Bush Necesitaria La Aprobacion Del Congreso Antes De Una Guerra Con Iran.

Shandor

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Algunos legisladores en la Cámara de Representantes de Estados Unidos presentaron un proyecto de ley pidiendo a la Administración Bush que obtenga la aprobación del Congreso antes de lanzar una guerra contra Irán, reportaron hoy medios estadounidenses. La iniciativa fue presentada por Walter Jones, un republicano, y otros cinco legisladores norteamericanos y en ella piden a la Administración Bush que obtenga un permiso para lanzar ataques militares contra Irán, a menos que Estados Unidos o intereses de Estados Unidos sean atacados primeramente. Los demócratas tienen actualmente el control tanto de la Cámara de Representantes como del Senado y el presidente estadounidense George W. Bush ha enfrentado cada vez más críticas por su nueva estrategia para Irak, inclusive desde su propio campo republicano. La Casa Blanca ha negado que esté planeando iniciar una guerra contra Irán. Medios estadounidenses han reportado que un nuevo portaaviones norteamericano arribará a Medio Oriente dentro de aproximadamente un mes, incrementando el número de portaaviones de la Armada estadounidense en la región a dos. Todo esto ha fortalecido la especulación de que Estados Unidos tiene la mira puesta en una guerra con Irán. Estados Unidos ha acusado reiteradamente a Irán de apoyar a los insurgentes en Irak y de desarrollar en secreto armas nucleares bajo la cubierta de un programa nuclear civil. Por su parte, Irán ha negado siempre estas acusaciones.
de espejo aeroanautico
Esperemos que sea asi, haver si lo paran a este loco de m.............
 

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Derruido, las presidenciales son en Argentina no los EEUU, este ya fue reelegido, esta de salida, por suerte
 

Derruido

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Shandor2 dijo:
Derruido, las presidenciales son en Argentina no los EEUU, este ya fue reelegido, esta de salida, por suerte

No, lo estoy diciendo por Bush, éste sí que está de salida. Pero los republicanos quieren tener alguna oportunidad en las presidenciales, allás las elecciones llevan su tiempo. Fijate la lista de candidatos a las primarias que ya hay.:eek:

Ellos son más organizados que nosotros, sobre todo en algunos temas.:rolleyes:

Saludos
Derruido

PD: Nosotros no somos ni un grano en el Cul... del mundo.:rolleyes:
PD2: Fijate otra cosa, cada vez que a los kias en la Casa Blanca no les salen bien las cosas en el frente interno, atacan a algún país. La popularidad de Bush, es hoy en día de tan solo el 33% o menos.:eek: :rolleyes:
 

Derruido

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La nueva mayoría

Ene-26-07 - por Arturo Valenzuela
"El éxito legislativo de los demócratas es un indicador del profundo y continuo malestar de la ciudadanía con el liderazgo del presidente Bush y su partido, y el temor de muchos republicanos que tras las derrotas de noviembre podrían venir más derrotas en las parlamentarias en dos años, e incluso la pérdida de la Casa Blanca" El cambio político en Washington al debutar la nueva mayoría del Partido Demócrata en el Congreso ha sido sorprendente y profundo. Ningún observador de la política estadounidense pensó que el partido de oposición lograría alcanzar una mayoría en ambas cámaras en los comicios de noviembre pasado.


Y al alcanzarla, con un estrecho margen de 30 congresistas de 435 en la Cámara Baja y sólo un senador de 100 en la Alta, la mayoría de los analistas vaticinó que le sería difícil imponer su programa por seguir la Casa Blanca en manos de los republicanos y el tener que enfrentar un partido oficialista que se ha caracterizado en los últimos años por una férrea disciplina frente a una oposición con corrientes internas desencontradas y falta de liderazgo coherente.


Sin embargo, pareciera que los demócratas aprendieron algo de su histórica derrota de 1992 cuando perdieron por primera vez en 40 años el dominio del Poder Legislativo, factor que dificultó la gobernabilidad del país bajo el presidente Bill Clinton y le dio un poder desmesurado al presidente George W. Bush, cuando ser demócrata pasó a ser sinónimo de irrelevante en la capital de la nación. Es así como la nueva mayoría de la Cámara presentó un liderazgo unificado bajo la dirección de la primera mujer en la historia de la Unión Americana que preside la Cámara de Representantes, cargo de gran importancia por ser el tercero en la sucesión presidencial, al tiempo que impulsó seis iniciativas de ley que prometieron aprobar en las primeras cien horas de instalado el nuevo Congreso.


Esas iniciativas, que habían sido rechazadas o postergadas por el liderazgo republicano, formaron parte de la plataforma de lucha de los demócratas en su campaña electoral por recuperar el Poder Legislativo: la eliminación de subsidios a la industria petrolera; el aumento del salario mínimo; la aprobación de financiamiento federal para investigar el uso médico de células embrionarias; la reducción del costo de los farmacéuticos; la reducción de los intereses de préstamos escolares y la implementación de todas las recomendaciones de la Comisión que investigó los actos terroristas del 11 de septiembre y que la Casa Blanca había menospreciado.


Lo notable es que los demócratas lograron su objetivo, no sólo con el apoyo unánime de su propia bancada, sino que atrayendo un promedio de 62 congresistas republicanos que abandonaron a sus propios dirigentes y a su presidente votando a favor de los proyectos de ley del partido opositor. Es así como el incremento del salario mínimo contó con el apoyo de 82 republicanos, 50 de los cuales votaron en contra de una contrapropuesta presentada por sus propios líderes.


El éxito legislativo de los demócratas es un indicador del profundo y continuo malestar de la ciudadanía con el liderazgo del presidente Bush y su partido y el temor de muchos republicanos que tras las derrotas políticas de noviembre podrían venir más derrotas en las elecciones parlamentarias en dos años e incluso la pérdida de la Casa Blanca. En el Senado el Partido Republicano tendrá que defender 22 escaños en el 2008, frente a sólo 12 por parte de los demócratas.


La guerra en Irak sigue constituyéndose en el talón de Aquiles del oficialismo. La nueva estrategia anunciada por el presidente no ha revertido sus bajísimos niveles de aprobación popular que siguen rondando en un 35%, récord para un presidente en su segundo mandato. La abierta disidencia dentro de las Fuerzas Armadas a la intención de la Casa Blanca de incrementar el número de efectivos en Irak en vez de disminuir la presencia estadounidense en el conflicto sectario, ha potenciado aún más el rechazo a una administración que pareciera no haber entendido que los comicios de noviembre sólo se pueden interpretar como un profundo rechazo a una guerra impopular que para muchos ha agravado el nivel de inseguridad en el mundo, en contravención del discurso oficial. Es así como se estaría gestando una confrontación directa entre el Ejecutivo y el Legislativo en el tema de Irak al sumarse varios senadores republicanos a una resolución de esa sala rechazando la política anunciada por el presidente de incrementar la presencia militar de Estados Unidos en Irak, exigiendo a la vez que Estados Unidos le dé más prioridad a la diplomacia y la cooperación internacional y que privilegie por sobre todo una transferencia acelerada de la responsabilidad en temas de seguridad a las Fuerzas Armadas del gobierno Iraquí. Aunque la resolución no tiene fuerza de ley, podría convertirse en un primer paso en la aprobación de medidas tendientes a reducir el presupuesto que el presidente requiere para conducir la guerra.


Está claro que Bush perdió una oportunidad de oro al no hacerle caso a la comisión bipartidista precedida por James Baker, el secretario de Estado de su padre, el primer presidente Bush, y Lee Hamilton, el respetado dirigente demócrata y ex líder de la comisión de relaciones exteriores de la cámara. Al abrazar las recomendaciones de la comisión el presidente habría disminuido la confrontación política y se habría ganado espacio para formular una salida de Irak con apoyo de ambos partidos. Nuevamente el mandatario estadounidense ha dado muestras de su rigidez ideológica y del hermetismo de su círculo duro. Con ello estaría preparando una derrota histórica para su partido en las próximas elecciones presidenciales.

Fuente: Nueva Mayoría
 

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Esperemos que la derrota sea tan historica como al partido colorado en Uruguay que casi desaparecen.
 

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¿La guerra con Irán ya comenzó?



Gustavo Sierra
gsierra@clarin.com



El presidente Bush autorizó a sus fuerzas a exterminar a cualquier miliciano iraní que encuentren en Irak. Dicen que es para "detener la influencia iraní en Oriente Medio". Esto desvela el verdadero trasfondo del enfrentamiento por el plan atómico de Teherán. Irán le está disputando a EE.UU. el poder en los dos terrenos que más duelen a la Casa Blanca: el militar y el nuclear.

En Irak, de acuerdo al jefe de la CIA, están operando unos 150 entrenadores de las Brigadas Al Quds de la Guardia Revolucionaria que depende del Líder Supremo iraní, Alí Jamenei. Otra fuente de la oposición iraní asegura que hay en Irak 31.690 personas a sueldo del gobierno de Teherán. La influencia iraní sobre los shiítas de Irak está om nipresente. Cada día peregrinan miles de iraníes hacia los centros sagrados de Karbala y Najaf. Todos los líderes religiosos shiítas pasaron muchos años en el exilio del otro lado de la frontera.

Y no es sólo religión. Irán envía cada día al sur iraquí 1.000 toneladas de gas y dos millones de litros de kerosene. También provee de electricidad a la provincia de Diyala. Mientras tanto, en Teherán anunciaron esta semana dos nuevos logros científico-militares. Ya tienen listas 3.000 centrifugadoras para obtener energía nuclear. Y transformaron un misil Shahab 3 para lanzar un satélite de reconocimiento que podría poner en peligro toda la red de satélites militares estadounidenses sobre Oriente Medio.

La única esperanza que le queda a Washington es que haya un resquebrajamiento del poder en Irán. El presidente Mahmud Ahmadinejad está recibiendo duras críticas internas por sus bravuconadas sobre el Holocausto y el poderío nuclear. Lo que queda, entonces, es una inevitable confrontación. El mundo ya parece resignado a que Teherán tenga su propio arsenal nuclear. Pero en el campo de batalla iraquí no está dicha la última palabra. Allí habrá en cualquier momento un enfrentamiento directo entre fuerzas estadounidenses e iraníes.

Fuente: Clarin
 

Finback

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Igual, de alguna manera el muy turro torcería la decisión en caso de que no estén a favor la mayoría. Bueno, en realidad no creo que pueda.
 

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Finback dijo:
Igual, de alguna manera el muy turro torcería la decisión en caso de que no estén a favor la mayoría. Bueno, en realidad no creo que pueda.

Bajó al 30%, según la revista NewsweekHistórica caída de la popularidad de Bush El 83% de los encuestados piensa, además, que será recordado como un mandatario "por debajo del promedio".

Tras el discurso sobre el estado de la Unión de la semana pasada, la imagen del jefe de los EE.UU. está en franco descenso. 27.01.2007 | 18:40 La popularidad de Bush continúa en descenso luego de su discurso de el estado de la Unión

La imagen positiva del presidente estadounidense George W. Bush continúa en estrepitosa caída, después de haber pronunciado el discurso presidencial sobre el estado de la Unión, según un sondeo de la revista Newsweek .

La popularidad del mandatario llega a un nuevo récord negativo, de sólo el 30 por ciento, mientras que el 83 por ciento de las personas interrogadas piensa que la historia lo recordará como un presidente promedio o debajo del promedio.

Además, más de la mitad (58%) desearía que el mandato de Bush ya hubiera concluido. El discurso presidencial del martes pasado estaba considerado una buena ocasión para que Bush defendiera su nueva estrategia en Irak y les tendiera la mano a sus opositores demócratas, mayoritarios en el Congreso.


Pero a menos de una semana del discurso, dos tercios de los estadounidenses (67%) consideran que sus decisiones sobre Irak y en otras áreas son guiadas más por sus creencias personales que por la realidad.

Además, como nunca en los años de su mandato, las marchas de protesta contra la guerra en Irak se multiplican y se suman a otras que manifiestan su claro desacuerdo con la administración Bush (Ver nota vinculada).


En su discurso, Bush pidió a los estadounidenses paciencia y que le den una oportunidad a su plan para Irak. Bush advirtió a los estadounidenses sobre un " escenario de pesadilla" que podría derivarse de la derrota en Irak, develó un nuevo plan para recortar la utilización de gasolina en 20% en 10 años y volvió a insistir en poner a punto leyes de inmigración.

El 71% de los estadounidenses predice que Bush no obtendrá el apoyo necesario para poner en marcha sus planes en los próximos dos años; el 21% estima lo contrario.

Pero a la pregunta sobre si el Congreso tomará en serio las nuevas propuestas de Bush sobre el consumo energético, la salud y la política interior, los encuestados que siguieron el discurso de Bush, parecen divididos: el 42% piensa que sí, el 48% piensa que no.

Según este sondeo, el 61% de las personas interrogadas se dicen insatisfechas con la situación actual en Estados Unidos. El 49% desearía que un demócrata sucediera a Bush en la Casa Blanca en 2008, y solamente el 28% desearían a el próximo presidente sea republicano como él. El sondeo fue realizado del 24 al 25 de enero con 1.003 adultos. El margen de error es del 4%.
 

Derruido

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La apuesta militarista de un presidente desprestigiado

Por Hugo Alconada Mon
Corresponsal en EE.UU.

WASHINGTON.- George W. Bush dice la verdad. Y tiene razón. Si Estados Unidos abandona Irak, así, sin más, en menos de un año ese país y el resto de Medio Oriente podrían volar en pedazos, en una guerra entre sunnitas, chiitas y kurdos. El problema es que lo dice el presidente de los Estados Unidos con peor imagen dentro y fuera de este país de las últimas décadas.

Los demócratas, los republicanos, el Pentágono, la Unión Europea, los expertos del Grupo de Estudio de Irak y varios gobiernos árabes coinciden con su diagnóstico. Pero no es el "qué podría ocurrir" en Irak y Medio Oriente, sino el "cómo evitarlo" el eje que divide a todos ellos y a los estadounidenses, que quieren salir de la ciénaga iraquí cuanto antes.

Bush aboga por la teoría militarista, pero sin siquiera llevarla hasta las últimas consecuencias. Quiere enviar 21.500 soldados para desplegarlos en Bagdad y sus alrededores. Confía en que si controlan la capital, pueden convertirse luego en la "mancha de aceite", que cae en un punto y se expande hasta ocuparlo todo.

Pero Bush afronta dos desafíos. Uno interno y otro de la opinión pública.

Su problema interno es que los propios expertos del Pentágono que acaban de actualizar el manual militar de contrainsurgencia estiman que en semejantes circunstancias debe haber un soldado cada 50 civiles. Es decir que en Bagdad y su área conurbana deberían desplegarse unos 100.000 soldados. Otros, como el experto T. X. Hammes, son más duros y creen que será necesario más: 300.000 hombres durante un lapso de entre 4 y 10 años.

En la práctica, Bush sólo podría alcanzar semejante expansión militar reinstaurando el servicio militar obligatorio. Algo que, a su vez, dinamitaría el mínimo respaldo público que aún le queda.

El segundo problema de Bush es justamente ése: su baja credibilidad entre los norteamericanos.

La protesta de ayer, con decenas de miles exigiendo salir de Irak, recuerda las marchas que dominaron distintas capitales del mundo antes de la guerra.

Cuatro años después, todo es distinto. Se confirmaron las sospechas de que Irak no tenía armas de destrucción masiva, decenas de miles de iraquíes y miles de norteamericanos murieron en la contienda, Bush está muy desgastado y los perjuicios geoestratégicos superaron los beneficios prometidos.

Paraíso lejano

A esto se suma que el equipo de márketing y comunicación de la administración Bush anunció tantas veces que el paraíso se encontraba a la vuelta de la esquina iraquí, que pocos creen aún en la Casa Blanca.

Al menos nueve veces se celebró un "hito" decisivo que terminaría con la guerra: la caída de Bagdad (9-4-03); el anuncio de Bush del "final de las operaciones importantes" desde un portaaviones (1-5-03); la detención de Saddam Hussein (14-12-03); el traspaso de la soberanía al gobierno provisional (28-6-04); el referéndum para aprobar la Constitución (15-10-05); las elecciones legislativas (15-12-05); la designación del nuevo premier (22-4-06); la muerte del jefe de Al Qaeda, Abu Musab Al-Zarqawi (7-6-06), y la condena a muerte de Saddam (5-11-06).

La realidad fue otra, claro. Para peor, a cada traspié le sucedió una promesa oficial de que era cuestión de semanas, seis meses "como máximo", para sellar la pacificación. Así fue desde que el vicepresidente Dick Cheney dijo que la guerra "terminará relativamente rápido, en semanas más que en meses" (16-3-03), hasta que el general George Casey, jefe máximo de las tropas en Irak, dijo que "los próximos seis meses determinarán el futuro de Irak" (5-10-06), frase que extendió apenas 19 días después: "Va a tomar entre 12 y 18 meses más", es decir, para 2008.

Con semejante panorama -que se combina con la muerte continua de sus soldados (suman ya 3075)-, los norteamericanos desconfían de todo lo que Bush y su equipo puedan decir sobre el presente o el futuro de iraquí. Por eso perdieron en las urnas el 7 de noviembre último y por eso el respaldo presidencial ronda el 35%, el mismo que tenía Richard Nixon antes de renunciar, acosado por el caso Watergate.



Link permanente: http://www.lanacion.com.ar/878956
 
Hoy Hilary Clinton le pidio a Bush que retire las tropas de Irak antes de Terminar su mandato.
La mina ya se lo vio venir, el tipo termina su mandato y le tira el fardo de terminar el quilombo que armo al otro que viene a tras, que tal vez sea Hilary.
Saludos
 

Derruido

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Tabano1973 dijo:
Hoy Hilary Clinton le pidio a Bush que retire las tropas de Irak antes de Terminar su mandato.
La mina ya se lo vio venir, el tipo termina su mandato y le tira el fardo de terminar el quilombo que armo al otro que viene a tras, que tal vez sea Hilary.
Saludos
Pero le va a terminar dejando un regalo Troyano.

IRAN​

Salute
 
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