Espionaje militar siguió al menos hasta 2009, en plena democracia.
Sep 3, 2016
El llamado “archivo Castiglioni” que está en poder de la Justicia por orden de la jueza Beatriz Larrieu dejó al descubierto que políticos, intendentes, jueces y fiscales, fueron víctimas del espionaje militar hasta el año 2009 al menos.
La requisa de los archivos del exmilitar Elmar Castiglioni permitió a la Justicia uruguaya comprobar la intensa y muy diversa actividad de espionaje de los servicios de inteligencia. La red de informantes era extensa: según Brecha, que accedió a la documentación, a principio de los 90, el entonces intendente de Montevideo Tabaré Vázquez era vigilado también. La publicación identifica a un supuesto integrante del gremio Adeom quien “estaba encargado, en noviembre de 1990, de vigilar estrechamente” al jefe comunal, para determinar su rutina en función de los objetivos de una supuesta “operación Tabaré”. De los archivos requisados por la Justicia luego de la muerte de Castiglioni se desprende además que la inteligencia militar espió en plena democracia a figuras como Líber Seregni, Carlos Julio Pereyra, Germán Araújo, Julio María Sanguinetti y su hijo Julio Luis, el contralmirante Eladio Moll, el coronel Pedro Montañez, Gustavo Penadés, Azucena Berrutti, la fiscal Mirtha Guianze, el pastor Emilio Castro, Rafael Michelini, Macarena Gelman, Jorge Setelich, Jorge Vázquez, Leonardo Costa y Jorge Batlle.
También la infiltración de sindicatos (Sutel, Unmtra en 1992), u organizaciones políticas como el Partido Comunista y el Movimiento de Liberación Nacional, entre otras instituciones.
También hay cuadernos con las listas de los espías y otras donde aparecen escuchas telefónicas en cintas y en Dvd.
Castiglioni robó parte de los archivos de Inteligencia del Organismo Coordinador de Operaciones Antisubversivas (OCOA) y del Servicio de Información de Defensa (SID), dos organismos militares involucrados en la represión ilegal durante la dictadura.
larepublica.uy
Sep 3, 2016
El llamado “archivo Castiglioni” que está en poder de la Justicia por orden de la jueza Beatriz Larrieu dejó al descubierto que políticos, intendentes, jueces y fiscales, fueron víctimas del espionaje militar hasta el año 2009 al menos.
La requisa de los archivos del exmilitar Elmar Castiglioni permitió a la Justicia uruguaya comprobar la intensa y muy diversa actividad de espionaje de los servicios de inteligencia. La red de informantes era extensa: según Brecha, que accedió a la documentación, a principio de los 90, el entonces intendente de Montevideo Tabaré Vázquez era vigilado también. La publicación identifica a un supuesto integrante del gremio Adeom quien “estaba encargado, en noviembre de 1990, de vigilar estrechamente” al jefe comunal, para determinar su rutina en función de los objetivos de una supuesta “operación Tabaré”. De los archivos requisados por la Justicia luego de la muerte de Castiglioni se desprende además que la inteligencia militar espió en plena democracia a figuras como Líber Seregni, Carlos Julio Pereyra, Germán Araújo, Julio María Sanguinetti y su hijo Julio Luis, el contralmirante Eladio Moll, el coronel Pedro Montañez, Gustavo Penadés, Azucena Berrutti, la fiscal Mirtha Guianze, el pastor Emilio Castro, Rafael Michelini, Macarena Gelman, Jorge Setelich, Jorge Vázquez, Leonardo Costa y Jorge Batlle.
También la infiltración de sindicatos (Sutel, Unmtra en 1992), u organizaciones políticas como el Partido Comunista y el Movimiento de Liberación Nacional, entre otras instituciones.
También hay cuadernos con las listas de los espías y otras donde aparecen escuchas telefónicas en cintas y en Dvd.
Castiglioni robó parte de los archivos de Inteligencia del Organismo Coordinador de Operaciones Antisubversivas (OCOA) y del Servicio de Información de Defensa (SID), dos organismos militares involucrados en la represión ilegal durante la dictadura.
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