China y Arabia Saudí iniciaron en el día de ayer una serie de maniobras navales conjuntas de operaciones especiales bajo el ejercicio Blue Sword 2023 en el sur de China con el fin de impulsar la cooperación militar, salvaguardar la paz y la estabilidad.
Esta segunda edición del ejercicio, en la cual participan efectivos tanto la Armada del Ejército Popular de Liberación de China (EPL) como la Real Armada de Arabia Saudita, tiene como objetivo el impulso de la confianza mutua y las relaciones entre las armadas, aumentar las capacidades de combate naval de los participantes y mejorar de forma integral las capacidades operativas conjuntas de las unidades de rescate a de ultramar.
En ese marco, el ejercicio se desarrollará durante tres semanas y se dividirá en una fase de entrenamiento básico, una fase de entrenamiento profesional y una fase de simulacro integral que incluye más de 20 temas de entrenamiento, como tiro con fuego real, fast rope desde helicópteros, visita, registro y captura, reconocimiento submarino, francotirador al mando y desarme de explosivos submarinos, según el comunicado de prensa de la Marina del Ejército Popular de Liberación. Además, se presentará un escenario en el que un buque comercial es secuestrado y participará unidad naval de operaciones especiales conjunta de China y Arabia Saudí que lleve a cabo un asalto y rescate marítimo.
Bajo el paraguas del ejercicio, la Armada de China se adiestra también en sus capacidades ante posibles escenarios que podrían ocurrir en donde sus intereses en ultramar sean afectados como inversiones, proyectos de cooperación y ciudadanos extranjeros. A su vez, siguiendo las palabras de entrevistado por el Global Times, las rutas marítimas que conectan Oriente Medio con China también son vitales para el comercio y las importaciones de combustible de China, con lo cual el adiestramiento de las operaciones especial refuerza las capacidades para una eventual situación de amenaza.
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