Brunner
Forista Sancionado o Expulsado
Gral Isaías García Enciso-Semblanza del tte gral Carlos M. von der Becke
(Argentina, 1890-1965)
Carlos Maximiliano von der Becke, nació, según constancias familiares, el 1º de enero de 1890 en la localidad de Cañada de Gómez, provincia de Santa Fe. Fueron sus padres Alfonso von der Becke-Klüchtzner y Clementina von Helbig, ambos alemanes, fundadores de la rama argentina de los von der Becke.
El padre había nacido el 5 de enero de 1860 en Dresden, hijo del entonces Teniente del Real Ejército de Sajonia, Jorge Edmundo von der Becke y de Ana von Klüchtzner. A su vez la madre pertenecía a la noble familia de los von Helbig de Silesia, donde nació el 20 de agosto de 1862. Don Alfonso se trasladó, como miembro de su familia, sucesivamente a Zürich, Ginebra, Viena y Stuttgart, donde estudió humanidades en el Real Gimnasio, bajo la protección liberal de Carlos I de Württemberg.
Se inició luego en el comercio en Bremen y emigró en 1882 a Venezuela, trasladándose al Río de la Plata en 1884. Añorando a su novia de. estudiante, regresó a Alemania. Contrajo enlace el 3 de abril de 1886, en Württemberg, con Clementina. El joven matrimonio de 26 y 24 años de edad, respectivamente, viajó a la Argentina, donde don Alfonso se desempeñó en tareas administrativas tanto en ingenios de azúcar como en la supervisión del tendido de vías férreas. Esto explica el nacimiento de los hijos en diversas localidades, a medida que avanzaba el trazado del ferrocarril. Así, Dora, la mayor, nació en Belgrano dentro del primer año de casados; Carlos Maximiliano, dos años después en Cañada de Górnez; el tercer hijo, Alfonso, nació en 1984 en Rosario de Santa Fe; y Alejandro, el menor, años después en Tafí Viejo, Tucumán, donde se había asentado la familia y donde el jefe de ella estaba encargado de la administración de los grandes talleres ferroviarios de esa ciudad.
La hija mayor del matrimonio, Dora, se recibió de maestra normal en Tucumán, contrayendo enlace con Hugo Dörsing. Desempeñó la docencia por largos años en la Cangallo Schule, alcanzando luego la subdirección de la Escuela Germania, rodeada de un gran prestigio como educadora.
El tercero de los hijos, Alfonso Carden, cursó el bachillerato en Tucumán, recibiéndose de doctor en medicina con diploma de honor en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, en 1919. Fue un científico de nota, un urólogo destacado y un catedrático de alto nivel. Casado con Sara Gardey, murió trágicamente el 6 de julio de 1945, fiel a su juramento hipocrático.
El menor de los hijos del matrimonio, Alejandro Otto Federico, obtuvo el título de químico farmacéutico y luego de doctor en bioquímica y farmacia de la Universidad de Buenos Aires. Llegó a ser un destacado hombre de ciencia como histólogo y bioquímico, profesor titular de histología comparada y de zooparasitología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires y autor de más de cincuenta trabajos científicos de investigación. Estos eran los padres y los hermanos de Carlos Maximiliano, de quien nos ocuparemos a continuación.
Sus antepasados eran familias nobles de la cuenca del Ruhr, Palatinado y Westfalia, por el lado paterno; de Silesia, Letonia y otras regiones centro-europeas, por parte de familias emparentadas. En casi todas estas familias antecesoras, tanto entre los von der Becke como entre los von Helbig, hubo militares destacados y encumbrados funcionarios civiles.
El niño Carlos Maximiliano, al establecerse sus padres en la ciudad de Tucumán, donde existían establecimientos de educación secundaria, cursó allí sus estudios en el Colegio Nacional de esa ciudad, del que egresó con el orden de mérito Nº 1, a los catorce años de edad. Fue una constante en su vida ese mismo Orden de mérito.
El adolescente sintió despertarse en su espíritu, la vocación castrense que había heredado de sus antepasados ; y su padre le concedió con satisfacción la autorización correspondiente, dejando constancia en la misma, de su deseo que su hijo conservara la fe protestante y que orientara su especialidad militar hacia el campo de la ingeniería. En cambio, las circunstancias y la inclinación personal de Carlos, hicieron de él un infante y un oficial de Estado Mayor. Faltó poco para que su destino fuese distinto, ya que su poca edad y su extrema delgadez hicieron que fuera rechazado en 1905, ingresando sin embargo al año siguiente al Colegio Militar de San Martín.
El año 1905 estudió ingeniería en la facultad porteña.
Según reza su foja de servicios, ingresó como cadete el 7 de abril de 1906, destacándose desde el principio corno uno de los alumnos más aplicados y de muchas condiciones físicas y aptitudes militares. Sus 1,75 metros de altura en ese momento (que se estiró en nueve centímetros más al egresar), contribuyeron a que en el reconocimiento médico efectuado por el Cirujano de Brigada Benjamín Dimartino mereciese la calificación de 5 puntos - la máxima - tanto por su constitución, como por su salud y su vista. Durante el segundo curso fue ascendido el 30 de abril de 1907 a Distinguido y el 8 de julio a Cabo. El tercer año supera su rendimiento, correspondiéndole conducir la bandera del instituto, honor máximo que se confiere a un cadete.
Sus calificaciones en el estudio son por entonces las siguientes Táctica, 5; Topografía y Dibujo 4,90; Armas, Tiro y Fortificación 4,70; Química 5. En aptitudes generales las siguientes calificaciones: Aptitudes para el mando 5; Resistencia a la fatiga 5; Inteligencia 5; Carácter 5; Espíritu militar 5; Conducta 5; Instrucción 5; Porte militar y corrección en el uniforme 5 Educación 5. Recordemos que 5 es la calificación máxima. Todo ello le da un promedio de egreso de 4,77 puntos, ocupando el primer puesto de su promoción, integrada por 57 cadetes. Registra asimismo en su legajo, que habla francés y alemán; también señala que no sabe nadar, pero sí que anda en bicicleta. Su profesor de equitación lo califica con 3 puntos; en esgrima, el maestro de armas le pone 5 y otro tanto hace el maestro de gimnasia.
Su planilla de calificaciones está firmada por Federico Shaw como secretario por Martín J. López como mayor, jefe del cuerpo, con el visto bueno del teniente coronel Marambio, director interino.
La trayectoria del cabo cadete von der Becke, satisface los requisitos para que se le asigne el premio Ministro de Guerra, consistente en un artístico reloj de oro labrado; así como la distinción que otorgaba la Asociación Pro- Patria de Señoritas: una medalla de oro con la imagen de una mujer con un fusil en la mano, representando a la patria en armas. Von der Becke, al recibir de manos del ministro, general Aguirre, el artístico reloj, expresó que el mismo señalaría las horas del deber. El concepto firmado por el jefe de la compañía de cadetes, capitán Carlos Smith Pedernera, señala que von der Becke "es culto, inteligente y de una integridad probada. Reúne en general, todas las características del excelente oficial."
El flamante subteniente de infantería, es destinado a su egreso al Regimiento 18 del arma, de guarnición en Tucumán, donde residía la familia. Revista como tal durante los años 1908 y 1909, año cuando cursa la Escuela de Tiro. Asciende a teniente en 1910, continuando en dicha escuela hasta 1912, cuando es trasladado al Colegio Militar de la Nación como oficial instructor. Temprana distinción a un oficial moderno, que pronto pasa a desempeñarse como jefe de la compañía de cadetes, ya teniente primero.
Le toca así cursar como alumno la Escuela Superior de Guerra, luego de ascender a capitán en 1917.. egresando de dicho instituto como oficial de Estado Mayor con sobresalientes calificaciones y el prirner orden de mérito.
Al graduarse, es trasladado al Estado Mayor General del Ejército, destino de honor para un oficial de la especialidad. Allí cumple una destacada labor que merece juicios ponderables de sus superiores, respecto a su desempeño en el área de planeamiento. Su labor intelectual editada comenzó ya en 1913, con una traducción publicada probablemente por el mismo Colegio Militar donde en esa época revistaba. Otras traducciones le fueron requeridas para la Biblioteca del Oficial, fundada por el Círculo Militar, debido a la iniciativa del general de división d. Rodolfo Martínez Pita. El aporte del joven capitán, comienza al nacer esa serie de publicaciones en 1918, siendo su primera tarea verificable la traducción del alemán, conjuntamente con el teniente coronel Juan Pistarini, del libro,»Táctica y técnica de los pasajes de ríos" cuyo autor era el coronel Martens. El tomo I de dicha obra fue el volumen XII de la flamante editorial. El tomo II, de los mismos traductores, sería publicado como volumen XV. Casi por excepción queda impreso su nombre en las publicaciones que efectuaba y cuando aparece, lo es por algún motivo especial. El anónimo "traducción de la Biblioteca del Oficial" que aparece en la gran mayoría de sus traducciones, dificulta el inventario de sus aportes y debe ser explicado como interpretación personal del lema "ser antes que parecer" típico de la educación militar.
Siempre con el grado de capitán, von der Becke tradujo juntamente con el prestigioso capitán Abraham Schweitzer, los tomos I y II (volúmenes XXI y XXIV de dicha Biblioteca) de la obra del teniente coronel Loffler "Táctica". Otro tanto realiza con la publicación "Reglamento de ejercicios para la infantería a la luz de la historia" del general von Freytag-Loringhoven y el libro "La guerra del futuro, según las experiencias de la guerra mundial", escrito por el general von Bernhardi. Todavía es capitán cuando aparece su traducción de la 1 obra del teniente coronel Liebach, "Evolución de la táctica en la Guerra Mundial" La tarea de oficial de Estado Mayor en los comandos, es una labor silenciosa que no se difunde, pues consiste en la realización de estudios que sirven al comandante para adoptar sus resoluciones. De allí que no trascienda, especialmente los grados subalternos.
Llegamos así a 1922, cuando von der Becke es promovido mayor. Se lo designa jefe del batallón de infantería Colegio Militar, formando a los futuros oficiales del Ejército. Los que fueron sus subalternos en ese período, manifiesta que la serenidad y estabilidad emocional puesta en evidencia por von der Becke en ese cargo, creaba un clima favorable para la formación del cadete y la actuación de los oficial durante los dos años que lo desempeña. En 1924 le es asignada la responsabilidad de dictar la materia Táctica a los cadetes.
Incursiona a partir de ese momento en el campo de la docencia, para la cual - como sus tres hermanos - tiene vocación y aptitudes especiales,. respaldada por una sólida formación como oficial de Estado Mayor, enriquecida por las traducciones de libros ya mencionadas, así como por su biblioteca particular, a la cual dedicaba todos los meses una suma fija importante. Revistas militares europeas, obras históricas, literarias y de su profesión invaden tanto su escritorio como sus estanterías, nunca suficientes.
En 1925 contrae enlace, en Rosario, con Isabel Tamborini, bella dama que se constituiría no sólo en la compañera, sino también en el complemento de la labor del oficial en el campo social y protocolar. Isabel Tamborini y dos de sus hermana se casaron con oficiales, que con el tiempo alcanzarían la palmas del generalato; una hermana -Adelaida- contrajo matrimonio con Juan Bautista Molina y otra -Margarita- con Roberto Dalton.
Es caso único registrado en el Ejército, sobre todo considerando que los tres generales figuraron en su época entre los más destacados y de más prestigio. Las tres hermanas Tamborini habían nacido en Casilda, en las cercanías de Rosario, siendo tanto su padre como su madre (de apellido Soldati) nativos de la Lombardía.
A propósito del casamiento de von der Becke, se decía en el Ejército que su dedicación a la profesión militar era tal, que una noche, al referirse la novia a la diafanidad de los astros, Carlos, observando que la luna estaba en cuarto menguante, reflexionó: "Es cierto, es una magnífica noche para hacer un ejercicio de relevo por sobrepasaje.» Sea cierta o no la anécdota, lo destacable es que ella pone en evidencia el concepto que tenían los oficiales, sobre la acendrada vocación militar y la consagración profesional de von der Becke.
Durante su desempeño como profesor de historia militar de la Escuela Superior de Guerra - su siguiente destino - traduce tres volúmenes para aplicar al servicio de la cátedra. Uno de ellos se titulaba a Guerra Mundial de 1914 a 1918» (tomo I, referido a las operaciones terrestres y tomo II, a la liberación de Prusia Oriental). Corresponden a los volúmenes CIII y CIV de la Biblioteca del Oficial. Ellos permitieron la actualización doctrinaria de nuestros oficiales, sobre todo los que cursaban la mencionada asignatura de historia militar. El tercero, con el mismo título pero referido especificamente a las batallas de frontera en el oeste (volumen CXXI) apareció años después. Las tres obras habían sido preparadas por el Archivo de Guerra alemán.
En este contexto y en estos años hallamos a von der Becke con sus alumnos, oficiales escogidos del instituto superior donde se completa su formación, dedicados al aprendizaje de las experiencias de la guerra mundial.
En 1930, la jerarquía considera la conveniencia de enviar a este brillante jefe a Europa, para ampliar sus conocimientos. Es designado como agregado militar en Alemania y Suiza, en mérito a su capacidad intelectual y a su dominio del francés, del alemán y del inglés, idiomas que alcanzó a dominar en distintas épocas de su vida. No solamente cumplió en forma destacada sus funciones, sino que fue más lejos, ya que por concesión especial logró ser admitido para cursar en carácter de oyente en las aulas de la Academia Militar de Berlín, donde las compartía con condiscípulos, como el futuro mariscal Rommel, que obtendrían notable fama de estrategos, pocos años más adelante.
Al término de su misión, incrementados sus conocimientos y sus contactos personales, era lógico que fuera nombrado profesor de Táctica y Servicio de Estado Mayor del tercer curso de la Escuela Superior de Guerra, en 1933. Se trataba de la cátedra más importante de dicha Escuela.
Asimismo, el Senado prestó acuerdo para su ascenso a coronel con anterioridad al 31 de diciembre de 1932. En 1936 se desempeña como jefe del Estado Mayor de la Primera División de Ejército, en Campo de Mayo. Un año después, retorna a la Escuela Superior de Guerra, esta vez como director: se trata de una secuencia coherente y lógica para un oficial superior de su capacidad y con una trayectoria realmente meritoria.
(Argentina, 1890-1965)
Carlos Maximiliano von der Becke, nació, según constancias familiares, el 1º de enero de 1890 en la localidad de Cañada de Gómez, provincia de Santa Fe. Fueron sus padres Alfonso von der Becke-Klüchtzner y Clementina von Helbig, ambos alemanes, fundadores de la rama argentina de los von der Becke.
El padre había nacido el 5 de enero de 1860 en Dresden, hijo del entonces Teniente del Real Ejército de Sajonia, Jorge Edmundo von der Becke y de Ana von Klüchtzner. A su vez la madre pertenecía a la noble familia de los von Helbig de Silesia, donde nació el 20 de agosto de 1862. Don Alfonso se trasladó, como miembro de su familia, sucesivamente a Zürich, Ginebra, Viena y Stuttgart, donde estudió humanidades en el Real Gimnasio, bajo la protección liberal de Carlos I de Württemberg.
Se inició luego en el comercio en Bremen y emigró en 1882 a Venezuela, trasladándose al Río de la Plata en 1884. Añorando a su novia de. estudiante, regresó a Alemania. Contrajo enlace el 3 de abril de 1886, en Württemberg, con Clementina. El joven matrimonio de 26 y 24 años de edad, respectivamente, viajó a la Argentina, donde don Alfonso se desempeñó en tareas administrativas tanto en ingenios de azúcar como en la supervisión del tendido de vías férreas. Esto explica el nacimiento de los hijos en diversas localidades, a medida que avanzaba el trazado del ferrocarril. Así, Dora, la mayor, nació en Belgrano dentro del primer año de casados; Carlos Maximiliano, dos años después en Cañada de Górnez; el tercer hijo, Alfonso, nació en 1984 en Rosario de Santa Fe; y Alejandro, el menor, años después en Tafí Viejo, Tucumán, donde se había asentado la familia y donde el jefe de ella estaba encargado de la administración de los grandes talleres ferroviarios de esa ciudad.
La hija mayor del matrimonio, Dora, se recibió de maestra normal en Tucumán, contrayendo enlace con Hugo Dörsing. Desempeñó la docencia por largos años en la Cangallo Schule, alcanzando luego la subdirección de la Escuela Germania, rodeada de un gran prestigio como educadora.
El tercero de los hijos, Alfonso Carden, cursó el bachillerato en Tucumán, recibiéndose de doctor en medicina con diploma de honor en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, en 1919. Fue un científico de nota, un urólogo destacado y un catedrático de alto nivel. Casado con Sara Gardey, murió trágicamente el 6 de julio de 1945, fiel a su juramento hipocrático.
El menor de los hijos del matrimonio, Alejandro Otto Federico, obtuvo el título de químico farmacéutico y luego de doctor en bioquímica y farmacia de la Universidad de Buenos Aires. Llegó a ser un destacado hombre de ciencia como histólogo y bioquímico, profesor titular de histología comparada y de zooparasitología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires y autor de más de cincuenta trabajos científicos de investigación. Estos eran los padres y los hermanos de Carlos Maximiliano, de quien nos ocuparemos a continuación.
Sus antepasados eran familias nobles de la cuenca del Ruhr, Palatinado y Westfalia, por el lado paterno; de Silesia, Letonia y otras regiones centro-europeas, por parte de familias emparentadas. En casi todas estas familias antecesoras, tanto entre los von der Becke como entre los von Helbig, hubo militares destacados y encumbrados funcionarios civiles.
El niño Carlos Maximiliano, al establecerse sus padres en la ciudad de Tucumán, donde existían establecimientos de educación secundaria, cursó allí sus estudios en el Colegio Nacional de esa ciudad, del que egresó con el orden de mérito Nº 1, a los catorce años de edad. Fue una constante en su vida ese mismo Orden de mérito.
El adolescente sintió despertarse en su espíritu, la vocación castrense que había heredado de sus antepasados ; y su padre le concedió con satisfacción la autorización correspondiente, dejando constancia en la misma, de su deseo que su hijo conservara la fe protestante y que orientara su especialidad militar hacia el campo de la ingeniería. En cambio, las circunstancias y la inclinación personal de Carlos, hicieron de él un infante y un oficial de Estado Mayor. Faltó poco para que su destino fuese distinto, ya que su poca edad y su extrema delgadez hicieron que fuera rechazado en 1905, ingresando sin embargo al año siguiente al Colegio Militar de San Martín.
El año 1905 estudió ingeniería en la facultad porteña.
Según reza su foja de servicios, ingresó como cadete el 7 de abril de 1906, destacándose desde el principio corno uno de los alumnos más aplicados y de muchas condiciones físicas y aptitudes militares. Sus 1,75 metros de altura en ese momento (que se estiró en nueve centímetros más al egresar), contribuyeron a que en el reconocimiento médico efectuado por el Cirujano de Brigada Benjamín Dimartino mereciese la calificación de 5 puntos - la máxima - tanto por su constitución, como por su salud y su vista. Durante el segundo curso fue ascendido el 30 de abril de 1907 a Distinguido y el 8 de julio a Cabo. El tercer año supera su rendimiento, correspondiéndole conducir la bandera del instituto, honor máximo que se confiere a un cadete.
Sus calificaciones en el estudio son por entonces las siguientes Táctica, 5; Topografía y Dibujo 4,90; Armas, Tiro y Fortificación 4,70; Química 5. En aptitudes generales las siguientes calificaciones: Aptitudes para el mando 5; Resistencia a la fatiga 5; Inteligencia 5; Carácter 5; Espíritu militar 5; Conducta 5; Instrucción 5; Porte militar y corrección en el uniforme 5 Educación 5. Recordemos que 5 es la calificación máxima. Todo ello le da un promedio de egreso de 4,77 puntos, ocupando el primer puesto de su promoción, integrada por 57 cadetes. Registra asimismo en su legajo, que habla francés y alemán; también señala que no sabe nadar, pero sí que anda en bicicleta. Su profesor de equitación lo califica con 3 puntos; en esgrima, el maestro de armas le pone 5 y otro tanto hace el maestro de gimnasia.
Su planilla de calificaciones está firmada por Federico Shaw como secretario por Martín J. López como mayor, jefe del cuerpo, con el visto bueno del teniente coronel Marambio, director interino.
La trayectoria del cabo cadete von der Becke, satisface los requisitos para que se le asigne el premio Ministro de Guerra, consistente en un artístico reloj de oro labrado; así como la distinción que otorgaba la Asociación Pro- Patria de Señoritas: una medalla de oro con la imagen de una mujer con un fusil en la mano, representando a la patria en armas. Von der Becke, al recibir de manos del ministro, general Aguirre, el artístico reloj, expresó que el mismo señalaría las horas del deber. El concepto firmado por el jefe de la compañía de cadetes, capitán Carlos Smith Pedernera, señala que von der Becke "es culto, inteligente y de una integridad probada. Reúne en general, todas las características del excelente oficial."
El flamante subteniente de infantería, es destinado a su egreso al Regimiento 18 del arma, de guarnición en Tucumán, donde residía la familia. Revista como tal durante los años 1908 y 1909, año cuando cursa la Escuela de Tiro. Asciende a teniente en 1910, continuando en dicha escuela hasta 1912, cuando es trasladado al Colegio Militar de la Nación como oficial instructor. Temprana distinción a un oficial moderno, que pronto pasa a desempeñarse como jefe de la compañía de cadetes, ya teniente primero.
Le toca así cursar como alumno la Escuela Superior de Guerra, luego de ascender a capitán en 1917.. egresando de dicho instituto como oficial de Estado Mayor con sobresalientes calificaciones y el prirner orden de mérito.
Al graduarse, es trasladado al Estado Mayor General del Ejército, destino de honor para un oficial de la especialidad. Allí cumple una destacada labor que merece juicios ponderables de sus superiores, respecto a su desempeño en el área de planeamiento. Su labor intelectual editada comenzó ya en 1913, con una traducción publicada probablemente por el mismo Colegio Militar donde en esa época revistaba. Otras traducciones le fueron requeridas para la Biblioteca del Oficial, fundada por el Círculo Militar, debido a la iniciativa del general de división d. Rodolfo Martínez Pita. El aporte del joven capitán, comienza al nacer esa serie de publicaciones en 1918, siendo su primera tarea verificable la traducción del alemán, conjuntamente con el teniente coronel Juan Pistarini, del libro,»Táctica y técnica de los pasajes de ríos" cuyo autor era el coronel Martens. El tomo I de dicha obra fue el volumen XII de la flamante editorial. El tomo II, de los mismos traductores, sería publicado como volumen XV. Casi por excepción queda impreso su nombre en las publicaciones que efectuaba y cuando aparece, lo es por algún motivo especial. El anónimo "traducción de la Biblioteca del Oficial" que aparece en la gran mayoría de sus traducciones, dificulta el inventario de sus aportes y debe ser explicado como interpretación personal del lema "ser antes que parecer" típico de la educación militar.
Siempre con el grado de capitán, von der Becke tradujo juntamente con el prestigioso capitán Abraham Schweitzer, los tomos I y II (volúmenes XXI y XXIV de dicha Biblioteca) de la obra del teniente coronel Loffler "Táctica". Otro tanto realiza con la publicación "Reglamento de ejercicios para la infantería a la luz de la historia" del general von Freytag-Loringhoven y el libro "La guerra del futuro, según las experiencias de la guerra mundial", escrito por el general von Bernhardi. Todavía es capitán cuando aparece su traducción de la 1 obra del teniente coronel Liebach, "Evolución de la táctica en la Guerra Mundial" La tarea de oficial de Estado Mayor en los comandos, es una labor silenciosa que no se difunde, pues consiste en la realización de estudios que sirven al comandante para adoptar sus resoluciones. De allí que no trascienda, especialmente los grados subalternos.
Llegamos así a 1922, cuando von der Becke es promovido mayor. Se lo designa jefe del batallón de infantería Colegio Militar, formando a los futuros oficiales del Ejército. Los que fueron sus subalternos en ese período, manifiesta que la serenidad y estabilidad emocional puesta en evidencia por von der Becke en ese cargo, creaba un clima favorable para la formación del cadete y la actuación de los oficial durante los dos años que lo desempeña. En 1924 le es asignada la responsabilidad de dictar la materia Táctica a los cadetes.
Incursiona a partir de ese momento en el campo de la docencia, para la cual - como sus tres hermanos - tiene vocación y aptitudes especiales,. respaldada por una sólida formación como oficial de Estado Mayor, enriquecida por las traducciones de libros ya mencionadas, así como por su biblioteca particular, a la cual dedicaba todos los meses una suma fija importante. Revistas militares europeas, obras históricas, literarias y de su profesión invaden tanto su escritorio como sus estanterías, nunca suficientes.
En 1925 contrae enlace, en Rosario, con Isabel Tamborini, bella dama que se constituiría no sólo en la compañera, sino también en el complemento de la labor del oficial en el campo social y protocolar. Isabel Tamborini y dos de sus hermana se casaron con oficiales, que con el tiempo alcanzarían la palmas del generalato; una hermana -Adelaida- contrajo matrimonio con Juan Bautista Molina y otra -Margarita- con Roberto Dalton.
Es caso único registrado en el Ejército, sobre todo considerando que los tres generales figuraron en su época entre los más destacados y de más prestigio. Las tres hermanas Tamborini habían nacido en Casilda, en las cercanías de Rosario, siendo tanto su padre como su madre (de apellido Soldati) nativos de la Lombardía.
A propósito del casamiento de von der Becke, se decía en el Ejército que su dedicación a la profesión militar era tal, que una noche, al referirse la novia a la diafanidad de los astros, Carlos, observando que la luna estaba en cuarto menguante, reflexionó: "Es cierto, es una magnífica noche para hacer un ejercicio de relevo por sobrepasaje.» Sea cierta o no la anécdota, lo destacable es que ella pone en evidencia el concepto que tenían los oficiales, sobre la acendrada vocación militar y la consagración profesional de von der Becke.
Durante su desempeño como profesor de historia militar de la Escuela Superior de Guerra - su siguiente destino - traduce tres volúmenes para aplicar al servicio de la cátedra. Uno de ellos se titulaba a Guerra Mundial de 1914 a 1918» (tomo I, referido a las operaciones terrestres y tomo II, a la liberación de Prusia Oriental). Corresponden a los volúmenes CIII y CIV de la Biblioteca del Oficial. Ellos permitieron la actualización doctrinaria de nuestros oficiales, sobre todo los que cursaban la mencionada asignatura de historia militar. El tercero, con el mismo título pero referido especificamente a las batallas de frontera en el oeste (volumen CXXI) apareció años después. Las tres obras habían sido preparadas por el Archivo de Guerra alemán.
En este contexto y en estos años hallamos a von der Becke con sus alumnos, oficiales escogidos del instituto superior donde se completa su formación, dedicados al aprendizaje de las experiencias de la guerra mundial.
En 1930, la jerarquía considera la conveniencia de enviar a este brillante jefe a Europa, para ampliar sus conocimientos. Es designado como agregado militar en Alemania y Suiza, en mérito a su capacidad intelectual y a su dominio del francés, del alemán y del inglés, idiomas que alcanzó a dominar en distintas épocas de su vida. No solamente cumplió en forma destacada sus funciones, sino que fue más lejos, ya que por concesión especial logró ser admitido para cursar en carácter de oyente en las aulas de la Academia Militar de Berlín, donde las compartía con condiscípulos, como el futuro mariscal Rommel, que obtendrían notable fama de estrategos, pocos años más adelante.
Al término de su misión, incrementados sus conocimientos y sus contactos personales, era lógico que fuera nombrado profesor de Táctica y Servicio de Estado Mayor del tercer curso de la Escuela Superior de Guerra, en 1933. Se trataba de la cátedra más importante de dicha Escuela.
Asimismo, el Senado prestó acuerdo para su ascenso a coronel con anterioridad al 31 de diciembre de 1932. En 1936 se desempeña como jefe del Estado Mayor de la Primera División de Ejército, en Campo de Mayo. Un año después, retorna a la Escuela Superior de Guerra, esta vez como director: se trata de una secuencia coherente y lógica para un oficial superior de su capacidad y con una trayectoria realmente meritoria.