Estados Unidos insta a Israel a que garantice el paso seguro a los entre 100 y 200 combatientes de Hamás que actualmente se encuentran refugiados en una red de túneles en el lado de la Línea Amarilla controlado por Israel, bajo la ciudad de Rafah, en el sur de Gaza, según informa un diplomático de Oriente Medio a The Times of Israel.
Washington considera este esfuerzo como un programa piloto para un programa más amplio de desarme y amnistía que espera implementar para los combatientes de Hamás, en línea con el plan de 20 puntos del presidente estadounidense Donald Trump para poner fin a la guerra de Gaza, según afirma un diplomático de Oriente Medio, confirmando detalles de un informe publicado en el sitio web de noticias Axios.
La administración Trump prevé que se permita a los combatientes de Hamás salir de los túneles, tras lo cual entregarían sus armas a miembros del Centro de Coordinación Cívico-Militar liderado por Estados Unidos y con sede en Kiryat Gat.
Según el diplomático, a esos combatientes se les garantizaría entonces un salvoconducto a un tercer país o se les permitiría retirarse al lado occidental de la Línea Amarilla, que está bajo el control de facto de Hamás.
Según el diplomático, Estados Unidos ha mantenido intensas conversaciones con Israel y Turquía sobre la iniciativa durante los últimos días.
Aunque Israel no ha rechazado de plano la propuesta estadounidense, se ha opuesto a dejar en libertad a todos los combatientes de Hamás, argumentando que algunos son responsables de ataques contra israelíes y tendrán que ser puestos bajo custodia de las FDI si no quieren morir, añade el diplomático.
Públicamente, Netanyahu ha adoptado una postura más dura, y su oficina emitió un comunicado la semana pasada afirmando que Israel no concederá un salvoconducto a los combatientes de Hamás atrincherados.
Un funcionario estadounidense declaró a The Times of Israel la semana pasada que los mediadores egipcios y qataríes informaron a Hamás el 28 de octubre que el grupo tenía 24 horas para evacuar a sus combatientes del lado israelí de la Línea Amarilla o corría el riesgo de quedar expuesto al fuego israelí.
Sin embargo, no está claro si Israel apoyaba el ultimátum y si habría estado dispuesto a conceder un salvoconducto a los combatientes de Hamás que salieron de la red de túneles de Rafah antes de que expirara el plazo. Finalmente, el ultimátum no funcionó, ya que ningún combatiente lo acató y las conversaciones para garantizar su paso seguro, con el fin de evitar un enfrentamiento armado que podría poner en peligro el alto el fuego, se han prolongado indefinidamente.
El punto 6 del plan de 20 puntos de Trump establece: “Una vez liberados todos los rehenes, los miembros de Hamás que se comprometan a la coexistencia pacífica y a entregar sus armas recibirán amnistía. A los miembros de Hamás que deseen abandonar Gaza se les proporcionará un paso seguro a los países receptores”.
La propuesta fue aceptada verbalmente por el primer ministro Benjamin Netanyahu cuando Trump la presentó por primera vez en la Casa Blanca en septiembre, pero el acuerdo real firmado por Israel y Hamás se centró únicamente en el alto el fuego inicial, la retirada de las FDI, el intercambio de rehenes por prisioneros y las disposiciones de ayuda humanitaria.