El buque de combate litoral de clase Freedom USS Indianapolis (LCS 17), perteneciente al Mando Central de las Fuerzas Navales de EE. UU. (NAVCENT), estuvo en la zona central del Golfo Arábigo dando apoyo como base de operaciones del ejercicio Digital Talon 2.0, el cual contó con la participación de plataformas no tripulados y tripuladas para realizar tiros de fuego real sobre objetivos simulados.

El área de operaciones del NAVCENT abarca una zona que incluye el Golfo Arábigo, el Mar Rojo, el Golfo de Omán, el Golfo de Adén, el Mar Arábigo y partes del Océano Índico. Esta extensión, que comprende 21 naciones, incluye tres puntos de estrangulamiento críticos en el Estrecho de Ormuz, el Canal de Suez y el Estrecho de Bab al Mandeb.

En ese marco, esta segunda edición del ejercicio contó con la participación tres vehículos de superficie no tripulados y un vehículo aéreo no tripulado para crear una única imagen operativa común y lo que se conoce como una “red de malla” que proporciona datos de objetivos a todas las estaciones que participan en el ejercicio. En ese contexto, los equipos tripulados y no tripulados identificaron, apuntaron, atacaron y destruyeron fuerzas hostiles simuladas en el mar, representadas mediante el uso de una embarcación objetivo.

El conjunto de estos sistemas ha sido bautizado cómo Task Force 59 (TF-59), el primer grupo de tareas no tripulados y de inteligencia artificial de la Armada de Estados Unidos. La misma tiene como objetivo demostrar el trabajo conjunto que se puede dar entre sistemas no tripulados y buques tradicionales. 

Entre los vehículos no tripulados que participaron en el ejercicio se encontraban un vehículo aéreo no tripulado Flexrotor, un vehículo aéreo no tripulado Arabian Fox MAST-13 y otro vehículo de superficie no tripulado T-38 Devil Ray. Según el comunicado de la NAVCENT , esta última plataforma mencionada está equipado con un sistema de misiles aéreos y logró efectuar de manera exitosa el disparo sobre la embarcación objetivo.

Digital Talon 2.0 supuso un importante paso adelante, afirmó Capitán Colin Corridan, comandante de la TF-59, señalando que los resultados de este ejercicio “han demostrado que estas plataformas no tripuladas, combinadas con nuestros buques de combate tripulados, pueden aumentar la letalidad de la flota. Al hacerlo, estamos reforzando la seguridad marítima regional y mejorando la disuasión contra actividades malignas”.

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