Aniversario de la Base Marambio

DEFENSA - 24 DE OCTUBRE

Aniversario de la Base Marambio

La puerta de entrada de la Antártida cumple 41 años


Los 29 de octubre fueron incluidos en el calendario escolar para conmemorar la fundación de la Base Aérea Vicecomodoro Marambio, cuya pista de aterrizaje permitió la comunicacion aérea entre el continente y el sector antártico argentino. Fue hecha a pico y pala abriendo surcos en el hielo.

El 29 de octubre de 1969 aterrizó un avión Fokker F-27 (matrícula TC-77), llevando a bordo al ministro de Defensa, al Jefe de Estado Mayor General de las FFAA y a otra autoridades, quienes luego inauguraron la pista de aterrizaje que permite comunicar durante todo el año al país con la Base Aérea Vicecomodoro Marambio, en el Continente Antártico.

Durante el invierno de aquel año, y procedentes de la Base Aérea Matienzo, un puñado de hombres arribó a la zona de la isla Vicecomodoro Marambio y emprendieron la construcción de la pista de aterrizaje con sus picos y palas.

Estos pioneros conformaban la "Patrulla Soberanía", siendo fundadores de la Base Aérea VIcecomodoro Marambio, comandados por el Jefe del Grupo Aéreo de Tareas Antárticas (GATA), el vicecomodoro Mario Luis Olezza.

La base se bautizó con el nombre del piloto de la Fuerza Aérea Argentina, Gustavo Argentino Marambio, quien fuera uno de los pioneros en volar en el Sector Antártico Argentino.

La isla Marambio (ex Seymour) está emplazada sobre el mar de Weddell en los 64ºS y 56ºW, en una meseta a 200 metros sobre el nivel del mar, que tiene alrededor de 14 kilómetros de longitud por 8 kilómetros de ancho, a una distancia de 3600 kilómetros de Buenos Aires y 2800 kilómetros del Polo Sur (en línea recta imaginaria).

Las temperaturas reales promedio en verano oscilan entre 1 y 2ºC bajo cero y entre 20 y 22ºC bajo cero durante el invierno.

Las mismas al asociarse con los fuertes vientos predominantes, producen una muy baja sensación térmica que puede pasar los 60ºC bajo cero (-60ºC).

La celebración destaca su trascendencia nacional, histórica y geopolítica, porque a partir de entonces se inicia una nueva era en la historia de la Antártida, al romperse el aislamiento a que estaba sujeta la porción argentina por las características del clima, el suelo y los mares congelados.

En esa jornada memorable, al avión C-47 TA-05, se le quitó el sistema de esqui-ruedas y con su tren de aterrizaje convencional, esta vez comandado por el mayor Roque Antonio Faulin, cruzó al Continente Americano, para quedar en custodia días después en el Rincón Antártico del Museo Nacional de Aeronáutica.

En sentido contrario, procedente de Río Gallegos (provincia de Santa Cruz) el avión biturbohélice Fokker F-27, matrícula TC-77, en vuelo regular, comandado por el Vicecomodoro Ervin Roberto KERN, cruza al Continente Blanco y aterriza con sus ruedas en la pista de tierra, trasladando a altas autoridades, quienes participaron de la ceremonia de fundación de la Base Marambio; regresando también, en vuelo regular.

Este fue el primer vuelo regular de una aeronave, que procedente de otro continente, despegaba y aterrizaba en el Casquete Polar Antártico, utilizando tren de aterrizaje convencional, es decir con ruedas, rompiendo con este hecho histórico, el aislamiento que hasta entonces existía con el Sexto Continente, convirtiéndose la Base Marambio en la "Puerta de entrada de la Antártida".

Su importancia radica en que es el punto de apoyo argentino del que a través del modo aéreo, está capacitada para brindar a la comunidad antártica nacional e internacional durante todo el año las operaciones de apoyo a la ciencia, búsqueda y rescate, traslado de personal y cargas, lanzamiento de cargas y evacuación sanitaria.

Es el único aeródromo operado por argentinos, que permite la operación de aviones de gran porte durante todo el año, venciendo la incomunicación que existía entre la Antártida y el continente.

Fuerza Aérea

La Fuerza Aérea Argentina en cumplimiento de políticas e intereses nacionales en el Sector Antártico Argentino, mantiene con inquebrantable vocación de servicio la capacidad operativa de volar en y hacia el Continente Blanco.

La misión de la Fuerza Aérea Argentina en la Antártida Argentina es alcanzar y mantener la capacidad logística que permita brindar apoyo a las actividades de investigación científica de institutos nacionales, extranjeros e internacionales, que se realicen en el Continente Antártico.

La actividad aérea sucede durante todo el año, entre el continente y la Base Marambio, con aviones Hércules C-130. Entre bases antárticas y Marambio se realizan vuelos con el DHC-6 Twin Otter.

Durante la Campaña de Verano, se realizan vuelos con helicópteros Bell 212 entre campamentos científicos, bases, el rompehielos Almirante Irízar y Marambio.

El aeródromo posee una pista de tierra compactada (permafrost) con rumbo 05/23 de 1200 metros de longitud por 40 metros de ancho.

Las ayudas a la navegación comprenden los sistemas VOR, DME, NDB, radiobalizas y radiofaro. La pista cuenta con balizamiento electrónico y flashing.

Los servicios del aeródromo son los de Sanidad, Contraincendio, Terminal de Pasajeros y Cargas. El apoyo se brinda a través de un equipo Howard 115v GTC 28v y la provisión de aerocombustible JP-1.

Características de la base

Se cuenta con material vial para el mantenimiento de la pista y los caminos linderos. El taller de mantenimiento general se encarga de mantener al día todas las demás instalaciones.

La usina tienen capacidad instalada de hasta 1000kW.

La base cuenta con sobrada capacidad para almacenamiento de combustible y aerocombustible (JP-1).

El hangar puede alojar cómodamente una aeronave DHC-6 Twin Otter o hasta 2 helicópteros (Bell 212).

Las comunicaciones hacia el continente y el mundo se da a través de la Estación Terrena Satelital, que soporta telefonía, fax, módem, TV e Internet.

La radio es el medio de comunicación más importante entre bases y dentro de la base misma. Se cuenta con bandas HF, Vox/Datos, VHF-AM (aeronáutico) y UHF-FM (terrestre).

Se dispone también de un servicio de Teleconferencia y de cobertura para telefonía celular (CTIMóvil y Movistar).

Las actividades meteorológicas se desarrollan en el Centro Meteorológico Antártico Vicecomodoro Marambio. Se llevan a cabo pronósticos (marítimos, aéreos y públicos), se opera la estación sinóptica de superficie y altitud, la estación de medición de ozono atmosférico en superficie y altitud, entre otras tareas.

Medio ambiente

La protección del medio ambiente es fundamental en Marambio.

La clasificación de residuos para su evacuación fuera de la antártida es tarea cotidiana.

Existe una planta de tratamiento cloacal. El manejo de combustibles se realiza bajo estrictas normas para evitar derrames y priorizando el cuidado del terreno.

"Contribuir a la protección y preservación del ambiente mediante la reducción del riesgo de daño ambiental, la conservación de los recursos naturales o culturales, la seguridad y salud ocupacional, la adopción de estándares reconocidos y el cumplimiento de la legislación vigente, en todo el ámbito de la Fuerza Aérea"

El Protocolo de Madrid, que depende del Tratado Antártico, refiere a la protección del medio ambiente, y que fue desarrollado en la XI Reunión Consultiva Especial de Viña del Mar y Madrid entre los años 1990/1991 establece que: "Las partes se comprometen a la protección del medio ambiente antártico y a los ecosistemas dependientes y asociados; mediante el presente protocolo designan a la Antártica como Reserva Natural consagrada a la paz y la ciencia".

Historia

De las recomendaciones de los Congresos Internacionales de Geografia (1895/1899) se impulsa a la ciencia mundial en todos sus campos a la exploración y conocimiento de la Antártida.

Se organiza una expedición con el buque Antarctic, capitaneado por Carl Anton Larsen y dirigida por Otto Nordenskjöld que a su paso por Buenos Aires integran a la dotación al alférez José María Sobral, el primer antártico argentino.

Los expedicionarios construyen y se alojan en una pequeña casa en la isla Cerro Nevado (Snow Hill), a sólo 22 kilómetros de la Base Marambio.

Debían invernar durante 1902 y luego retirados por el Antarctic, cosa que no sucedió ya que este fue atrapado por los hielos para ser luego destruída y hundida, naufragando toda la tripulación con ínfimos elementos de supervivencia, quedando a la deriva en la isla Paulet y en la bahía Esperanza.

La falta de noticias de la expedición llamaron la atención de autoridades argentinas que dispusieron la partida de la corbeta Uruguay, al mando del teniente de navío Julián Irízar, logrando ponerse en contacto con la expedición perdida al sur de Marambio, rescatándolos en una hazaña sin precedentes.

Vocación austral argentina

La Fundación de la Base Aérea Vicecomodoro Marambio de la Antártida Argentina ubica la acción del país en esas latitudes a partir del siglo pasado. Y destaca que no hace más que confirmar lo que bien puede llamarse "vocación austral argentina" que, basándose en indudables títulos de soberanía de diversos caracteres, se afirma muy especialmente en los históricos.

Ya la España del siglo XV consideraba los territorios antárticos como propios, basada en los conocidos términos de la Bula "Inter Caetara" del año 1493; y en los del posterior tratado de Tordesillas, que fijaba los límites entre España y Portugal y que exacta y curiosamente establece: "...que signale... una raya o línea derecha de Polo a Polo, conviene a saber, del Polo Ártico al Polo Antártico".

Estas tierras integraron por lo tanto el Virreinato del Río de la Plata y fueron ocupadas hasta donde era posible y hasta donde podía exigirlos el derecho de gentes de la época.

En virtud de los principios generales que rigen la sucesión de los Estados, estas regiones pasaron a integrar el territorio de las Provincias Unidas del Río de la Plata, que a lo largo del tiempo persistieron en perfeccionar el derecho que así habían recibido.

En tal sentido, las autoridades que se sucedieron a partir de 1810, tuvieron conciencia de la necesidad de continuar ocupando nuestro Sur.

Se inició de esta manera un proceso que duraría décadas con etapas de fundamental trascendencia, como la efectiva ocupación de nuestra descuidada Patagonia y el izamiento del Pabellón Nacional en la población más austral del mundo: Ushuaia.

Con esto, mucho se había hecho, pero faltaba aún llegar al confín más lejano de nuestro territorio.

Hasta el momento sólo se había alcanzado el margen norte del pasaje de Drake o mar de Hoces, como fuera denominado primeramente por nuestros antepasados españoles.

Faltaba cumplir la última etapa: pasar a la otra margen, es decir, comenzar la ocupación de la Antártida.

Este trascendente paso tuvo principio de ejecución, cuando en 1904 el gobierno argentino ocupó las Islas Orcadas.

Fue éste el comienzo de la efectiva ocupación de lo que, por razones históricas, jurídicas, geográficas y geológicas hemos recibido en legítima herencia: la Antártida Argentina.

Más allá de expresión y ejercicio constante de la soberanía nacional en el Sector Antártico, los organismos competentes realizan durante todo el año en cada base antártica una intensa tarea científica, actividad programada y coordinada por la Dirección Nacional del Antártico, organismo creado con misión centralizadora del quehacer antártico argentino.

Todas estas tareas sirven no solo al país, sino también a la ciencia en general, y en consecuencia, a la humanidad.

Entre ellas cabe mencionar las exploraciones y reconocimientos aéreos, marítimos y terrestres, tendientes a penetrar cada vez mas en los secretos del área continental antártica, así como otra de singular valor, como relevamientos cartográficos, estudios hidrográficos y oceanográficos, glaciológicos y meteorológicos, observaciones ionosféricas y de geomagnetismo, estudios geológicos, geoquímicos y paleomagnéticos, de rayos cósmicos, investigaciones biológicas, estudios sobre fisiopatología del frío y, en general, sobre todos los aspectos de la naturaleza antártica.

De esta guerra pacífica, pero dura y sin cuartel, que se le libra para develar los misterios insondables del sexto continente, se beneficiará no sólo la Argentina, sino la humanidad.
 
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