Asuntos Aeroespaciales



Pekín ha realizado este martes un "exitoso lanzamiento inaugural" de su nuevo cohete de rango medio Changzheng-8 (Larga Marcha 8, CZ-8), informa la Administración Nacional Espacial China (CNSA). Se llevó a cabo desde el cosmódromo de Wenchang en la isla de Hainan.

Según informes, el cohete, de 50 metros de largo, llevará el satélite secreto XJY-7 a una órbita sincrónica con el Sol para probar las tecnologías desarrolladas por la Academia China de Tecnología Espacial (CAST). Además, a bordo se encuentran cuatro satélites privados.

Tras el lanzamiento, el CZ-8 deberá realizar un aterrizaje vertical controlado en una plataforma marítima.


El Larga Marcha 8 es capaz de transportar varias naves espaciales a múltiples tipos de órbitas, que van desde la órbita terrestre baja para transferir trayectorias a otros cuerpos celestes en el sistema solar, señala CNSA. Sin embargo, su tarea principal es colocar satélites en una órbita sincrónica con el Sol para satisfacer la creciente demanda de servicios de lanzamiento de compañías de satélites comerciales en el país y en el extranjero, según los diseñadores.

En particular, el Changzheng-8 es capaz de lanzar hasta 2,8 toneladas de carga útil en una órbita de transferencia geosincrónica, hasta 5 toneladas en una órbita sincrónica con el sol con una altitud de 700 kilómetros y 7,6 toneladas en una órbita terrestre baja.

En el futuro, se planea adaptar la primera etapa del nuevo cohete con impulsores laterales para uso reutilizable en lanzamientos comerciales.
 

Tras el reciente lanzamiento del prototipo SN8 del proyecto Starship, la compañía aeroespacial SpaceX ha publicado este miércoles imágenes donde se visualizan nuevos detalles del despegue y de la explosión del cohete durante su aterrizaje.

El 9 de diciembre, la nave espacial completó una prueba de vuelo a gran altitud y mientras ascendía con éxito, ejecutó una transición del propulsor y realizó una maniobra de descenso y giro de aterrizaje aerodinámico controlado.


Según la compañía estadounidense, esta maniobra es la "primera en su tipo, que permitirá aterrizar donde no existan superficies o pistas preparadas, incluyendo la Luna, Marte y más allá".

A pesar de que la aeronave no tripulada explotó durante su intento de tomar tierra, el jefe de SpaceX, Elon Musk, felicitó a su equipo y explicó los motivos del siniestro. "La presión del tanque de combustible era baja durante el aterrizaje, lo que causó que la velocidad de aterrizaje fuera alta", tuiteó el magnate estadounidense de origen sudafricano.


Asimismo, el empresario señaló que obtuvieron "todos los datos" que necesitaban durante la prueba.

Por otra parte, en una declaración publicada por la compañía antes del lanzamiento, se advirtió que incluso si se producía un choque o una explosión, ello no significaría necesariamente un fracaso de la prueba de vuelo.
 

El fundador de SpaceX, Elon Musk, compartió este miércoles sus ideas de cómo podría regresar el cohete superpesado Super Heavy, desarrollado para servir de refuerzo a la nave Starship.

"Intentaremos atrapar al Super Heavy con el brazo de la torre de lanzamiento, usando las aletas de rejilla para tomar la carga", publicó el empresario en Twitter.

Luego, en respuesta a un usuario, indicó que el propulsor no tendría patas de aterrizaje: "Las patas ciertamente funcionarían, pero la mejor parte es ninguna parte, y el mejor paso es ningún paso", escribió Musk. Explicó que tal configuración "ahorra masa y el coste de las patas y permite el reposicionamiento inmediato del refuerzo en el soporte de lanzamiento", permitiendo que el propulsor esté "listo para volar de nuevo en menos de una hora".

Musk dio a conocer su idea tres semanas después de que explotara durante un intento de aterrizaje un prototipo de la Starship. Según el propio jefe de SpaceX, el incidente fue provocado por una baja presión del tanque de combustible, que causó una velocidad de aterrizaje demasiado alta.

SpaceX desarrolla la Starship para volar a Marte. La compañía espera que sea capaz de trasladar cargas de más de 100 toneladas y 100 pasajeros a la vez. El vehículo será reutilizable, lo que permitirá abaratar el costo de los vuelos espaciales, y también planea ser usado para misiones a la Luna a partir del 2022, así como para vuelos de punto a punto alrededor de la Tierra.

A inicios de diciembre, Musk aseguró que su cohete podrá alcanzar el planeta rojo "dentro de 6 años".
 

Científicos de la Universidad de California en Irvine han descubierto un método que permite obtener metano en un solo paso para crear combustible en la superficie de Marte, informa la entidad en un comunicado.

Houlin Xin, profesor asistente de física y astronomía, y su equipo proponen usar un catalizador de zinc de un solo átomo que sintetizará el proceso actual de dos pasos en una reacción de un solo paso utilizando un dispositivo más compacto y portátil. "El zinc es fundamentalmente un gran catalizador", ha destacado Xin. "Tiene tiempo, selectividad y portabilidad, una gran ventaja para los viajes espaciales", ha añadido.

El método desarrollado por el equipo científico utilizará zinc anatómicamente disperso para actuar como una enzima sintética, catalizando el dióxido de carbono e inicializando el proceso. Esto requerirá mucho menos espacio y puede producir metano de manera eficiente utilizando materiales y en condiciones similares a las que se encuentran en la superficie de Marte.

"El proceso que desarrollamos evita el proceso de agua a hidrógeno y, en su lugar, convierte eficientemente el CO2 en metano con alta selectividad", ha comentado Xin.

De momento, los cohetes creados por Lockheed y Boeing usan hidrógeno líquido como combustible. A pesar de que es barato y efectivo, deja residuos de carbono en el motor del vehículo, lo que requiere limpieza después de cada lanzamiento, algo que sería imposible realizar en Marte.

El proceso de creación de combustible a base de metano ha sido teorizado antes por Elon Musk y SpaceX. La empresa utilizó una infraestructura solar para generar electricidad, lo que resulta en la electrólisis del dióxido de carbono, que cuando se mezcla con agua del hielo encontrado en Marte, produce metano.

Este proceso, conocido como la reacción de Sabatier, se utiliza en la EEI para producir oxígeno a partir del agua. Uno de los principales problemas con el proceso de Sabatier es que es un procedimiento de dos etapas que requiere grandes facultades para operar de manera eficiente.

Sin embargo, de momento el proceso desarrollado por Xin está lejos de ser implementado. El método fue probado con éxito en un laboratorio pero los especialistas no han realizado pruebas en condiciones reales. "Se necesita mucha ingeniería e investigación antes de que esto se pueda implementar por completo. Pero los resultados son muy prometedores", ha señalado el científico.
 

El astrofísico y astrobiólogo finlandés Pekka Janhunen publicó un estudio en el que analiza las posibilidades de construir "un asentamiento de megasatélites" en la órbita alta de Ceres, ya que cree que este planeta enano puede ser un candidato ideal para la futura colonización humana del Sistema Solar.

Janhunen explica que seleccionó a Ceres, ubicado en el cinturón de asteroides que se encuentra entre Marte y Júpiter, "porque tiene nitrógeno, que es necesario para una atmósfera similar a la de la Tierra". Además, el científico propone usar el planeta, rico en agua, nitrógeno, minerales y hierro, como fuente de materiales para la construcción de esa potencial base orbital.

Debido a la baja gravedad en la superficie de Ceres, el levantamiento de cargas requeriría poca energía. Además, la aceleración de la gravedad, que es solo del 3 % de la existente en la Tierra, haría que sea completamente factible la construcción de un ascensor orbital con el uso de los materiales y tecnologías actuales.

Según el proyecto detallado del científico, la gigantesca estructura en la órbita de Ceres constaría de módulos cilíndricos. "El objetivo es un mundo sostenible a largo plazo donde circulen todos los átomos", explica. De acuerdo con sus cálculos, se necesitarían 22 años para construir el primer cilindro en funcionamiento.

Pese a que existen varias dificultades que podrían obstaculizar el proceso de la construcción, el plan de Janhunen parece bastante prometedor y viable, y resalta todas las ventajas de Ceres como potencial candidato para la futura colonización espacial.
 

La NASA se prepara para llevar a cabo el próximo 17 de enero la primera prueba "de fuego caliente" del cohete Space Launch System (SLS), la pieza central del programa Artemis, que busca llevar a la primera mujer y al próximo hombre a la Luna en 2024. La agencia espacial planea probar los motores de combustible líquido en el núcleo del cohete, el más poderoso que jamás haya construido.

La prueba, que se realizará en el Centro espacial Stennis de la NASA, culminará un programa de pruebas de ocho partes. El pasado 20 de diciembre, se efectuó con éxito la prueba anterior, que mostró que los dos inmensos tanques de la etapa central del SLS podrían cargarse con más de 700.000 galones (265.000 litros) de combustible líquido sobreenfriado y luego drenarse sin incidentes.

La próxima prueba "de fuego caliente" consistirá en encender los cuatro motores RS-25 simultáneamente durante hasta ocho minutos para simular el rendimiento de la etapa central del cohete durante el lanzamiento.

Durante la prueba anterior, los sistemas "funcionaron sin problemas, y no hubo fugas cuando los tanques estaban completamente cargados y fueron reabastecidos durante aproximadamente dos horas", dijo Julie Bassler, gerente de SLS Stages en el Centro Marshall de vuelos espaciales de la NASA en Huntsville, Alabama.

"Los datos de todas las pruebas hasta la fecha nos han dado la confianza para continuar con el fuego caliente", continuó.


El SLS es el único cohete que puede llevar a la Luna la nueva nave espacial Orion, astronautas y suministros en una sola misión, por lo que representa la columna vertebral del programa Artemis. Su objetivo es "volver a la Luna de una forma sostenible para preparar el próximo salto gigante: enviar por primera vez astronautas a Marte". La agencia pretende llevar a la primera mujer y al próximo hombre a la Luna en 2024.

Con 98 metros de altura, el SLS es sustancialmente más poderoso que los cohetes Saturno V que llevaron astronautas a la Luna en las décadas de 1960 y 1970. Cuando esté completo, el SLS tendrá la capacidad de transportar más de 27 toneladas a nuestro satélite natural.
 

El Júpiter III fue el concepto de transbordador espacial más grande concebido La familia Jupiter de vehículos de lanzamiento de carga súper pesada fue parte de la arquitectura de vehículos de lanzamiento derivados de lanzaderas DIRECT propuestas por un grupo de ingenieros contratados de la NASA como una alternativa a los cohetes Ares I y Ares V que estaban en desarrollo para el Proyecto Constelación de EE. Fuente de investigación e inspiración: Un enfoque alternativo para lograr la nueva visión para la exploración espacial por Stephen Metschan TeamVision Corporation
 

El vehículo de lanzamiento de carga pesada derivado del transbordador ("HLV") fue una propuesta alternativa de vehículo de lanzamiento de carga superpesada para el programa Constellation de la NASA. Se presentó por primera vez a la Comisión Agustín el 17 de junio de 2009. Basado en el concepto Shuttle-C que ha sido objeto de varios estudios desde la década de 1980, el HLV era un vehículo de lanzamiento derivado del transbordador (SDLV) que propuso reemplazar el Orbitador alado de la pila del transbordador espacial con un portador de carga útil montado lateralmente. . El tanque externo (ET) del transbordador espacial y los propulsores de cohetes sólidos del transbordador espacial (SRB) de cuatro segmentos habrían permanecido igual. El vehículo de lanzamiento de carga pesada de montaje lateral tenía una amplia gama de misiones de carga de exploración junto con un lanzador CEV para misiones lunares utilizando el mismo lanzador e infraestructura básicos. Esta configuración es un derivado directo de la configuración STS actual, reemplazando el orbitador Shuttle reutilizable con un portador de carga útil prescindible.
 

Pese a no renunciar completamente al programa InSight de investigación de las entrañas de Marte, la NASA ha anunciado que pone fin a sus intentos de usar la sonda apodada 'topo', un instrumento cuya función era medir el calor que fluye desde el interior de Marte hacia la superficie.

El aparato, diseñado y construido por el Centro Aeroespacial Alemán (DLR) y desplegado en Marte por el módulo de aterrizaje InSight de la NASA, ha sido declarado 'muerto' tras los 500 martillazos que ha dado este enero, y que no han dado fruto.

Desde el febrero de 2019, la sonda ha estado intentando penetrar en la superficie marciana para obtener datos de su temperatura interna, con el fin de aclarar detalles sobre el motor térmico interior que impulsa la evolución del Planeta Rojo. Sin embargo, la inesperada tendencia del suelo a aglutinarse impidió que se produjera la fricción necesaria para que el instrumento, en forma de espiga, perforara hasta la profundidad requerida.


La misión InSight no ha concluido, pero el 'topo' es probablemente el instrumento más importante y complicado de este módulo de aterrizaje, indica un comentario del portal especializado Universe Today.

"Le hemos dado todo lo que tenemos, pero Marte y nuestro heroico 'topo' siguen siendo incompatibles", comentó el jefe del proyecto alemán, Tilman Spohn.

"Afortunadamente, hemos aprendido muchas cosas que ayudarán a las futuras misiones que intenten excavar en el subsuelo [marciano]", añadió.

El 'topo' ha enfrentado problemas desde el comienzo de su despliegue en la superficie del Planeta Rojo, en marzo de 2019. Al principio hizo algunos avances, pero tras penetrar unos centímetros se detuvo, y con el tiempo fue haciéndose evidente qué era lo que impedía que la sonda alcanzara la profundidad requerida.

El problema es que la superficie de Marte donde se encuentra el módulo de aterrizaje InSight está cubierta por una capa de tierra compacta llamada 'duracrust'. El funcionamiento del 'topo' se basa en la fricción entre el instrumento y su entorno, de manera que, al ser el 'duracrust' demasiado sólido y no fluir hacia el agujero, no proporciona la fricción requerida.
 
No esta demas decir que en el Amazonia I, la capacitación en el subsistema de Control de Actitud y Órbita y Supervisión a Bordo, es basado en la experiencia del contrato de transferencia de tecnología con Argentina.

;):cool:
 

La NASA realizó este sábado la primera prueba de fuego caliente del cohete más potente que jamás ha construido, el Space Launch System (SLS), en el centro espacial John C. Stennis de la agencia estadounidense, en Misisipi.

La prueba consistió en encender los cuatro motores RS-25 simultáneamente durante 8 minutos para simular el rendimiento de la etapa central del cohete durante el lanzamiento.

Sin embargo, el ensayo no duró tanto como se esperaba. Comenzó sin problemas, con nubes de humo blanco que salían disparadas del centro de pruebas, pero los motoresse apagaron alrededor de 1 minuto y 15 segundos después, muestra un video, publicado por la NASA.


La agencia espacial destacó que había recibido una cantidad significativa de información sobre los motores del cohete y señaló que los especialistas están "revisando los datos relativos al apagón temprano de los motores".

El SLS es el único cohete que puede llevar a la Luna la nueva nave espacial Orion, astronautas y suministros en una sola misión, por lo que representa la columna vertebral del programa Artemis. Su objetivo es "volver a la Luna de una forma sostenible para preparar el próximo salto gigante: enviar por primera vez astronautas a Marte". La agencia pretende llevar a la primera mujer y al próximo hombre a la Luna en 2024.

Es un poco más corto que los cohetes Saturno V que llevaron a los astronautas del programa Apolo a la Luna, pero es más potente, ya que producirá un 15% más de empuje durante el despegue y el ascenso comparado con su predecesor, informa Live Science.
 
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