Brasil deberá montar base para investigadores dentro del Continente Antártico a finales de 2014
Río de Janeiro – Al tiempo que el gobierno brasileño concentra esfuerzos en la reconstrucción de la Estación Antártica Comandante Ferraz, en la Isla Rey George, destruida por un incendio en febrero de 2012, científicos buscan consolidar la presencia de investigadores del país más al Sur, dentro del Continente Antártico.
Científicos de la Universidad del Estado de Río de Janeiro (Uerj), de la Universidad Federal del Río Grande del Sur (UFRGS) y del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (Inpe) pretenden montar una base con capacidad para ocho investigadores, en el local donde ya funciona el módulo autónomo Criosfera 1, que opera sin la presencia de científicas, en la latitude 85 Sur, a 500 kilómetros del Polo Sur.
La información fue divulgada por el investigador Heitor Evangelista, de la Uerj, coordinador del Criosfera. Según él, un módulo dormitorio, con cuatro beliches y una cocina, deberá ser instalado al lado del Criosfera a partir del final del año que viene. Hay aún la posibilidad de haber y un minimódulo, que funcionará como cuarto de baño.
La estación garantizará la presencia brasileña en el continente, ya que a Comandante Ferraz y los refugios mantenidos pelo Brasil en la Antártica quedan todos en islas, fuera de la masa continental. El módulo Criosfera 1 fue instalado en enero de 2012, para hacer investigaciones sobre cambios de la atmósfera, del clima y de la capa de hielo.
El módulo funciona sin la necesidad de investigadores, con el auxilio de generadores solares y eólicos y de batirías, además de equipamientos posicionados dentro y fuera del contenedor. Los datos recolectados son enviados por satélite para lo Brasil. Una misión con investigadores brasileños fue enviada a finales del año pasado para evaluar el funcionamiento del módulo y hacer recolecciones de más materiales.
Sin embargo, el grupo necesitó dormir, comer e improvisar cuartos de baño en barracas, que fueron posicionadas en el entorno del Criosfera 1. Bajo esas condiciones, explica Evangelista, no es posible quedar más del que un mes en el local. “Hoy es muy difícil quedar más del que 30 días. En una misión desala de 30 días, en las condiciones que usted encuentra allá, usted prácticamente llega a su límite físico. Eso es muy comprometedor.”
La instalación del módulo dormitorio permitirá que los investigadores permanezcan hasta tres meses en el local, durante el verano antártico. “Será muy bueno, porque va a permitir una ampliación de las investigaciones”, dijo el científico.
Hoy toda la operación logística del Criosfera es hecha por una empresa privada, contratada por el consorcio universitario que opera el módulo de investigación. Los investigadores deben conversar con la Fuerza Aérea Brasileña (FAB) para pedir que pilotos brasileños sean capacitados y aprendan a pousar sus aviones Hércules (que transportan los equipamientos) en el Continente Antártico, en una pista de pouso existente en la latitude 80, prójimo a la Criosfera 1.
Eso, según el científico, baratearia los costes de operación del Criosfera. “Queremos que la FAB haga algo que los chilenos ya hacen, que es pousar un Hércules en la latitude 80. El pouso es hecho en el hielo. ES un tipo de hielo, formado en la base de las montañas, que tiene una densidad bien alta, el hielo azul. En ese hielo azul, una aeronave puede pousar con ruedas”, dijo Evangelista.
FUENTE: Agencia Brasil - Vitor Abdala
Río de Janeiro – Al tiempo que el gobierno brasileño concentra esfuerzos en la reconstrucción de la Estación Antártica Comandante Ferraz, en la Isla Rey George, destruida por un incendio en febrero de 2012, científicos buscan consolidar la presencia de investigadores del país más al Sur, dentro del Continente Antártico.
Científicos de la Universidad del Estado de Río de Janeiro (Uerj), de la Universidad Federal del Río Grande del Sur (UFRGS) y del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (Inpe) pretenden montar una base con capacidad para ocho investigadores, en el local donde ya funciona el módulo autónomo Criosfera 1, que opera sin la presencia de científicas, en la latitude 85 Sur, a 500 kilómetros del Polo Sur.
La información fue divulgada por el investigador Heitor Evangelista, de la Uerj, coordinador del Criosfera. Según él, un módulo dormitorio, con cuatro beliches y una cocina, deberá ser instalado al lado del Criosfera a partir del final del año que viene. Hay aún la posibilidad de haber y un minimódulo, que funcionará como cuarto de baño.
La estación garantizará la presencia brasileña en el continente, ya que a Comandante Ferraz y los refugios mantenidos pelo Brasil en la Antártica quedan todos en islas, fuera de la masa continental. El módulo Criosfera 1 fue instalado en enero de 2012, para hacer investigaciones sobre cambios de la atmósfera, del clima y de la capa de hielo.
El módulo funciona sin la necesidad de investigadores, con el auxilio de generadores solares y eólicos y de batirías, además de equipamientos posicionados dentro y fuera del contenedor. Los datos recolectados son enviados por satélite para lo Brasil. Una misión con investigadores brasileños fue enviada a finales del año pasado para evaluar el funcionamiento del módulo y hacer recolecciones de más materiales.
Sin embargo, el grupo necesitó dormir, comer e improvisar cuartos de baño en barracas, que fueron posicionadas en el entorno del Criosfera 1. Bajo esas condiciones, explica Evangelista, no es posible quedar más del que un mes en el local. “Hoy es muy difícil quedar más del que 30 días. En una misión desala de 30 días, en las condiciones que usted encuentra allá, usted prácticamente llega a su límite físico. Eso es muy comprometedor.”
La instalación del módulo dormitorio permitirá que los investigadores permanezcan hasta tres meses en el local, durante el verano antártico. “Será muy bueno, porque va a permitir una ampliación de las investigaciones”, dijo el científico.
Hoy toda la operación logística del Criosfera es hecha por una empresa privada, contratada por el consorcio universitario que opera el módulo de investigación. Los investigadores deben conversar con la Fuerza Aérea Brasileña (FAB) para pedir que pilotos brasileños sean capacitados y aprendan a pousar sus aviones Hércules (que transportan los equipamientos) en el Continente Antártico, en una pista de pouso existente en la latitude 80, prójimo a la Criosfera 1.
Eso, según el científico, baratearia los costes de operación del Criosfera. “Queremos que la FAB haga algo que los chilenos ya hacen, que es pousar un Hércules en la latitude 80. El pouso es hecho en el hielo. ES un tipo de hielo, formado en la base de las montañas, que tiene una densidad bien alta, el hielo azul. En ese hielo azul, una aeronave puede pousar con ruedas”, dijo Evangelista.
FUENTE: Agencia Brasil - Vitor Abdala