Los buques invasores tambien contaban con
cohetes a la Congreve, y una fuerza de infantes de marina con armas más
modernas y de mayor precisión. Entre las naves, había tres modernos vapores
(los ingleses HMS Gorgon y HMS Firebrand y el Fulton de bandera francesa),
junto a varias corbetas y bergantines, que sumaban más de 100 piezas de
artillería.
Mansilla había fortificado el paso de la Vuelta de Obligado con cuatro
baterías donde distribuyó sus pocos cañones, en diferentes alturas para
hacer tiro rasante. Los 220 artilleros estaban al mando de Alvaro Alsogaray (que si se levanta de la tumba agarra del cogote a sus descendientes) , el hijo menor del Almirante, Eduardo Brown, Felipe Palacio y Juan Bautista Thorne (que despues será conocido como el Sordo de Obligado, debito al estallido de sus timpanos por tronar de sus cañones *). Además, contaban con una fuerza de 2.500 hombres, una mezcla de soldados, milicianos y paisanos dispuestos a pelear.
El combate fue feroz. Dos veces desembarcaron los gringos y dos veces
fueron obligados a retirarse. Las cadenas a lo largo del rio, sobre
lanchones, dificultaron la maniobra. Varios de los barcos invasores fueron
obligados a replegarse con sus cubiertas manchadas de sangre y los palos
astillados por la metralla. Pero el comandante del HMS Firebrand, John
Hope, en un alarde de coraje se adelanta con un lanchón y, dando golpes
contra un yunque que ha colocado en el pique de proa, corta las cadenas.
Despues de siete horas de pelea, a los patriotas se les acaban las
municiones. Solo la batería "Manuelita", al mando de Thorne, sigue haciendo
algunos intentos de escupir fuego, pero todo ya es inútil. La victoria les
pertenece a los invasores, que dejan 100 de los suyos muertos mientras que
del lado argentino 240 han perdido la vida. Las últimas cargas a bayoneta
la hacen Mansilla, quien cae por la metralla, y los Patricios. Despues, el
silencio de la derrota. La fortificacion es destruida, los cañones clavados
y los franceses se llevan alguna banderas que exhiben en Les Invalides.
Sullivan, comandante del bergantín HMS Philomel, en cambio, cuando llega al
grado de Almirante de la Royal Navy, devuelve la bandera que le ha tomado a
los patriotas.
Un año antes, al redactar su testamento, el Capitán General José Francisco
de San Martín, había expresado como su voluntad:
"3º - El Sable que me a acompañado en toda la Guerra de la Independencia de
la América del Sud, le será entregado al General de la República Argentina
don Juan Manuel de Rosas, como una prueba de satisfacción, qe. como
Argentino he tenido al ver la firmeza con qe. ha sostenido el honor de la
República contra las injustas pretensiones de los Extranjeros qe. tratan de
Umillarla".
En la Vuelta de Obligado, las fuerzas de la Confederación del gobierno de
Rosas honraron aquella voluntad del Libertador.
____________ _________ ____
* Otros historiadores sostienen que quedó sordo varios meses después, en el
combate de Quebracho.
declarado Día de la Soberanía Nacional por sugerencia del historiador José
María Rosa.
El 20 de noviembre del año 1845, fuerzas de la Confederacion Argentina al
mando del general Lucio Norberto Mansilla se batieron en el río Paraná con
la escuadra anglo-francesa, quienes pretendían la libre navegación de los
ríos (como su ellos lo permitieran en el Támesis o el Ródano).
La fuerza extranjera tenía la absoluta superioridad militar, contando con
artillería Paixhans de largo alcance y con proyectiles explosivos con
espoleta, algo totalmente desconocido en el Rio de la Plata, donde Mansilla
apenas pudo oponerles sus baterías de costa con 21 cañones de mediano
calibre y de modelo antiguo. Los buques invasores tambien contaban con
cohetes a la Congreve, y una fuerza de infantes de marina con armas más
modernas y de mayor precisión. Entre las naves, había tres modernos vapores
(los ingleses HMS Gorgon y HMS Firebrand y el Fulton de bandera francesa),
junto a varias corbetas y bergantines, que sumaban más de 100 piezas de
artillería.
Mansilla había fortificado el paso de la Vuelta de Obligado con cuatro
baterías donde distribuyó sus pocos cañones, en diferentes alturas para
hacer tiro rasante. Los 220 artilleros estaban al mando de Alvaro Alsogaray (que si se levanta de la tumba agarra del cogote a sus descendientes) , el hijo menor del Almirante, Eduardo Brown, Felipe Palacio y Juan Bautista Thorne (que despues será conocido como el Sordo de Obligado, debito al estallido de sus timpanos por tronar de sus cañones *). Además, contaban con una fuerza de 2.500 hombres, una mezcla de soldados, milicianos y paisanos dispuestos a pelear.
El combate fue feroz. Dos veces desembarcaron los gringos y dos veces
fueron obligados a retirarse. Las cadenas a lo largo del rio, sobre
lanchones, dificultaron la maniobra. Varios de los barcos invasores fueron
obligados a replegarse con sus cubiertas manchadas de sangre y los palos
astillados por la metralla. Pero el comandante del HMS Firebrand, John
Hope, en un alarde de coraje se adelanta con un lanchón y, dando golpes
contra un yunque que ha colocado en el pique de proa, corta las cadenas.
Despues de siete horas de pelea, a los patriotas se les acaban las
municiones. Solo la batería "Manuelita", al mando de Thorne, sigue haciendo
algunos intentos de escupir fuego, pero todo ya es inútil. La victoria les
pertenece a los invasores, que dejan 100 de los suyos muertos mientras que
del lado argentino 240 han perdido la vida. Las últimas cargas a bayoneta
la hacen Mansilla, quien cae por la metralla, y los Patricios. Despues, el
silencio de la derrota. La fortificacion es destruida, los cañones clavados
y los franceses se llevan alguna banderas que exhiben en Les Invalides.
Sullivan, comandante del bergantín HMS Philomel, en cambio, cuando llega al
grado de Almirante de la Royal Navy, devuelve la bandera que le ha tomado a
los patriotas.
Un año antes, al redactar su testamento, el Capitán General José Francisco
de San Martín, había expresado como su voluntad:
"3º - El Sable que me a acompañado en toda la Guerra de la Independencia de
la América del Sud, le será entregado al General de la República Argentina
don Juan Manuel de Rosas, como una prueba de satisfacción, qe. como
Argentino he tenido al ver la firmeza con qe. ha sostenido el honor de la
República contra las injustas pretensiones de los Extranjeros qe. tratan de
Umillarla".
En la Vuelta de Obligado, las fuerzas de la Confederación del gobierno de
Rosas honraron aquella voluntad del Libertador.
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* Otros historiadores sostienen que quedó sordo varios meses después, en el
combate de Quebracho.