• Aviso de importancia, Reglamento del Foro actualizado. Reglas Técnicas, punto Q. Ir al siguiente link: Ver aviso

Se acuerdan de la toma de la Corte Suprema de Colombia??

Shandor

Colaborador
Colaborador
CORONEL CONDENADO

La condena a 30 años de cárcel al coronel Alfonso Plazas por la desaparición en 1985 de 11 personas en el asalto de la guerrilla del M-19 a la Corte Suprema de Justicia de Colombia, causó ayer alegría entre los familiares y dolor al presidente Alvaro Uribe.

El fallo de la jueza de Bogotá María Stella Jara proferido el miércoles es el primero que se produce casi veinticinco años después de ocurrido ese hecho en el que murieron 95 personas, entre ellas once magistrados.

El presidente Uribe, el ministro de Defensa, Gabriel Silva, y la cúpula militar se solidarizaron con el ahora coronel retirado Plazas quien fue uno de los militares que comandaron el operativo de recuperación del edificio ocupado violentamente por la entonces guerrilla nacionalista del M-19. "Yo tengo dolor por las Fuerzas Armadas de Colombia.

Percibo una profunda reacción de desmotivación de las Fuerzas Armadas con esta sentencia", dijo Uribe el jueves al comentar el fallo, que pidió investigar a la cúpula militar de la época y la responsabilidad política del ex presidente Belisario Betancur (1982-86).

Uribe, quien se ha caracterizado por una política de mano dura contra la guerrilla marxista de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), defendió la actuación del ex mandatario conservador
La Republica
 
Algunas Imágenes de dicho Suceso

IMAGEN-2594141-1-d2344.jpg


IMAGEN-2594140-1-93efc.jpg


IMAGEN-2594138-1-7c486.jpg


0cb15b5b057b3c4febb2d3fe2d15e011.jpg


672a4cf652183ebe96f50d148e56b0ff.jpg


palacioxjusticia2.jpg
 
si me acuerdo...hoy despues del acuedo de paz el M-19 se reincorporo a la vida democratica, despues de sufrir el accionar de los paras que se enseñaron con sus dirigentes politicos, eso fue un desastre....el otro extremo de CHAVIN DE HUANTAR, como operacion de rescate de rehenes.
 

Sebastian

Colaborador
CORONEL CONDENADO

La condena a 30 años de cárcel al coronel Alfonso Plazas por la desaparición en 1985 de 11 personas en el asalto de la guerrilla del M-19 a la Corte Suprema de Justicia de Colombia, causó ayer alegría entre los familiares y dolor al presidente Alvaro Uribe.

El presidente Uribe, el ministro de Defensa, Gabriel Silva, y la cúpula militar se solidarizaron con el ahora coronel retirado Plazas....... "Yo tengo dolor por las Fuerzas Armadas de Colombia.

Percibo una profunda reacción de desmotivación de las Fuerzas Armadas con esta sentencia", dijo Uribe........

Esas frases o parecidas que marque en negrita ya las he escuchado cuando por estos lugares se condena a un militar o policia por sus crimenes del pasado.........
 
Esas frases o parecidas que marque en negrita ya las he escuchado cuando por estos lugares se condena a un militar o policia por sus crimenes del pasado.........

Yo tenia 2 años para 1985 por lo que gogleando encontré esto

http://www.elabedul.net/Documentos/Temas/Justicia_y_Paz/Comision_alvaro_fayad.pdf

Eran solo 42 tipos que iban a "entablar una demanda armada". :banghead:

Dice Wiki

La Toma del Palacio de Justicia, también llamada Operación Antonio Nariño por los Derechos del Hombre fue un asalto perpetrado el miércoles 6 de noviembre de 1985 por un comando de guerrilleros del Movimiento 19 de abril (M-19) a la sede del Palacio de Justicia, ubicado en la plaza de Bolívar de Bogotá, frente a la sede del Congreso y a una cuadra de la Casa de Nariño, la residencia presidencial. Dicha incursión fue seguida de la reacción de la Policía Nacional y el Ejército Colombiano, rodeando el edificio e iniciando una operación de retoma del mismo que se extendió hasta el jueves 7 de noviembre de 1985. El M-19 mantuvo a cerca de 350 rehenes entre magistrados, consejeros de Estado, servidores judiciales, empleados y visitantes del Palacio de Justicia.[2]

Los hechos culminaron 28 horas después, dejando un saldo de 55 muertos, entre ellos 11 magistrados. 11 personas más también fueron consideradas como desaparecidos al no conocerse su paradero, número que se reduciría a 10 después de que la Fiscalía anunció en 2000 que el cadáver de Ana Rosa Castiblanco, empleada de la cafetería que se encontraba desaparecida, fue hallado en una fosa común.[3]

El video; http://www.youtube.com/watch?v=Zf_k0yKDujA

Por las investigaciones emprendidas por la Fiscalía General de la Nación desde el año 2005 sobre los civiles desaparecidos durante la retoma del Palacio por parte del Ejército y que salieron con vida del hecho quedando en custodia de la Fuerza Pública , han sido detenidos dos coroneles y el general Alfonso Plazas Vega.[4]

En un video revelado en 2007 por Noticias Uno se puede observar que el magistrado auxiliar Carlos Horacio Urán Rojas sale vivo del Palacio de Justicia a pesar de que un día más tarde se le encontraría muerto dentro del Palacio con una bala 9 mm en la cabeza disparada a contacto.

A la 01:30 PM (UTC-5) del 7 de noviembre y a los empleados Carlos Augusto Rodríguez, administrador de la cafetería del Palacio, y Cristina del Pilar Guarín, cajera de la cafetería, son captados por un vídeo con vida. Al parecer, los dos fueron llevados a la Casa del Florero, a pocos metros del lugar, pero nunca más se supo de ellos.[20] La orden de Almarales era que los heridos salieran del baño donde

* Irma Franco Pineda: Fue una guerrillera colombiana, miembro de la guerrilla del Movimiento 19 de abril (M-19). Franco participó junto al comando guerrillero "Iván Marino Ospina" en la Toma del Palacio de Justicia, los dias 6 y 7 de noviembre de 1985, en los que pretendieron "enjuiciar" al entonces presidente de Colombia Belisario Betancur. Tras la retoma por parte de miembros del Ejército Nacional y la Policía Nacional, Franco logró salir viva del edificio del Palacio de Justicia junto a otra guerrillera llamada Clara Helena Enciso, al salir camufladas entre rehenes liberados y ser conducidas a la Casa del Florero, donde el Ejército identificaba a rehenes y coordinaba operaciones de retoma.[29] Eran aproximadamente las 10:00 AM (UTC-5) del 7 de noviembre de 1985.[30]

Enciso se desmayó, cuando un militar identificó a Franco y se la llevó en dirección a la Casa del Florero. Enciso fue montada en una ambulancia y evacuada hacia el Hospital Militar, pero antes de llegar se despertó y logró convencer a los paramédicos de que la dejaran en su casa. Logró huir a México.[29] En la Casa del Florero, Franco fue llevada al segundo piso donde la retuvieron hasta las 8:30 PM (UTC-5) Después fue llevada a las instalaciones del Comando Operativo de Inteligencia y Contrainteligencia (COICI), a cargo del entonces coronel Iván Ramírez Quintero, en el barrio San Cristóbal. Franco fue torturada e interrogada dentro de una van de color café. Al final de la sesión se presume que la mataron o se les murió. El cuerpo de Franco fue enterrado en los polígonos del batallón Charry Solano

La Comisión de la Verdad

En 2005 se conformó la Comisión de la Verdad, integrada por los ex magistrados de la Corte Suprema de Justicia José Roberto Herrera, Jorge Aníbal Gómez y Nilson Pinilla. Tras un año de investigación, en noviembre de 2006 entregaron un informe en el que revelan que, según versiones del sicario "Popeye", Pablo Escobar, capo del Cartel de Medellín les pagó 2 millones de dólares a los guerrilleros del M-19 por la toma, a fin de presionar a los magistrados de la Sala Constitucional que debatían la aprobación de la extradición. La Comisión declaró responsables del holocausto al M-19, al presidente Betancur y al Ejército de Colombia WN

La Comisión también concluyó que el presidente de la época, Belisario Betancur "fue un simple espectador" de la situación y no logró intervenir directamente en la operación de retoma del palacio por parte del Ejército ni en los hechos posteriores, contradiciendo sus palabras dadas en su alocucion en la noche de 7 de noviembre una vez terminada la retoma en la que asumía la responsabilidad de lo que sucedió.

La Comisión de la Verdad consideró que la acción del Ejército fue desproporcionada y no buscó salvaguardar la vida de los rehenes.

Es muy importante aclarar que los resultados de las últimas investigaciones, dejan grandes dudas sobre el origen del fuego en las instalaciones del palacio de justicia. La hipotesis que más fuerza está tomando, indica que fue un rocket disparado por el ejército colombiano el que inicio el fuego.

Hay algunas similitudes entre lo de "La Tablada" y esto no (leer lo de Wiki)? Que historias tan semejante que tenemos los latinoamericanos.

---------- Post added at 11:52 ---------- Previous post was at 11:37 ----------

Un apellido que aparece entre las fuerzas del orden;
General Vega Uribe

La llegada de los "tanques"

http://www.youtube.com/watch?v=wTQ3BlR2xF0&feature=related

Otro video
http://www.youtube.com/watch?v=RXqIdy56LlU&feature=related

La investigación del 2005 en ocho partes

http://www.youtube.com/watch?v=ObMuKzY1Xqk&feature=related

---------- Post added at 11:55 ---------- Previous post was at 11:52 ----------

Bien por la justicia colombiana!!

---------- Post added at 11:56 ---------- Previous post was at 11:55 ----------

Un informe mas corto

http://www.youtube.com/watch?v=KMuPyGMuDH8&feature=related
 

Shandor

Colaborador
Colaborador
Uribe consoló a los militares

Los familiares de las víctimas lloraron y se abrazaron frente a los tribunales. Los comandantes militares se atrincheraron en el Palacio de Nariño, invitados por un preocupado presidente. “El fallo da pena”, dijo Uribe.

Una jueza colombiana condenó a 30 años de prisión a un coronel retirado por la desaparición de una guerrillera del M-19 hace 25 años, durante el sangriento operativo para recuperar el edificio del Palacio de Justicia. Fue una condena histórica por muchas razones, pero principalmente porque terminó de desmitificar uno de los hitos victoriosos de las Fuerzas Armadas colombianas y lo rebautizó como una masacre. Las reacciones fueron inmediatas y polarizadas. Los familiares de las víctimas lloraron y se abrazaron frente a los tribunales; los comandantes militares se atrincheraron en el Palacio de Nariño, invitados por un preocupado Alvaro Uribe. “El fallo da pena, da tristeza”, aseguró el presidente de la Nación, ratificando su solidaridad inquebrantable con las Fuerzas Armadas y el condenado, el coronel retirado Alfonso Plazas Vega. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos prefirió extender su solidaridad a la jueza que entregó una condena, a pesar de incontables amenazas de muerte.

Desde 2005, con el establecimiento de la Comisión de la Verdad, las pruebas de la masacre de casi cien personas, de la docena de desaparecidos y de las mentiras de los jefes militares se venían acumulando. Pero la presión política por no reabrir una de las grandes victorias de la mano dura en Colombia era demasiado fuerte. Tomó cinco años y una jueza con voluntad. Esta semana María Stella Jara responsabilizó a Plazas Vega de ordenar el traslado de once trabajadores del comedor del Palacio de Justicia y una guerrillera a una dependencia militar. Aún no se sabe cuándo y cómo murieron exactamente, pero en la sentencia la magistrada aseguró que existen pruebas de que fueron torturados y asesinados. Uno de los cuerpos fue identificado en 2000 dentro de una fosa común en las afueras de Bogotá.

“Fue una sentencia histórica –celebró el jueves el representante de Amnistía Internacional en Colombia, Marcelo Pollack–. Las familias de las víctimas, que durante casi un cuarto de siglo han hecho campaña a favor de la justicia, han empezado a romper el velo de silencio que ha protegido tanto tiempo a los responsables.” Y los responsables no son veteranos militares retirados, sino figuras muy cercanas al actual gobierno. El condenado, Plazas Vega, fue el primer director nacional de Estupefacientes de Uribe y la entonces ministra de Comunicaciones, la que ordenó a todos los canales de televisión y radio que transmitieran un partido de fútbol en vez de los sangrientos enfrentamientos en el Palacio de Justicia, es Noemí Sanin, ex embajadora de España de Uribe y una de las candidatas que perdieron la última elección presidencial y ya prometió su apoyo al delfín uribista Juan Manuel Santos.

Por eso, a pesar del reconocimiento y los elogios de la ONU y de las organizaciones internacionales de derechos humanos, Uribe no dudó en tomar parte por los responsables de doce desapariciones y, probablemente, la mayoría de los noventa muertos, entre ellos once jueces de la Corte Suprema. Unas horas después de conocerse la decisión de la jueza Jara Gutiérrez citó a la cúpula militar y a su ministro de Defensa y les transmitió su apoyo incondicional. “Veo con dolor que condenan a un integrante de las Fuerzas Armadas que estaba defendiendo la democracia”, aseguró. Pero fue aún más lejos y repudió la sentencia judicial. “Lo que se está construyendo es un panorama de inseguridad jurídica que atenta contra el manejo del orden público en Colombia”, advirtió el mandatario.

Sus palabras provocaron una ola de rechazos, dentro y fuera del país. La Corte Suprema colombiana emitió de inmediato un comunicado para pedir refuerzos a la comunidad internacional para blindarse contra los embates de Uribe. “Hacemos un llamado para que rodeen con su apoyo y solidaridad a la judicatura, que una vez más viene siendo agredida por el ejercicio de sus funciones”, leyó ante las cámaras el presidente del máximo tribunal del país, Jaime Arrubla.

Desde Costa Rica, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, un organismo independiente asociado a la OEA, ya le había advertido al presidente colombiano que respetara la independencia del Poder Judicial. Por eso, ni bien Uribe pronunció su discurso, el organismo otorgó medidas cautelares a la jueza del caso, Jara Gutiérrez. A través de un comunicado público le pidieron al gobierno colombiano que garantice la seguridad de la magistrada y su hijo, y que dieran explicaciones de por qué la Fiscalía Nacional nunca investigó las amenazas de muerte que sufrieron a lo largo de la investigación y el juicio.

Pero la preocupación del uribismo y del mundo castrense no termina en la condena del coronel retirado Plazas Vega, ya que ahora se abre un abanico de juicios contra los otros oficiales militares involucrados en la toma del Palacio de Justicia, que duró casi 24 horas y dejó un tendal de sangre e interrogantes. Por eso la cúpula de las fuerzas armadas emitió un comunicado esta semana para “tranquilizar” a sus filas. “Instamos a mantener la moral en alto y el espíritu combativo indomable”, arengó el texto, que llevó la firma de los comandantes de las tres fuerzas.

Aunque sigan negando todo, el nerviosismo demostrado por el uribismo y los militares es una señal de lo que viene. El jueves, en las puertas de los tribunales, los familiares de las víctimas repasaban ante los medios todos los puntos oscuros que aún quedan por develar. ¿Por qué la justicia militar ordenó el traslado de 26 cadáveres a una fosa común dos días después de la toma del Palacio de Justicia? ¿Qué pasó con las personas que las cámaras de televisión mostraron saliendo con vida del Palacio y luego desaparecieron? ¿Quiénes provocaron los incendios dentro del edificio que mataron a varias de las víctimas?

Las dudas son muchísimas, pero quizá la que más preocupe a la cúpula militar es la que rodea la muerte del entonces presidente de la Corte Suprema, Alfonso Reyes Echandía. Esa mañana del 6 de noviembre de 1985, cuando un comando de la guerrilla M-19, hoy desmovilizada, tomó el Palacio de Justicia, la Corte estaba discutiendo los requisitos legales que debían existir para las extraditaciones de los capos narcos a Estados Unidos.

La versión oficial es que Pablo Escobar financió el ataque del M-19 para evitar su extradición, pero las investigaciones demostraron que Reyes Echandía murió de un tiro en el pecho por una bala similar a la que utilizaban los militares colombianos. Y las investigaciones también revelaron que Reyes Echandía se comunicó al menos dos veces con el mando militar para pedirles que suspendan el ataque. “Por favor, que cese el fuego inmediatamente, es de vida o muerte”, dijo, según una transcripción telefónica. Nunca le respondieron.
la Republica
 
La condena fue por delitos de lesa humanidad. es decir la muerte y desaparicion de civiles y combatientes luego de la retoma del Palacio de Justicia, y no las acciones militares que llevaron a la retoma del PJ que en si que fue un hecho tragico, pero represento el uso legitimo de las armas por parte del Estado.

La salida de Uribe no tiene nombre, el poder envilece a menos que sea uno Mahatma Gandhi o Nelson Mandela.
 
Los grupos guerrilleros colombianos no son las hermanitas de la caridad, pero el gobierno colombiano tampoco son unos angelitos.
 
Arriba