En 1982 (casualmente el mismo año del conflicto de Malvinas) los israelíes invadieron el Líbano con el fin de desterrar a los guerrilleros de la OLP que hostigaban la frontera norte de su país, y de paso, como siempre fue su objetivo estratégico, constituir una especie de "protectorado" en el país del cedro favoreciendo a las partes pro-israelíes (los drusos, las falanges cristianas). Por supuesto, Líbano siempre estuvo bajo la protección de Siria, que en aquel momento, estaba muy bien pertrechada por la URSS. La punta de lanza de Israel, siempre ha sido (y aún es) la Heyl Ha Avir, la fuerza áerea. En aquel entonces, sus estrellas eran los cazas F-15A Eagle y F-16A (éstos últimos utilizados también como cazabombarderos) y como vectores de ataque tenían los F-4E Phantom II, los Kfir C-2 y los A-4 en sus versiones N y H, básicamente. Para "limpiar" su avance hacia Beirut, se necesitaba total superioridad aérea, la cual siempre es vital para destrozar cualquier avance terrestre, máxime en las estrechas rutas y caminos libaneses. Justamente, para cortar la vía Beirut-Damasco, los israelíes debían bloquear el valle de Bekaa, donde los sirios habían instalado un significativo sistema de defensa aérea y de dirección de vectores aéreos. Allí había muchos sistemas soviéticos antiaéreos, pero los fundamentales eran los sistemas SA-6 Gainful, a los cuáles los israelíes ya habían sufrido en 1973 durante la Guerra del Yom Kippur. Estos sistemas eran casi imperteptibles por los cazas israelíes F-4, que los tenían encima cuando ya no podían casi maniobrar, y fueron los responsables de que casi se quedaran sin ellos (no olvidemos la generosa oferta de F-4 de la USAF durante el desenvolvimiento de la guerra, que salvó a los israelíes, ya que se habían quedado sin este precioso recurso). Esta vez, los hebreos estaban preparados para eliminarlos. Por entonces había unos 9 emplazamientos SAM en el valle, los cuáles serían eliminados uno por uno. Ya el 9 de junio de 1982, uno 90 aviones israelíes pusieron fuera de combate a 17 sistemas. Poco después de las 14 hs. local, una fuerza de 26 Phantom II lanzó misiles Hughes AGM-65 Maverick y antirradiación AGM-45 Shrike contra las bases de misiles y sus puestos de mando. En su apoyo, las fuerzas terrestres dispararon misiles SS Zeev de corto alcance y en 10 minutos, otros emplazamientos fueron borrados del mapa. Cegados casi por completo, la defensa aérea siria estaba a tiro de gracia: unos 40 Phantom, Kfir y Skyhawk bombardearon una y otra vez con misiles Maverick guiados por TV, bombas de racimo y bombas guiadas Rockwell GBU-15. Esta segunda fase se completó a las 14.35hs y fue seguida por una tercera fase, que atacó las posiciones sirias en el frente y cualquier emplazamiento SAM sobreviviente. A gran altura, la cobertura superior de F-16 y F-15 mantenía a raya a la Fuerza Aérea Siria. Formaciones de MiG-21 y MiG-23 fueron duramente castigadas, reclamándose 22 aviones y otros 7 averiados, sin pérdidas propias. Siria admitió 16, pero reclamó a la vez 26, la mayoría, se cree, RPV.
El 10 de junio, fueron destruidos 2 emplazamientos más (los restantes) y la Fuerza Aérea Siria quedó como la única capaz de enfrentar a los aviones israelíes. En combates aéreos aún más feroces, la Fuerza Aérea Israelí reclamó 28 aviones, incluidos tres helicópteros, como resultado de los intentos sirios de detener las columnas blindadas hebreas que penetraban el valle de Bekka.
El éxito de la operación aérea se basó en las siguientes premisas:
1) Los Boeing 707 especialmente modificados proporcionaron contramedidas electrónicas fuera de alcance para las operaciones aéreas israelíes. Los 707, al mismo tiempo que portadores de una extensa gama de sensores ELINT, llevaban a cabo interferencias y transmitían señales de confusión.
2) Los F-15 Eagle proporcionaron cobertura de caza para todo el ataque. Sobrevolaron el campo de batalla y su misión primaria fue la de proteger a los E-2C Hawkeye.
3) Los E-2C Hawkeye fueron los coordinadores de la operación y proporcionaron cobertura radar aerotransportada al tiempo que mantuvieron contacto y controlaron todas las fases del ataque.
4) Los RPV Mastiff eran enviados hacia los emplazamientos de los radares en seguimiento del sistema SAM sirio. Eran controlados desde los Hawkeye y poseían un eco radar similar al de un avión atacante. Cuando eran detectados por el radar de búsqueda del SAM, éstos creían que se trataba de un ataque aéreo y los sirios conectaban el radar de seguimiento, situado cerca de los misiles...
5) Allí entraban en acción los F-4E Phantom II armados con misiles antirradar (misión Wild Weasel), cuando los RPV se aproximaban al emplazamiento SAM, el Hawkeye dirigía a los Phantom a la zona. Ya cerca del emplazamiento SAM, los F-4 volaban un circuito a baja cota, apantallado del radar sirio por las colinas. Durante cada vuelta del circuito, los F-4 "emergían" sobre las colinas para permitir el EWO (oficial de guerra electrónica) que emplee su complejo equipo de detección de radares. Si localizaba al radar de seguimiento, el F-4 lanzaba el ataque, si no, volvía a reiniciar el circuito. Así, el F-4 irrumpe repentinamente desde detrás de las colinas, hace medio tonel, lanza el misil antirradar (ya enganchado en el objetivo) "por encima del hombro", proporcionándole una trayectoria parabólica. El misil está programado para guiarse cabalgando el haz del radar enemigo. Tras lanzar el misil, el F-4 escapa a baja cota y gran velocidad. Medio rizo lo sitúa rumbo a su base a la altura de la "copa de los árboles". Se vuela en zig-zag para detectar cualquier posible ataque desde la retaguardia hasta que el avión alcanza la seguridad de las colinas.
6) Una vez que el radar del SAM está fuera de servicio, los misiles están "ciegos". Los cazabombarderos Kfir rematan la tarea, dirigidos por los Hawkeye, y atacan el emplazamiento con bombas convencionales y municiones dispersantes para destruir los misiles.
¿Estaríamos capacitados para tamaña tarea a 24 años de semejante coordinación?
