Yo ví esa película, la verdad que no me emocionó, me pareció propaganda sensiblera para el populacho yanqui, que ve un vaquero con la bandera en una mano y una hamburguesa en la otra y se emociona, o ve una por#"nga de película como esa y piensa que "así se hace muchacho"...
Como bien se ha dicho, un país que casi hace de la guerra su razón de ser, su mayor fuente de desarrollo, su mejor manera de interactuar con el planeta y de defender sus intereses, sean o no legítimos, necesita darse a sí mismo un aura de "race of warriors", necesita hacer de sus causas "noble causes", no sólo hacia adentro, sino también hacia afuera, de la forma burda y prepotente que ya conocemos, pero eso es otro tema; el punto es que, si bien no la inventaron, es a a ellos -mejor que a nadie- a quienes le calza como guante la expresión "hacerse la película".
Invariablemente necesitan hacerse la película, necesitan que la película sea el único argumento, necesitan que "la película", que no describe más que el 1% de la realidad, se convierta en la totalidad, única e incuestionable, mucho más cuando se esconde el restante 99%, que no es ni tan glamoroso, ni tan noble, ni tan incuestionable...
No está mal, no está nada mal el respeto profundo, y su concreción en actos y hechos, para nada está mal que el sacrificio de un guerrero sea reconocido, pero la grandeza del guerrero se ve manchada y empequeñecida por la nobleza de las causas que defiende; ellos sólo defienden los negocios de los poderosos, que les endulzan el alma con fanfarrias y medallitas, circo barato -a los reales ganadores- para que "Juan Pueblo" se sienta protagonista, representado en los pilares de la sociedad, los ejemplos a seguir, nacidos en la misma cuadra, en el mismo barrio.
La utilización marketinera desde arriba, para lograr dar pátina de honor a motivaciones nada honorables, para que desde abajo se admire y se aspire a formar parte de "eso" no quita que, por otro lado, un puebo que ha perdido tantos padres, hijos/as, esposos/as, hermanos/as, novios/as, etc., no sienta realmente un sentimiento arraigado de respeto, y necesite una exteriorización que satisfaga esa necesidad de expresar gratitud y respeto por aquellos que, de una forma u otra, murieron en su nombre, que quede claro eso también, el problema es cuando esa cultura de la muerte heróica se mancha de intereses ininteligibles.
Y nosotros...
Tenemos una deuda, pero es la misma deuda que tenemos desde que queríamos ser libres; que no nos sorprenda entonces si aún no hemos resuelto en nuestro espíritu de nación muchos asuntos básicos, Belgrano murió miserable, San Martín se tuvo que ir... ¿sigo?, el exilio de Perón y el fusilamiento de sus oficiales, azules y colorados, carapintadas y leales, anti y pro, etc., etc., etc...
Y en el medio de tanta división de ideas e ideales, la gente común que construyó y trata de seguir construyendo el país, los héroes de la ciencia -nunca tan reconocidos ni propuestos como real ejemplo, los héroes de la paz que combaten en el frente de batalla contra todo tipo de miserias, materiales y espirituales, pero tampoco son ejemplo "válido" al parecer... y los héroes de cada día, madres y padres que se consumen la vida por sostener dignamente sus familias, que se comen todos los garrones habidos y por haber, se tragan todos los sapos, se desayunan casi a diario con los desaciertos de aquellos que no se ponen de acuerdo en nombre de todos... ¿que podemos esperar entonces?
De cualquier forma,entiendo yo, no tenemos que caer en la inocencia de pensar que algo de afuera es bueno porque parece bueno, las realidades son tan diferentes a veces..., tenemos que encontrar y construír algo bueno desde nosotros y para nosotros, entendiendo cuales son nuestras razones y nuestras causas que sustenten nuestros actos.
Los "héroes" yanquis murieron por petróleo y dólares para otros alucinada y convencida carne de cañón de los poderosos, allá ellos y su "nobleza de espíritu", nuestros muchachos pelearon y murieron defendiendo su Patria, mayor honor y orgullo que eso no hay; un yanki con todas sus medallitas del congreso, corazones púrpura, cruces de servicio distinguido o lo que sea, debiera mirar con envidia al más ignorado de nuestros soldados...
Muchachos, no hemos encontrado el camino aún, para ser lo que necesitamos ser, hay que ajustar unos cuantos detalles, los de arriba no aprenden de los libros de historia, ni buscan escribirla, y el pueblo sólo puede seguir intentando y aprendiendo de sus errores, eso lleva tiempo, es la vida de una sociedad, y no se puede medir su evolución y crecimiento en los años de la vida de una persona.
Pero si los de arriba están en las nubes de sus especulaciones, los de abajo vivimos la realidad, la vemos, nos siempre podemos hacer algo con lo que nos parece injusto, pero el pueblo, el verdadero pueblo, sabe rendir -a su manera-homenaje a sus héroes, y se lo demuestra a los de arriba, cada vez que puede, quizás un día de estos el mensaje les llegue...
Un abrazo al Sr. Kasanzew, entiendo el sentido de su comparación, que para nada critico, más de acuerdo no puedo estar, pero quizás uno a veces siente envidia por oropeles ajenos y quisiera algo similar para sí o los suyos, pero los oropeles del ejemplo propuesto no sirven de papel higiénico a nuestros soldados...
Podemos más que eso, sólo que no nos hemos puesto de acuerdo, esa es la gran demora argentina, nuestros soldados merecen más que ceremonias y saludos, merecen no estar por encima nuestro, merecen seguir siendo nuestros, como siempre lo fueron...
Saludos