Tensión entre Francia y Turquía ?

Francia aprobó la ley sobre el genocidio armenio


La tensión entre Francia y Turquía por la aprobación en la Asamblea Nacional francesa de una ley que penaliza la negación del genocidio armenio de 1915 se incrementó después de que el Senado le diera el visto bueno definitivo.
El texto, encabezado por un diputado del partido conservador UMP, el mismo del presidente, Nicolas Sarkozy, prevé castigar con un año de cárcel y 45.000 euros de multa esa negación, y tras siete horas y media de debate y un escrutinio público, fue adoptado con el respaldo de 127 senadores y la oposición de 86.
En ese genocidio, reconocido como tal por la ley gala en 2001, murieron según algunos historiadores entre medio millón y millón y medio de personas consecuencia de la campaña de exterminio organizada por los Jóvenes Turcos, embrión de la formación en la que se apoyó Mustafá Ataturk para fundar la actual Turquía.
Pese a que la proposición no lo cita y alude a todos los reconocidos por la ley gala, en esa legislación solo figura también como tal el genocidio judío durante la II Guerra Mundial, y su negación está castigada con una ley distinta.
La sesión estuvo marcada por la división entre quienes defienden que no es más que de un paso lógico fruto de la ley de 2001, y quienes creen, como la Agrupación Democrática y Social Europea (RDSE), que es una operación inoportuna, peligrosa y electoralista, dirigida a ganar los votos de la comunidad de origen armenio en Francia.
Sarkozy dispone ahora de un plazo máximo de 15 días para promulgarla, y ante las advertencias hechas por Ankara desde diciembre pasado si se avanzaba en su aprobación, escribió al primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, para pedirle mesura.
Turquía ha advertido de que además de la congelación de las relaciones políticas y militares decretada en diciembre tras su
aprobación en la Cámara Baja, prevé imponer sanciones de carácter económico.

Y en pleno debate, el viceprimer ministro turco, Bülent Arinç, que se encontraba en Estrasburgo, amenazó a Francia con llevar al Tribunal Europeo de Derechos Humanos esa proposición, al considerar que supone un riesgo para la libertad de expresión y "es contraria al Convenio europeo de DDHH".
No han faltado por ello en los últimos días los llamamientos de las autoridades galas en favor del mantenimiento del diálogo entre ambos países, que mantienen intensas relaciones comerciales.
Francia es el segundo inversor en Turquía y tiene allí 400 empresas galas, y ese nuevo paso amenaza con privar a esas compañías del acceso a contratos públicos en el país, donde, entre otros, el grupo nuclear Areva y el fabricante de aviones Airbus esperaban obtener ventas.
El ministro encargado de las Relaciones con el Parlamento, Patrick Ollier, insistió en la apertura de la sesión que la votación de hoy es una "pura cuestión de armonización penal" que no aspira a reabrir debates pasados.
Por su parte, el Ministerio de Exteriores ya había destacado por la mañana que Francia otorga "la mayor importancia a sus intercambios con Ankara (...) y al desarrollo de las relaciones en todos los ámbitos".
Mientras la proposición se estaba votando en el Senado, fuera de la Cámara Alta se reunieron varios centenares de manifestantes, llamados por asociaciones franco-armenias y franco-turcas, para expresarse respectivamente a favor y en contra de la misma.
Y en este nuevo capítulo en las relaciones bilaterales, en el que previsiblemente no tardará en llegar la reacción turca, los medios de ese país aseguraban hoy que el Ejecutivo de ese país tiene "prácticamente listo" el paquete de medidas contra Francia.
Las autoridades turcas reconocen que hubo matanzas, pero las sitúan en el contexto de la Primera Guerra Mundial, reducen el número de víctimas al medio millón entre los dos bandos y no lo consideran genocidio porque no hubo un exterminio planificado desde el Estado.

EFE y Aurora Digital
 

jedi-knigth

Colaborador Flankeriano
Colaborador
Digo uno no es libre de creer lo que se le
¿que cosa es "esto"' ¿que libertad? ¿de que hablas?
Digo puede haber gente que no considere a eso un genocidio o que considere que eso es falso, o como pasa en Alemania que las posturas revisionistas con respecto al Holocausto estan prohibidas.
 

Iconoclasta

Colaborador
Digo uno no es libre de creer lo que se le

Digo puede haber gente que no considere a eso un genocidio o que considere que eso es falzo, o como pasa en Alemania que las posturas revisionistas con respecto al Holocausto estan prohibidas.

Si, hay una gran contradicción
 

Leutnant

Colaborador
Colaborador
Digo uno no es libre de creer lo que se le

Digo puede haber gente que no considere a eso un genocidio o que considere que eso es falso, o como pasa en Alemania que las posturas revisionistas con respecto al Holocausto estan prohibidas.

Hola Jedi!

Dá para pensar en términos...

Por ejemplo, en Alemania no estan prohibidas las posturas revisionistas respecto al Holocausto (si es que más de 70 años de remarcada deuda moral, y más de 60 mil millones de Euros en indemnizaciones no han terminado de evidenciar, más allá de las posturas antisociales). Cada quien puede creér "lo que se le cante". Lo que está prohibido son las prédicas al nacionalsocialismo y la distribución de todo material doctrinario.
Y aquí viene la confusión, ya que está penado por ley todo tipo de negación pública del Holocausto; por lo tanto no es la historia lo que se censura, sino que se combate el negacionismo: pilar de los nazis disfrazados de "revisionistas". Algo que hay que tener muy en claro a la hora de seguir las distintas ramas del revisionismo histórico.
Una cosa és: "creér lo que se te cante", y otra muy distinta és: promover "lo que se te cante". En un país donde murieron millones de personas, y con grupos extremistas a la vuelta de la esquina, es algo nefasto, e implica un tema que no pasa en lo absoluto por desapercibido. No hablamos de que algunos ciudadanos pierdan el derecho de pensar "en", sino que éstos no puedan promover su política que a todas luces restringe TODOS y cada uno los derechos del resto de la sociedad. He allí la cuestión.

Por esto, existe una línea muy fina con lo que dividen los textos históricos de los que pueden ser utilizados como partidarios a la ultraderecha, que ha visto el pulular de nuevas organizaciones de taraditos que despotrican contra los inmigrantes y todos los males del país hoy en día. Panoráma complicado, teniendo en cuenta ésta ola multiétnica de neonazis que parece crecer según el humor de la prensa; grupos de antisociales que entienden lo que les gusta entender de los libros de historia.



Ahora bien, Francia es otro cantar, ya que se han lavado las manos por décadas en tanto a los oscuros años del gobierno títere de Vichy. Es más, provechosamente optan por contar el tan apreciado trabajo de la resistencia francesa que ayudó a algunas familias de perseguidos a escapar. Del resto no dicen ni "pío".
Ni hablar de Polónia, que hizo de Auschwitz una Disneylandia temática, y del colaboracionismo no recuerdan absolutamente nada; pero elevan el grito al cielo a la hora de pedir indemnizaciones, como cuando querían estafar a una empresa ferroviaria privada alemana (como si nadie les hubiera dado un euro), culpándola de los males de los trenes estatales del III Reich que operaban en Polónia durante la 2ª Guerra Mundial. De su colaboracionismo..."no, eh... nuuu, acá no"; "todo fué a punta de pistola". Te dan a entender como que los polacos no vendieron a nadie con tal de salvarse a ellos mismos.
Esto lo podemos encontrar también en Holanda, Bélgica, Austria... Si por ellos fuera, entre el 39 y el 45 no pasó absolutamente nada. Los invadieron los nazis, pero ellos no persiguieron a nadie, no juraron lealtad a ningún Führer, no mandaron ningún voluntario a combatir al comunismo en Rusia, nada... Las SS hicieron todo, mejor no preguntar. Pero bien que se cuelgan de papá Berlín cada vez que les viene un simbronazo económico.



Saludos!!!
 
Los franceses se han especializado en meterle el dedo en el ojo a los turcos con el tema armenio, si ello sirve para mantenerlos bien fuera de la UE, pues bienvenido sea. Claro que los historiadores turcos son de traca, todas las derrotas mayores de los otomanos eran pequeñas escaramuzas sin importancia, lo del genocidio armenio ni existió.
 

Sebastian

Colaborador
El genocidio armenio enfrenta a Francia y a Turquía
El proyecto de ley aprobado por Senado de Francia sobre el genocidio de los armenios ha provocado un escándalo inaudito entre Turquía y el país galo.
De momento, para el presidente francés, Nicolas Sarkozy, lo mejor será evitar dejarse ver en Ankara. Pero también los turcos, y todos los que niegan el genocidio de los armenios de hace un siglo en el Imperio Otomano, deberán pensárselo dos veces antes de viajar a Francia.

Erdogan no volverá a pisar territorio francés

El Senado de Francia aprobó el pasado 23 de enero, tras una resolución positiva de la Asamblea Nacional (cámara baja del parlamento), el proyecto de ley que penaliza la negación del genocidio armenio en 1915. Conforme la nueva ley, promovida por el partido de Sarkozy Unión por un Movimiento Popular, el delito se castigará con una multa de 45.000 euros y penas de prisión de hasta un año.

El 24 de enero, en una comparecencia en el Parlamento, el primer ministro turco, Tayyip Erdogan, tachó la ley de "racista y discriminatoria" y amenazó con medidas inmediatas de represalia por parte de Ankara.
En vísperas de la votación en el Senado francés, Erdogan, un líder ascendente del mundo musulmán, declaró que si Sarkozy firmaba el proyecto (una formalidad con la que éste tiene que cumplir en los próximos 15 días), él no volvería a pisar el terrirorio francés. Además, amenazó con interrumpir la cooperación turco-francesa en los proyectos militares, económicos, energéticos, ambientales y otros.

Para el colmo, el primer ministro turco acusó a Sarkozy de usar “la islamofobia y la turcofobia” para ganar votos en las próximas elecciones. Y puede que no se equivoque, la comunidad armenia en Francia reúne a 500.000 miembros, un electorado que Sarkozy, que no goza de demasiada popularidad entre los armenios franceses, no puede permitirse perder.
La reacción de Turquía, a la que siempre ha sentado fatal cualquier mención del asunto, era previsible. Es más, antes de la votación en el Senado, en diciembre del año pasado, cuando la cámara baja del parlamento galo había aprobado el proyecto de ley, los turcos ya dijeron a los franceses qué es lo que piensas al respecto.

Aunque desde el punto de vista formal la ley no habla exclusivamente de los armenios, sino de la “penalización de la negación de los genocidios, reconocidos como tales por la legislación”. Pero la negación del Holocausto ya se penalizaba en Francia desde 1990, mientras el genocidio armenio el parlamento reconoció sólo en 2001. Por lo tanto, los medios y la gente en seguida bautizaron el proyecto de la “ley sobre el genocidio armenio”.
El proyecto de ley todavía no está publicado de manera íntegra pero, a juzgar por las penas establecidas para la negación del Holocausto, es mejor no negar en Francia el genocidio de los armenios. Cualquiera que lo haga, eso sí públicamente y en el territorio francés, será detenido.

No sólo Francia
Francia no es el primer país que reconoce el genocidio armenio y penaliza su negación.
21 países del mundo han aprobado mediante resolución de carácter formal el reconocimiento del genocidio armenio como un acontecimiento histórico, incluida Rusia que lo hizo en 1994.

Estados Unidos no lo hizo a nivel legislativo, sólo en la resoluciones del congreso, que a diferencia de las leyes federales, no tienen fuerza legal. EEUU teme que los turcos cierren su espacio aéreo para la Fuerza Aérea estadounidense haciendo imposible realizar operaciones militares en Afganistán o Irak.
El presidente Barack Obama dijo en varias ocasiones que reconoce la tragedia de la nación armenia y los masacres de civiles armenios, pero se niega a clasificarlo como genocidio. En Estados Unidos también habrá elecciones presidenciales este año y en California también hay una gran diáspora armenia, pero no tiene tanta influencia en la vida política del estado, como en Francia.

En cuanto al país galo, es el segundo intento con la ley en cuestión, ya que en 2006 el Senado votó en contra de un proyecto de ley similar, ya aprobado por la Asamblea Nacional.

Existen sanciones penales y administrativas por la negación de los crímenes contra la humanidad previstas con relación al genocidio de los judíos por los nazis por las legislaciones de Austria, Bélgica, Alemania, Letonia, Luxemburgo, Polonia, Eslovenia, Francia, Suiza, Canadá y, naturalmente, Israel. En cuanto al genocidio armenio, su negación se castigaba hasta ahora sólo en Argentina, Uruguay y Suiza.

En búsqueda de la verdad histórica
Hasta el momento en Europa sólo se dio un caso de aplicación de sanciones por negación del genocidio armenio.
Sucedió en el país europeo más democrático, en Suiza, donde desde 1994 se penaliza la negación del genocidio, aunque el armenio fue reconocido como tal más tarde, en 2003 (anteriormente se refería sólo al Holocausto de los judíos).

En primavera de 2007 un juzgado suizo condenó al diputado del parlamento turco y líder del Partido Obrero de Turquía, Dogu Perincek, con una multa de 2,5 mil dólares por haber anunciado durante su visita a uno de los cantones suizos en 2005 que no había habido genocidio y que es pura especulación histórica. Por cierto, Perincek ahora está en prisión, en Turquía, acusado de preparar un complot antigubernamental.

La polémica sobre el hecho del genocidio y su duración no cesa. Algunos dicen que duró hasta 1918, otros que hasta 1923 o, incluso, hasta los años 30. Los armenios afirman que las masacres se llevaron la vida de entre 1,5 y 1,8 millones de personas (armenios y cristianos).

Turquía no niega que las masacres de civiles armenios ocurrieran realmente, pero sostiene que no hubo más de 500.000 víctimas y que éstas no fueron el resultado de un plan de exterminio masivo dispuesto por el Estado otomano, sino que se debieron a las luchas interétnicas, las enfermedades y el hambre durante el confuso periodo de la Primera Guerra Mundial, en la que también mataban a los turcos. En particular, por cierto, las tropas rusas que invadieron Turquía durante la contienda, ya que Ankara en la Primera Guerra Mundial estaba de parte de Berlín.

Tampoco cesa la polémica sobre la posibilidad de introducir en la legislación de cierto país penas por la negación o “minimización” de ciertos acontecimientos históricos y sus consecuencias.

Muchos historiadores, entre ellos los que no niegan el genocidio armenio, están seguros de que los parlamentos no deben ser “tribunales de memoria histórica”. Al revés, de serlo se ve amenazada la libertad de discusiones históricas y de la misma verdad histórica. Pero esto ya es un tema aparte.
http://www.sp.rian.ru/opinion_analysis/20120126/152553828.html
 
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