Otra vez, la formación militar de los ciudadanos esta en debate, en un reciente artículo del periódico The Economist[1], para introducirnos en el tema, se preguntaba: ¿Realmente morirías por tu país?

Una pregunta que indaga en la motivación de las nuevas generaciones y que plantea el primer problema, ya que los jóvenes individualistas y orientados a su carrera de hoy son reacios a incorporarse a las fuerzas armadas, una situación que no solo preocupa a Europa, sino que se extiende a todo el mundo. En los países en conflicto es crucial incrementar sus fuerzas, y el servicio militar obligatorio siempre es una opción viable.

A principios del Siglo XX, alrededor del 80% de los países tenían algún tipo de servicio militar obligatorio; a mediados de la década de 2010 era poco menos del 40%. La práctica alcanzó su apogeo durante las guerras mundiales y muchos países continuaron dependiendo de ella durante la guerra fría. A partir de entonces, la atención de Occidente se centró en campañas de contrainsurgencia de alta tecnología, como las de Afganistán e Irak, entonces los ejércitos de reclutas masivos fueron reemplazados en su mayoría por fuerzas de voluntarios profesionales más pequeñas. Desde 1995, 13 miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), un grupo de países en su mayoría ricos, han eliminado el servicio militar obligatorio. Asimismo, solo ocho de los 32 miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), continúan con este sistema; sin embargo, países autoritarios como Irán, Corea del Norte y Rusia han redoblado sus ejércitos con reclutas obligados por el estado.

La discusión más urgente en torno al servicio militar obligatorio, se da en países que enfrentan una grave amenaza de guerra, o que ya se encuentran en una; En Ucrania, por ejemplo, dos años después de la invasión rusa, miles de hombres huyen a través de las fronteras del país o se esconden para evitar que le llegue la citación. El 2 de abril, la falta de tropas obligó al gobierno de Ucrania a reducir la edad mínima de reclutamiento de 27 a 25 años. Rusia ha enviado a cientos de miles de hombres movilizados por la fuerza a la primera línea de combate.

En Israel, los deberes militares son un pilar central de la ciudadanía, después de los ataques del 7 de octubre, unos 300.000 israelíes abandonaron la vida civil y se apresuraron a unirse a sus unidades. Israel quiere prolongar la incorporación de reclutas varones a tres años (las mujeres jóvenes sirven actualmente durante 24 meses y los hombres jóvenes 32) y ampliar la edad de reclutamiento para los reservistas a 45 años. Asimismo, la exención de los judíos ortodoxos, es objeto de continua lucha política.

Soldados voluntarios durante ejercicios en la Patagonia.

En Sudamérica y más precisamente en Argentina las motivaciones que originan el debate sobre el servicio militar obligatorio son diferentes y se refieren a una idea colectiva que subyace y que lo considera como una suerte de reformatorio para lograr que una cantidad de jóvenes que ni estudian ni trabajan, puedan incorporarse al sistema.

La idea no es nueva y fue lo que motivo hace 120 años al General Richieri a impulsar la ley el Servicio Militar Obligatorio en la República Argentina, esta permitió, además del propósito de mejorar el sistema de defensa, lograr que la masa de inmigrantes que llegaban al país, pudieran absorber los valores nacionales, identificarse con los símbolos patrios, aprender el idioma y las primeras letras y en muchos casos iniciar con algún oficio.

Revisación medica realizada a las primeras incorporaciones del Siglo XX

En la actualidad, la incorporación de soldados al sistema voluntario tiene una adhesión dispar, con gran cantidad de postulantes en las provincias del norte y escasa participación en los núcleos urbanos de mayor población como Córdoba, Rosario, Buenos Aires y también en la región Patagónica, esto se debe a la diferente oferta laboral, ya que la percepción en los jóvenes, es solo como un trabajo y ciertamente, los ciclos económicos repercuten en forma negativa, que se traduce en escases de postulantes y la consecuente falta de tropa adiestrada.

En la actualidad, para estar a la altura de la voluntad expresada por el gobierno, de incorporarnos como socio global extra-OTAN, se debería incrementar las organizaciones militares llevándolas a un estándar de operatividad aceptable, esto sin duda debe incluir una mayor incorporación de tropa.

La sistemática reducción presupuestaria en los últimos 40 años, ha provocado una incapacidad para realizar incorporaciones masivas, como se realizaba hasta la década del 1980; para realizar una incorporación completa de una clase no solo hay que pensar en la parte de infraestructura y equipamiento, sino también en el adiestramiento, que incluye víveres, combustible, vestimenta y munición. Asimismo, debería realizarse un reordenamiento jurídico de la Justicia Militar y el sistema punitivo, que permita la coerción para mantener la disciplina, sin la cual es inviable.

Para algunos, las cuentas pueden dar negativas para la restitución del Servicio Militar Obligatorio, sin embargo, el beneficio no es solo para la defensa, sino principalmente para el desarrollo humano del país que aparte de cumplir con el objetivo de capacitación militar, permitiría que anualmente, miles de jóvenes sean sometidos a revisiones médicas completas, beneficiándose individualmente y obteniendo un cuadro sanitario del país. También evitaría la erogación de importantes sumas de dinero en planes sociales, que en muchos casos servirían para incrementar el presupuesto de las fuerzas armadas, mientras sus beneficiarios estuvieran incorporados. Es importante destacar, que el periodo de instrucción anual, además de proporcionar reservas adiestradas, les infunde a los ciudadanos, hábitos de orden, trabajo, disciplina y subordinación a la autoridad, que le servirán en su desarrollo individual para la vida.

Exsoldados de la Clase 1971 visitaron el Regimiento de Infantería de Montaña 10 de Covunco. Compartieron una jornada y rememoraron anécdotas luego de 30 años (lmneuquen.com)

En el mundo también existen otras formas de contribuir a la defensa Nacional, en algunos casos por periodos más reducidos, con programas adaptados a las universidades, en donde durante la cursada, tiene periodos de instrucción y adiestramiento, siendo una modalidad bastante aceptada y a su vez permitiría ser más inclusiva.

Buena parte de los ciudadanos incorporados, durante la existencia del servicio militar obligatorio, conservan y mantienen gratos recuerdos derivados del compañerismo y la emoción patriótica provocada por la jura de la bandera y otras ceremonias castrenses; asimismo, año tras año se reúnen en los más alejados cuarteles de nuestro país, para rememorar sus anécdotas.

La Guerra de Malvinas puso a prueba el sistema del servicio militar obligatorio y a pesar de opiniones encontradas, es innegable que para los ingleses no fue un picnic, de la misma manera el Informe Rattenbach señala en sus conclusiones “876. La edad del personal bajo servicio militar obligatorio, cuando estuvo bien instruido y conducido, no constituyó, en sí misma, limitación alguna a su capacidad de combatiente”.

Compañía C del Regimiento 25.  Teniente Primero Carlos Daniel Esteban, Teniente Roberto Estevez, Subteniente Juan José Gómez Centurión, Subteniente Roberto Reyes y soldados conscriptos del servicio militar obligatorio.

A modo de cierre, es importante destacar que, la responsabilidad de la defensa no es solo una obligación, sino fundamentalmente un derecho de todo ciudadano, que está amparado por la constitución. Desde Grecia y Roma, pasando por todas las culturas del mundo, el estatus de ciudadano con derechos plenos solo se alcanzaba cuando se era capaz de defender dichos derechos, recibir formación castrense, no debe ser considerado como una obligación, sino como un deber y un derecho de todo ciudadano a defender su Patria.

El servicio militar obligatorio fue un notable avance en el desarrollo del estado nacional, no solamente pensado en el aspecto defensivo de la Nación, sino principalmente en la maduración de conceptos ciudadanos que deben identificar a una república.


[1] https://www.economist.com/international/2024/04/17/would-you-really-die-for-your-country.

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9 COMENTARIOS

  1. Volver al servicio militar obligatorio, seria una muy buena medida pata restituir valores patrios y tener nuevamente estadísticas sanitarias confiables y actualizadas.

    • El servicio militar obligatorio no sirve el ejército no es un reformatorio ninguna potencia militar tiene conscriptos.los ejercicios son profesionales y bien pagos.
      Lo otro es puro verso y una manera de tapar los problemas económicos del país

  2. Antes no lo veía con buenos ojos a esto. Sobre todo por que considero que las Fuerzas Armadas no son un reformatorio, sino una elección voluntaria, la adopción de un estilo de vida. Pero viendo hoy como se encuentra nuestra sociedad, donde hay mucha jóvenes que crecieron en un ambiente donde no tenían que trabajar para recibir ayuda económica, seria una buena acción. Que esos jóvenes, adquieran valores que los van a acompañar el resto de su vida, que salgan con un oficio. Lo que si se debería hacer es controlar y prevenir cualquier abuso que estos jóvenes puedan sufrir. La sociedad argentina no necesita otro soldado Carrasco.

  3. No estoy del todo de acuerdo en el servicio militar obligatorio si es solo para que los nini (ni trabajan, ni estudian) no estén ociosos dado que una vez finalizado el período de servicio podríamos llegar a tener ocioso otra vez a un joven pero esta vez con el conocimiento del manejo de armas y técnicas de combate (un peligro latente). Lo ideal sería que la educación sea obligatoria al menos hasta el secundario y allí se puedan aplicar las medidas sanitarias para tener esas estadísticas confiables, además sería interesante que se enseñen más oficios para que los jóvenes tengan esas oportunidades de inserción laboral tan anhelada amén del desarrollo de las industrias y pymes para que den esas oportunidades. En mi forma de ver el servicio militar debería ser más una vocación de servicio y para eso hay que trabajar en la imagen de las fuerzas armadas como se hace en otros países…

  4. Completamente en desacuerdo con el regreso del Servicio Militar Obligatorio:
    – La cantidad de postulantes para incorporación están ampliamente cubiertas (no he tenido incorporación en la que no me “sobren” candidatos, y siempre pude realizar selección de qué quería hacer ingresar).
    – La función que se le endilga a las Fuerzas Armadas de realizar exámenes médicos, empadronamiento, promoción social, etc, tiene lógica en el contexto del siglo XX. Hoy, existen sistemas modernos y dedicados a esas tareas, que si no cumplen su función siendo su responsabilidad, menos lo vamos a poder hacer los militares como labor secundaria. Se pierde al recurso humano especializado en labores subsidiarias que no aportan a la Misión.
    – Nadie discute la necesidad de refuerzos presupuestarios que den previsibilidas a las tareas militares, pero ese “supuesto” incremento presupuestario que dice el autor vendría de la mano de cumplir esas funciones sociales, sería absorbido por las necesidades de equipamiento, subsistencia y demás de todos los ingresantes.
    – No comparto que colabore a la Defensa Nacional: un refuerzo masivo de soldados voluntarios logísticos (panaderos, plomeros, gasistas, albañiles y demás) no cumple ninguna utilidad a la Defensa cuando está por encima de sus necesidades normales, e impide la capacitación técnica del recurso humano en nuevos sistemas de armas.

  5. Con el mas debido respeto: Por los autores de este proyecto. Cumplí con el Servicio Militar en la Armada Argentina, Orgulloso de ello. Pero como leo otros muy buenos comentarios en este espacio las FFAA, no son reformatorios una gran verdad. Aparte de eso no nos olvidemos que la Sociedad ha cambiado mucho, no es la misma Cultura de años anteriores, el ciudadano hombre o mujer, tiene otros gustos, se Fija tatuajes en su cuerpo, se poner pinches o ganchos en la Nariz y las Orejas, y todas esas cosas no van con el Uniforme de ninguna de las 3 FFAA que tiene nuestro querido pais. Que no han Analizado eso, ah, y si la gente que no los incorpores por lor motivos que expogno Ut Supra, se va a sentir discriminada y, va a salir la Orga de DDHH, reclamando por esa gente excluida. Por favor no es mi intención ofender a nadie no estoy de acuerdo para nada. Saludos. Enrique.

  6. No se de dónde parten estos cuestionamientos sobre el regreso de la «colimba», pero en todo caso espero no sea con la intención de ahorrar plata que hoy se paga a los voluntarios. Este gobierno no ve todo con sentido de ajuste, no seria raro que lo haga con la defensa. Si bien las compras de los F-16 y probablemente de otros armamentos pueda hacer pensar lo contrario, esas sos cuestiones más de alineamiento geopolítico que otra cosa. Es necesario también aceptar que hoy las cantidades de efectivos que tenemos no alcanzan para tener FFAA creíbles, dada la extensión de nuestro territorio. Además, no se cómo se maneja el tema de las reservas. Una vez comenzada una guerra, hay que reponer bajas.

  7. Nada hay que debatir.
    Debe hacerse y punto.
    Los buenos ciudadanos que trabajan y estudian deberán postergar sus compromisos y retomarlos al salir de baja.

    Y todo ese enorme ejercito de forajidos bandidos ladrones asesinos ininputables que asolan la sociedad y no hay modo de corregirlos – van a saber lo que es disciplina orden y de ser necesario su castigo.

    Argentina ya soportó demasiados debates sólo para su ruina.

    Subordinación y Valor.

  8. En algunos casos la motivación del servicio militar obligatorio tiene que ver con los costos de mantenimiento de una FFAA profesional, en el caso de Rusia, ya no tiene soldados para seguir mandando a Ucrania, así que echa mano a sus ciudadanos obligatoriamente. Las fuerzas de defensa y seguridad requieren de un entrenamiento con otro perfil más elevado que un conscripto, además del pago de un sueldo, porque son empleados del Estado.
    En la guerra de Malvinas se enviaron tropas que no estaban preparadas ni equipadas para el caso, una cosa es servir café, desfilar en una fecha patria y otra es empeñar un fusil entre la vida y la muerte.

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