Conferencias, entrevistas y programas de Nicolás Kasanzew.-

Yo siempre he pensado en una fórmula que resultó en mi país de tres historias intensas. Separadas o entrelazadas. Una de un oficial, Carballo, por ejemplo, otra de un sub oficial, y un soldado, Julio Cao, por ejemplo. Historias reales de la guerra cruda, intensa como fue. Sin vaselina.
Que contenga sus historias de amor, familiar y de la guerra.
Podría también cubrir aire, tierra, mar.
Tipo a lo "War Horse" ?
 

thunder

Veterano Guerra de Malvinas
Miembro del Staff
Moderador
Y de procer, obviamente, no tengo nada.
De movida, la modestia, querido Nicolás.
En la historia, con mucho menos, otros han sido entronizados.
Estuviste en combate, hasta disparaste un Cñ! Recorriste posiciones, violaste las directivas militares y te plantaste en pleno PRN!
venis hace 40 años difundiendo la gesta y por años fuiste el único. Te tuviste que auto-exiliar. Es un lujo que puedas escribir en este espacio y un orgullo que me hallas mencionado en tu libro.
 
De movida, la modestia, querido Nicolás.
En la historia, con mucho menos, otros han sido entronizados.
Estuviste en combate, hasta disparaste un Cñ! Recorriste posiciones, violaste las directivas militares y te plantaste en pleno PRN!
venis hace 40 años difundiendo la gesta y por años fuiste el único. Te tuviste que auto-exiliar. Es un lujo que puedas escribir en este espacio y un orgullo que me hallas mencionado en tu libro.
Yo ya no le quiero decir más nada porque sé que lo pongo incómodo con esos merecidos elogios, pero coincido completamente con tus palabras, y viniendo de otro héroe VGM quizás lo incomoden menos... ;) mmmalvinas
Saludos.
Flavio.
 

Nicolas Kasanzew

Corresponsal Veterano Guerra de Malvinas
Gracias Ures. Fue en el restaurante del Hotel de Suboficiales de la Fuerza Aerea, en la ciudad de Mendoza.
 
Última edición:

Nicolas Kasanzew

Corresponsal Veterano Guerra de Malvinas
En pro de la verdad histórica. Sine ira et studio.
El canal A24 ha dedicado un programa al camárografo Eduardo Rotondo, quien realizó filmaciones y fotografías durante la guerra de Malvinas. (https://www.youtube.com/watch?v=Qbz_ff2zxBc).
Dicho material, lamentablemente, está plagado de embustes. Comenzando por el título: “El último corresponsal”. En todo caso el programa debió llamarse “El ultimo espía”, ya que Rotondo no era periodista ni corresponsal, sino agente civil del Destacamento 102 del Servicio de Inteligencia de Ejército, tal como consta en el listado oficial de Veteranos de Malvinas.
BAI-Press, no era una agencia periodística, como él sostiene en 1,34, sino una empresa de fachada de dicho Servicio de Inteligencia, que se encargaba de vender las fotos de Rotondo a la revista Gente y sus videos al exterior. Esta última operatoria de BAI–Press está descrita por la periodista Dalila Herbst en el libro de Julia Solanas Pacheco "Nosotras no nos rendimos" (Editorial Fortaleza, Buenos Aires 1990).
El general Menéndez nunca nos ofreció salir de Malvinas en un Hércules, como Rotondo afirma en 3,17. Me enteré de la llegada del último avión C-130 a Malvinas por boca del suboficial-radarista Antonio Cassani, quien vino al hotel Upland Goose a avisarnos, y mi camárografo Alfredo Lamela y yo - de motu proprio - tomamos la decision de subirnos a bordo en la noche del 13 al 14 de junio.
En 3,51 Rotondo cuenta que “a mitad de la guerra aparece un periodista en el hotel, el uruguayo Mier Silva… Y nos dimos cuenta de que era alguien que había puesto alguna de las tres fuerzas para controlarnos”.
En realidad “Mier Silva”, cuyo verdadero nombre era Héctor Luis Campos, estaba en Puerto Argentino desde antes del comienzo de los combates y siempre se alojó en el hotel “Upland Goose”, compartiendo habitación, primero con el capellán José Fernández y luego con el propio Rotondo. Rotondo lo conocía perfectamente bien desde un principio, ya que integraban el mismo Destacamento 102 de Inteligencia del Ejército, tal como consta en el listado oficial de Veteranos de Malvinas.
Es más, hacia el final, "Mier Silva" también cumplió un rol como entrevistador en las notas grabadas por Rotondo; se puede escuchar su voz en el film documental “Alerta Roja”.
Y un par de días antes del desenlace de la guerra, Rotondo y Mier Silva-Campos, en su habitación del Upland Goose, sacaron a relucir delante de mí, y empezaron a preparar, toda una serie de armas de pequeño tamaño, pero extremadamente sofisticadas. Al preguntarles sobre el propósito de ese armamento, ambos me contestaron que era para reprimir a los kelpers, cuando estos fueran a atacar a nuestros combatientes por la espalda.
No es cierto que el 12 de junio Rotondo haya estado filmando en los montes Kent y Dos Hermanas, como afirma en 4,52: todo ese día lo vi en Puerto Argentino. Tampoco es verdad lo que describe en 5,33: Harriers “disparando sus ametralladoras”. El avión británico no poseía ese tipo de armamento. Y menos cierto es, como dice en 8,05, que una esquirla le rompió la cámara: soy testigo de que su cámara nunca fue alcanzada, siguió trabajando con ella. Por otra parte, no fue a las 14 horas que se dio la orden de cese de fuego, como afirma Rotondo en 12,28, sino a las 10 de la mañana del 14 de junio.
En el programa, Rotondo manifiesta que filmó la llegada del general Jeremy Moore a la casa del gobernador y la rendición de Menéndez, pero realmente en ningún momento se lo distingue al comandante de las tropas británicas en imágenes de video. Tampoco se lo ve a Menéndez en ese 14 de junio. En general, en muchos segmentos, Rotondo dice que grabó tal o cual cosa, pero no ilustra sus palabras con las grabaciones concretas correspondientes.
La historia de la Gesta de Malvinas no merece ningún tipo de fabulaciones.
 

Julian5000

Colaborador
Y...????
Es el único que miente sobre Malvinas...????...si miente, claro... porque todos sabemos que en la guerra hay tantas verdades como soldados..., tal vez él cree firmemente en lo que dice... como tantos otros que cuentan sus vivencias, no?
En todo caso, su deber era quedarse y se quedó...
 

Nicolas Kasanzew

Corresponsal Veterano Guerra de Malvinas
Luego del posteo de la entrevista que le hice al teniente primero Enrique Neirotti, quien combatió en Monte Longdon, un seguidor me hizo la siguiente pregunta. ¿Por qué la artillería argentina no hizo su trabajo durante esas once horas que los británicos estuvieron pegados al piso inmóviles, frenados por nuestra infantería?

Es que había limitantes. La artillería en su misión de apoyo directo de las tropas de primera línea, tira a requerimiento de ellas a través de los observadores adelantados asignados y con depuración de los blancos (es decir, selección de las armas a asignar, ya sea morteros de ese regimiento, artillería en apoyo o aviación). El requerimiento lo hace el oficial de enlace destacado al regimiento, que está en contacto directo con el jefe del mismo. En el caso del Regimiento 7 de Infantería eran el teniente Ramos, heroicamente caido en combate, y el mayor Nanni. Son ellos los que conocen la ubicación exacta de las tropas propias. Por lo general se evita hacer fuego a menos de 600 metros de las propias tropas. Esa noche del 11 al 12 de junio se descubre el asalto del Parac 3, cuando ya los tenían encima. Es clara la descripción de Ramos en su última comunicación, donde dice: "Esto es un gran despelote, se recibe fuego de todas direcciones, de armas livianas, morteros y artillería, bengalas de iluminación...".

Luego se perdió contacto con el teniente Ramos y la información de la ubicación de las tropas en Longdon no la proporcionaban del Regimiento 7 (en este caso, ni el oficial de enlace, ni el jefe de la compañía donde estaba destacado Ramos). Haber tirado a ciegas sin conocer la ubicación de las propias tropas podía ser de alto riesgo para ellas, por lo que se abrió fuego cuando se replegaron los que estaban allí, incluso los hombres del teniente Castañeda, que el jefe del 7 envió en un contraataque. Era todo una gran confusión. Falló la detección temprana del asalto (se detectó el asalto cuando un inglés pisó una mina antipersonal) y lo que me dijo el jefe de la Batería A del Grupo de Artillería 3, el por entonces teniente primero Luis Caballero, en general en aquella época los oficiales de infantería no sabían dirigir el tiro de artillería en reemplazo del observador adelantado, como si lo hizo el teniente Roberto Estévez en Darwin (los comandos en su formacion tenían instrucción para ello).

Aclarada la situación, se hizo fuego sobre la zona ocupada, durante unas 12 horas, (fue allí que tuve el honor de disparar un Oto Melara contra los británicos) lo que impidió que el Parac 3 se reorganizara. Necesitaba urgentemente reemplazar las bajas, reabastecerse, consolidar las posiciones tomadas y prepararse para continuar el ataque sobre el siguiente cerro, que tenía planificado para la noche de ese sábado, por la presión que recibían de Londres para que se logrará la rendición argentina antes de la publicación de los periódicos del lunes en Gran Bretaña. Eso por necesidades políticas de la Thatcher.

Con buen tino, el general Jeremy Moore decide hacerlo recien en la noche del domingo 13 al lunes 14 de junio. Lo hace en todo el frente en forma coordinada, ya que la situación en que quedaron los ingleses no era la más propicia de continuar el sábado para minimizar las bajas y tener una buena probabilidad de éxito. A su regreso, luego de los festejos, esa decision se la hicieron pagar aMoore. Como asimismo al jefe de la flota, el almirante Woodward.

El contraataque del capitán Rodrigo Soloaga, como las incursiones de los comandos, fueron apoyados por la artillería, pese a algunos errores de Rico que en una oportunidad pidió fuego sobre ellos por haber confundido su propia ubicación.

Es desde el centro de coordinación de fuego de artillería donde se tiene un panorama más completo de la situación de todo el frente a partir de la información que recibe desde cada sector. Las tropas deben referir su ubicación exacta para no exponerse a ser batidas por los propios cañones. Son muy conocidos los casos de los infantes batidos por la propia artillería durante la Primera y Segunda Guerra Mundial. Hay una película dramática que trata sobre el juicio que se le hizo a un jefe de una batería de la artillería francesa, culpándolo de la muerte de muchos infantes durante una operación. El oficial solamente hizo fuego sobre la zona que le ordenaron, pero sus comandantes no se hicieron cargo de lo sucedido, culpando a este hombre, pese a que les había advertido que esos sectores aún estaban ocupadas por tropas propias.

Existe una frase muy conocida: "La artillería siempre bate a la infantería; si es la del enemigo, mejor".

(En mi foto, el jefe de la Batería A del Grupo de Artillería 3, teniente primero Luis Antonio Caballero, (a la derecha), promoción 104 del Colegio Militar de la Nación, dirigiendo el fuego de sus Oto Melara el día 12 de junio, junto al soldado Mango. Sus oficiales eran: teniente Acosta, subteniente Sedano, teniente primero Santamaría, subteniente Capanegra y subteniente Tedesco. Los 3 últimos como observadores adelantados. En los últimos días a Caballero le fue agregado el subteniente Córdoba, uno de cadetes que estaba cursando el último año en el Colegio Militar).


 
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