En el curso del día de ayer, la Fuerza Aérea de Grecia ha confirmado la compra de 20 nuevos cazas furtivos F-35A a los Estados Unidos mediante la firma de una Carta de Oferta y Aceptación (LOA), la cuál incluye una opción de compra por otras 20 unidades. Se trata de una inversión cercana a los 8.600 millones de dólares por parte del gobierno griego, convirtiéndolo en el decimonoveno país en adquirir este tipo de aeronaves, cuya entrega debería iniciar en el 2028.

Al respecto el el Teniente General de la Fuerza Aérea Mike Schmidt, quién funge como director y oficial ejecutivo del programa de la Oficina del Programa Conjunto del F-35, ha manifestado: “Estamos muy contentos de dar la bienvenida a Grecia a la iniciativa del F-35 (…) El F-35 proporcionará una capacidad excepcional a la Fuerza Aérea Helénica, creará interoperabilidad entre nuestros aliados y fortalecerá la eficacia en combate de toda la OTAN”.

La adquisición de estos cazas de quinta generación, como también de diversos tipos de repuesto y material de soporte logístico, ha de situarse en una iniciativa que data desde 2019 y que fuere retrasada por las crisis económicas que Grecia tuvo que sortear estos últimos años. En ese sentido, avanzar con la compra de aviones F-35 permitiría al país comenzar con el retiro paulatino de sus plataformas mas antiguas, a saber: los cazas F-4 Phantom, Mirage 2000 y F-16 Block 30.

Cabe recordar, que este último tipo de aeronave está siendo considerado para un futuro paquete de asistencia militar a Ucrania, tanto en la versión Block 30 C como la Block 30 D. Mientras que el plan original de la Fuerza Aérea de Grecia era encontrar un comprador para estos aviones, se ha hecho conocer recientemente que la flota compuesta por 32 aeronaves podría sumarse a los mas de 90 F-16 comprometidos por los Países Bajos, Bélgica, Dinamarca y Noruega.

Por otro lado, a la par de la adquisición de estos cazas F-35, Grecia se encuentra avanzando en la incorporación de 24 cazas Rafale de producción francesa y también en la modernización de aquellos F-16 Block 52 que posee en su flota como parte de su reestructuración de capacidades militares. Ha de tenerse en cuenta que la vecina Turquía, país que es miembro de la OTAN pero que mantiene relaciones tensionadas con Grecia, también había buscado hacerse con la aeronave furtiva en cuestión, pero tras su expulsión del programa en el año 2019 (debido a la compra de sistemas antiaéreos S-400 rusos) fue el país helénico el que obtuvo el visto bueno de EE.UU. para operar el F-35. En la actualidad, ambos mantienen activos los procesos de actualización del F-16 al estándar Viper.

Finalmente, es menester traer a colación que la asociación entre la Fuerza Aérea griega y Lockheed Martin no está limitada solamente a la adquisición y modernización de cazas, sino que también incluye la flota de helicópteros y aeronaves de transporte del país. En ese sentido, el comunicado oficial de la empresa resalta las labores que se vienen realizando en los C-130 Hércules griegos, agregándose a la compra de 35 UH-60M Black Hawk y también de la versión marítima MH-60R.

*Imagenes utilizadas a modo ilustrativo.

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