Asuntos Antárticos.

infanteargentino

Colaborador
Colaborador
Este si que es actual.

¡Y muy importante!. banderaargentinarezndo


Se presentó en Diputados un proyecto para la base antártica Petrel y convertirla en un Polo Logístico Internacional

El gobierno argentino lograría reforzar su presencia en la Antártida y en el Atlántico Sur a través de un mayor protagonismo y control soberano del tráfico comercial marítimo internacional, de una mayor explotación y defensa de los recursos naturales, si prospera un proyecto de ley del diputado nacional Gastón Roma, que incluye un desarrollo de un Polo Logístico Antártico Internacional.



"La Argentina está perdiendo mucho dinero, pero lo que más pierde es el manejo y la soberanía de proyección de sus recursos que representan dos veces más su superficie terrestre, es decir involucra a casi 4 millones de kilómetros cuadrados", expresó a Télam el diputado nacional Gastón Roma (PRO-Tierra del Fuego).

Roma busca poner a la Antártida en el centro del debate, y llamó a tomar "conciencia del potencial enorme que representa ese continente para que la Argentina tenga en los próximas décadas una política de inserción mundial y de desarrollo económico de los argentinos".

Desde ese ángulo, rescató la riqueza en hidrocarburos, fauna ictícola, minerales y agua, y resaltó: "la Argentina tiene una posibilidad muy relevante para desarrollar en su potencial de mar del Sur y de la Antártida, con lo cual tener una base a un día y medio próximo al continente blanco, más cercana que la base chilena de Punta Arena, y nos coloca en otra posición".

Para Roma, la Argentina, por su reservorio de riquezas naturales, ubicación geográfica, pretensión de la porción antártica y sus reclamos sobre las islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur se posiciona en un lugar de preponderancia geopolítica y estratégica en el mapa mundial.

Estos objetivos están planteados en un proyecto de ley presentado por el legislador, que propone crear una base naval integrada que incluye el traslado, más al sur fueguino, del apostadero naval de Ushuaia, con la construcción de viviendas para 1.000 marinos argentinos, un nuevo muelle y un Polo Logístico Antártico Internacional en Tierra del Fuego.

El diputado Roma precisó que el costo total de la obra rondaría los "400 millones de dólares, que se financiaría a través de capitales privados, nacionales o extranjeros, que según lo estipula la iniciativa intervendrían a través de una licitación según prevé en la Ley de Participación Público Privada y no le generaría erogación alguna al Estado hasta finalizada la construcción, con una amortización a 30 años", acotó.

Si el proyecto se convierte en ley, posibilidad que Roma evaluó "como muy probable para este año" por el "grado de aceptación" entre sus colegas de las distintas bancadas en la Cámara baja, (aunque tiene que pasar luego por el Senado), se crearían 1.500 puestos de trabajo directo y unos 20.000 indirectos y un ingreso de u$s 80 millones anuales sólo por la tasa portuaria".

Estimó que, además, se generarian ingresos por "la regulación pesquera, cuyas exportaciones actuales representan unos u$s 1.500 millones, pero podrían duplicarse".

"A mí me consta haberlo escuchado al Presidente Mauricio Macri, en una reunión en Olivos, donde manifestó que él quiere que se lleve adelante el proyecto, porque ve un potencial enorme a futuro", aseguró.

Roma destacó el "interés del Presidente Mauricio Macri" por la propuesta que muestra una mirada a futuro en el tablero estratégico internacional, en dos obras con el eje puesto en el resguardo de recursos hidrocarburíferos, ictícolas, minerales y acuíferos, y el afianzamiento de la presencia antártica y en el Mar del Sur, que se proyectan como motor del movimiento del mercado interno y externo, con la creación de miles de puestos de trabajo y un millonario ingreso de divisas, bajo el resguardo de los derechos soberanos.

El sector antártico reviste gran importancia en la vida de la Tierra por la influencia que ejerce sobre muchos de los procesos naturales ya que contiene la mayor cantidad de hielo del planeta y es el motor que regula la atmósfera terrestre y su equilibrio global.

El legislador se refirió al proyecto como una "verdadera política de Estado alejada de mezquindades electorales", y que en cada punto tiene una doble lectura: ejemplo en el tema de la ciencia se "afianza la soberanía, le da fundamentos valorativos al país y se obtienen beneficios recaudatorios por el cobro de la prestación de servicios vinculados a la hotelería, insumos, traslados, y otros servicios que Argentina podría brindar a los más de 30 países que desarrollan investigaciones en el continente blanco".

Consultado sobre la trascendencia geopolítica de la iniciativa, Roma indicó que "nos permitiría tener una proyección enorme porque los aprovisionamientos se hacen desde el puerto de Buenos Aires, se ganaría una semana de navegación y tendríamos una flota a disposición para cubrir la logística antártica".



PROYECTO DE LEY Y FUNDAMENTOS

El Senado y la Cámara de Diputados,

POLO LOGISTICO ANTARTICO INTERNACIONAL PETREL

Artículo 1º: Declárese de Interés Nacional las actividades de diseño,
construcción, ampliación, mejora, mantenimiento, licenciamiento, montajes,
suministro de equipamientos, bienes y servicios, puesta en marcha,
explotación, operación y financiamiento del Polo Logístico Antártico
Internacional Petrel, conjuntamente con todos los actos necesarios que
permitan concretar y materializar los objetivos fijados en la presente ley.


Artículo 2º: El Polo Logístico Antártico Internacional Petrel se
constituirá en la Isla Dundee 63° 28´ S 56° 17´ O.


Artículo 3°: En función de lo establecido en el artículo 1° se
constituirá el Polo Logístico Antártico Internacional Petrel que tendrá
por objeto satisfacer los requerimientos logísticos antárticos, propios y a
terceros países, como así también a entes públicos y privados que
realicen actividades antárticas. Centralizará el abastecimiento y la
prestación de servicios a las dotaciones militares, científicas y civiles,
que cumplan tareas en el Continente Antártico que así lo requieran o
demanden.


Artículo 4°: Serán aplicables las excepciones previstas en la Ley 19.640
en relación a los tributos que gravaren la importación para consumo que se
realicen de las mercancías destinadas a las obras a las que se refiere el
artículo 1° de la presente Ley. El Poder Ejecutivo podrá dictar normas que
resulten necesarias para el correcto control y destino de los elementos
materiales, repuestos y servicios de importación destinadas a las obras
indicadas en dicho artículo.


Artículo 5°: Autorícese la creación de un fideicomiso para el
complimiento de lo establecido en el artículo primero, facultando al
ministerio de Defensa de la Nación y al organismo que designe el Gobierno de
la Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur a
celebrar los contratos que resulten necesarios con las entidades financieras
públicas nacionales cuya selección se efectuará de acuerdo con las pautas
que oportunamente fijarán de común acuerdo.


Artículo 6°: El fideicomiso creado por el articulo precedente podrán ser
integrador por:


a) Aportes del Tesoro Nacional con arreglo a las partidas anuales que
asigna la Ley de Presupuesto General de la Administración Nacional,


b) Los recursos provenientes de operaciones de crédito en el mercado
interno o externo, a cuyo efecto podrá apelarse a los medios financieros que
resulten más convenientes, con sujeción a las previsiones de las Leyes
19.328, 24.156 y 24.354 sus modificatorias y complementarias, en cuanto no
fueren modificadas por la presente ley,


c) Los recursos propios que pudieren derivar el Poder Ejecutivo
Provincial de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur y el
ministerio de Defensa de la Nación,


d) Los ingresos por legados, donaciones y,

e) Los fondos previstos por organismos internacionales u organizaciones
no gubernamentales de programas específicos.


Artículo 7°: El Ministerio de Defensa de la Nación será el órgano de
aplicación de la presente ley y, en consecuencia, tomará a su cargo todo lo
concerniente a la elección de financiamiento, llamado a licitación o
concurso nacional o internacional, estudio de pre-factibilidad y
factibilidad, proyecto, contratación, ejecución, fiscalización, recepción
y puesta en servicio de las obras.


Artículo 8°: El Poder Ejecutivo Nacional otorgará la garantía de la
Nación a las obligaciones contraídas, en virtud del artículo 6to de la
presente Ley, por los montos y condiciones que hubiere autorizado
previamente. Asimismo autorizara a gestionar con intervención del Ministerio
de Defensa de la Nación ante bancos y organismos financieros, nacionales e
internacionales y de proveedores de bienes y servicios a realizar operaciones
de créditos a efectos de la obtención de los recursos necesarios para la
construcción y puesta en servicio del Polo Logístico Antártico
Internacional Petrel, mencionado en el Artículo 3° de la presente Ley. Y
asegurará los medios para que la autoridad de aplicación cumpla con los
compromisos contraídos y obtenga la financiación de los bienes y servicios
provenientes del exterior, la disponibilidad y las respectivas operaciones
crediticias necesarias o al efecto, además de la facultad de giro de divisas
en que corresponda efectuar los pagos.


Artículo 9°: El Ministerio de Defensa de la Nación queda facultado a
independizar administrativamente la ejecución de las tareas relacionadas al
estudio de pre-factibilidad, factibilidad y construcción del Polo Logístico
Antártico Internacional Petrel. Podrá, en consecuencia, contratar y
designar el personal que corresponda o afectar el ya existente; crear
sectores administrativos y técnicos, organismos de enlace y control de la
realización de los trabajos sean en el país o en el extranjero, enviar y
recibir el personal que fuera necesario para el mejor cumplimiento de tales
funciones.


Artículo 10°: El Estado Nacional a través de la autoridad de aplicación
designada por la presente ley, podrá financiar la construcción e
instalación del Polo Logístico Antártico Internacional Petrel por algunos
de los siguientes mecanismos:


a) Con sujeción a las previsiones establecidas por la Ley 27.328,

b) A través de lo establecido en las leyes N° 13.064 de Obras
Públicas y N°17.520 de Concesión de Obras Públicas y sus
modificaciones; y por el Decreto Nº 1023/2001, sus modificatorias y
reglamentación,


c) Los aportes del Tesoro Nacional con arreglo a las partidas anuales
que asigne la Ley de Presupuesto General de la Administración Nacional,


d) Los fondos provistos por organismos internacionales u organizaciones
no gubernamentales.


Artículo 11°: Los saldos de los fondos especiales de cada uno de los
fideicomisos instituidos por la presente ley, no utilizados al 31 de
diciembre de cada año, deberán ser incorporados en el rubro de recursos
pertinentes incrementando el crédito presupuestario de la categoría
programática correspondiente a dichos fondos para el año siguiente. En
consecuencia, los fondos existentes a esa fecha en la cuenta bancaria oficial
respectiva, pasarán como saldo disponible para su utilización al año
siguiente en pos de futuras obras o cumplimientos de artículo 3° de la
presente.


Artículo 12°: El Poder Ejecutivo queda autorizado para disponer anticipos
de fondos con cargo de reintegro, que fueren requeridos durante el transcurso
de las obras, cuando las necesidades de inversión superen la recaudación
efectiva de los recursos asignados.


Artículo 13°: Exímase al fideicomiso cuya creación se autoriza por la
presente norma de todos los impuestos nacionales, incluido el Impuesto al
Valor Agregado e impuestos internos.


Artículo 14°: El Poder Ejecutivo Nacional establecerá un régimen especial
de fiscalización aduanera y despacho a plaza, para la introducción por vía
marítima, terrestre o aérea de los elementos relacionados con las obras de
construcción y puesta en operación de la Base Naval Integrada y el Polo
Logístico Antártico Internacional de la Provincia de Tierra del Fuego,
A.e.I.A.S., previstos en el artículo 3° de la presente ley.


Artículo 15°: Los procedimientos llevados a cabo para el cumplimiento de
los artículos 3° y 5° de la presente ley, junto con su funcionamiento, se
encontraran sujetos al control de la Sindicatura General de la Nación en los
términos de la Ley 24.156. Asimismo, el Poder Ejecutivo Nacional
establecerá las pautas y condiciones para evaluar el avance físico y
financiero de las obras y la utilización de los recursos financieros que
éstas insuman.


Artículo 16°: La presente Ley entrará en vigencia al día posterior de su
publicación en el Boletín Oficial.


Artículo 17°: Invitase a formar parte de la presente ley a la Provincia de
Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur.


Artículo 18°: Comuníquese al Poder Ejecutivo.

FUNDAMENTOS

Señor Presidente:

Tengo el agrado de dirigirme a Ud. con el objeto de someter a su
consideración el presente proyecto de ley denominado "Polo Logístico
Antártico Internacional Petrel", cuyo objetivo es generar mayores
capacidades de apoyo y sostenimiento logístico antártico y mayor movilidad
de los medios militares tendientes al cumplimiento del Sistema de Búsqueda y
Rescate (SAR). Actualmente la República Argentina carece de la segunda
capacidad mencionada y solo puede cumplir ineficientemente la primera.


La Base Petrel tuvo su origen en la construcción de un refugio naval fundado
en 1952, solo a partir de muchos esfuerzos militares, económicos y
logísticos se constituye como "base" el 22 de febrero de 1967. Sus
instalaciones cuentan con una casa principal, casa de emergencia, un hangar y
tres pistas de aterrizaje. Estas últimas no se encuentran en óptimas
condiciones operativas, dicha situación puede revertirse a bajo costo
realizando trabajos de mantenimientos que contemplen acondicionamiento
general, señalización y marcado de las pistas según la normativa vigente y
el entubado de chorrillos (cursos de agua de poco caudal); cabe destacar que
en estas pistas operaron aviones tales como Neptune y Twin Otter, entre
otros.


Asimismo, la zona cuenta con una profundidad que supera los 20 metros,
permitiendo operar con distintas embarcaciones. Para lo cual será
indispensable contar con una infraestructura adecuada que permita explotar
estas potencialidades. Además, de promover nuevas vías de comunicación con
el continente blanco que favorecerán el abastecimiento.


Para poder transformar la "base Petrel" en un Polo Logístico
Internacional Antártico, es prioritario acondicionar alojamientos para el
personal científico y militar argentino que se encuentra en tránsito hacia
la Antártida, siendo muy importante contar con las instalaciones necesarias
para la guarda de material científico, respuestas que puedan ser utilizados
para embarcaciones y otros necesarios para la reparación de las bases
Antárticas Argentinas. No obstante a ello, este tipo de servicios pueden
ofrecerse a terceros países que realicen actividades antárticas, como así
también a empresas privadas.


Las ventajas relativas a la creación de la Polo Logístico Internacional
Antártico Petrel, permite contar con un enclave estratégico que facilita el
transporte de personal antártico, tanto nacional como internacional, con la
posibilidad de realizar operaciones aéreas y navales en proximidad y que no
se vea afectado por la meteorología, favoreciendo la eficiencia de recursos,
tiempos y despliegue. En este orden de ideas, es lícito mencionar que el
cruce por Drake insume alrededor de 36 horas y no siempre se realiza en las
mejores condiciones climáticas. Contando con Petrel, se puede realizar el
cruce en avión desde Ushuaia, entre 2.30hs y 3hs dependiendo el tipo de
aeronave.


En tercer lugar, permite incrementar la capacidad científica, dado que se
pueden ofrecer servicios logísticos antárticos con instalaciones apropiadas
para la guarda de material científico (particularmente material biológico)
para su posterior traslado a laboratorios, instituciones científicas,
universidades, entre otros.


En cuatro lugar, genera un nuevo posicionamiento internacional para la
República Argentina en las actividades antárticas brindando servicios
logísticos antárticos, científicos, académicos y turísticos.


Por otro lado, la materialización del proyecto "Petrel" mejora
sustancialmente las capacidades operativas de las bases permanentes de la
Argentina en la Antártida y especialmente de la "base Marambio", dado
que esta última puede contar con aeropuertos alternativos, depósitos de
respuestas, provisiones, etc. De esta manera, se mejora el sostenimiento
logístico antártico, atendiendo a los criterios de flexibilidad,
operatividad, durabilidad, eficiencia de recursos e independencia logística.


A estas capacidades se le debe sumar la proyección del control sobre los
espacios marítimos adyacentes, ampliados con la determinación del nuevo
límite marítimo cuya responsabilidad fue asumida por la República
Argentina bajo los términos del Sistema de Búsqueda y Rescate (SAR), más
aun considerando la extensión del área de responsabilidad estatal que el
país ha asumido ante organismos internacionales y que abarca una superficie
extensísima.


Finalmente, no se puede soslayar el hecho que el presente proyecto de ley no
compromete las acciones llevadas a cabo por la política de desarrollo de la
economía promovida por el Estado Nacional y le extiende la potestad a la
autoridad de aplicación que defina la instancia administrativa propia para
el procedimiento y selección de los organismos que lleven a cabo los
estudios y el desarrollo de la obra, la identificación del proyecto y su
naturaleza, los estudios factibilidad económica y técnica, el monto
estimado de inversión, como así también la fuente de los recursos y
financiamiento ya sean del sector público o privado.


En estas líneas se erige el presente proyecto y por los motivos antes
expuestos, solicito la aprobación del presente proyecto de ley.


El presente proyecto se encuentra con estado parlamentario (es decir con
expediente abierto en su respectiva comisión) y consideramos vital su apoyo
para la concreción de un plan estratégico más importante y que esta
demorado hace 24 años.


Esta ley, es el primer paso, para la suma de otros 4 instrumentos jurídicos
que dotarán a las FAA y la Nación de una política sostenida hacia
Antártida y nuestras islas del Atlántico Sur.


Resulta vital como ayuda un simple mail adhiriendo a la idea misma o
formulando sus críticas.


Todo aporte es vital para la concreción de la nueva base naval con el polo
logístico internacional antártico.


(TELAM-HCDN)

29/03/2017
http://www.nuestromar.org/noticias/...ar-base-ant-rtica-petrel-y-convertirla-un-pol
Dudo muchísimo que esto salga. Si siguen dando vueltas con la ley del Polo Logístico y traslado de la BNUS, menos van a hacer esto en Petrel.

Lamentablemente a veces creo que nuestros dirigentes trabajan para otra bandera...
 
@infanteargentino. Me refiero es que es contrario a los intereses estadounidenses tomar una posición favorable al sector antártico reclamado por UK, en particular, y toda la doctrina de los sectores reclamado por varios países, en general. No por casualidad nunca lo ha aceptado esta doctrina. No por casualidad tiene bases repartida por toda la Antártida sin ninguna consideración de esta doctrina.
Los estadounidenses tienen un enfoque propio sobre la cuestión Antártica y no hay espacio para la doctrina de los sectores de ningún tercer país, ni de UK ni de nadie.

Por lo demás, coincido en que Argentina debe fortalecer sus capacidades respecto a la cuestión antártica.
 

infanteargentino

Colaborador
Colaborador
Si hay tanto proyecto dando vueltas es porque la mano se viene dura para las próximas dos décadas.

Hay que dejar de hacer tanta estratégia y empezar a operativizar todo.

1. Modernicen la ley antártica de 1969, la cual tiene solo dos decretos presidenciales que "algo" la actualizan.
2. Hagan las licitaciones y larguen de una vez con el muelle antártico, al menos.
3. Adquieran medios para proyectarnos y sostener nuestra presencia.
4. Tejan alianzas con otros socios.
5. Amplien la población civil de Esperanza que se viene pidiendo hace años
6. Hagan permanente a Petrel y activen una de las pistas.

Pero ya! no en 2050...
 

Tronador II

Colaborador
@EFDV
Debemos creer en los papeles y el derecho. Pero sin olvidar la fuerza para sostener y defender nuestros intereses.
El pretexto falso de que el Tratado Antártico prohíbe aquello y esto, que nadie puede o debe tal cosa, se está cayendo. El tiempo sigue corriendo y tiene una fecha de término. Los interesados están definiendo sus posiciones. Nosotros estamos quedando solos, ya que Chile firmó cierto "documento" con UK.

Muchos de los defensores del desmantelamiento del Instrumento Militar Argentino se han cobijado bajo el Tratado Antártico, vendiendo la falacia de que allí todo fue, és, y será paz. Donde el mundo mostrará lo mejor de sí... justamente aquello que nunca mostró.

Hay que estar atentos... "con la espada, con la pluma y la palabra"
Es lo que siempre digo...la Antártida es el botín que las potencias le van a echar mano cuando los recursos comiencen a escasear....ahora, frente a EEUU y RU al mismo tiempo no tenemos chances ni que tuviéramos 10 veces más poder militar que en 1982...o empezamos a tejer alianzas con otras potencias relevantes (o con EEUU) o empezamos a fabricas pepas poderosas a lo Corea del Norte.....
 

infanteargentino

Colaborador
Colaborador
Petrel, la base que puede cambiar el futuro argentino en la Antártida
La base temporal Petrel es, por estos días, motivo de estudio por parte de científicos y especialistas que participan de un plan a 10 años que podría incluir la construcción de dos pistas de aterrizaje para aeronaves a reacción de gran porte.

El plan iniciado hace 3 años por el Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas implica el reacondicionamiento de las antiguas instalaciones y la construcción de nuevas estructuras que en principio posibiliten el trabajo de los helicópteros MI-117 E.
Al respecto, el jefe de Base y veterano de Malvinas, Héctor Gutiérrez, explicó que la ampliación de Petrel “ayudaría, sería un apoyo y daría capacidades que hoy no tenemos”.

“En invierno, Orcadas queda aislada porque no hay forma de llegar, Petrel da esa capacidad. Es un proyecto a 10 años, estamos por el tercero, y se prevé una pista 1800 y otra de 1300 metros”, comentó el militar a Télam.

Por su parte, el glaciólogo del Instituto Antártico Argentino Eugenio Yermolín consideró a Petrel como un “lugar ideal para hacer dos pistas” ya que en el lugar “hay material local con el que se puede hacer el terraplén, compactar, hacer una capa gruesa y un asfalto”.

“Podría ser una pista como la de Palomar o Aeroparque, acá no hay problemas con el agua dulce, hay viento moderado. El país que tenga la pista en Petrel es el dueño de la península Antártica”, concluyó el glaciólogo nacido en Kasajstán.




A esa base hay que ponerle edificios nuevos, no emparchar los viejos que tienen cuarenta años.
 

Tronador II

Colaborador
Dudo muchísimo que esto salga. Si siguen dando vueltas con la ley del Polo Logístico y traslado de la BNUS, menos van a hacer esto en Petrel.

Lamentablemente a veces creo que nuestros dirigentes trabajan para otra bandera...
El error es dejar la Antártida como parte de Tierra del Fuego....debería ser una Provincia aparte y elegir un tres diputado y tres senadores.....y vas a ver como los Políticos le van a empezar a dar bola
 
El error es dejar la Antártida como parte de Tierra del Fuego....debería ser una Provincia aparte y elegir un tres diputado y tres senadores.....y vas a ver como los Políticos le van a empezar a dar bola

Creo que la idea que tiene EEUU para el continente blanco es que sea una región para la investigación científica y que se prohíba toda explotación económica.
No creo que haya sido un error que la Antártida sea parte de Tierra del Fuego, si la idea en el futuro es la investigación científica , Ushuaia puede convertirse ademas de base logística antartica tambien en base científica mundial.
 

Tronador II

Colaborador
Creo que la idea que tiene EEUU para el continente blanco es que sea una región para la investigación científica y que se prohíba toda explotación económica.
No creo que haya sido un error que la Antártida sea parte de Tierra del Fuego, si la idea en el futuro es la investigación científica , Ushuaia puede convertirse ademas de base logística antartica tambien en base científica mundial.
Cuando se acaben los recursos......que investigación científica ni ocho cuartos.....van a ir a depredar lo que haya
 
Cuando se acaben los recursos......que investigación científica ni ocho cuartos.....van a ir a depredar lo que haya

El tema de la explotación de los recursos ahora y en 50 años es casi imposible pero supongamos que se pueda, que se puede depredar que sea viable económicamente porque estar en la Antártida es como estar en otro planeta.
 
Creo que la idea que tiene EEUU para el continente blanco es que sea una región para la investigación científica y que se prohíba toda explotación económica.
Curiosamente, uno de los mayores impulsores del uso científico y la prohibición de la explotación económica ha sido Argentina.

No tengo tan claro que ese sea el pensamiento estadounidense en la materia. Dudo que sea así. Cuando se renovó el tratado hubo una importante discusión destinada a permitir la explotación económica y ese país fue uno de los interesados en ello. Finalmente la iniciativa no prospero y se renovó el tratado sin cambios porque para todas las partes termino resultando más práctico mantener el status quo que redefinir la cuestión de la Antártida. Dilema que se repetirá nuevamente en unas décadas.
Los estadounidenses tienen una visión propia sobre como se deberá ejercer la soberanía en la Antártida y la explotación económica, y en su enfoque no hay ninguna cabida a la doctrina de los sectores defendida por varios países firmantes del Tratado Antártico. Ellos probablemente traten de imponer unilateralmente su visión del asunto utilizando sus enormes capacidades diplomáticas, económicas y militares. Ya lo hicieron cuando finalmente escribió el Tratado Antártico según sus principios en la materia, incluyendo la negación a todo tipo de reclamaciones de soberanía, sea por la doctrina de los sectores antárticos o cualquier otra. Volvió a mantenerse su enfoque cuando se renovó el Tratado Antártico sin cambios.

Dependiendo de quiénes gobiernen Estados Unidos en las próximas décadas, creo que es posible hacer ciencia ficción sobre dos posibles políticas a promover por ellos. La primera, promover algún tipo de "Tratado Antártico III Generación", incluyendo cambios en su articulado destinados a facilitar la explotación económica con algún tipo de régimen económico que puede ser "anárquico" u "organizado". En el caso "anárquico" cada empresa explota donde quiere como quiere, bajo la protección de la bandera de su país. Muy similar al concepto de la "libertad en los mares" históricamente defendido por Estados Unidos. Imaginemos una minera con bandera estadounidense y a cinco kilómetros otra minera con bandera rusa. Una situación análoga a la que se da en este momento en la isla "25 de Mayo/Rey Jorge/King George/Waterloo". Una isla en la Antártida con bases de 11 países y donde ya existe una importante presencia de la industria del turismo. Industria del turismo que parece ser un buen antecedente de cómo se terminará desarrollando todas las demás industrias y que puede resultar en más dolores de cabezas que soluciones desde el punto de vista de las tensiones entre países que puede producir.
En el caso "organizado", podemos imaginar algún tipo de "Organización Antártica de la Industria, Producción y Comercio" liderada por Estados Unidos y que determinará las licencias de explotación, regulará el comercio, etc.
La segunda política sería que el Tratado Antártico no se renueve y Estados Unidos impone su poder para ejercer su soberanía en todo el territorio que pueda, compitiendo con otros países que traten de hacer lo mismo. Incluiría algún tipo de ley del Capitolio estadounidense estableciendo las regulaciones para este nuevo "Estado Libre Asociado de la Antártida". Por su naturaleza, en este caso la doctrina de los sectores volará por los aires.
 
Última edición:

infanteargentino

Colaborador
Colaborador
Creo que la idea que tiene EEUU para el continente blanco es que sea una región para la investigación científica y que se prohíba toda explotación económica.
No creo que haya sido un error que la Antártida sea parte de Tierra del Fuego, si la idea en el futuro es la investigación científica , Ushuaia puede convertirse ademas de base logística antartica tambien en base científica mundial.
Negacionismo. Esa es la postura de quienes conducen a este bendito país. Causa por la cual, de p.edo no abandonamos nuestraa bases, y se usa la campaña para hacer grandes negocios.
 
Negacionismo. Esa es la postura de quienes conducen a este bendito país. Causa por la cual, de p.edo no abandonamos nuestraa bases, y se usa la campaña para hacer grandes negocios.

Mas que negacionistas diria que nuestros politicos que se comportan como una corporación son ignorantes e inutiles , Ignorantes porque no entienden de geopolitica e inutiles porque no son capaces de cambiar las cosas.
 
Petrel, la base que puede cambiar el futuro argentino en la Antártida
La base temporal Petrel es, por estos días, motivo de estudio por parte de científicos y especialistas que participan de un plan a 10 años que podría incluir la construcción de dos pistas de aterrizaje para aeronaves a reacción de gran porte.

El plan iniciado hace 3 años por el Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas implica el reacondicionamiento de las antiguas instalaciones y la construcción de nuevas estructuras que en principio posibiliten el trabajo de los helicópteros MI-117 E.
Al respecto, el jefe de Base y veterano de Malvinas, Héctor Gutiérrez, explicó que la ampliación de Petrel “ayudaría, sería un apoyo y daría capacidades que hoy no tenemos”.

“En invierno, Orcadas queda aislada porque no hay forma de llegar, Petrel da esa capacidad. Es un proyecto a 10 años, estamos por el tercero, y se prevé una pista 1800 y otra de 1300 metros”, comentó el militar a Télam.

Por su parte, el glaciólogo del Instituto Antártico Argentino Eugenio Yermolín consideró a Petrel como un “lugar ideal para hacer dos pistas” ya que en el lugar “hay material local con el que se puede hacer el terraplén, compactar, hacer una capa gruesa y un asfalto”.

“Podría ser una pista como la de Palomar o Aeroparque, acá no hay problemas con el agua dulce, hay viento moderado. El país que tenga la pista en Petrel es el dueño de la península Antártica”, concluyó el glaciólogo nacido en Kasajstán.




A esa base hay que ponerle edificios nuevos, no emparchar los viejos que tienen cuarenta años.
Se podrían llevar pre construidos, y reparar los existentes es decir expandir.-
 
El fallido viaje a la Antártica del “Karpuj”, el barco científico chileno que no pudo cruzar el Mar de Drake

Martes 16 de Mayo del 2017​



Karpuj. Había sido por 30 años una patrullera de la Armada, pero a fines de 2013 el Instituto Antártico Chileno la adquirió en $15 millones. Luego de dos años de profundas modificaciones, que elevaron el proyecto por sobre los $1.500 millones, la nave regresó al agua, pero la Armada no le dio la licencia. Hasta el verano pasado, el barco no había cruzado a la Antártica. Lo más cerca que había llegado era a Puerto Williams.






Martín González, indígena de origen yagán, abre sus brazos y simula planear como un ave. Felicia González, su señora, descendiente kawésqar, le sigue desde atrás. Al frente está el intendente de la región de Magallanes, Jorge Flies, el director del Inach, José Retamales, y las autoridades de la marina y la Fuerza Aérea. Todos con los brazos abiertos simulando volar. Mientras planean en sus puestos, suena la voz de Úrsula Calderón, una de las dos descendientes yaganas que sabían hablar esa lengua y que falleció en el 2003. El canto que interpreta se llama Pusani, que significa ‘travesía al Cabo de Hornos’.

La performance está cargada de simbolismo. Es la manera en que los indígenas han decidido bendecir al primer barco científico chileno que viajará a la Antártica, el proyecto estrella del Instituto Antártico Chileno -Inach- desde hace 5 años, y tal vez el más ambicioso desde su fundación hace ya medio siglo. Es el 17 de diciembre de 2015. La nave se llama Karpuj, que en lengua yagán significa ‘albatros de ceja negra’, pájaro que sobrevuela el Mar de Drake hasta en las peores tempestades, tal como se espera que lo haga el barco. El bautizo da inicio a la 52 Expedición Científica Antártica. “Es la primera lancha con posibilidad de desarrollar ciencia a bordo que va a tener el Instituto Antártico a partir de esta temporada”, dijo Félix Bartsch, ingeniero naval a cargo del proyecto, luego que la lancha cayó al mar.

La Karpuj era una embarcación que la Armada había dado de baja, luego de tres décadas de servicio. Una lancha patrullera en la que el Inach había invertido 1.200 millones en reparaciones y modificaciones, para adaptarla a los requerimientos científicos y a las condiciones del mar de Drake. Pero las cosas no salieron como estaban presupuestadas. En los días siguientes a su botadura, la Karpuj nunca dejó el astillero de Asmar, en Punta Arenas. La nave no estaba autorizada para zarpar y tenía al menos 40 observaciones levantadas por la tripulación. Daniel Téllez, socio de la contratista Induflex, empresa que se adjudicó los servicios de tripulación, cree hoy que todo fue parte de un montaje: “el barco nunca estuvo listo. La botada al mar fue para que la prensa tomara la foto. Cuando llegamos, adentro estaba el carpintero haciendo los muebles. El contrato decía que la tripulación tenía que dormir arriba del barco, pero no habían camarotes, luz, agua, cocina, nada”, recuerda.

Según el programa científico del Inach para esa temporada, el viaje de la Karpuj consideraba cruzar el paso Drake, para arribar a Bahía Paraíso y a la base Yelcho. Allá, los dos laboratorios con los que estaba equipada –uno seco y otro húmedo-, serían esenciales para el trabajo de cinco proyectos científicos. Para eso, el barco debía estar listo durante las primeras semanas de enero, pero la nave no reunía las condiciones de zarpe.

Lo más grave, agrega Téllez, no eran los atrasos en los plazos, sino los problemas técnicos. De todos ellos, el más complejo de resolver era la pérdida de estabilidad. “Cuando les mostré los planos de la embarcación, la tripulación no quería aceptar el trabajo. Era como cruzar en un yate. Les tuve que subir los sueldos y al final lo vieron como un desafío, por el amor a navegar que ellos tienen. Creían que era importante ser parte del primer barco científico chileno”, explica.

Fue allí que empezaron los problemas entre la tripulación y el Inach. Según Téllez, porque “a las autoridades del proyecto no les gustó que criticaran tanto la embarcación”. Un tira y afloja que se zanjó a fines de enero de 2016, cuando la Armada finalmente no le dio permiso al barco. Puso reparos en la estabilidad. La Karpuj debió volver al dique y el emblemático viaje fue cancelado. Antes que eso ocurriera, el Inach intentó salvar la operación por todos los medios. Téllez recuerda que les propusieron que sólo la tripulación llevara el barco y que los científicos se fueran en avión hasta la Antártica, y allá lo abordaran. Propuesta a la que él se negó: “siempre les dije que si las condiciones no eran seguras, no zarpábamos. El barco parecía un péndulo en el agua”, agrega.

Desde el Inach acusaron a la empresa de boicotear el proyecto. Pese a eso, debieron cumplir con el contrato: 117 millones de pesos en cuatro meses en los cuales el barco no navegó ni un día. En todo ese tiempo, la tripulación sólo se dedicó a corregir errores. “Si esta lancha la quieren para navegar en los canales, no hay problemas, pero cruzar el Drake es otra cosa. Yo creo que este barco nunca llegará a la Antártica”, concluye Téllez.

La Karpuj se pasó todo el 2016 en reparaciones.


EL PROYECTO

El 17 de enero de 2012, la cuestionada embarcación fue protagonista de otra ceremonia. Esta vez de despedida. En ese tiempo tenía otro nombre. Lep Yagán, le llamó la armada durante más de tres décadas, desde que en 1980 fue construida en el astillero Asenav de Valdivia. Durante todo ese tiempo, sólo tuvo dos destinaciones: Puerto Natales en los 80 y Punta Arenas en los 90. Entre las autoridades que asistieron a su ritual de despedida, en el muelle Arturo Prat de Puerto Natales, estaba el gobernador de la provincia de la época, Max Salas, y el gobernador marítimo de Punta Arenas, Erwin Miranda. “Fue una ceremonia muy significativa y tradicional, pero triste porque se dio de baja una unidad que ha hecho mucho por el servicio”, dijo aquel día el marino. En la ocasión, la autoridad aprovechó de presentar las características que tendría la nueva embarcación, que sería de mucha mayor velocidad que su predecesora. “La Yagán era una chatarra”, describe una persona que conoció la lancha mientras estuvo activa.

El barco se pasó más de un año guardado en Punta Arenas, hasta que a mediados del 2013 salió a remate. El 11 de octubre de ese año, el Inach se lo adjudicó por $15 millones. El dinero provenía de un fondo cercano a los $700 millones, que la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (Conicyt) había destinado. Tenían pensado realizar en él uno de los proyectos más emblemáticos de la institución. Para lograrlo había que reconstruir el barco completo. Contrataron a Félix Bartsch, ingeniero naval que con el tiempo se hizo cargo del proyecto, y a Asmar, para que realizara todas las modificaciones que un barco necesita para una misión científica. Reforzaron el casco, instalaron instrumentos de medición oceanográfica, dos laboratorios, y dos sistemas de comunicación. Nada de eso fue suficiente al momento de pasar la revisión. El barco tenía problemas anteriores. “En la armada se burlaban del Inach, no entendían cómo querían pasar el mar de Drake en ese barco”, recuerda una fuente que conoció la historia de la compra.

La cancelación de aquel primer viaje en 2016 fue un bochorno institucional que rápidamente comenzó a requerir respuestas. No sólo porque se habían invertido $1.500 millones, y corregir la estabilidad requería al menos 200 millones más, también por el prestigio y simbolismo que esa embarcación representaba para Chile en sus aspiraciones soberanas en la Península Antártica. “Chile no tiene territorio en la Antártica, tiene una pretensión soberana sobre un territorio que también es pretendido por Inglaterra y Argentina. Es la única parte del continente donde las aspiraciones se superponen. El Tratado Antártico, que entró en vigencia en 1961, dejó en statu quo las reclamaciones de los siete países que disputan territorios en la Antártica por 50 años, y entiendo que eso se renovó por 50 más”, cuenta una fuente cercana a la investigación.

La importancia del Inach radica en aquella controversia. Cada una de las misiones que allí se comandan no sólo se traducen en avances científicos, sino que también en argumentos que a la larga servirán para dirimir a quién corresponde ese territorio. No siempre el Inach tuvo ese objetivo. Hasta antes de 2003, cuando el instituto funcionaba en Santiago, su función era sólo de política diplomática. “Era como una embajada”, explica un extrabajador. Quienes conocen la institución aseguran que el cambio de sede a Punta Arenas, ocurrido ese mismo año, y luego el recambio de dirección, cuando asumió José Retamales, transformó el paradigma.

José Retamales va a cumplir 12 años como director del Inach. La Karpuj era su proyecto estrella. Fue él quien anunció en diciembre del año pasado que las reparaciones en Asmar habían sido un éxito. A mediados de ese mes, participó de la navegación inaugural en el Estrecho de Magallanes. Lo hizo acompañado nuevamente del intendente de la región, Jorge Flies, y Félix Bartsch, líder del proyecto. “Estamos conscientes de que es una nave pequeña, pero es la primera de estas características que va a haber en la Antártica. De todos los países que trabajan en el continente blanco, ninguno tiene una nave como esta, que va a permitir realizar trabajos en aguas interiores, en donde otros navíos no pueden llegar”, dijo Retamales arriba del barco.

La Karpuj, sin embargo, nunca cruzó a la Antártica.


EL FRACASO

La licencia de la Karpuj fue entregada el 10 de enero de 2017. Luego de su primera navegación, la nave había quedado varada en Puerto Williams, esperando la confirmación del zarpe, pero la tripulación no se atrevió a salir. “Estábamos esperando buen clima”, explica José Retamales. Cruzar el mar de Drake dependía de la conjugación de una serie de factores ambientales que permitieran su desplazamiento con seguridad. En eso estaban, cuando descubrieron un nuevo desperfecto, un eslabón del ancla defectuoso. La tripulación se negó a salir si no lo reemplazaban. La maniobra requería llevar el barco a Punta Arenas. “Conversamos con los científicos que estaban en la Antártica y decidimos reparar el ancla y quedarnos trabajando con la Karpuj en Caleta Tortel”, agrega el director del Inach.

Durante la 53 Expedición Científica Antártica, el barco científico que prometía convertirse en un emblema, ni siquiera estuvo cerca de su objetivo. Debió conformarse con una misión menor: navegar por casi dos meses por los canales que unen Caleta Tortel, Puerto Yungay, Puerto Edén y Punta Arenas, hasta que la temporada cerró y debió nuevamente volver a Asmar. Retamales está consciente de las limitaciones que actualmente tiene el proyecto, pero asegura que todo va tal como se pensó: “Para cruzar un mar tempestuoso tiene que esperar que estén las condiciones”, reitera.

La explicación es algo que sigue sin convencer a los miembros de la primera tripulación. Daniel Téllez, el socio contratista, critica la forma en que se abordó el proyecto desde su origen. Sumando y restando –dice- comprar, modificar, y reparar el barco ha salido más caro que adquirir uno nuevo. “Nosotros les ofrecimos la posibilidad de traerles uno por el presupuesto que ellos tenían, que eran como $1.700 millones. Venía hasta con helipuerto, pero dijeron que ya habían cerrado una compra con la Armada”, explica. Retamales asegura que no tenían ninguna posibilidad de acceder a otro buque mejor. “El rompehielos de la Armada va a costar US$180 millones. Nosotros no tenemos ese dinero, esa es la verdad. Hemos construido esto y lo vamos a usar cuando las condiciones sean las apropiadas”, insiste.

El director del Inach deberá dejar su cargo en agosto de este año. Como la nueva campaña científica comienza en diciembre, durante su gestión no verá a la Karpuj completar su misión. Eso, si las condiciones climáticas y técnicas lo permiten. Retamales aún mantiene las esperanzas. En el último tiempo –dice- han debido adaptar el proyecto y reorganizar las misiones. Aún sigue soñando con batir récords: “siempre en la temporada hay cuatro o cinco ventanas de buen clima. Ahí es cuando nosotros vamos a hacer el cruce. Esto es parte de un proyecto mayor. Estamos trabajando con el MOP en la construcción de un muelle en la Antártica. Nuestra ambición es que esta nave quede varada allá durante el invierno, y sea la primera nave nacional que tenga como puerto base la Antártica”, se ilusiona.

Pero la Karpuj aún ni siquiera ha navegado en aguas abiertas. Puerto Williams fue lo más cerca que estuvo de la Antártica: a dos días y medio de navegación para hacer historia.


(http://laprensaaustral.cl/cronica/e...o-chileno-que-no-pudo-cruzar-el-mar-de-drake/)


 
Última edición:

Jorge II

Serpiente Negra.
El fallido viaje a la Antártica del “Karpuj”, el barco científico chileno que no pudo cruzar el Mar de Drake

Martes 16 de Mayo del 2017​



Karpuj. Había sido por 30 años una patrullera de la Armada, pero a fines de 2013 el Instituto Antártico Chileno la adquirió en $15 millones. Luego de dos años de profundas modificaciones, que elevaron el proyecto por sobre los $1.500 millones, la nave regresó al agua, pero la Armada no le dio la licencia. Hasta el verano pasado, el barco no había cruzado a la Antártica. Lo más cerca que había llegado era a Puerto Williams.






Martín González, indígena de origen yagán, abre sus brazos y simula planear como un ave. Felicia González, su señora, descendiente kawésqar, le sigue desde atrás. Al frente está el intendente de la región de Magallanes, Jorge Flies, el director del Inach, José Retamales, y las autoridades de la marina y la Fuerza Aérea. Todos con los brazos abiertos simulando volar. Mientras planean en sus puestos, suena la voz de Úrsula Calderón, una de las dos descendientes yaganas que sabían hablar esa lengua y que falleció en el 2003. El canto que interpreta se llama Pusani, que significa ‘travesía al Cabo de Hornos’.

La performance está cargada de simbolismo. Es la manera en que los indígenas han decidido bendecir al primer barco científico chileno que viajará a la Antártica, el proyecto estrella del Instituto Antártico Chileno -Inach- desde hace 5 años, y tal vez el más ambicioso desde su fundación hace ya medio siglo. Es el 17 de diciembre de 2015. La nave se llama Karpuj, que en lengua yagán significa ‘albatros de ceja negra’, pájaro que sobrevuela el Mar de Drake hasta en las peores tempestades, tal como se espera que lo haga el barco. El bautizo da inicio a la 52 Expedición Científica Antártica. “Es la primera lancha con posibilidad de desarrollar ciencia a bordo que va a tener el Instituto Antártico a partir de esta temporada”, dijo Félix Bartsch, ingeniero naval a cargo del proyecto, luego que la lancha cayó al mar.

La Karpuj era una embarcación que la Armada había dado de baja, luego de tres décadas de servicio. Una lancha patrullera en la que el Inach había invertido 1.200 millones en reparaciones y modificaciones, para adaptarla a los requerimientos científicos y a las condiciones del mar de Drake. Pero las cosas no salieron como estaban presupuestadas. En los días siguientes a su botadura, la Karpuj nunca dejó el astillero de Asmar, en Punta Arenas. La nave no estaba autorizada para zarpar y tenía al menos 40 observaciones levantadas por la tripulación. Daniel Téllez, socio de la contratista Induflex, empresa que se adjudicó los servicios de tripulación, cree hoy que todo fue parte de un montaje: “el barco nunca estuvo listo. La botada al mar fue para que la prensa tomara la foto. Cuando llegamos, adentro estaba el carpintero haciendo los muebles. El contrato decía que la tripulación tenía que dormir arriba del barco, pero no habían camarotes, luz, agua, cocina, nada”, recuerda.

Según el programa científico del Inach para esa temporada, el viaje de la Karpuj consideraba cruzar el paso Drake, para arribar a Bahía Paraíso y a la base Yelcho. Allá, los dos laboratorios con los que estaba equipada –uno seco y otro húmedo-, serían esenciales para el trabajo de cinco proyectos científicos. Para eso, el barco debía estar listo durante las primeras semanas de enero, pero la nave no reunía las condiciones de zarpe.

Lo más grave, agrega Téllez, no eran los atrasos en los plazos, sino los problemas técnicos. De todos ellos, el más complejo de resolver era la pérdida de estabilidad. “Cuando les mostré los planos de la embarcación, la tripulación no quería aceptar el trabajo. Era como cruzar en un yate. Les tuve que subir los sueldos y al final lo vieron como un desafío, por el amor a navegar que ellos tienen. Creían que era importante ser parte del primer barco científico chileno”, explica.

Fue allí que empezaron los problemas entre la tripulación y el Inach. Según Téllez, porque “a las autoridades del proyecto no les gustó que criticaran tanto la embarcación”. Un tira y afloja que se zanjó a fines de enero de 2016, cuando la Armada finalmente no le dio permiso al barco. Puso reparos en la estabilidad. La Karpuj debió volver al dique y el emblemático viaje fue cancelado. Antes que eso ocurriera, el Inach intentó salvar la operación por todos los medios. Téllez recuerda que les propusieron que sólo la tripulación llevara el barco y que los científicos se fueran en avión hasta la Antártica, y allá lo abordaran. Propuesta a la que él se negó: “siempre les dije que si las condiciones no eran seguras, no zarpábamos. El barco parecía un péndulo en el agua”, agrega.

Desde el Inach acusaron a la empresa de boicotear el proyecto. Pese a eso, debieron cumplir con el contrato: 117 millones de pesos en cuatro meses en los cuales el barco no navegó ni un día. En todo ese tiempo, la tripulación sólo se dedicó a corregir errores. “Si esta lancha la quieren para navegar en los canales, no hay problemas, pero cruzar el Drake es otra cosa. Yo creo que este barco nunca llegará a la Antártica”, concluye Téllez.

La Karpuj se pasó todo el 2016 en reparaciones.


EL PROYECTO

El 17 de enero de 2012, la cuestionada embarcación fue protagonista de otra ceremonia. Esta vez de despedida. En ese tiempo tenía otro nombre. Lep Yagán, le llamó la armada durante más de tres décadas, desde que en 1980 fue construida en el astillero Asenav de Valdivia. Durante todo ese tiempo, sólo tuvo dos destinaciones: Puerto Natales en los 80 y Punta Arenas en los 90. Entre las autoridades que asistieron a su ritual de despedida, en el muelle Arturo Prat de Puerto Natales, estaba el gobernador de la provincia de la época, Max Salas, y el gobernador marítimo de Punta Arenas, Erwin Miranda. “Fue una ceremonia muy significativa y tradicional, pero triste porque se dio de baja una unidad que ha hecho mucho por el servicio”, dijo aquel día el marino. En la ocasión, la autoridad aprovechó de presentar las características que tendría la nueva embarcación, que sería de mucha mayor velocidad que su predecesora. “La Yagán era una chatarra”, describe una persona que conoció la lancha mientras estuvo activa.

El barco se pasó más de un año guardado en Punta Arenas, hasta que a mediados del 2013 salió a remate. El 11 de octubre de ese año, el Inach se lo adjudicó por $15 millones. El dinero provenía de un fondo cercano a los $700 millones, que la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (Conicyt) había destinado. Tenían pensado realizar en él uno de los proyectos más emblemáticos de la institución. Para lograrlo había que reconstruir el barco completo. Contrataron a Félix Bartsch, ingeniero naval que con el tiempo se hizo cargo del proyecto, y a Asmar, para que realizara todas las modificaciones que un barco necesita para una misión científica. Reforzaron el casco, instalaron instrumentos de medición oceanográfica, dos laboratorios, y dos sistemas de comunicación. Nada de eso fue suficiente al momento de pasar la revisión. El barco tenía problemas anteriores. “En la armada se burlaban del Inach, no entendían cómo querían pasar el mar de Drake en ese barco”, recuerda una fuente que conoció la historia de la compra.

La cancelación de aquel primer viaje en 2016 fue un bochorno institucional que rápidamente comenzó a requerir respuestas. No sólo porque se habían invertido $1.500 millones, y corregir la estabilidad requería al menos 200 millones más, también por el prestigio y simbolismo que esa embarcación representaba para Chile en sus aspiraciones soberanas en la Península Antártica. “Chile no tiene territorio en la Antártica, tiene una pretensión soberana sobre un territorio que también es pretendido por Inglaterra y Argentina. Es la única parte del continente donde las aspiraciones se superponen. El Tratado Antártico, que entró en vigencia en 1961, dejó en statu quo las reclamaciones de los siete países que disputan territorios en la Antártica por 50 años, y entiendo que eso se renovó por 50 más”, cuenta una fuente cercana a la investigación.

La importancia del Inach radica en aquella controversia. Cada una de las misiones que allí se comandan no sólo se traducen en avances científicos, sino que también en argumentos que a la larga servirán para dirimir a quién corresponde ese territorio. No siempre el Inach tuvo ese objetivo. Hasta antes de 2003, cuando el instituto funcionaba en Santiago, su función era sólo de política diplomática. “Era como una embajada”, explica un extrabajador. Quienes conocen la institución aseguran que el cambio de sede a Punta Arenas, ocurrido ese mismo año, y luego el recambio de dirección, cuando asumió José Retamales, transformó el paradigma.

José Retamales va a cumplir 12 años como director del Inach. La Karpuj era su proyecto estrella. Fue él quien anunció en diciembre del año pasado que las reparaciones en Asmar habían sido un éxito. A mediados de ese mes, participó de la navegación inaugural en el Estrecho de Magallanes. Lo hizo acompañado nuevamente del intendente de la región, Jorge Flies, y Félix Bartsch, líder del proyecto. “Estamos conscientes de que es una nave pequeña, pero es la primera de estas características que va a haber en la Antártica. De todos los países que trabajan en el continente blanco, ninguno tiene una nave como esta, que va a permitir realizar trabajos en aguas interiores, en donde otros navíos no pueden llegar”, dijo Retamales arriba del barco.

La Karpuj, sin embargo, nunca cruzó a la Antártica.


EL FRACASO

La licencia de la Karpuj fue entregada el 10 de enero de 2017. Luego de su primera navegación, la nave había quedado varada en Puerto Williams, esperando la confirmación del zarpe, pero la tripulación no se atrevió a salir. “Estábamos esperando buen clima”, explica José Retamales. Cruzar el mar de Drake dependía de la conjugación de una serie de factores ambientales que permitieran su desplazamiento con seguridad. En eso estaban, cuando descubrieron un nuevo desperfecto, un eslabón del ancla defectuoso. La tripulación se negó a salir si no lo reemplazaban. La maniobra requería llevar el barco a Punta Arenas. “Conversamos con los científicos que estaban en la Antártica y decidimos reparar el ancla y quedarnos trabajando con la Karpuj en Caleta Tortel”, agrega el director del Inach.

Durante la 53 Expedición Científica Antártica, el barco científico que prometía convertirse en un emblema, ni siquiera estuvo cerca de su objetivo. Debió conformarse con una misión menor: navegar por casi dos meses por los canales que unen Caleta Tortel, Puerto Yungay, Puerto Edén y Punta Arenas, hasta que la temporada cerró y debió nuevamente volver a Asmar. Retamales está consciente de las limitaciones que actualmente tiene el proyecto, pero asegura que todo va tal como se pensó: “Para cruzar un mar tempestuoso tiene que esperar que estén las condiciones”, reitera.

La explicación es algo que sigue sin convencer a los miembros de la primera tripulación. Daniel Téllez, el socio contratista, critica la forma en que se abordó el proyecto desde su origen. Sumando y restando –dice- comprar, modificar, y reparar el barco ha salido más caro que adquirir uno nuevo. “Nosotros les ofrecimos la posibilidad de traerles uno por el presupuesto que ellos tenían, que eran como $1.700 millones. Venía hasta con helipuerto, pero dijeron que ya habían cerrado una compra con la Armada”, explica. Retamales asegura que no tenían ninguna posibilidad de acceder a otro buque mejor. “El rompehielos de la Armada va a costar US$180 millones. Nosotros no tenemos ese dinero, esa es la verdad. Hemos construido esto y lo vamos a usar cuando las condiciones sean las apropiadas”, insiste.

El director del Inach deberá dejar su cargo en agosto de este año. Como la nueva campaña científica comienza en diciembre, durante su gestión no verá a la Karpuj completar su misión. Eso, si las condiciones climáticas y técnicas lo permiten. Retamales aún mantiene las esperanzas. En el último tiempo –dice- han debido adaptar el proyecto y reorganizar las misiones. Aún sigue soñando con batir récords: “siempre en la temporada hay cuatro o cinco ventanas de buen clima. Ahí es cuando nosotros vamos a hacer el cruce. Esto es parte de un proyecto mayor. Estamos trabajando con el MOP en la construcción de un muelle en la Antártica. Nuestra ambición es que esta nave quede varada allá durante el invierno, y sea la primera nave nacional que tenga como puerto base la Antártica”, se ilusiona.

Pero la Karpuj aún ni siquiera ha navegado en aguas abiertas. Puerto Williams fue lo más cerca que estuvo de la Antártica: a dos días y medio de navegación para hacer historia.


(http://laprensaaustral.cl/cronica/e...o-chileno-que-no-pudo-cruzar-el-mar-de-drake/)


Muy buen articulo. Pregunto; no lo puede llevar otro buque hacia la Antartida?.
 
  • Like
Reactions: DSV
Arriba