Este conflicto en cierta forma ha decepcionado a los analistas del poder aéreo debido a que, pese a la superioridad en cantidad y calidad de aeronaves, Rusia no hizo un empleo del mismo con la concepción moderna. Este estuvo dirigido más como artillería de largo alcance para apoyar a las tropas que para lograr la superioridad aérea; lo cual, no solo limitó sus operaciones aéreas sino también las terrestres.

Podemos resumir aquellos hechos más relevantes del poder aéreo en este conflicto en los siguientes aspectos:

  • Causas principales por las cuales Rusia no alcanzó la necesaria superioridad aérea:
    1. Selección de objetivos materiales incorrectos: durante los ataques iniciales del 24 de febrero no fueron seleccionados objetivos correctos que permitieran doblegar la voluntad de lucha de Ucrania. Además, se dispersó el esfuerzo ejecutándose ataques por todo el país, lo cual no contribuyó al efecto deseado y permitió, por otro lado, que Ucrania continuara montando su esfuerzo defensivo.
      A lo largo del conflicto, los principales objetivos de los ataques de largo alcance estuvieron dirigidos sobre la infraestructura civil, especialmente sobre el sector de energía eléctrica y enlaces de comunicación, alcanzando una relación de 20 objetivos civiles atacados por cada objetivo militar.
    2. Falta de integración de efectos cinéticos y no cinéticos: los efectos no cinéticos (operaciones psicológicas, guerra cibernética, operaciones de inteligencia, engaño, etc.) por parte de Rusia tuvieron un impacto limitado y estuvieron mal integrados con los ataques cinéticos.
    3. Falla en la supresión de la defensa aérea enemiga: Rusia no logró destruir los sistemas de misiles superficie – aire móviles a lo cual se lo sumo la gran cantidad de MANPADS (sistemas de defensa aérea portátiles) suministrados por occidente y especialmente por los EEUU. En cuanto a las operaciones de defensa indirecta, que busca destruir los aviones enemigos en tierra, tampoco fue eficaz debido a que las aeronaves ucranianas habían sido dispersadas en rutas y otros lugares fuera de los aeródromos atacados por Rusia.
    4. Falta de inteligencia táctica o del campo de batalla: básicamente luchaban a ciegas sin conocer las ubicaciones de los objetivos de alto valor (como puede ser la ubicación del presidente ucraniano, las posiciones de los misiles superficie – aire móviles, los nodos del sistema de defensa aéreo integrado (IADS), puestos comando de las fuerzas terrestres, etc.) que de ser alcanzados podrían haber dado un giro al conflicto.
    5. Incapacidad para contrarrestar los drones ucranianos: el empleo de ellos causó grandes problemas a las tropas rusas que fueron neutralizándolos con el despliegue de unidades de guerra electrónica para interferirlos o bien, con el sistema de defensa antiaérea que permitió reducir el empleo de los UAV Bayraktar.

Podemos concluir que la campaña aérea no estaba planificada con un efecto concreto de lograr la superioridad aérea en la primera fase, lo cual le permitió a Ucrania continuar operando sin mayores obstáculos e infligiéndole pérdidas masivas a la Fuerza Aérea Rusa.

Por lo cual podemos observar que además de la incapacidad de Rusia para asegurar la superioridad aérea y la subsiguiente incapacidad para mantener el territorio ocupado, nos muestra la importancia del logro de la superioridad aérea en los enfrentamientos actuales. A pesar de los cambios en las tácticas y de las nuevas tecnologías, la superioridad aérea sigue siendo un requisito previo para ganar un conflicto.

  • Por su lado, Ucrania ha logrado defender su espacio aéreo al punto que Rusia sólo logró la superioridad aérea local en forma temporaria o bien, se vio obligada a alcanzar sus blancos a través del empleo de ataques con misiles aire – superficie desde fuera del espacio aéreo ucraniano. Asimismo, el alto consumo de misiles ha ocasionado que se estén agotando las reservas de estos, forzando a un empleo más racional.
    La defensa antiaérea ucraniana fue tan eficaz que ocasionó bajas importantes a la Fuerza Aérea Rusa. Se estima que fueron destruidas aproximadamente unas 260 aeronaves y unos 230 helicópteros, sin contar los misiles y drones interceptados.
    En gran parte esto se debió a la alerta temprana de los sensores de la OTAN y a la provisión de gran cantidad de misiles superficie – aire portátiles de corto alcance tipo Stinger, suministrados por los EEUU. En este último aspecto, esta capacidad de interceptación se verá mejorada con la incorporación de los sistemas de misiles superficie – aire IRIS-T y NASAMS que poseen un alcance medio.
  • Se destaca el empleo de drones por ambas partes, especialmente por Ucrania que hizo uso de una gran variedad y cantidad de ellos, provistos por occidente. Entre ellos se puede resaltar el dron merodeador Switchblade y el dron turco Bayraktar empleados por Ucrania y la reciente incorporación de drones iraníes Shahed-136 por parte de Rusia.
    En cierto momento, los drones Bayraktar empezaron a ser derribados por la defensa aérea rusa, pero esto cambió con el empleo de un misil de anti radiación de alta velocidad AGM-88 HARM, empleados para atacar radares, los cuales fueron provistos por EEUU y adaptados a los MiG-29 ucranianos en poco tiempo. Esto le permitió cegar el sistema de defensa ruso y volver a emplear los drones Bayraktar aumentando su supervivencia.
  • Otro punto interesante a resaltar es la creciente importancia estratégica de las empresas privadas que suministran servicios satelitales en los nuevos conflictos. En Ucrania se ha demostrado que los datos satelitales comerciales pueden marcar una diferencia decisiva, apoyando tanto la planificación militar con imágenes satelitales como el servicio de geo posicionamiento y enlace de comunicaciones con los drones y tropas.
  • Por su parte, la OTAN ha mantenido el despliegue de medios en patrulla reforzada en Europa del este para dar protección a sus aliados subrayando el compromiso de disuadir y defenderse de la agresión de Rusia.
Fuente: https://ac.nato.int/archive/2022/nato_eAV_air

Además, los miembros de la OTAN han apoyado a Ucrania no solo con la provisión de armamento, sino también con entrenamiento para la operación del mismo. Inclusive pilotos ucranianos estarían recibiendo instrucción en aviones A-10 en los EEUU, aunque no se ha hablado de transferirles este tipo de aviones. Es importante resaltar el apoyo en ISR (inteligencia, vigilancia y reconocimiento) llevados a cabo con diferentes medios que continúan volando inclusive desde antes del inicio del conflicto.

Empleo de armas nucleares

Según el SIPRI (Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo) de acuerdo con los inventarios de ojivas nucleares estimadas en 2021 se muestra en el siguiente gráfico la cantidad de ojivas por país, siendo Rusia el que posee mayor arsenal nuclear.

Como se puede observar, los Estados con armamento nuclear poseen en combinación cerca de 13.800 ojivas nucleares; de las cuales, más del 90% pertenecen a Rusia y a los EEUU. Aproximadamente 9.600 ojivas están en servicio y el resto están a la espera de ser desmanteladas. Rusia es la mayor potencia nuclear, con 6.257 ojivas.

El 8 de abril de 2010 fue firmado el tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START III – Strategic Arms Reduction Treaty III) por los presidentes de Estados Unidos y Rusia. Este tratado regula el control de armas nucleares estratégicas entre ambos países desde  2011; donde ambos se comprometieron a limitar sus arsenales a un máximo de 1.550 cabezas nucleares, 700 vectores y 800 lanzadores -silos, submarinos y bombarderos estratégicos- con capacidad de alcance de más de 5.500 kilómetros y que se encuentren desplegados para un empleo inmediato.

Este acuerdo fue renovado por los presidentes Joe Biden y Vladimir Putin el 3 de febrero de 2021 por cinco años más, hasta el 5 de febrero de 2026.

En el 2012 el nuevo Tratado comenzó a reducir los límites de despliegue de armas nucleares, que tomara efecto el 5 de febrero de 2018. El sendero desparejo hacia el límite refleja los programas de modernización de su armamento implementados por ambas potencias nucleares, estimándose que en la actualidad ambos países finalizaron dichos procesos de modernización.

Fuente: https://www.armscontrol.org/factsheets/NewSTART

 En el siguiente gráfico se puede observar el estado en que se encuentra las ojivas nucleares de las principales potencias: almacenadas, estratégicas (desplegadas y para uso inmediato) y en espera para desmantelar. Y dentro de las estratégicas se dividen por la plataforma empleada para su lanzamiento, que puede ser terrestre, naval o aérea.

Al igual que las fuerzas nucleares de los países más avanzados, el arsenal nuclear ruso se divide en tres categorías en función del método de lanzamiento de la ojiva, que puede ser terrestre, naval o aéreo.

En el siguiente gráfico podemos observar el total de armas ofensivas estratégicas, es decir desplegadas para uso inmediato y en almacenamiento.

Fuente: https://thebulletin.org/wp-content/uploads/2022/02/nuclearnotebook-March2022-russia-table1.pdf

La piedra angular de la capacidad nuclear rusa son las Fuerzas de Misiles Estratégicos, una rama separada del ejército ruso que mantiene y opera el arsenal nuclear del país. Estas Fuerzas operan los misiles balísticos intercontinentales (ICBM) de gran alcance y que se emplean para ataques nucleares estratégicos. El ejército ruso cuenta con aproximadamente 306 ICBM que pueden transportar hasta 1.185 cabezas nucleares en total.

En abril, Rusia hizo la prueba de su arma más poderosa, el misil balístico intercontinental RS-28 SARMAT, que con un alcance de 18.000 km, permite alcanzar a todos los continentes.

En el mar, la Armada rusa tiene 10 submarinos de clase Delta y Borei que pueden lanzar 16 misiles balísticos que pueden transportar hasta 800 cabezas nucleares.

El domingo 02 de octubre, la OTAN emitió una alerta por la movilización del submarino nuclear ruso K-329 Belgorod, el cual tiene la capacidad de portar hasta 6 súper torpedos conocidos como Arma del Apocalipsis.

El Poseidón, es un vehículo submarino multipropósito no tripulado (UUV – Unmanned Underwater Vehicle) con propulsión nuclear y que puede ser capaz de desplazar una bomba termonuclear de cobalto de hasta 100 megatones a los puertos navales, flotas o ciudades costeras de un enemigo. Su explosión generaría un tsunami radiactivo de 500 mt. de altura que arrasaría con sus objetivos.

Este posee un alcance de 10.000 km y puede viajar hasta 1.000 metros de profundidad a una velocidad de hasta 70 nudos (130 km/h) por lo cual es muy difícil de interceptarlo.

En el aire, las Fuerzas Aeroespaciales Rusas cuentan con los bombarderos estratégicos Tu-160 Blackjack y Tu-95MS Bear para misiones convencionales y nucleares. Cada avión puede llevar de 12 a 16 misiles de crucero AS-15 que pueden ser armados con cabezas nucleares. El ejército ruso tiene unos 68 de estos bombarderos estratégicos con capacidad para lanzar 580 ojivas.

A fines de setiembre la empresa de inteligencia israelí ImageSat International (ISI) detectó una “presencia irregular” de bombarderos estratégicos rusos TU-160 y TU-95 desplegados en la base aérea de Olenya, cerca de Finlandia.

Según las imágenes de satélite tomadas por la empresa, se detectaron cuatro TU-160 el 21 de agosto y tres TU-95 el 25 de septiembre.

Doctrina nuclear

En cuanto a la doctrina de empleo de armas nucleares, estas desempeñan un papel fundamental en la cultura de seguridad nacional de la Federación Rusa.

En junio de 2020, el presidente Putin aprobó una actualización de los “Principios básicos de la política estatal de la Federación Rusa sobre disuasión nuclear”, que señala que “La Federación Rusa considera las armas nucleares exclusivamente como un medio de disuasión”. La política establece cuatro condiciones bajo las cuales Rusia podría lanzar armas nucleares:

  1. Llegada de datos confiables sobre el lanzamiento de misiles balísticos que atacan el territorio de la Federación Rusa y/o sus aliados;
  2. Uso de armas nucleares u otro tipo de armas de destrucción masiva por parte de un adversario contra la Federación Rusa y/o sus aliados;
  3. Ataque del adversario contra sitios gubernamentales o militares críticos de la Federación Rusa, cuya interrupción socavaría las acciones de respuesta de las fuerzas nucleares; y
  4. Agresión contra la Federación Rusa con el uso de armas convencionales cuando la existencia misma del Estado está en peligro.

Mientras la guerra sigue yendo cada vez peor para Rusia, la amenaza de que Putin tome medidas drásticas para cambiar la situación sigue siendo alta.

Sin embargo, lo que es seguro es que la fuerza del arsenal nuclear ruso es la mayor del mundo, con aproximadamente 6.000 cabezas nucleares.

Formas de ataque nuclear

Rusia tiene varias modalidades generales para lanzar un ataque nuclear, entre las cuales se encuentran:

  1. Ataque masivo: Es el lanzamiento masivo de sus misiles terrestres y marítimos de largo alcance. Estos lanzamientos pueden ser detectados y rastreados. Esta opción es poco probable porque invitaría a una represalia igualmente masiva antes de que los misiles rusos pudieran alcanzar sus objetivos. Por otro lado, los sistemas de defensa antimisiles de ambos lados sólo podrían interceptar un puñado de esos misiles por lo cual, esta decisión sería catastrófica y muy poco probable.
  2. Ataque con un pulso electromagnético: Otra opción es desplegar una de sus ojivas en un misil balístico intercontinental para una detonación a gran altura sobre Europa. Esto generaría un pulso electromagnético (EMP) que podría dejar fuera de combate a la mayor parte de la infraestructura económica de Europa. Un ataque EMP a gran altura dañaría o destruiría los sistemas de energía, comunicaciones y transporte, además de inutilizar bancos, hospitales y otros sectores de la economía del continente.
  3. Ataque táctico: Otro modo de lanzamiento de las ojivas nucleares se conoce generalmente como “táctico”, lo que no significa que estas armas sean menos destructivas. Los vehículos preferidos por Rusia para lanzar ojivas nucleares tácticas son los misiles de crucero Kalibr. El lanzamiento de estos misiles puede ser detectado, pero es imposible rastrearlos, ya que vuelan a muy baja altura. Rusia ha disparado cientos de misiles Kalibr equipados con ojivas convencionales durante la guerra.Esta opción es probable, a lo cual la OTAN no podría responder con un ataque simétrico sobre las fuerzas rusas de ocupación en Ucrania porque habilitaría a un ataque masivo por parte de Rusia.
  1. Ataque encubierto: Este método de ataque es el que entraña mayor riesgo porque no se puede detectar su lanzamiento y tampoco rastrearlo. Está basado en el empleo de sistemas de misiles con un alcance superior a los cincuenta kilómetros, en la artillería de largo alcance y drones de largo alcance de fabricación soviética y rusa que pueden transportar ojivas nucleares.
    El 10 de marzo, un dron ruso o ucraniano TU-141 Strizh voló más de 550 kilómetros sin ser detectado por los sistemas de defensa aérea de tres países de la OTAN: Rumania, Hungría y Croacia, estrellándose a las afueras de Zagreb tras quedarse sin combustible.
    Si aplicara este tipo de ataque sobre una ciudad de Europa, este no podría ser detectado ni rastreado, por lo cual no se sabría inmediatamente qué ocurrió ni quién fue el responsable. Rusia negaría la responsabilidad o lo reconocería como un “error” después de varios días. En cualquier caso, le resultaría muy difícil a EEUU tomar una represalia nuclear si un país de la OTAN fuera atacado y dañado por Rusia de esta manera, sin poderse probar que fuera intencional. Por otro lado, si no lo hace, la OTAN perdería toda su credibilidad.

Consideraciones finales

Sólo desde el punto de vista de la percepción de cambios de objetivos políticos y militares, no desde el punto de vista de planeamiento militar, se pueden observar al momento tres fases claramente definidas en este conflicto.

La primera fase corresponde al ataque del 24 de febrero con una operación relámpago con fuerzas aerotransportadas que buscaba la caída del gobierno del Kiev, la cual no tuvo éxito.

Luego se lanzó una segunda fase con una ofensiva demoledora en la zona este y sur de Ucrania de forma de conquistar Kiev, pero que tampoco tuvo éxito porque no se concretó el supuesto objetivo ni tampoco se tuvo la capacidad para mantener el territorio ocupado.

Ahora, podemos decir que estamos frente a la tercera fase que comienza con la anexión de 4 regiones y con la movilización de 300.000 hombres para asegurarlas, cambiando su objetivo a tratar de mantener la zona anexada y finalizar el conflicto sin darle la posibilidad a Ucrania de reclamar por dichas regiones.

Con esta anexión Rusia produce dos consecuencias a primera vista:

  1. Cualquier contraofensiva ucraniana puede ser ahora considerada una invasión a “Rusia” debido a que los territorios anexados son parte de ella, pudiendo aplicar el empleo de armamento nuclear al considerar que su existencia como Estado está en peligro.
    El presidente ruso, Vladimir Putin, firmó el viernes 28 de setiembre los tratados de anexión de partes de Ucrania, desafiando el derecho internacional, y dijo que Moscú protegería las regiones recién incorporadas con “todos los medios disponibles”.
  1. Dificulta la adhesión de Ucrania a la OTAN porque se encuentra en guerra con parte de su territorio ocupado por Rusia, lo cual implicaría que la OTAN entre con sus medios directamente en el conflicto.

Si Rusia decidiera el empleo de armamento nuclear, porque se ve acorralado sin posibilidad de salir de este conflicto por lo menos con las 4 regiones anexadas, estaríamos entrando en la fase cuatro de la guerra.

Por su parte, Estados Unidos ha advertido a Rusia de que el uso de un arma nuclear táctica tendría consecuencias “catastróficas”, aunque habría que evaluar si verdaderamente efectuaría una represalia simétrica con la posibilidad de producir una escalada global. Es necesario remarcar que EEUU está tomando en serio a Putin y sus amenazas.

De acuerdo con las formas de ataque nuclear que puede llevar adelante Rusia se puede hacer el siguiente análisis:

  1. Ataque masivo: si empleara este tipo de ataque con sus misiles ICBM o SLBM, los mismos serían detectados y rastreados pudiendo, una parte de ellos, ser interceptados por las armas antimisiles. Esto ocasionaría una represalia masiva de los EEUU. Se considera muy poco probable este empleo porque el resultado sería catastrófico a nivel global.
  2. Ataque con un pulso electromagnético (EMP): este tipo de ataque también sería detectado y rastreado, pero al ser un solo ICBM no provocaría una represalia masiva por parte de EEUU al disponer de tiempo y certeza de poder interceptarlo antes de golpear su blanco. Con este tipo de ataque sobre Europa afectaría sus sistemas pero al no afectar directamente a EEUU habría que ver qué posición adopta, ya que si lanza una represalia se podría escalar el conflicto nuclear y si no interviene, se debilitaría la alianza de la OTAN. Se considera poco probable este tipo de empleo.
  3. Ataque táctico: si bien este tipo de ataque puede ser detectado es muy difícil de rastrearlo porque los misiles empleados vuelan a muy baja altura y por ende, son difíciles de interceptar. Se considera que esta es la opción más probable de empleo de armamento nuclear dentro del territorio ucraniano.
  4. Ataque encubierto: este tipo de ataque, si bien no se puede detectar el lanzamiento ni rastrearlo, se considera poco probable que Rusia ataque a cualquier ciudad de Europa y luego se oculte detrás de una negativa de empleo o de un error. Tampoco se considera probable el empleo de misiles tácticos y artillería con ojivas nucleares debido a que por el alcance de estas armas quedarían expuestas sus propias fuerzas.

En definitiva, el final está abierto. Está por verse si el presidente Putin decide o no utilizar un arma nuclear táctica en Ucrania o hacer otro tipo de empleo. Por el momento está redoblando su apuesta al verse cada vez más comprometido con la situación en Ucrania. No sólo son declaraciones del empleo de armamento nuclear sino que también lo está demostrando a través del despliegue de ICBM, bombarderos nucleares y del submarino Belgorod con sus UUV Poseidón. Lo que no puede negarse, es que tiene la capacidad de hacerlo, si así lo decidiere.


[1] SLBM Submarine-Launched Ballistic Missile / misil balístico lanzado desde submarino

[2] ALCM Air-Launched Cruise Missile / misil crucero lanzado desde el aire

Te puede interesar: Tupolev Tu-128, el caza mas grande de todos los tiempos

Publicidad

7 COMENTARIOS

  1. El sábado el General de la Fuerza Aérea Rusa Sergei Surovikin fue nombrado jefe supremo de las fuerzas Rusas en Ucrania. Esto quizá cambie sus tácticas, pero creo que cada despegue de territorio Ruso u ocupado es detectado de forma inmediata vía satélite por EEUU y comunicado a la defensa antiaérea de Ucrania que ya opera los más modernos misiles antiaéreos del mercado y ya sin límite de suministros por parte de occidente.

  2. Esta situación va a empeorar con los fracasos del ejército Ruso,la única manera para detener esto sería eliminando a Putin,puede ser hacerlo prisionero o un atentado contra su vida

  3. Hernán no tengo datos, pero no hubo un gran número de bajas y eso significa que la mayoría de los misiles lanzados fueron interceptados.

  4. Mucha información pro Occidente. Nada se conoce de la contracara o por lo menos nada prooccidental habla a favor. Según la información detallada Rusoa esta perdiendo la guerra y sufrió grandes pérdidas. Los ucranianos tienen al “soldado universal” de su lado y los rusos no tienen puntería a pesar de tanta tecnología. Difícil de digerir tanta información complaciente

  5. Esto no es Vietnam no se permiten periodistas en primera línea de fuego ni por parte Rusa ni Ucraniana. Sólo algunas imágenes de objetivos bombardeados o reconquistados filtradas por cada bando. Lo que es cierto es que el ejército Ruso pierde posiciones que ya tenía y esto no es complaciente, es la verdad.

Dejá una respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.