Un incendio obligó a evacuar la sede principal de la COP30 en la ciudad brasileña de Belém
Las llamas afectaron el área destinada a sesiones y pabellones de los países participantes, aunque las autoridades confirmaron que no se reportaron heridos.
Un incendio en el recinto principal donde se desarrollan las negociaciones de la COP30, la cumbre climática de la ONU, motivó este jueves la evacuación preventiva de delegados, ministros y equipos técnicos en la ciudad de Belém, Brasil.
Decenas de personas que participaban en reuniones debieron abandonar el recinto por las salidas de emergencia tras activarse el protocolo de seguridad. Testigos describieron escenas de tensión mientras columnas de humo se extendían por el pabellón central, donde minutos antes había intervenido el
secretario general de la ONU, António Guterres.
“No hay posibilidad de cancelar la COP, que está siendo un éxito. La conferencia acabará mañana como estaba previsto”, señaló.
El gobernador del estado de Pará, Helder Barbalho, ofreció detalles en una rueda de prensa junto a Sabino, reiterando que durante la evacuación todas las personas salieron del recinto de forma segura.
La causa del incendio aún no fue establecida por las autoridades. Funcionarios del evento apuntaron como posible origen un cortocircuito, la sobrecarga de un dispositivo electrónico o un accidente menor.
El área afectada se localiza cerca del pabellón de la India, según informaciones preliminares, aunque no se especificó el alcance exacto de los daños materiales.
La acción de los equipos de seguridad incluyó la utilización de extintores por personal de la ONU, antes de la llegada de los bomberos locales que concluyeron la operación.
Muchos de los participantes, entre ellos delegados de gobiernos y representantes de ONG, esperaron bajo una lluvia ligera mientras se realizaban inspecciones finales dentro del perímetro del evento.
La elección de Belém, capital del estado de Pará y puerta de acceso a la Amazonía brasileña, ha planteado retos logísticos desde el inicio de la COP30. En los meses previos, las condiciones de infraestructura y el elevado costo de alojamiento generaron reclamos entre delegaciones internacionales y organizaciones participantes.
Hace solo una semana, la ONU dirigió una carta formal al gobierno brasileño para advertir sobre la necesidad de fortalecer la seguridad después de que un grupo de manifestantes indígenas irrumpiera temporalmente el área protegida durante una protesta.
Las llamas afectaron el área destinada a sesiones y pabellones de los países participantes, aunque las autoridades confirmaron que no se reportaron heridos
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