El conflicto en Ucrania ha demostrado una vez más como la evolución de los campos de batalla obliga a la adopción de nuevas estrategias. Lo mismo se puede decir de los recursos materiales, los cuales inicialmente puden tener una gran incidencia, pero van perdiendo su valor ante la implementación de contramedidas e introducción de nuevos factores que devienen en un contexto cambiante. Este ha sido el caso de los vehículos de combate de artillería CAESAR, los cuales pese a demostrar su valía por su precisión y largo alcance, en los últimos meses han tenido que adaptarse a los nuevos desafíos.

En una entrevista al comandante de la 56ª brigada de infantería motorizada realizada por Le Monde, el oficial ucraniano reconoce las dificultades que están enfrentando las unidades de artillería ante la falta de munición y la maduración de algunas capacidades de las fuerzas rusas tales como municiones merodeadoras y un notable incremento en el uso de drones de ataque FPV.

EL comandante ucraniano también detalló algunos de los problemas que enfrentan los sistemas occidentales, como es el vehículo de combate de artillería CAESAR. Pese a que este sistema tuvo una destacada participación durante los primeros meses del conflicto, gracias a su precisión, rapidez para puesta en batería y disparo, así como alcance (lo que le valió el reconocimiento por su accionar durante la campaña para recuperar las Islas de las Serpientes), la evolución del campo de batalla así como la introducción de nuevas tecnologías y contramedidas por parte de las fuerzas rusas resultan un notable desafío para el sistema de artillería francés.

El oficial ucraniano reconoció que su unidad utiliza en contadas ocasiones a sus CAESAR ya que el VCA “…resulta muy vulnerable y está mal adaptado a las realidades de la guerra. Debido a su gran tamaño, el CAESAR es avistado rápidamente por los drones rusos, que lo convierten en un objetivo prioritario…”.

Esta vulnerabilidad obedece a la introducción de nuevas capacidades por parte de las fuerzas rusas. Con el paso de los meses, Rusia logró mejorar su fuego de contrabatería gracias al uso extensivo de drones de observación asociados con municiones merodeadoras Lancet. Estas últimas han degradado considerablemente la artillería autopropulsada ucraniana gracias a su largo alcance y precisión.

Gracias a la viralización de videos (una de las tantas herramientas en la guerra psicológica de este conflicto), analistas de fuentes abiertas han llevado un registro de la pérdidas de ambos bandos. En el caso de los CAESAR, las fuerzas ucranianas han perdido al menos seis VCA de este modelo, de un total de 55 unidades entre la variante 6×6 transferidas por Francia y el modelo 8×8 cedido por Dinamarca.

Sobre el uso reciente de los CAESAR en los distintos frentes, el comandante ucraniano detalló que “…Si lo saco a campo abierto para disparar, a los tres o cuatro minutos se convierte en objetivo de fuego de contrabatería. No tengo tiempo de evacuarlo fuera de la zona de peligro…”. Llamativamente, el oficial ucraniano compara al VCA francés con la pieza de artillería remolcada M-777 estadounidense, con la cual “…puedo disparar una media de 300 proyectiles al día…Con el Caesar, si disparo cinco, no pasa nada. El M-777 es fácil de ocultar, y puedo instalar una carcasa metálica a su alrededor para protegerlo del Lancet…”.

Ocultar el CAESAR significa dañar su enlace por satélite, sin el cual resulta imposible guiar el fuego. Sería necesario poder guiar el fuego en modo manual o que la antena del satélite fuera desmontable”, sugiere el comandante “Nocturne”. También destacó que el CAESAR requiere de una minuciosa limpieza, trabajo que es todo un desafío ante las condiciones que se encuentran en los campos de batalla otoñales e invernales.

Pese al esfuerzo local y de sus aliados, las condiciones en el frente han dejado de ser favorables para los defensores ucranianos, los cuales no solo tienen que hacer frente nuevamente a la superioridad rusa en lo que refiere a disponibilidad de munición, sino que también deben adaptarse a la creciente amenaza de los drones FPV y municiones merodeadoras.

Imagen de portada ilustrativa. Créditos: Armée de Terre

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1 COMENTARIO

  1. Estas experiencias del campo de batalla reafirman el concepto de que más allá de la incorporación de un sistema de armas a cualquier Fuerza Armada, se requiere que el país comprador también adquiera la posibilidad de tener el control tecnológico propio (y obviamente el respaldo industrial) sobre las mismas, ya que debe tener la posibilidad de adaptar dichos sistemas a las contingencias que generan su uso.

    De lo contrario solo servirán para ser exhibidos en los desfiles patrios.

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