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Las FFAA venezolanas construirán instalaciones militares y portuarias en Bolivia
Sep-04-06 - por Ignacio J. Osacar - Coordinador de la Comisión de Defensa del CENMEl gobierno de Evo Morales firmó un convenio con el gobierno de Hugo Chávez en el cual, las Fuerzas Armadas venezolanas construirían un "fuerte" en Riberalta (Dpto Beni) e instalaciones portuarias en Puerto Quijarro (Dpto. Santa Cruz). Ambas localidades se encuentran sobre la frontera con Brasil. Estas acciones son significativas para la región, dado que Estados Unidos financió la construcción de una base anti-narcotráfico, inaugurada hace pocos días en Pedro Juan Caballero (Paraguay), también fronteriza con Brasil e impulsó la organización de un Centro Regional de Inteligencia para controlar las actividades terroristas islámicas en la Triple Frontera, también recientemente en operaciones en Foz de Iguazú (Brasil); esto se integra con las actividades vinculadas a la pista de aterrizaje estratégica en Mariscal Estigarribia y las ejercitaciones periódicas de efectivos norteamericanos en otros lugares del territorio paraguayo.
Estos acuerdos fueron firmados el 17 de agosto por los ministros de Defensa de Bolivia, Walter San Miguel, y de Venezuela General Raul Baduel, bajo la explicita mención del principio de "no intervención" en los asuntos internos y que el mismo procura mejorar el sistema de defensa y calidad de vida de los integrantes de las Fuerzas Armadas. Este acuerdo marco de cooperación de intercambio de visiones y posturas estratégicas de Defensa contempla el objetivo de contribuir a la paz y a la seguridad regional e internacional, además de trabajar para el fortalecimiento del sistema democrático y el estado de derecho en los países de la región y la profundización del proceso de integración, considerando que la cooperación bilateral y sub-regional es esencial para enfrentar problemas de seguridad comunes. Es natural interpretar que los renglones de este acuerdo cubren un amplio espectro de actividades derivadas de las intenciones reservadas de los firmantes.
Hay un especial interés estratégico de la localidad de Riberalta que esta confirmada por el asentamiento de numerosos elementos militares, como del Comando del 1er Distrito Naval, el Batallón de Infantería de Marina Nro 1, el Grupo Aéreo de Apoyo Nro 62, el Regimiento de Fuerzas Especiales Nro 16 "Jordan" y el Centro de Instrucción de Operaciones de Selva Nro 1, que constituyen el extremo norte del despliegue estratégico defensivo boliviano, en una zona selvática con condiciones de habitabilidad y transitabilidad particularmente difíciles. Riberalta se encuentra sobre la ruta que conduce a través de la frontera hasta Porto Velho y de allí a Manaos, centro estratégico de la Amazonia brasilera. Cabe destacar que en este punto la distancia aérea hasta el territorio venezolano es de apenas 1200 Km, o sea, menor tiempo de vuelo que de Buenos Aires a Salta.
Puerto Quijarro es uno de los proyectos de ampliación portuaria de la hidrovía Paraguay-Paraná que permite la salida al Atlántico de Bolivia. La construcción de esta terminal fluvial favorecerá el movimiento de exportación e importación, ya que incluye muelles para granos y líquidos, silos y un astillero con talleres de mantenimiento y reparación de barcazas. Complementariamente es inauguró también una moderna estación ferroviaria. Las instalaciones se construirán dentro del predio del 5to Distrito Naval donde tiene su cuartel el batallón de Infantería de Marina Nro 5. Esta región, de gran importancia estratégica, se vincula con Brasil unos 120 Km más al Sur, por la conexión vial Santa Cruz-San Pablo, a través del paso fronterizo Puerto Suarez–Corumbá. Estos puertos fluviales, que acceden al rio Paraguay por el canal Tamango, son vitales para una economía acorralada por su asfixiante mediterraneidad, que resulta en el consecuente encarecimiento de sus productos de exportación, dados los abultados costos de flete.
Este emprendimiento costará 25 millones de dólares y su ejecución inicial preveía cuatro etapas que se extendían holgadamente al largo plazo, mientras que el fuerte de Riveralta requerirá 22 millones y se aprecia que su construcción también demandará un tiempo prolongado de ejecución. Según fuentes legislativas venezolanas aún no está decidido si los fondos se materializaran como donación o crédito. Independientemente de las condiciones de la financiación de las obras, el extenso tiempo de ejecución justifica la presencia militar venezolana en la zona durante mucho tiempo.
La ayuda militar consistirá en el asesoramiento a las tropas de ingenieros en construcción de infraestructura y caminos, e impartición de cursos en institutos militares venezolanos para la capacitación en legislación militar, prevención de conflictos, control de armamento y desarme, gestión presupuestaria, apoyo para la paz, búsqueda y rescate, operaciones humanitarias y control de sustancias químicas.
Sin embargo la presencia venezolana militar ha causado tanto recelo entre las fuerzas de oposición al gobierno, como lo fue la presencia de 1700 médicos cubanos que arribaron a distintas localidades del territorio para prestar asistencia médica gratuita. Debemos considerar que precisamente los lugares donde actuaran los militares venezolanos, Santa Cruz y el Beni, tuvieron un reciente resultado electoral opositor al gobierno de Evo Morales del 71 y 73 % respectivamente, remarcando así el clima de creciente conflicto en los departamentos orientales, en los que la discusión autonómica e incluso secesionista se ha incrementado en los últimos días en la Asamblea Constituyente.
El ministro de Defensa de Venezuela fue acompañado por importantes personalidades como el secretario permanente del Consejo de Defensa Nacional General Ali Uzcategui, el comandante general de Reserva y Movilización Nacional, General Guatavo Rancel, el comandante de Escuelas del Ejército, general William Warrick y el Director del centro de Estudios Militares Avanzados (ARBV) Luis Morales. En esta comitiva es sugestiva la presencia del responsable de uno de los proyectos más importantes de Hugo Chávez, cual es el de Movilización de Reservas, y que no tiene mucho que ver con los temas acordados que han sido divulgados de este convenio, lo que indicaría un posible interés en ensayar un modelo similar de militarización de la población para la defensa nacional y de su propio gobierno, contra amenazas externas e internas, pero especialmente de las internas. Cabe destacar que el modelo chavista es una adaptación de las organizaciones para-militares que dependen del Ministerio del Interior y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias Cubanas desde hace años.
Respecto a la calidad de los asesoramientos venezolanos, se debe señalar que la experiencia de guerra venezolana es aún menor que la de Uruguay o Chile, que no han combatido en guerras clásicas en el último siglo y en lo que transcurre del presente, y que solo cuentan con experiencia en operaciones de mantenimiento de paz; incluso Perú y Colombia han sufrido prolongados conflictos armados contra la insurgencia interna, los cuales le han otorgado un buen nivel profesional y mucho personal con experiencia de combate. Aún considerando la corta guerra del Condor entre Perú y Ecuador en 1995, Bolivia y Paraguay son las únicas naciones que lucharon durante varios años una cruenta guerra clásica en Sudamérica continental. Cuando los actuales generales bolivianos nacieron, la guerra del Chaco aún no cumplía dos décadas de finalizada.
Se invitó a la delegación boliviana a concurrir a Venezuela para realizar, a más tardar en este mes de septiembre, la "IIda Reunión Binacional del Convenio Marco de Cooperación entre los Ministerios de Defensa de las Repúblicas de Bolivia y Venezuela". La dinámica de las reuniones pareciera indicar un mismo ritmo en acciones concretas sobre el terreno.
Más allá de los convenios y de las visitas de ministros y delegaciones, se aprecia el trazado de un plan de cooperación militar que materializa el cambio de rumbo de las políticas militares bolivianas, que se dirigen a la defensa de la integridad territorial y la preservación de los recursos naturales, para lo cual cuenta por el momento con el apoyo en las Fuerzas Armadas, a las cuales favorece con proyectos de infraestructura que mejorarán la calidad de vida de las tropas en zonas inhóspitas. Coincidentemente el esfuerzo se vuelca en provincias como Santa Cruz y Beni, que son esenciales para el desarrollo económico boliviano, pero que políticamente se manifiestan con fuerte resistencia a la orientación política, social y económica del actual gobierno, incluso con reiteradas expresiones secesionistas en algunos sectores. La reducción de la ayuda militar de Estados Unidos a Bolivia, como así las crecientes actividades de inteligencia y ejercicios con tropas norteamericanas en Paraguay y Brasil, serían uno de los fundamentos para que Chávez justifique la oportunidad de apoyar a Morales, en un proyecto que tiene características moderadas por el momento, sin ser un esfuerzo demasiado importante para las arcas venezolanas pero que le permite proyectarse regionalmente hacia el Sur.
Fuentes:
Nueva Mayoria.
Sep-04-06 - por Ignacio J. Osacar - Coordinador de la Comisión de Defensa del CENMEl gobierno de Evo Morales firmó un convenio con el gobierno de Hugo Chávez en el cual, las Fuerzas Armadas venezolanas construirían un "fuerte" en Riberalta (Dpto Beni) e instalaciones portuarias en Puerto Quijarro (Dpto. Santa Cruz). Ambas localidades se encuentran sobre la frontera con Brasil. Estas acciones son significativas para la región, dado que Estados Unidos financió la construcción de una base anti-narcotráfico, inaugurada hace pocos días en Pedro Juan Caballero (Paraguay), también fronteriza con Brasil e impulsó la organización de un Centro Regional de Inteligencia para controlar las actividades terroristas islámicas en la Triple Frontera, también recientemente en operaciones en Foz de Iguazú (Brasil); esto se integra con las actividades vinculadas a la pista de aterrizaje estratégica en Mariscal Estigarribia y las ejercitaciones periódicas de efectivos norteamericanos en otros lugares del territorio paraguayo.
Estos acuerdos fueron firmados el 17 de agosto por los ministros de Defensa de Bolivia, Walter San Miguel, y de Venezuela General Raul Baduel, bajo la explicita mención del principio de "no intervención" en los asuntos internos y que el mismo procura mejorar el sistema de defensa y calidad de vida de los integrantes de las Fuerzas Armadas. Este acuerdo marco de cooperación de intercambio de visiones y posturas estratégicas de Defensa contempla el objetivo de contribuir a la paz y a la seguridad regional e internacional, además de trabajar para el fortalecimiento del sistema democrático y el estado de derecho en los países de la región y la profundización del proceso de integración, considerando que la cooperación bilateral y sub-regional es esencial para enfrentar problemas de seguridad comunes. Es natural interpretar que los renglones de este acuerdo cubren un amplio espectro de actividades derivadas de las intenciones reservadas de los firmantes.
Hay un especial interés estratégico de la localidad de Riberalta que esta confirmada por el asentamiento de numerosos elementos militares, como del Comando del 1er Distrito Naval, el Batallón de Infantería de Marina Nro 1, el Grupo Aéreo de Apoyo Nro 62, el Regimiento de Fuerzas Especiales Nro 16 "Jordan" y el Centro de Instrucción de Operaciones de Selva Nro 1, que constituyen el extremo norte del despliegue estratégico defensivo boliviano, en una zona selvática con condiciones de habitabilidad y transitabilidad particularmente difíciles. Riberalta se encuentra sobre la ruta que conduce a través de la frontera hasta Porto Velho y de allí a Manaos, centro estratégico de la Amazonia brasilera. Cabe destacar que en este punto la distancia aérea hasta el territorio venezolano es de apenas 1200 Km, o sea, menor tiempo de vuelo que de Buenos Aires a Salta.
Puerto Quijarro es uno de los proyectos de ampliación portuaria de la hidrovía Paraguay-Paraná que permite la salida al Atlántico de Bolivia. La construcción de esta terminal fluvial favorecerá el movimiento de exportación e importación, ya que incluye muelles para granos y líquidos, silos y un astillero con talleres de mantenimiento y reparación de barcazas. Complementariamente es inauguró también una moderna estación ferroviaria. Las instalaciones se construirán dentro del predio del 5to Distrito Naval donde tiene su cuartel el batallón de Infantería de Marina Nro 5. Esta región, de gran importancia estratégica, se vincula con Brasil unos 120 Km más al Sur, por la conexión vial Santa Cruz-San Pablo, a través del paso fronterizo Puerto Suarez–Corumbá. Estos puertos fluviales, que acceden al rio Paraguay por el canal Tamango, son vitales para una economía acorralada por su asfixiante mediterraneidad, que resulta en el consecuente encarecimiento de sus productos de exportación, dados los abultados costos de flete.
Este emprendimiento costará 25 millones de dólares y su ejecución inicial preveía cuatro etapas que se extendían holgadamente al largo plazo, mientras que el fuerte de Riveralta requerirá 22 millones y se aprecia que su construcción también demandará un tiempo prolongado de ejecución. Según fuentes legislativas venezolanas aún no está decidido si los fondos se materializaran como donación o crédito. Independientemente de las condiciones de la financiación de las obras, el extenso tiempo de ejecución justifica la presencia militar venezolana en la zona durante mucho tiempo.
La ayuda militar consistirá en el asesoramiento a las tropas de ingenieros en construcción de infraestructura y caminos, e impartición de cursos en institutos militares venezolanos para la capacitación en legislación militar, prevención de conflictos, control de armamento y desarme, gestión presupuestaria, apoyo para la paz, búsqueda y rescate, operaciones humanitarias y control de sustancias químicas.
Sin embargo la presencia venezolana militar ha causado tanto recelo entre las fuerzas de oposición al gobierno, como lo fue la presencia de 1700 médicos cubanos que arribaron a distintas localidades del territorio para prestar asistencia médica gratuita. Debemos considerar que precisamente los lugares donde actuaran los militares venezolanos, Santa Cruz y el Beni, tuvieron un reciente resultado electoral opositor al gobierno de Evo Morales del 71 y 73 % respectivamente, remarcando así el clima de creciente conflicto en los departamentos orientales, en los que la discusión autonómica e incluso secesionista se ha incrementado en los últimos días en la Asamblea Constituyente.
El ministro de Defensa de Venezuela fue acompañado por importantes personalidades como el secretario permanente del Consejo de Defensa Nacional General Ali Uzcategui, el comandante general de Reserva y Movilización Nacional, General Guatavo Rancel, el comandante de Escuelas del Ejército, general William Warrick y el Director del centro de Estudios Militares Avanzados (ARBV) Luis Morales. En esta comitiva es sugestiva la presencia del responsable de uno de los proyectos más importantes de Hugo Chávez, cual es el de Movilización de Reservas, y que no tiene mucho que ver con los temas acordados que han sido divulgados de este convenio, lo que indicaría un posible interés en ensayar un modelo similar de militarización de la población para la defensa nacional y de su propio gobierno, contra amenazas externas e internas, pero especialmente de las internas. Cabe destacar que el modelo chavista es una adaptación de las organizaciones para-militares que dependen del Ministerio del Interior y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias Cubanas desde hace años.
Respecto a la calidad de los asesoramientos venezolanos, se debe señalar que la experiencia de guerra venezolana es aún menor que la de Uruguay o Chile, que no han combatido en guerras clásicas en el último siglo y en lo que transcurre del presente, y que solo cuentan con experiencia en operaciones de mantenimiento de paz; incluso Perú y Colombia han sufrido prolongados conflictos armados contra la insurgencia interna, los cuales le han otorgado un buen nivel profesional y mucho personal con experiencia de combate. Aún considerando la corta guerra del Condor entre Perú y Ecuador en 1995, Bolivia y Paraguay son las únicas naciones que lucharon durante varios años una cruenta guerra clásica en Sudamérica continental. Cuando los actuales generales bolivianos nacieron, la guerra del Chaco aún no cumplía dos décadas de finalizada.
Se invitó a la delegación boliviana a concurrir a Venezuela para realizar, a más tardar en este mes de septiembre, la "IIda Reunión Binacional del Convenio Marco de Cooperación entre los Ministerios de Defensa de las Repúblicas de Bolivia y Venezuela". La dinámica de las reuniones pareciera indicar un mismo ritmo en acciones concretas sobre el terreno.
Más allá de los convenios y de las visitas de ministros y delegaciones, se aprecia el trazado de un plan de cooperación militar que materializa el cambio de rumbo de las políticas militares bolivianas, que se dirigen a la defensa de la integridad territorial y la preservación de los recursos naturales, para lo cual cuenta por el momento con el apoyo en las Fuerzas Armadas, a las cuales favorece con proyectos de infraestructura que mejorarán la calidad de vida de las tropas en zonas inhóspitas. Coincidentemente el esfuerzo se vuelca en provincias como Santa Cruz y Beni, que son esenciales para el desarrollo económico boliviano, pero que políticamente se manifiestan con fuerte resistencia a la orientación política, social y económica del actual gobierno, incluso con reiteradas expresiones secesionistas en algunos sectores. La reducción de la ayuda militar de Estados Unidos a Bolivia, como así las crecientes actividades de inteligencia y ejercicios con tropas norteamericanas en Paraguay y Brasil, serían uno de los fundamentos para que Chávez justifique la oportunidad de apoyar a Morales, en un proyecto que tiene características moderadas por el momento, sin ser un esfuerzo demasiado importante para las arcas venezolanas pero que le permite proyectarse regionalmente hacia el Sur.
Fuentes:
Nueva Mayoria.
