La empresa española propietaria de la embarcación “Jacqueline”, de bandera de Malvinas y atracada en el puerto de Montevideo, resolvió cambiar de bandera utilizando ahora el pabellón inglés. De este modo, el navío puede operar en nuestra principal terminal portuaria.
El pesquero se encuentra atracado en el puerto de Montevideo desde el año pasado. “Entre una y dos semanas estará partiendo”, indicaron jerarcas de la Administración Nacional de Puertos. “Ese barco hoy tiene bandera inglesa”, precisaron.
Otras embarcaciones adoptarían similar determinación lo que les permitiría hacer escala en Uruguay.
Ruben Giorgi, presidente de la agencia marítima Pedro Santana, encargada de esta embarcación, informó que el barco está en Uruguay desde setiembre de 2011 a fin efectuarle reparaciones.
Aclaró que el armador del “Jacqueline” decidió en el mes de diciembre, a poco de la resolución del gobierno de no permitir el ingreso de barcos con bandera de Malvinas, efectuar el cambio por otra de procedencia inglesa.
Por estar atracado en el puerto de Montevideo, debe de abonar a la ANP unos U$S 10 mil mensuales.
Sobre fin del año pasado, el presidente José Mujica resolvió impedir el ingreso a los puertos uruguayos de embarcaciones que llevaran la bandera de las islas Malvinas, cuya soberanía Uruguay no reconoce.
Esta posición fue ratificada a nivel de la región. Previamente, se habían detectado la llegada a puertos uruguayos de varios barcos pesqueros, de diferentes procedencias que llevaban dicha bandera. Un relevamiento, permitió comprobar que el puerto de Montevideo era un destino natural de los pesqueros de islas Malvinas.
Sobre fin de año, y a través de la página oficial de Presidencia, Mujica reafirmó que existe una definición política para que no se permita el ingreso a puertos uruguayo de buques que utilicen bandera de las Islas Malvinas, cuya soberanía es reclamada por Argentina con el apoyo de nuestro país.
No obstante, aclaró que no hay exigencia alguna del gobierno argentino para rechazar el ingreso de buques con bandera inglesa.
Mujica recordó que barcos mercantes con bandera inglesa pueden ingresar a puertos uruguayos como los de cualquier otro país.
Incluso, la Presidencia de la República solicitó al presidente de la Administración Nacional de Puertos (ANP), Alberto Díaz, que hiciera un relevamiento para determinar la cantidad de embarcaciones que tuvieran dicha bandera, que operaban en el puerto de Montevideo. El propio jerarca informó de la resolución uruguaya a las agencias marítimas que operan con estas embarcaciones.
En tanto, la embajadora española en nuestro país Aurora Díaz-Rato manifestó que ante esta nueva realidad de impedir el ingreso de barcos con bandera de Malvinas, las empresas de su país deberían de encontrar otra alternativa para seguir operando en los puertos uruguayos.
Por su parte, el gobierno uruguayo, que tiene una postura de defensa de la causa Malvinas, también tiene una actitud de defensa en el derecho a la navegabilidad de las embarcaciones extranjeras. A modo de ejemplo, la propia Armada debió de intervenir para custodiar una embarcación durante el trayecto que la nave hiciera en aguas jurisdiccionales uruguaya, ante “presiones” que hacían las autoridades del gobierno argentino.
la republica
El pesquero se encuentra atracado en el puerto de Montevideo desde el año pasado. “Entre una y dos semanas estará partiendo”, indicaron jerarcas de la Administración Nacional de Puertos. “Ese barco hoy tiene bandera inglesa”, precisaron.
Otras embarcaciones adoptarían similar determinación lo que les permitiría hacer escala en Uruguay.
Ruben Giorgi, presidente de la agencia marítima Pedro Santana, encargada de esta embarcación, informó que el barco está en Uruguay desde setiembre de 2011 a fin efectuarle reparaciones.
Aclaró que el armador del “Jacqueline” decidió en el mes de diciembre, a poco de la resolución del gobierno de no permitir el ingreso de barcos con bandera de Malvinas, efectuar el cambio por otra de procedencia inglesa.
Por estar atracado en el puerto de Montevideo, debe de abonar a la ANP unos U$S 10 mil mensuales.
Sobre fin del año pasado, el presidente José Mujica resolvió impedir el ingreso a los puertos uruguayos de embarcaciones que llevaran la bandera de las islas Malvinas, cuya soberanía Uruguay no reconoce.
Esta posición fue ratificada a nivel de la región. Previamente, se habían detectado la llegada a puertos uruguayos de varios barcos pesqueros, de diferentes procedencias que llevaban dicha bandera. Un relevamiento, permitió comprobar que el puerto de Montevideo era un destino natural de los pesqueros de islas Malvinas.
Sobre fin de año, y a través de la página oficial de Presidencia, Mujica reafirmó que existe una definición política para que no se permita el ingreso a puertos uruguayo de buques que utilicen bandera de las Islas Malvinas, cuya soberanía es reclamada por Argentina con el apoyo de nuestro país.
No obstante, aclaró que no hay exigencia alguna del gobierno argentino para rechazar el ingreso de buques con bandera inglesa.
Mujica recordó que barcos mercantes con bandera inglesa pueden ingresar a puertos uruguayos como los de cualquier otro país.
Incluso, la Presidencia de la República solicitó al presidente de la Administración Nacional de Puertos (ANP), Alberto Díaz, que hiciera un relevamiento para determinar la cantidad de embarcaciones que tuvieran dicha bandera, que operaban en el puerto de Montevideo. El propio jerarca informó de la resolución uruguaya a las agencias marítimas que operan con estas embarcaciones.
En tanto, la embajadora española en nuestro país Aurora Díaz-Rato manifestó que ante esta nueva realidad de impedir el ingreso de barcos con bandera de Malvinas, las empresas de su país deberían de encontrar otra alternativa para seguir operando en los puertos uruguayos.
Por su parte, el gobierno uruguayo, que tiene una postura de defensa de la causa Malvinas, también tiene una actitud de defensa en el derecho a la navegabilidad de las embarcaciones extranjeras. A modo de ejemplo, la propia Armada debió de intervenir para custodiar una embarcación durante el trayecto que la nave hiciera en aguas jurisdiccionales uruguaya, ante “presiones” que hacían las autoridades del gobierno argentino.
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