El portaaviones británico HMS Prince of Wales zarpó hacia Noruega con el objetivo de liderar un grupo operativo internacional en el marco del ejercicio Steadfast Defender de la OTAN. Su despliegue se caracterizó por su flexibilidad y rapidez, necesarias por un desperfecto surgido en el HMS Queen Elizabeth que canceló su participación en la actividad.

Dentro de los esfuerzos destinados al despliegue del portaaviones, se incluyeron en la embarcación piezas de repuesto para los F-35 Lightnings, los helicópteros Merlin y Wildcat, el equipo para el frío y las provisiones médicas. De igual manera, específicamente dentro de las tareas logísticas del buque, se subieron a bordo 70 mil raciones diarias, 400 mil libras esterlinas en alimentos abarcados en 450 palés de provisiones, y 30.000 rollos de papel higiénico, según el Capitán de Corbeta Chris Barnett.

En este contexto, el Secretario de Defensa, Grant Shapps, declaró: “Me gustaría felicitar a la tripulación del HMS Prince of Wales por su duro trabajo y dedicación en la rápida preparación del buque para zarpar. La capacidad de desplegar cientos de tripulantes para poner a punto uno de los portaaviones más complejos del mundo en el plazo de una semana es testimonio de la destreza y la capacidad de la Royal Navy”.

Haciéndo énfasis en el rápido desplieguie, el titular de la cartera de defensa británica continuó: “Hemos conseguido que el buque pase de 30 días de preaviso a estar inmediatamente listo en sólo una semana. Ha sido un esfuerzo monumental de toda la empresa, incluidos el HMS Queen Elizabeth, la base naval de Portsmouth y nuestros numerosos socios de defensa e industriales”.

En cuanto al ejercicio Steadfast Defender, que se desarrollará entre finales de febrero y marzo, tiene como objetivo demostrar las competencias que poseen hoy en día las fuerzas que conforman a la OTAN para llevar a cabo y sostener operaciones complejas de varios dominios, a lo largo de un período prolongado, en vastas distancias y en diversas condiciones ambientales. En este sentido, se desplegarán rápidamente desde diferentes partes del mundo, abarcando las zonas de América del Norte, Europa Central y del Este. 

En este marco se reunirán 40 embarcaciones procedentes de más de dos docenas de naciones en una flota aliada localizada en la costa ártica de Noruega y 20.000 militares británicos desplegados en Escandinavia. El HMS Prince of Wales encabezará un grupo de ataque de ocho buques, integrado la fragata HMS Somerset y dos buques cisterna clase Tide de la Royal Fleet Auxiliary, apoyados por buques estadounidenses, españoles y daneses.

El aporte del portaaviones británico se cocentrará en sus F-35B Lightning del escuadrón 617 “Dambusters”, helicópteros Merlin Mk2 de la base RNAS Culdrose, y helicópteros Wildcat de combate del escuadrón aeronaval 847 de la RNAS Yeovilton.

Originalmente, la embarcación destinada a participar en Steadfast Defender era el portaaviones británico HMS Queen Elizabeth de la Real Armada de Reino Unido, pero una nueva falla en sus sistemas de propulsión causó la pérdida de su lugar como buque líder en el despliegue más grande la historia reciente de la OTAN.

Imágenes de: HMS Prince of Wales y Royal Navy.

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