La famosa bailarina británica Margot Fonteyn participó activamente en 1959 en un intento fallido de golpe de Estado en Panamá, respaldado por el líder cubano Fidel Castro, según documentos secretos del gobierno británico desclasificados este viernes.
Londres | AFP
Fonteyn. Tenía 39 años y era la 'prima ballerina' del Royal Ballet de Londres. El plan para derrocar al entonces presidente Ernesto de la Guardia fue urdido por su esposo, el periodista, diplomático y conocido playboy panameño Roberto Arias, con quien se había casado cuatro años antes, revelan los documentos divulgados por los Archivos Nacionales británicos.
Fonteyn, que en aquella época tenía 39 años y era ya una celebrada 'prima ballerina' del Royal Ballet de Londres, copó titulares de prensa al ser detenida brevemente por las autoridades panameñas en abril de 1959 acusada de conspiración, pero nunca hasta ahora se había establecido su implicación.
Sin embargo, Fonteyn admitió a su regreso a Londres su participación al secretario de Estado británico de Relaciones Exteriores John Profumo, quien en una de las notas desclasificadas escribió que se tuvo que "pellizcar varias veces" mientras le contaba la historia para asegurarse de que "no estaba soñando". Según los documentos, en enero de ese año, la bailarina y su marido, hijo del ex presidente panameño Harmodio Arias, fueron a Cuba a encontrarse con Castro, quien llevaba menos de un año en el poder en la isla. "Castro prometió ayuda a su marido en su objetivo de derrocar al régimen existente en Panamá", escribió Profumo en uno de los documentos, precisando que la ayuda incluía "armas y hombres", entre ellos 125 revolucionarios cubanos.
Fonteyn afirmó que "Castro estaba detrás del golpe. Naturalmente ahora él tenía que negar cualquier conocimiento", agregó en su resumen del relato. Un nota interna del ministerio de Relaciones Exteriores muestra que se debatió sobre si había que informar a Estados Unidos sobre la complicidad de Castro con el intento de golpe fallido, y finalmente recomendó no hacerlo.
Tres meses después de Cuba, en abril de 1959, Arias, Fonteyn y otros cómplices embarcaron en su yate para un viaje supuestamente de placer pero consistente en reunir las armas y hombres necesarios, pero fueron aparentemente traicionados antes de poder llevar a cabo su plan
La republica
Londres | AFP
Fonteyn. Tenía 39 años y era la 'prima ballerina' del Royal Ballet de Londres. El plan para derrocar al entonces presidente Ernesto de la Guardia fue urdido por su esposo, el periodista, diplomático y conocido playboy panameño Roberto Arias, con quien se había casado cuatro años antes, revelan los documentos divulgados por los Archivos Nacionales británicos.
Fonteyn, que en aquella época tenía 39 años y era ya una celebrada 'prima ballerina' del Royal Ballet de Londres, copó titulares de prensa al ser detenida brevemente por las autoridades panameñas en abril de 1959 acusada de conspiración, pero nunca hasta ahora se había establecido su implicación.
Sin embargo, Fonteyn admitió a su regreso a Londres su participación al secretario de Estado británico de Relaciones Exteriores John Profumo, quien en una de las notas desclasificadas escribió que se tuvo que "pellizcar varias veces" mientras le contaba la historia para asegurarse de que "no estaba soñando". Según los documentos, en enero de ese año, la bailarina y su marido, hijo del ex presidente panameño Harmodio Arias, fueron a Cuba a encontrarse con Castro, quien llevaba menos de un año en el poder en la isla. "Castro prometió ayuda a su marido en su objetivo de derrocar al régimen existente en Panamá", escribió Profumo en uno de los documentos, precisando que la ayuda incluía "armas y hombres", entre ellos 125 revolucionarios cubanos.
Fonteyn afirmó que "Castro estaba detrás del golpe. Naturalmente ahora él tenía que negar cualquier conocimiento", agregó en su resumen del relato. Un nota interna del ministerio de Relaciones Exteriores muestra que se debatió sobre si había que informar a Estados Unidos sobre la complicidad de Castro con el intento de golpe fallido, y finalmente recomendó no hacerlo.
Tres meses después de Cuba, en abril de 1959, Arias, Fonteyn y otros cómplices embarcaron en su yate para un viaje supuestamente de placer pero consistente en reunir las armas y hombres necesarios, pero fueron aparentemente traicionados antes de poder llevar a cabo su plan
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