Separado de la cita de las fuentes y la traducción, mis reflexiones personales sobre el supuesto Plan de Paz de 100 Días de la Presidencia Trump.
¿Es real la filtración? me parece que sí, porque tiene un estilo alineado con lo que podría esperarse de la Administración Trump, incluyendo muchos elementos que parecen ingenuos o poco realistas.
Por tanto, el supuesto cronograma me parece improbable que se haga realidad y no dedicaré mucho tiempo a ello.
Es más, entre los puntos del acuerdo también surge cuanto menos un punto (el último), donde ni siquiera hay una propuesta clara. Lo que deja mucho margen para la incertidumbre.
Parece, entonces, un borrador incipiente.
En todo caso, lo que si se observa tanto en este supuesto plan como en declaraciones públicas de las partes involucradas y de los intentos de organizar llamadas y reuniones entre Estados Unidos y Rusia de las últimas semanas, es que ambos países aspiran a resolver este litigio en forma bilateral. Luego de acordar entre ellos, esperan presentar e imponer el acuerdo a sus aliados respectivos (concretamente, los demás socios de la OTAN y la Unión Europea, en el caso estadounidense). Sin perder de vista que lo que piense o pretenda el gobierno ucraniano surge irrelevante.
No muy diferente, para los memoriosos, a lo que fue la negociación entre la presidencia Trump y los talibanes.
Hay que decir que este tipo de negociación bilateral Estados Unidos-Rusia es algo que siempre busco Rusia.
Obviamente, esto significa que en este tipo de negociación, los "aliados" son tan espectadores como el resto del mundo, obligados a adaptarse como mejor puedan. Ni que hablar Ucrania, resignada a cómo otros deciden su futuro.
Acuerdos bilaterales entre grandes potencias recuerda mucho a la Guerra Fría. Pero ¿el contexto internacional actual es tan favorable a este tipo de negociaciones bilaterales dejando a segundo y terceros al margen? ¿o Rusia ni Estados Unidos tienen ya tanto poder como para negociar acuerdos entre ellos e imponerlo al resto? ¿Quizás, algunos del resto son capaces de condicionar e, incluso, vetar total o parcialmente el acuerdo y, tarde o temprano, ser invitados a la mesa? ¿Reino Unido, Francia y Alemania no tienen nada que decir? ¿China tampoco? ¿Ucrania al menos puede levantar la mano para hacer alguna preguntita?
Será interesante observar si los sueños de Estados Unidos y Rusia se concretan y pueden reducir todo a una negociación y acuerdo entre ellos. O si al final la diplomática entre grandes potencias terminó hace mucho tiempo y ambos se ven obligados a sumar algunos más a la mesa chica.
Algunas reflexiones sobre los puntos para acordar que propone Estados Unidos por sí sólo y sin consultar a nadie:
1. Ucrania no será miembro de la OTAN y declara su neutralidad. La decisión de prohibir a Ucrania unirse a la Alianza debería tomarse en la cumbre de la OTAN.
Altamente probable que cualquier acuerdo de paz incluya este punto. Una condición necesaria para firmar algo.
Aunque desde la perspectiva rusa, esto sólo no será suficiente para mejorar las condiciones de seguridad en el continente europeo. Personalmente, coincido en este diagnóstico, la raíz de esta guerra es que las condiciones de seguridad en el continente europeo se han deteriorado demasiado.
Así que, con suerte, un punto como este contribuirá a acabar esta guerra en particular, pero no puede descartarse que comiencen otras en el futuro. Es necesario volver a negociar y acordar mecanismos de confianza mutua que contribuyan a mejorar las condiciones de seguridad europea.
2. Ucrania se convertirá en miembro de la UE en 2030. La UE se compromete con la reconstrucción del país tras la guerra.
Tal parece, Estados Unidos pretende decidir por la Unión Europea una cuestión que compete a esta última. Eligiendo para ello un calendario convenientemente posterior a la finalización del mandato de la Administración Trump.
Claramente, darle esperanza a Ucrania de que podrá incorporarse a la Unión Europea y recibir los fondos de reconstrucción y desarrollo vinculado a ello puede ser de determinante para que Ucrania firme cualquier tipo de acuerdo. Porque este es un factor clave de lo que el sector occidentalista de Ucrania, actualmente en el gobierno, considera vital para sus perspectivas de desarrollo a largo plazo.
Pero, pero, pero... dudo que Francia, entre otros, acepte algún día la incorporación de Ucrania. No lo acepto antes, menos lo aceptará ahora. En este tema, el problema de Ucrania es que varios miembros de la propia Unión Europea no ven con interés la incorporación de ese "cerealero" al bloque.
Otros países, viene a mi mente Grecia, tampoco vería con simpatía esta incorporación por una cuestión muy simple. Hay países rezagados de Europa que dependen de los programas de desarrollo de la Unión para progresar. Si la devastada Ucrania se incorpora a la Unión, estos países rezagados dejarán de ser receptores de fondos para tener que transformarse en aportarles.
Tampoco perder de vista que la locomotora de Europa, concretamente Alemania, no pasa por un buen momento como para contribuir a la reconstrucción de la devastada Ucrania,
Se podrían agregar algunas cuestiones políticas adicionales sobre el funcionamiento de los organismos europeos por los que varios miembros de la Unión Europea, como España, podrían ser escépticos a sumar un nuevo miembro de europa oriental, pero mejor lo dejo aquí.
Así que, más allá de lo que pretenda la propia Ucrania y, tal parece, Estados Unidos, no veo en la Unión Europea un clima muy receptivo a nuevos miembros. En este sentido, este punto de cualquier acuerdo podría terminar siendo sólo declarativo. Acordar una Ucrania eterna candidata a muy muy largo plazo.
Dudo que una candidatura declarativa sea suficiente para contentar a los sectores occidentalistas ucranianos. Me recuerda a la eterna aspiración turca a incorporarse a la UE, que finalmente terminó frustrada.
3. Ucrania no reduce el tamaño de su ejército. Estados Unidos se compromete a seguir apoyando la modernización de las Fuerzas Armadas de Ucrania.
Me parece improbable que Rusia acepte eso. Para Rusia la "neutralidad" y la "desmilitarización" van de la mano.
4. Ucrania renuncia a nuevos intentos militares y diplomáticos de recuperar los territorios ocupados. Por el contrario, reconoce oficialmente la soberanía de la Federación Rusa sobre ellos.
Desde el principio de la guerra opino que esto termina en algún tipo de armisticio donde Ucrania, formalmente, mantiene su reclamo territorial.
Así que dudo que Ucrania pueda aceptar algo así, sea del gobierno que sea. Una cosa es que esos sean los hechos aceptados, otra muy diferente ponerlo sobre un papel escrito.
Me parece que cualquier acuerdo más o menos perdurable va a tener que tener que encontrar una redacción lo suficientemente amplia como para reconocer la realidad en el terreno, sin renuncias a las reclamaciones.
Dicho esto, me recuerda al antecedente de la Paz de París que dio fin a la Primera Guerra Mundial. Se acordó que en algunos territorios disputados se llevarían a cabo referendums que garantizarán el principio de autodeterminación de los pueblos en la determinación de los límites fronterizos (particularmente entre Polonia y Alemania). Terminó siendo cualquier cosa.
Todo indica que Rusia quiere hacer valer como auténticos los referendos celebrados en los últimos años.
5. Algunas de las sanciones contra la Federación de Rusia se levantarán inmediatamente después de firmar un acuerdo de paz. Una parte de ella se concretará en un plazo de tres años, dependiendo del cumplimiento por parte de Rusia de los parámetros del acuerdo. Se levantarán todas las restricciones a la importación de recursos energéticos rusos a la UE. Pero durante un cierto período de tiempo estará sujeto a un impuesto especial pagado por los europeos, cuyos fondos se destinarán a la restauración de Ucrania.
Esto es interesante. La Unión Europea volvería a comprar gas y petróleo ruso, pero pagaría un impuesto sobre ello para la reconstrucción ucraniana.
Ucrania contenido. Rusia me parece que no se opondría. Pero ¿La Unión Europea firmaría algo así? Además ¿Quién administraría esa recaudación?
Notar que este punto genérico no hace mención a las delicada cuestión de las reservas internacionales de Rusia. Tema que, apuesto, no podrá estar ausentes de ningún tratado de paz.
Otro detalle es que condiciona el levantamiento de las sanciones a que Rusia cumpla con su parte. Sobre lo cual hay que decir dos cosas. Primero y antes que nada, dado los antecedentes en la materia con Corea e Irán ¿Quién decide si cumple, o no? ¿qué pasa si Rusia cumple y el que tiene que levantar la sanción después de arrepiente de levantarla? Rusia es uno de varios países que a denunciado la pérdida de confianza en la capacidad estadounidense de cumplir con su parte en los acuerdos y, por tanto, estará interesada en establecer condiciones y medios de control mutuamente obligatorios.
Segundo, me resulta interesante observar que la mayor parte de este acuerdo no establece obligaciones importantes para Rusia (nada impide, por ejemplo, de que pueda militarizar los territorios ocupados), sede mucho a cambio de poco. Quizás, Rusia no se oponga a eso ¿no?.
En cualquier caso, es tan genérico este punto que me parece que no alcanza con mencionarlo. Apuesto que requieran muchos meses de laboriosas negociaciones para llegar a algo aceptado por todas las partes.
6. Se debe permitir participar en las elecciones en Ucrania a los partidos que abogan por la protección de la lengua rusa y la coexistencia pacífica con Rusia. Hay que detener todas las acciones contra la UOC y la lengua rusa a nivel estatal.
Parece que Estados Unidos y Rusia pretenden decidir sobre el funcionamiento de las instituciones políticas ucranianas, sin preguntarle a esta última.
Este acuerdo nos habla de una transición democrática en Ucrania (todos sabemos que su república está rota). Junto a ello, permitir que regresen a la vida política ucraniana el sector oriental (actualmente marginado). Pero eso también implica la aceptación de la influencia rusa en la vida política ucraniana.
Especulo que un acuerdo así no resolvería la inestabilidad política estructural que ha sufrido Ucrania desde 1991 hasta nuestros días. Siempre tensionada entre los sectores occidentalistas y orientalistas que le atraviesan. En el caso ucraniano, no parece una perspectiva alentadora que las grandes potencias inpongan una "democratización ingenua".
Recordar el antecedente, en este sentido, de que los acuerdos de Minsk promovieron la federalización de Ucrania. Es un país diverso y complejo. Para alcanzar la estabilidad política necesitará que una de sus facciones se imponga absolutamente a la rival (lo que llevan intentando sin éxito durante más de tres décadas) o encontrar algún tipo de arreglo institucional que permita convivir y construir consensos en la diversidad.
Muchas veces, problemas complejos necesitan soluciones complejas, no ingenuas.
7. Se destaca como especialmente problemática la cuestión del contingente europeo de mantenimiento de la paz tras el fin de las hostilidades. Por un lado, Kiev lo exige como garantía de seguridad. Por otro lado, se opone categóricamente la Federación Rusa. Deberán celebrarse consultas separadas entre todas las partes sobre este punto.
Un punto del acuerdo que dice que no hay acuerdo sobre si mismo. Estados Unidos no sabe qué proponer aquí. Este supuesto plan tiene una debilidad de origen. Al menos, aclara un punto que necesitará discusión.
Si se alcanza algún tipo de paz con una Ucrania "neutral" (y, quizás también, "desmilitarizada"), entonces también tendrán que incluirse algún acuerdo sobre las "garantías de seguridad" que este país necesitará. No parece que sea suficiente conque Rusia prometa que no los atacará otra vez en el futuro.
FIN.
No sé si es importante dedicarle tanto tiempo a esta supuesta filtración pero, que puedo decir, me entretengo con la dimensión político-diplomática de esta historia. Debe ser sesgo de la profesión.