A pesar de los esfuerzos registrados a lo largo de los últimos meses para su puesta en servicio, la Armada Argentina se encuentra evaluando el retiro definitivo de su último avión de guerra antisubmarina Grumman S-2T Turbotracker, lo que marcaría el final de una era para el Comando de Aviación Naval, iniciada más de medio siglo atrás con la incorporación de los primeros ejemplares y la creación de la “Escuadrilla Aeronaval Antisubmarina” en 1962.

Para el caso de la Armada Argentina, su incorporación original se remonta a inicios de la década de 1960, cuando los primeros ejemplares arribaron al país y con la creación, el 31 de mayo de 1962, de la “Escuadrilla Aeronaval Antisubmarina” (EA2S). Las aeronaves de la unidad han sido testigo de posiblemente páginas doradas para la aviación naval nacional, signadas por las crecientes capacidades de proyección naval que la Institución tuvo, marcadas por su despliegue desde los portaaviones ARA Independencia y posteriormente en el ARA 25 de Mayo, con activa participación en el conflicto del Atlántico Sur por la recuperación de las Islas Malvinas.
Con estos antecedentes, desde fuentes consultadas han brindado un sombrío panorama sobre los planes que están siendo evaluados, y que comprenderían en primer lugar la baja de la aeronave del servicio, dejando sumido en la incertidumbre el futuro de la Escuadrilla Aeronaval Antisubmarina.
Los planes tienen como contexto la incorporación de aeronaves adquiridas recientemente por el Comando de Aviación Naval, como es el caso de los cuatro P-3C/N Orion provenientes de Noruega, de los cuales en septiembre de 2024 arribó el primer ejemplar, siendo destinado a misiones de vigilancia y patrullado del vasto litoral marítimo nacional.
Por último, y más allá de que aún no existe una confirmación oficial, la realidad muestra que la larga agonía de la Aviación Naval de la Armada Argentina continúa, limitándose a un puñado de aeronaves y adquisiciones puntuales que difícilmente permitan vislumbrar un cambio de tendencia en el corto plazo.
*Fotografías empleadas a modo de ilustración – Fotografía de portada: Créditos y agradecimiento: Nicolas Ramírez.
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El sucesor al S2 Tracker es el S3 Viking, igualmente ambos son aviones embarcados para operar en portaviones y carecemos de ellos, sería mejor un antisubmarino como el P3 Orion.
No vendrían mal un par de Orion más y helicópteros con capacidad antisubmarina y antibuque… total, soñar es gratis.
Para eso estaba el P3B en fadea casi terminado pero el orate q tenemos como jefe en la Armada lo dió de baja,un desperdicio y gasto de recursos innecesarios
Pero trajo los f16
Espero que la conserven en algún museo argentino bajo techo
Yo creo que sería más beneficioso que la Aviación Naval pase a la Fuerza Aérea, así se ahorraría un montón de plata (bases, personal, insumos etc.) que se pueden destinar a modernizar la Fuerza Aérea y por ende ganaría el país.
exacto!!!
Como una opinión más, creo que con semejante Mar para cubrir necesitaremos hoy y en el Futuro seguir teniendo un Comando Aeronaval con medios y personal preparado, no obstante se sabe que en estos momentos es difícil adquirir nuevo. Pero tener un par de Orions y helicópteros navales y personal entrenado es necesario para tiempo de Paz y guerra. A futuro hay que sumar Drones de Exploración y ataque. Saludos a la Redacción.