El constante avance en el desarrollo de tecnología aeroespacial, con su aplicación en el ámbito militar, permite analizar la posibilidad de dar un paso mas en la historia aeronáutica argentina, dando lugar a una fuerza aeroespacial. En particular, el cambio de denominación de Fuerza Aérea hacia una Fuerza Aeroespacial es una tendencia que han tomado algunos países que por sus características geográficas, económicas y políticas no pueden tener un Organismo que se encargue exclusivamente de la cuestión aeroespacial, como ocurre con las grandes potencias, por ejemplo, la Fuerza Espacial de los Estados Unidos (USSF) o las Fuerzas Aeroespaciales de la Federación Rusa.

Un caso para estudiar es la decisión tomada por el Gobierno de Colombia en el año 2023 con la sanción de la Ley 2302, que significó el cambio de denominación (de Fuerza Aérea a Fuerza Aeroespacial), trazando un nuevo camino para la vigilancia y control del espacio aéreo, cuyos límites trascienden a la actividad regular de una fuerza aérea.

satélite

Otro ejemplo de unidad entre Fuerza Aérea y Fuerza Aeroespacial ocurrió en el año 2020 con el Ejercito del Aire Frances, que adquirió la nueva denominación de Ejército del Aire y del Espacio. Esta conjunción responde a una iniciativa tomada luego de la creación de un Comando Aeroespacial, (Commandement de l’espace) creado el 3 de septiembre de 2019) con una fuerte apuesta al ejercicio virtual Astér X, conformado por el Centro de Mando y Control de Operaciones Espaciales (C3OS),  el Centro de Observación Militar por satélite (CMOS) y el centro operativo para la vigilancia militar de objetos espaciales (COSMOS), siendo el primer ejercicio espacial militar europeo.

Más alto, más rápido, más lejos: ¿Una oportunidad?

El omnipresente lema de la Fuerza Aérea Argentina guarda similitudes con las palabras pronunciadas por quien fuera Jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire y Espacio Frances general Philippe Lavign con motivo del cambio de denominación:  “Hoy los aviadores deben mirar más alto, más allá, hacia el espacio, este nuevo campo de confrontación que es altamente estratégico y cada vez más conectado”.

Mas allá de la referida analogía, y de una cuestión formal -jurídico normativa-, muchos países han decidido avanzar hacia el cambio de denominación como una forma de no limitar el dominio aeroespacial hacia otros sectores del ámbito de la defensa, nucleando de esta manera a todas aquellas actividades ligadas al aeroespacio en una única institución.

Cabe destacar que la especialización de la Fuerza Aérea en cuando al dominio aeroespacial no restringe al Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas y al Comando Conjunto Aeroespacial en su actividad, dado que el control aeroespacial es competencia de todas las fuerzas, con su expertise propio en la materia.

El cada vez mayor alcance de la tecnología satelital con incidencia directa en cuestiones militares, antes reservada a las grandes potencias, sumada al desarrollo de vectores con capacidad estratégica, implican rever la rica historia argentina, de cara al futuro.

Antecedentes históricos

Desde sus orígenes, Fuerza Aérea, creada en 1945, avanzó a paso firme en el desarrollo de nuevas tecnologías en materia aeroespacial. Con la creación el 28 de enero de 1960 de la Comisión Nacional de Investigaciones Espaciales (CNIE) la FAA consolida institucionalmente su labor, que tiene como preámbulo el inicio de sus primeras de investigación en 1947.

El primer paso tiene lugar en 1947 con el desarrollo del motor cohete AN-1, de 320 kg. de empuje y 40 segundos de tiempo de combustión, en paralelo al desarrollo del cohete Tabano, diseñado para ser lanzado desde un avión. Durante las décadas de 1960 y 1970, la CNIE lleva a cabo lanzamientos de toda una familia de cohetes: En 1961 el cohete APEX A1-02 Alfa Centauro, seguido por el vector de dos etapas APEX-A1-S2-015 Beta Centauro, y los Gamma Centauro de performances superiores.

La primera década de 1960 tiene un particular desarrollo aeroespacial, que incluyo hitos como el lanzamiento simultaneo de cohetes Gamma Centauro desde CELPA Chamical y la Base Matienzo en la Antártida Argentina, lo que significó que la Argentina se convertía en el tercer país que estudiaba los Rayos X en la atmosfera del continente austral, luego de la Unión Soviética y los Estados Unidos.

Durante las décadas de 1960 y 1980 se dio el mayor desarrollo aeroespacial argentino. Créditos: Fuerza Aérea Argentina

Luego de la familia Centauro, se sucedieron los cohetes Orión I y Orión II, que alcanzaron los 100 km de altura, seguidos por una importante empresa denominada “Programa Felino” en cuanto a cohetes para fines meteorológicos, entre ellos el Gato Negro A-1, el Tigre A-2, el Jaguar A-3, Leopardo A-4 y Sonda Pantera A-5, que son lanzados para tareas de detección y prevención de granizo.

Otro hito de esta etapa fue el Experimento BIO I, desarrollado conjuntamente en el Instituto de Investigaciones Aeronáuticas y Espaciales (IIAE) de la Provincia de Córdoba y la CNIE, que incluyo el análisis de parámetros biológicos de animales, que incluyeron el envío de carga viva tras alcanzar altitudes de 300 km.

En particular, los cohetes Tauro se encontraban provistos de sofisticados equipos de medición e instrumental fotográfico, lo que le permitió efectuar misiones de relevamiento de recursos naturales. En ese contexto, la Fuerza Aérea Argentina avanza con el Programa Satelización, que incluía entre otros el Sistema Satelital Domestico Argentino SAC I, siendo este el primer paso para la construcción de un lanzador de satélites con su correspondiente sistema de guiado, lo cual origino el frustrado Proyecto Condor.

El avance aeroespacial incluyo la experiencia conjunta con Francia y los Estados Unidos (Operación Orión-Eclipse), y el desarrollo de los cohetes Rigel, Castor, Canopus I y II, alcanzando su máximo apogeo con el lanzamiento de los cohetes científico Tauro-01 hacia comenzó de la década de 1980.

Siendo la cúspide de la actividad aeroespacial nacional, el desarrollo de los vectores Condor I y II se trató de un programa para la construcción de un cohete de 2 etapas, con un sistema de control por radio, con una carga útil de 500 kg. y un alcance estimado de 1000 Kms. El contexto socioeconómico de la década de 1980, sumado a las consecuencias geopolíticas de la guerra de Malvinas llevaron a que las instalaciones fueran desmanteladas en julio de 1990, desguazándose la planta de construcción bajo supervisión de veedores norteamericanos.

Créditos: INVAP

La basta actividad aeroespacial desarrollada a lo largo de casi cinco décadas contrasta con la actualidad, donde programas como la Experiencia Centenario carecen de continuidad y recursos suficientes para dar un salto cualitativo en cuanto a nuevas capacidades. Sin dudas, existen prioridades que deben ser atendidas en el menor plazo posible, que hacen a la misión primordial de la FAA, como ser revertir la involución tecnológica que implico la baja del sistema de armas de la familia Mirage, dejando a la fuerza sin capacidad de combate supersónica.

En medio de la norma argentina de constante incertidumbre, mas que esperar, debe ser un anhelo el no exacerbar el conformismo como virtud, sino mas bien valorar el formidable esfuerzo realizado a diario por los integrantes de la fuerza, fortaleciendo su compromiso con aquellas herramientas que estén a nuestra disposición, en un contexto donde el desarrollo y control de la soberanía aeroespacial es cada vez más relevante.

*Imágenes empleadas en carácter ilustrativo.

Fuentes Consultadas

Fuerza Aérea Argentina. (2012). El vuelo del cóndor. Quilmes, Buenos Aires, Argentina: Editorial de Arte.

Fuerza Aérea Argentina. (1987). 75 Aniversario de la creación de la Fuerza Aérea Argentina. Buenos Aires, Argentina. Obra Social de la Fuerza Aérea, Departamento Gráfico.

Tal vez te interese: La Fuerza Aérea Argentina celebró en Córdoba el primer vuelo solo de cadetes del IV Curso de Instrucción Aérea

Publicidad

10 COMENTARIOS

  1. En un principio la mayoría de las potencias argumentaron sobre una división “Aeroespacial”, como si se tratara de algo específicamente científico, pero su objetivo oculto trataba del desarrollo de misiles con fines militares; si éso se lo permitieran a la Argentina resultaría peligroso para mantener un equilibrio en la región, somos un país inestable y el manejo de ese tipo de elementos no pueden (o no quieren) quedar en nuestras manos como sucedió con el proyecto Cóndor. Solo cohetes para fines pacíficos muchachos.

  2. Discrepo con César los cohetes se le puede dar uso militar y ser parte de la disuacion…Cómo en décadas anteriores el elemento de la fuerza es una ficha destacable a la hora de negociar…algún conflicto de intereses que nunca faltan …el buenismo, el ser políticamente correctos nos puede hacer jugar una mala pasada..

    • Edgardo, yo no estoy diciendo que no se les pueda dar uso militar, por el contrario, somos líderes en ésa tecnología en la región, justamente es el motivo de alerta por parte de algunos; creo que lo entendiste mal, el caso del misil Cóndor fué para controlarnos porque nos daba mucha ventaja…y por su alcance.

  3. El problema lo resume Pablo

    Lo que sea que hagan va a necesitar muchos dólares

    Incentivar una fuerza aeroespacial va a estimular la entrada de países de la región con mayor capacidad económica

    Y argentina se encontrará sin fuerza de combate y con la construcción de fuerza aeroespacial que no podrá pagar

    Mientras la brecha aumenta mucho mas

  4. Muy buena nota. Eso me lleva a transmitir una preocupación como son las declaraciones del nuevo gobierno electo de vender ARSAT. Nuestro país hoy tiene la capacidad de construir cualquier tipo de misil, con mucha más facilidad incluso que un avión caza. Si ponemos las fichas en eso, con satélites militares y sistemas misilisticos una gran parte del camino de la defensa lo tenemos recorrido. Proyectos como el tronador y la construcción de satélites de observación son una muestra. Lo mismo que el proyecto SARA que jamás debería haber sido abandonado.

  5. La verdad, con lo que se. Oto acá esto quedaría obviamente descartado. Por un lado quieren vender ARSAT.. ya habían vendido el espacio satelital, o una parte de lo que nos correspondía. Y habían vendido los satélites que se habían lanzado.
    Lo que si creo, más allá de que se necesitan muchas cosas para nuestras fuerzas, desarrollar in sistema de misiles disuasivo (hoy en Ucrania, que tiene buena defensa aérea, no puede que todos los misiles rusos. Y Rusia al parecer tampoco, por lo que parece una buena opción a nivel regional contar con este tipo de armamento) de manera rápida, y relativamente económica, sobretodo para mantenerlo. Obviamente no como única opción, pero tener esa carta mientras se empiezan a reforzar todas las faltas que tiene el aparato de defensa argentino no estaría mal. Igual, repito, la idea es vender todo lo que se necesitaría defender, así que no van a comprar nada que estratégicamente nos de ninguna ventaja. Va a ser todos Chiches y espejitos para la gilada.

  6. Marcelo…locos desquiciados existen muchos en la política y no todos pertenecen a los mismos partidos, están acostumbrados a darse vuelta en el aire y venderse hacia un lado u otro ya que éso es un político. Las promesas no se cumplieron desde el año 83 hasta hoy, sea el que sea que tenga la decisión.

  7. César, el proyecto Cóndor nació como un proyecto civil y por ello tuvo el asesoramiento de empresas de distinto origen, entre otras, alemana. Después de Malvinas se transformó en un proyecto militar. Esta situación, conocida por la inteligencia norteamericana (desde el principio el programa estuvo infiltrado) y ello si bien podía generar un desequilibrio en la región, el avance de dicho programa no generaba demasiada oposición de otros países. El gran error fué del Presidente Alfonsín que por insuficiencia presupuestaria ( en realidad toda su economía fué desastrosa) acepta que se financie por Irak, triangulado a través de Egipto, con el compromiso argentino de transferir los conocimientos que se fueran adquiriendo a ese país que aplicaría a su vez a la I&D de su propio misil Scud. Esto si interesó a USA porque podría generar un desequilibrio de fuerzas en el Medio Oriente. Por eso le obligó a Menem desistir del Cóndor. En compensación USA se comprometió a prestar su colaboración (de paso nos ponían en caja) a través de la NASA para los programas de la CONAE en el mismo lugar en Falda del Carme, provincia de Córdoba, dónde aún se investiga con las limitaciones presupuestarias que ha tenido a través de los años.

    En lo personal creo que estos programas de la CONAE son muy importantes para nuestros desarrollos en cohetería y satelitales y comunicaciones.

Dejá una respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.