Diseñado y fabricado por Alemania durante la Guerra Fría, el sistema de artillería antiaérea autopropulsado Gepard está viendo una segunda vida al servicio de las Fuerzas Armadas de Ucrania. A pesar de la sofisticación de los sistemas de defensa aérea basados en misiles de origen occidental, la realidad impuesta durante los tres años de conflicto requirió la adopción de soluciones más eficientes para hacer frente a la amenaza de los drones rusos. De tal forma, los Flakpanzer Gepard, a pesar de su dificultad de mantenimiento y sostenimiento, se han constituido como una de las plataformas más apreciadas y valoradas por las fuerzas ucranianas al brindar capacidades antiaéreas de corto y muy corto alcance, como defensa terminal, contra vehículos no tripulados.

Con estos antecedentes, y tras la finalización de la Feria Internacional DSEI en el Reino Unido, una llamativa propuesta estaría viendo la luz tras reuniones mantenidas entre el Ministro de Defensa de Ucrania, Denys Shmyhal, y representantes de KNDS Deutschland, encabezados por su director Ralf Ketzel. Actualmente, la empresa germana, junto a otras, brinda un importante soporte para diversos sistemas y plataformas de dicho origen en servicio con las fuerzas ucranianas.
Siguiendo lo reportado en su canal de Telegram, desde la cartera de Defensa indicaron que en el marco de la reunión se “prestó especial atención a las soluciones innovadoras en el ámbito de la defensa antiaérea”, para añadir que “… se discutió la implementación de los acuerdos conjuntos sobre suministros, apoyo técnico y producción conjunta de los sistemas de defensa aérea Gepard. Se hizo hincapié en el trabajo de la empresa conjunta que KNDS está lanzando en asociación con un importante fabricante ucraniano”.
La mención a la posibilidad de avanzar en la producción de sistemas Gepard no deja de ser llamativa, más aún cuando el sistema antiaéreo no se encuentra en producción desde hace décadas. Por tal motivo, gran parte de los Flakpanzer transferidos a Ucrania provienen de los stocks de fuerzas armadas europeas que habían sido dados de baja y almacenados.
Más en detalle, desde la confirmación del inicio de su transferencia en 2023, fue indicado que los modelos provistos son aquellos que sirvieron durante años en el Ejército Alemán e, inclusive, aquellos que lo hicieron para el Ejército de los Países Bajos —designados Cheetah— y que fueron recomprados por Estados Unidos a Jordania, país al que fueron vendidos tras el final de la Guerra Fría.
Al día de la fecha, la mención a la “producción conjunta” del Gepard no deja de ser llamativa, abriendo la puerta a diversas especulaciones, tales como si el anuncio realizado por el Ministerio de Defensa de Ucrania se basaría en la producción de componentes esenciales para su operación y sostenimiento. O, por el contrario, de cara a una posible modernización propuesta previamente por la misma KNDS.


Por último, no debe dejarse de señalar que, en vista del renovado interés por la artillería antiaérea basada en cañones, la cual se ha constituido como una de las soluciones para hacer frente a drones y municiones merodeadoras por su mayor eficiencia, tanto operativa como en términos financieros, empresas como Rheinmetall están apostando por toda una solución de nuevas plataformas basadas en el sistema Skyranger de Rheinmental, la cual está siendo llevada tanto a vehículos de tracción a orugas como a ruedas, como lo demuestran sus montajes en chasis de Leopard 2 y Lynx, así como en VCBR Boxer y Pandur.
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