En lo que se configuraría como un importante cambio de rumbo en sus planes de modernización de cara al futuro, la Fuerza Aérea de Grecia estaría actualmente evaluando la compra de mas cazas furtivos F-35 a los EE.UU., para lo cuál se descartaría continuar con el proceso de actualización de su flota restante de 38 aviones F-16 Block 50. Acorde es informado por medios locales, el gobierno griego estaría interesado en concretar la adquisición de entre 8 y 12 aeronaves de quinta generación, mismos que se sumarían a la flota de 20 cazas F-35 ya encargados por la institución y que están en proceso de ser fabricados con fechas de entrega de las primeras unidades previstas para 2028.
Ampliando en detalles, desde Atenas se afirma que la decisión se produciría en función de importantes demoras que afectan al programa de modernización de la flota de F-16 Block 50 al estándar Block 70, aún cuando hacia finales del año pasado existían reportes que indicaban un renovado impulso desde el ejecutivo griego al proyecto. En particular, los analistas apuntan a que la preocupación principal del país europeo consiste en el hecho de que la flota modernizada ya quedaría desactualizada para las fechas en las que se prevé completarla; entre 2031 y 2032.

Esto último no implica de modo alguno que Grecia no vaya a contar con la plataforma F-16 de cara al futuro, teniendo en cuenta que si bien se han enfrentado múltiples atrasos, el país ya ha recibido parte de los cazas llevados a la configuración Viper y los ha integrado a sus unidades operativas. Al entender de Atenas, estas aeronaves son perfectamente interoperables con la flota de 24 cazas Rafale que fueron adquiridos a Francia, como así también con los F-35 anteriormente mencionados.
De esta manera, la Fuerza Aérea Helénica lograría conformar una sólida flota de cazas que le permitiría avanzar en el retiro de sus ejemplares mas antiguos, cuyo origen también se halla en Francia y los EE.UU. Hablamos particularmente de sus ya obsoletos cazas F-4 Phantom II, Mirage 2000 y F-16 Block 30. En el caso de estos últimos, se trata de una plataforma que fue considerada para formar parte de un paquete de asistencia militar con destino a Ucrania para hacer frente a la invasión rusa, sumándose al compromiso de diversos países europeos que siguieron caminos similares; incluyendo a los Países Bajos, Bélgica, Dinamarca y Noruega. Traducido a números concretos, cabe destacarse que Grecia cuenta con una flota de 34 F-16C y 6 F-16D Block 30, mismos que arribaron a sus manos hacia finales de la década del 80.
Posibilidades similares podrían considerarse con los aviones Mirage 2000 tras el envío de ejemplares a Ucrania por parte del Ejército del Aire francés, dado que aquellas aeronaves en manos de la Fuerza Aérea de Grecia se encuentran entre las mejores equipadas en la actualidad, lo que puede apreciarse en su capacidad de desplegar misiles anti-superficie AM-39 Exocet, aire-aire MBDA MICA y de crucero SCALP-EG. El destino de los Phantom II no parece tan alentador, en tanto se trata de una aeronave con pocos usuarios en la actualidad; siendo Corea del Sur el mas reciente en retirarlos del servicio.

Finalmente, ampliando la lente sobre el programa de modernización de capacidades aéreas griegas, resulta de utilidad destacar que el país también se encuentra trabajando en la renovación de su flota de aviones de transporte; misma que a fechas actuales consiste en ejemplares de la familia C-130. Entre los principales candidatos, los medios locales deslizan que la Fuerza Aérea Helénica observa a los C-130J, y de modo mas reciente, a los C-390 fabricados por Embraer. Este último podría verse beneficiado especialmente por el hecho de que ya fue seleccionado por diversos países europeos, lo que facilitaría a Atenas poder negociar una compra aprovechando mecanismos similares, especialmente a través de Portugal.
*Imágenes empleadas a modo ilustrativo
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