Tiro con armas portatiles en el monte (técnicas de adiestramiento)
Por el Teniente Coronel Luis Alfredo García
El combate terrestre en este escenario particular, por lo general, se compone de un número de pequeños choques de armas portátiles, a nivel fracciones menores.
Por consiguiente, la eficacia en combate de las armas de infantería no se puede considerar un asunto trivial.
En esta época de cambios, en la que se suceden numerosas creaciones tanto en lo referido a armamentos como a tácticas militares, el cometido de la infantería sigue siendo de primordial importancia. Consecuentemente, es menester adaptar a las nuevas circunstancias, los métodos de entrenamiento de los especialistas en el monte, con el puntual objetivo de maximizar los recursos locales disponibles, transformándolos en un multiplicador del adiestramiento.
Para caracterizarlo, digamos que el cazador de monte es un soldado capaz de utilizar con eficacia y precisión todas las armas de la sección de infantería. Es, precisamente, un "especialista del disparo", y debe hallarse en buena disposición física, para saber emplear, de modo inteligente, todos los recursos del ambiente geográfico.
El propósito del presente estudio es presentar una metodología de instrucción aplicada al monte: la plaza de punterías y plaza de tiro, con munición de ejercicio y de guerra, respectivamente.
El método tiene como finalidad principal la ejercitación de técnicas y destrezas particulares (diurnas y nocturnas) de tiro, con todo tipo de armas disponibles. Asimismo, su sistema está aplicado a una temática secuencial y progresiva, que parte de la destreza individual hasta concretar el tiro integrado en distintas fracciones, y combinar el binomio tiro-combate.
Generalmente, los métodos de entrenamiento han sido diseñados sobre la base tripartita de tiempo, recursos y facilidades, factores que constantemente han afectado a quien es el protagonista de este proceso, es decir, el cazador de monte.
Plaza de punterías y plaza de tiro en el monte
La plaza de punterías es un lugar (faja o abra) especialmente preparada en el monte, para desarrollar en ella el adiestramiento de tiro y de combate, en forma práctica, con municiones de ejercicio. En dicho lugar se realiza la preparación de los tiradores para la ejecución del tiro individual y de conjunto, que deberá realizarse en la plaza de tiro, con municiones de guerra.
Características que deben poseer una plaza de punterías y una plaza de tiro en el monte.
Dichas plazas deberán:
• Estar próximas o inmediatas al lugar habitual de instrucción en el que normalmente se pasa el día y se raciona en el lugar, o también próximas al cuartel, de manera que el traslado a ellas no signifique pérdida de tiempo.
• Poseer una extensión de monte con abras o campiñas de distinta superficie, que permita la observación, reconocimiento de blancos, apreciación de distancia y puntería, en las distancias cortas y medias.
• Disponer de una capacidad que permita el trabajo de un par de tiradores y hasta dos patrullas, en forma simultánea, y sin que los participantes se molesten. La mejor cualidad de una plaza de punterías consiste en que, desde ella, se pueda trabajar en varias direcciones en forma radial o divergente. Para el caso de las plazas de tiro, se hará imprescindible la adopción de severas normas de seguridad, cuestión de evitar el entrecruzamiento entre fracciones.
• Tener en cuenta que dentro de cada patrulla, los escalones que trabajan no estén tan alejados de modo que se pierda tiempo en la rotación a efectuar- ni tan cerca que perturben en el trabajo a los integrantes de la patrulla.
• Elegir un terreno que tenga las siguientes características:
- Relieve: su configuración deberá poseer formas divergentes: una semicircular en una dirección, formas de ondas en otra dirección, un terreno llano, más otro con pronunciadas pendientes ascendentes y descendentes.
- Revestimiento natural: de monte alto, mediano y bajo, albardones, islotes de árboles, árboles aislados, matorrales ralos y tupidos.
- Revestimiento artificial: arcos vivos, alambrados, sembrados de distintos tipos de cultivo, etc.
• Obstáculos: lechos de arroyos normales vadeables y cauces secos, cortaduras, zanjas pequeñas y medias, barrancas, etc.
• Exponer cubiertas naturales y artificiales.
• Hallarse próximas a caminos, picadas, sendas, etc, transitados exclusivamente por personal destinado a tal efecto, de modo que esta característica permita ejercitar puntería sobre blancos en movimiento.
• Poseer un terreno de propiedad del Ejército, en cuyo caso será necesario disponer de un local para guardar y conservar el material que se emplea.
Problemas que deben resolverse en los distintos tipos de plazas
Según los distintos tipos de plazas, deberán resolverse aquellos problemas de tiro referidos al combate de encuentro (sorpresa), teniendo en cuenta que la plaza de punterías constituye un medio de entrenamiento para el tiro.
Como una forma práctica de solución, es aconsejable que dichos problemas se transformen en adecuados ejercicios. Así, pueden sugerirse:
• Ejercicios de observación y reconocimiento de blancos, según la progresión que se haya trazado en el plan desarrollado (distancias cortas y próximas).
• Ejercicios de designación y selección de blancos.
• Ejercicios propios del combate de encuentro, determinación de fajas, diámetros, fuentes y zonas del monte.
• Ejercicios de operación y medición de distancias.
• Aprovechamiento y reforzamiento de cubiertas contra la observación y el fuego, apoyo para el arma, enmascaramiento, adaptación de la posición de tiro.
• Ejercicio de destreza para el ajuste de distintas armas portátiles y placa base de morteros a posición de fuego en terrenos variados, bordeando faldas en pendientes, terrenos duros y blandos, etc.
• Ejercicios de aprovechamiento de cubiertas contra el fuego desde posiciones fortificadas, y ejecución de punterías (pared de troncos, muros desechos, sacos terreros, etc.).
• Ejercicios de punterías y tiro desde árboles, mangrullos y puestos observatorios.
• Ejercicios en los que las armas portátiles de apoyo deban hacer fuego sobre la marcha, en situaciones sorpresivas (por ejemplo, al salir de una cortina de niebla artificial y choque a pocos metros con un enemigo en avance).
• Ejercicios de tiro de destreza en situaciones de combate de encuentro, ejecutando movimientos reflejos condicionados (aplicación de ejercicios de técnicas de acción inmediata (TAI) y técnicas de empleo inmediato (TEI)).
• Ejercicios para que el apuntador aprecie longitud de la serie, régimen de fuego y clase de municiones a emplear, según la clase de blanco que se le presente, su vulnerabilidad, distancia y peligrosidad, a fin de apreciar la velocidad del tiro.
• Puntería contra blancos en movimiento de:
- Avance.
- Retroceso.
- Desplazamiento lateral y oblicuo.
Ejercicios para que los apuntadores de armas portátiles de apoyo aprecien la posibilidad de tiro a través de claros frontales, claros en profundidad, por sobre propia tropa y de enfilada, determinando sus propios patrones de fuego.
• Ejercicios de preparación diurna del tiro -túneles de fuego convergentes respecto de la zona de muerte para su ejecución nocturna- controlando especialmente los ángulos muertos y entrecruzamientos.
• Ejercicios de puntería y ejecución de fuego con municiones de guerra, corrigiendo la puntería por observación de la colocación del haz en el blanco.
• Empleo de las armas portátiles en las distintas posiciones del apuntador para el tiro antiaéreo.
• Ejercicios de tiro preparado e imprevisto, con armas portátiles livianas y de apoyo, con máscaras antigás colocadas, y gafas o visores nocturnos.
• Práctica de la confección del plano y carta de distancia de blancos puntos, por parte de los jefes de grupos y patrullas, y/o apuntadores.
• Ejercicios y prácticas de lanzamiento de granadas de mano y granadas de fusil (ejercicio y de guerra) en pista de lanzamiento, desde las distintas posiciones del lanzador, y desde distintas cubiertas y emplazamientos.
Organización de la instrucción y las técnicas de entrenamiento de tiro en el monte
• Respecto de la organización de la instrucción y la puesta en práctica de las técnicas de entrenamiento de tiro en el monte, se aplica una secuencia lógica y progresiva en tiempo y por sectores de entrenamiento, la cual atraviesa distintos grados de complejidad, teniendo en cuenta los distintos tipos de armas, y su realización en forma individual, por pares, por patrulla y sección.
• Cada ejercicio deberá ser practicado y ensayado por el personal de cuadros y tropas, en forma permanente, tanto durante el período individual como de conjuntos.
• Cada sector deberá ser previamente seleccionado y preparado. Para ello, cada box de entrenamiento deberá contar con un esquicio de blancos y programas de detalle de las acciones a desarrollar.
• Los tiempos serán manejados de acuerdo con la experiencia del personal. En consecuencia existirán turnos rotativos, conducidos desde un dispositivo central por el director de la instrucción.
• El manejo de blancos (aparición, desaparición, avance, entrada en posición, etc.) se efectuará desde pozos convenientemente distribuidos mediante un código de señales, comunicaciones telefónicas y/o radioeléctricas (sistema de comunicación manos libres), conducidas localmente en cada sector.
Funcionamiento de una plaza de punterías y de una plaza de tiro
• En el esquema Nro 1 y en el esquema Nro 2 observamos una plaza de punterías y de tiro, en la que figuran los lugares de instrucción o stands 1, 2, 3, etc., que por turno, ocupará cada grupo de instrucción en su rotación diaria.
Cada stand se adaptará al terreno, de acuerdo con su configuración.
• Los lugares que parecen "erizos" son fosos o sectores protegidos, desde donde se accionan los blancos de acuerdo con el sistema adaptado, numerados I, II, III, IV, V, etc. En tanto, los círculos de trazos continuos a, b, c, etc., constituyen blancos individuales o grupo de blancos presentados bajo distintas formas (móviles, fijos, automáticos, aéreos, semicubiertos, subterráneos, etc.), lo cual dependerá de la situación y recursos locales disponibles.
• Una vez que se hayan alcanzado los objetivos enunciados para los ejercicios en la plaza de punterías, destreza de tiro y de combate, se habrá logrado preparar la fracción para el tiro de combate, el cual será practicado en la plaza de tiro de monte con munición de guerra.
• Respecto del funcionamiento de la plaza de tiro, se hará imprescindible adoptar severas medidas de coordinación y seguridad, manteniéndose la progresión de los sectores y la adaptación al terreno, con el consecuente empleo alternativo de las pistas.
• Cuando las restricciones del terreno no permitieren la construcción y funcionamiento de ambas plazas, en la misma plaza de punterías se podrá efectuar la aplicación, transformándosela entonces en una plaza de tiro, con los objetivos y modificaciones necesarios.
CONCLUSIONES
• Las características que definen las operaciones en terreno selvático son la morfología del terreno, su vegetación, su respectiva infraestructura artificial y sus ocupantes (combatientes y no combatientes).
• Futuras operaciones de contrainsurgencia, en escenarios de media y baja intensidad, y de alta velocidad, requieren una capacidad de respuesta rápida y flexible en nuevos escenarios de crisis o amenazas emergentes.
• Este medio ofrece una ayuda didáctica económica y eficaz al adiestramiento moderno de los futuros montaraces y al alcance de la totalidad de las unidades de infantería de monte.
De la RS
Willy
Por el Teniente Coronel Luis Alfredo García
El combate terrestre en este escenario particular, por lo general, se compone de un número de pequeños choques de armas portátiles, a nivel fracciones menores.
Por consiguiente, la eficacia en combate de las armas de infantería no se puede considerar un asunto trivial.
En esta época de cambios, en la que se suceden numerosas creaciones tanto en lo referido a armamentos como a tácticas militares, el cometido de la infantería sigue siendo de primordial importancia. Consecuentemente, es menester adaptar a las nuevas circunstancias, los métodos de entrenamiento de los especialistas en el monte, con el puntual objetivo de maximizar los recursos locales disponibles, transformándolos en un multiplicador del adiestramiento.
Para caracterizarlo, digamos que el cazador de monte es un soldado capaz de utilizar con eficacia y precisión todas las armas de la sección de infantería. Es, precisamente, un "especialista del disparo", y debe hallarse en buena disposición física, para saber emplear, de modo inteligente, todos los recursos del ambiente geográfico.
El propósito del presente estudio es presentar una metodología de instrucción aplicada al monte: la plaza de punterías y plaza de tiro, con munición de ejercicio y de guerra, respectivamente.
El método tiene como finalidad principal la ejercitación de técnicas y destrezas particulares (diurnas y nocturnas) de tiro, con todo tipo de armas disponibles. Asimismo, su sistema está aplicado a una temática secuencial y progresiva, que parte de la destreza individual hasta concretar el tiro integrado en distintas fracciones, y combinar el binomio tiro-combate.
Generalmente, los métodos de entrenamiento han sido diseñados sobre la base tripartita de tiempo, recursos y facilidades, factores que constantemente han afectado a quien es el protagonista de este proceso, es decir, el cazador de monte.
Plaza de punterías y plaza de tiro en el monte
La plaza de punterías es un lugar (faja o abra) especialmente preparada en el monte, para desarrollar en ella el adiestramiento de tiro y de combate, en forma práctica, con municiones de ejercicio. En dicho lugar se realiza la preparación de los tiradores para la ejecución del tiro individual y de conjunto, que deberá realizarse en la plaza de tiro, con municiones de guerra.
Características que deben poseer una plaza de punterías y una plaza de tiro en el monte.
Dichas plazas deberán:
• Estar próximas o inmediatas al lugar habitual de instrucción en el que normalmente se pasa el día y se raciona en el lugar, o también próximas al cuartel, de manera que el traslado a ellas no signifique pérdida de tiempo.
• Poseer una extensión de monte con abras o campiñas de distinta superficie, que permita la observación, reconocimiento de blancos, apreciación de distancia y puntería, en las distancias cortas y medias.
• Disponer de una capacidad que permita el trabajo de un par de tiradores y hasta dos patrullas, en forma simultánea, y sin que los participantes se molesten. La mejor cualidad de una plaza de punterías consiste en que, desde ella, se pueda trabajar en varias direcciones en forma radial o divergente. Para el caso de las plazas de tiro, se hará imprescindible la adopción de severas normas de seguridad, cuestión de evitar el entrecruzamiento entre fracciones.
• Tener en cuenta que dentro de cada patrulla, los escalones que trabajan no estén tan alejados de modo que se pierda tiempo en la rotación a efectuar- ni tan cerca que perturben en el trabajo a los integrantes de la patrulla.
• Elegir un terreno que tenga las siguientes características:
- Relieve: su configuración deberá poseer formas divergentes: una semicircular en una dirección, formas de ondas en otra dirección, un terreno llano, más otro con pronunciadas pendientes ascendentes y descendentes.
- Revestimiento natural: de monte alto, mediano y bajo, albardones, islotes de árboles, árboles aislados, matorrales ralos y tupidos.
- Revestimiento artificial: arcos vivos, alambrados, sembrados de distintos tipos de cultivo, etc.
• Obstáculos: lechos de arroyos normales vadeables y cauces secos, cortaduras, zanjas pequeñas y medias, barrancas, etc.
• Exponer cubiertas naturales y artificiales.
• Hallarse próximas a caminos, picadas, sendas, etc, transitados exclusivamente por personal destinado a tal efecto, de modo que esta característica permita ejercitar puntería sobre blancos en movimiento.
• Poseer un terreno de propiedad del Ejército, en cuyo caso será necesario disponer de un local para guardar y conservar el material que se emplea.
Problemas que deben resolverse en los distintos tipos de plazas
Según los distintos tipos de plazas, deberán resolverse aquellos problemas de tiro referidos al combate de encuentro (sorpresa), teniendo en cuenta que la plaza de punterías constituye un medio de entrenamiento para el tiro.
Como una forma práctica de solución, es aconsejable que dichos problemas se transformen en adecuados ejercicios. Así, pueden sugerirse:
• Ejercicios de observación y reconocimiento de blancos, según la progresión que se haya trazado en el plan desarrollado (distancias cortas y próximas).
• Ejercicios de designación y selección de blancos.
• Ejercicios propios del combate de encuentro, determinación de fajas, diámetros, fuentes y zonas del monte.
• Ejercicios de operación y medición de distancias.
• Aprovechamiento y reforzamiento de cubiertas contra la observación y el fuego, apoyo para el arma, enmascaramiento, adaptación de la posición de tiro.
• Ejercicio de destreza para el ajuste de distintas armas portátiles y placa base de morteros a posición de fuego en terrenos variados, bordeando faldas en pendientes, terrenos duros y blandos, etc.
• Ejercicios de aprovechamiento de cubiertas contra el fuego desde posiciones fortificadas, y ejecución de punterías (pared de troncos, muros desechos, sacos terreros, etc.).
• Ejercicios de punterías y tiro desde árboles, mangrullos y puestos observatorios.
• Ejercicios en los que las armas portátiles de apoyo deban hacer fuego sobre la marcha, en situaciones sorpresivas (por ejemplo, al salir de una cortina de niebla artificial y choque a pocos metros con un enemigo en avance).
• Ejercicios de tiro de destreza en situaciones de combate de encuentro, ejecutando movimientos reflejos condicionados (aplicación de ejercicios de técnicas de acción inmediata (TAI) y técnicas de empleo inmediato (TEI)).
• Ejercicios para que el apuntador aprecie longitud de la serie, régimen de fuego y clase de municiones a emplear, según la clase de blanco que se le presente, su vulnerabilidad, distancia y peligrosidad, a fin de apreciar la velocidad del tiro.
• Puntería contra blancos en movimiento de:
- Avance.
- Retroceso.
- Desplazamiento lateral y oblicuo.
Ejercicios para que los apuntadores de armas portátiles de apoyo aprecien la posibilidad de tiro a través de claros frontales, claros en profundidad, por sobre propia tropa y de enfilada, determinando sus propios patrones de fuego.
• Ejercicios de preparación diurna del tiro -túneles de fuego convergentes respecto de la zona de muerte para su ejecución nocturna- controlando especialmente los ángulos muertos y entrecruzamientos.
• Ejercicios de puntería y ejecución de fuego con municiones de guerra, corrigiendo la puntería por observación de la colocación del haz en el blanco.
• Empleo de las armas portátiles en las distintas posiciones del apuntador para el tiro antiaéreo.
• Ejercicios de tiro preparado e imprevisto, con armas portátiles livianas y de apoyo, con máscaras antigás colocadas, y gafas o visores nocturnos.
• Práctica de la confección del plano y carta de distancia de blancos puntos, por parte de los jefes de grupos y patrullas, y/o apuntadores.
• Ejercicios y prácticas de lanzamiento de granadas de mano y granadas de fusil (ejercicio y de guerra) en pista de lanzamiento, desde las distintas posiciones del lanzador, y desde distintas cubiertas y emplazamientos.
Organización de la instrucción y las técnicas de entrenamiento de tiro en el monte
• Respecto de la organización de la instrucción y la puesta en práctica de las técnicas de entrenamiento de tiro en el monte, se aplica una secuencia lógica y progresiva en tiempo y por sectores de entrenamiento, la cual atraviesa distintos grados de complejidad, teniendo en cuenta los distintos tipos de armas, y su realización en forma individual, por pares, por patrulla y sección.
• Cada ejercicio deberá ser practicado y ensayado por el personal de cuadros y tropas, en forma permanente, tanto durante el período individual como de conjuntos.
• Cada sector deberá ser previamente seleccionado y preparado. Para ello, cada box de entrenamiento deberá contar con un esquicio de blancos y programas de detalle de las acciones a desarrollar.
• Los tiempos serán manejados de acuerdo con la experiencia del personal. En consecuencia existirán turnos rotativos, conducidos desde un dispositivo central por el director de la instrucción.
• El manejo de blancos (aparición, desaparición, avance, entrada en posición, etc.) se efectuará desde pozos convenientemente distribuidos mediante un código de señales, comunicaciones telefónicas y/o radioeléctricas (sistema de comunicación manos libres), conducidas localmente en cada sector.
Funcionamiento de una plaza de punterías y de una plaza de tiro
• En el esquema Nro 1 y en el esquema Nro 2 observamos una plaza de punterías y de tiro, en la que figuran los lugares de instrucción o stands 1, 2, 3, etc., que por turno, ocupará cada grupo de instrucción en su rotación diaria.
Cada stand se adaptará al terreno, de acuerdo con su configuración.
• Los lugares que parecen "erizos" son fosos o sectores protegidos, desde donde se accionan los blancos de acuerdo con el sistema adaptado, numerados I, II, III, IV, V, etc. En tanto, los círculos de trazos continuos a, b, c, etc., constituyen blancos individuales o grupo de blancos presentados bajo distintas formas (móviles, fijos, automáticos, aéreos, semicubiertos, subterráneos, etc.), lo cual dependerá de la situación y recursos locales disponibles.
• Una vez que se hayan alcanzado los objetivos enunciados para los ejercicios en la plaza de punterías, destreza de tiro y de combate, se habrá logrado preparar la fracción para el tiro de combate, el cual será practicado en la plaza de tiro de monte con munición de guerra.
• Respecto del funcionamiento de la plaza de tiro, se hará imprescindible adoptar severas medidas de coordinación y seguridad, manteniéndose la progresión de los sectores y la adaptación al terreno, con el consecuente empleo alternativo de las pistas.
• Cuando las restricciones del terreno no permitieren la construcción y funcionamiento de ambas plazas, en la misma plaza de punterías se podrá efectuar la aplicación, transformándosela entonces en una plaza de tiro, con los objetivos y modificaciones necesarios.
CONCLUSIONES
• Las características que definen las operaciones en terreno selvático son la morfología del terreno, su vegetación, su respectiva infraestructura artificial y sus ocupantes (combatientes y no combatientes).
• Futuras operaciones de contrainsurgencia, en escenarios de media y baja intensidad, y de alta velocidad, requieren una capacidad de respuesta rápida y flexible en nuevos escenarios de crisis o amenazas emergentes.
• Este medio ofrece una ayuda didáctica económica y eficaz al adiestramiento moderno de los futuros montaraces y al alcance de la totalidad de las unidades de infantería de monte.
De la RS
Willy
