Los supercontratistas Northrop Grumman y L3 Harris fueron seleccionados para desarrollar prototipos de satélites con sensores que permitan a las Fuerzas Armadas de Estados Unidos detectar los misiles hipersónicos y balísticos.

La Agencia de Defensa de Misiles otorgó la suma de $ 121 millones de dólares a L3 Harris y de $ 155 millones de dólares a Northrop para la construcción de un prototipo cada uno.

“L3Harris está aprovechando nuestra experiencia de muchos años en teledetección infrarroja, procesamiento avanzado y comunicaciones, además de nuestras recientes victorias en misiones espaciales receptivas, para permitir que la Agencia de Defensa de Misiles despliegue rápidamente soluciones de misión significativamente más capaces y rentables para abordar estas amenazas ” declaró Ed Zoiss, presidente de L3 Harris.

El objetivo del programa es detectar y rastrear amenazas de misiles tradicionales y emergentes utilizando sensores infrarrojos y capacidad de procesamiento avanzada. Los satélites se ubicaran en la órbita terrestre baja (LEO).

Estos llamados sensores de campo de visión medio son capaces de producir los datos de “control de fuego” necesarios para poder apuntar un arma interceptora para derribar el misil enemigo.

Brindar Conciencia táctica

Por su parte el Ejército de Estados Unidos espera comenzar a probar pronto el sistema Gunsmoke-J que se pondrá en órbita a mediados del mes marzo de 2021. Estará a una distancia de entre 450 y 550 kilometros de la superficie terrestre.

El objetivo es demostrar la utilidad de satélites tan pequeños como una barra de pan y el impacto que tienen en el campo de batalla a nivel táctico, este es el punto revolucionario. Permitirá potenciar las capacidades de ataque de precisión y larga distancia.

Esta tecnología viene a cerrar una brecha temporal. Los datos recopilados y procesados por los satélites mayores no están disponibles de forma rápida para los comandantes y las unidades en el terreno. Mediante el bus Prometheus podrán brindar la información recopilada en tiempo real.

Comunicación revolucionaria

Recientemente el fabricante alemán Mynaric anunció que abrirá operaciones en Washington DC con el fin de atender la necesidad de un mayor contacto cercano con el Pentágono y las agencias gubernamentales que impulsan la comunicación por láser.

La capacidad de poder enviar datos desde un satélite a otro o hacia la tierra de forma rápida y cibersegura (un aspecto clave) es de gran interés para las Fuerzas Armadas de Estados Unidos. Solamente la Space Development Agency  espera adquirir hasta 150 satélites dotados con la capacidad de comunicación por láser.

El director ejecutivo de Mynaric declaró que “la empresa que puede llevar los beneficios de la comunicación láser al sector comercial y gubernamental, y respaldar ese mensaje con productos rentables y de alta especificación fácilmente disponibles, será la empresa que dará forma al futuro de las redes de comunicaciones aéreas y espaciales”.

En octubre del año pasado la compañía fue seleccionada por la canadiense Telesat, para proveer sus terminales de enlace óptico CONDOR. Esto ocurrió en el marco del programa espacial BlackJack Track que lleva adelante la famosa agencia de desarrollo de programas militares avanzados conocida por sus siglas, DARPA.  Los satélites formaran una constelación que estará ubicada en la órbita terrestre baja (LEO). La capacidad de banda de los terminales es definida como “ultra high band”. Por su parte la compañía Lockheed Martin también se encuentra trabajando en asociación con Telesat para demostrar la viabilidad de este tipo de tecnología de comunicación entre satélites.

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