Brasil se lanza al mar para explotar recursos minerales
Pre-sal atrae interés internacional por costa brasileña y país corre con R$ 150 millones para hincar bandera sobre riquezas submarinas
Entre el Brasil y áfrica existe más que un océano. Hay potasio, oro y diamante, entre
otros minerales valiosos que exigen empeño tecnológico y conocimiento técnico para saber aproveitálos.
Las riquezas submarinas de costa brasileña reciben, ahora, los holofotes del escenario internacional tras la descubierta del pre-sal, donde Petrobras se prepara para extraer petróleo la una profundidad de hasta 7mil metros.
“La consciencia de que tenemos muchos recursos minerales en el mar ganó bastante visibilidad con el pre-sal. Está más que a la hora de Brasil dar énfasis a esa cuestión estratégica que es conocer mejor la plataforma continental y el área internacional marítima”, observa Thales de Queiroz Sampaio, de la Concejalía de Geología y Minería del Ministerio de Minas y Energía (MME).
Sampaio coordina el Programa de Evaluación de la Potencialidad Mineral de la Plataforma
Continental (Remplac), que reserva R$ 150 millones para aproximar Estado y universidades alrededor del tema minería submarina. “Vamos a invertir mucho más dinero en los próximos 20 años que podemos imaginar hoy”, indica.
El aporte será para identificar la viabilidad económica y trazar las líneas de los desafíos técnicos de explotación, por ejemplo, arena y rocalla para la industria de construcción civil — recursos encontrados en ancha escala a una profundidad promedio de 30 metros entre el Espíritu Santo y lo Maranhão. Ya otros minerales más valiosos como el diamante existente en costa baiana demandarán expertise tecnológica más apurada, ya que están a un kilómetro bajo el nivel del mar — área dominada por Petrobras que puede ceder tecnología.
El mismo vale para el zircônio encontrado en el litoral sur de Bahía — insumo caro y bastante empleado en el revestimiento de reactores nucleares. La ilmenita usada en la construcción de partes de aviones y naves espaciales también recibe atención. Así como, el calizo usado por el sector químico y farmacéutico. Además del potasio que fabricantes de fertilizantes necesitan importar para atender la demanda creciente de un país vuelto a lo agronegocio.
Los recursos están en una región con 4,5 millones km², distribuida a lo largo de 370 km de costa mar adentro — la llamada Zona Económica Exclusiva (ZEE), o Amazonia Azul.
Parte del potencial submarino ya fue mapeado por Marina, que equipó un barco para la misión con repaso de R$ 10 millones cedidos por la Finep.
La embarcación recibió uno multifeixe, aparato que hace el levantamiento cartográfico del suelo marino (batimetria), identificando lo que hay en el fondo del mar. “Existen recursos en suelo marinos además de 200 millas náuticas (370 kilómetros de costa y estamos desarrollando actividades para ese área”, adelanta Carlos Roberto Leire, de la Comisión Interministerial para los Recursos del Mar (Cirm) — órgano encabezado por el MME y Ministerio de la Ciencia y Tecnología (MCT) que cuenta con la participación de 18 universidades federales y estátais.
Instituto del mar
La universidad Provincial Del Estado de São Paulo (Unesp) es una de las compañeras que se prepara para empezar las obras de un centro de investigación vuelta para el océano, el Núcleo de Estudios Avanzados del Mar, en Son Vicente (SP).
El local será formado edificio y galpones en los cuales investigadores a nivel de tesina y
doctorado deberán producir contenido, entre otros temas, sobre geología marina. “El objetivo es tener una fuerte formación de recursos humanos para difusión de conocimiento técnico”, dice la pro-rectora de investigación, Maria José Giannini.
El instituto tendrá sociedades con empresas para aprovechar profesionales e investigaciones. “Queremos una fuerte interlocución con la iniciativa privada.”
El centro recibe R$ 25 millones del MCT para equipamientos. Otro aporte por hasta R$ 7 millones será aplicado hasta 2012 por la Unesp en la construcción del complejo de 10 mil m².
“La ocupación de áreas fuera de los dominios brasileños, la Amazonia Azul, es prioridad para la Marina. El temor es tener como vecino, a las puertas del país, naciones como China”
“Tecnología es traba, tanto que Marina alquiló por US$ 560 mil una embarcación para
colectar material en una cordillera rica en zinc, cubre, oro y plata en la Región Sur. Las muestras servirán de base para registrar como territorio brasileño la montaña submarina la 1,4 mil km de profundidad”
MAR ADENTRO
Minería submarina había visto tema estratégico para seguridad del país
Con la Amazonia Azul garantizada para explotación exclusiva de Brasil por la legislación
internacional, el país corre para avanzar en el área internacional — la inmensa región que nace de la plataforma continental brasileña hasta costa africana. Esto porque las riquezas minerales del Océano Atlántico, en su punta norte, vienen siendo exploradas por países como EE UU, Alemania, Francia y China — inclusive en áreas que no necesariamente margeiam esos países.
“El Atlántico Norte ya fue ocupado políticamente. Los ojos de grandes potencias se vuelven ahora para el Atlántico Sur, sobre todo tras la descubierta del pre-sal”, evalúa el profesor del Instituto de
Geociências y Ciencias Exactas de la Unesp , Peter Hackspacher. Para Marina, el principal punto es impedir la instalación de otros países a las puertas del país, como acontece, por ejemplo, próximo a Australia, donde China requisitou territorio para explorar carbón mineral. Destajos del tipo son permitidas por la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos (ISA, en inglés) — vinculada a la ONU, que regulariza la explotación marítima mediante comprobación por país interesado, que paga royalties para fundo del
patrimonio mundial de la humanidad. “Cualquier país, como China, Coreia y Rusia, pueden instalarse en frente a nuestra plataforma continental y hacer competencia a la industria de minería brasileña. Además de poder traer Marina de ellos para defender esa región, que puede ser utilizada para otro fin(conflicto bélico)”, observa jefe de geología marina de la Compañía de Investigación de Recursos Minerales (CPRM), Kaiser de Souza. La preocupación generó el Pro-Área, programa que promueve hasta diciembre uno
levantamiento cartográfico detallado de la Elevación Río Grande, existente entre Rio Grande do Sul, Santa Catarina, Paraná y São Paulo. Existen evidencias consistentes de que la cordillera subacuática la hasta 1,4 mil metros de profundidad sea formada por sulfetos polimetálicos y costra cobaltífera (rocas ricas
en zinc, plata, oro y cubre). “Brasil es un país continental, pero es también un país marítimo y, por ello, es importante ejercer cierta liderazgo en el Atlántico Sur. Necesitamos ir además de Amazonia Azul para estudiar recursos en áreas que puedan ser registradas antes de otros países”, dice Souza. El problema es falta de tecnología. La empezar por la ausencia de una embarcación equipada para la colecta de material. La solución fue a alquilar un barco por US$ 560 mil para utilizar por 28 días hasta el final del año.
“Después de la colecta será posible entrar con pedido para requerir un área de explotación para Brasil”, afirma el geólogo del CPRM.
El próximo paso será registrar la región en ISA para después desarrollar la tecnología necesaria para retirar minerales de la cordillera. La formación de sociedad con otro país experto en el tema también está en estudio. Hay conversaciones con Alemania, Francia y Rusia.
PD: Talvez ahora fique mas claro el acercamiento brasileiro con los paises de Africa, e el reequipamento de sua Marinha de Guerra.
http://jornalismofm.com.br/2009/10/navio-da-marinha-fara-pesquisa-na-costa-da-africa/
Saludos